Prevalencia del consumo de pasta base de cocaína en pacientes diagnosticados con trastorno de personalidad

Resumen

La adicción a la Pasta Base de Cocaína (PBC) (conocida popularmente en Argentina como “paco”) y los trastornos de personalidad asociados al uso de esta sustancia es recurrente en la práctica clínica. El hábito de consumo del usuario de PBC es compulsivo, exacerbado, producto del efecto casi inmediato en el organismo de esta droga, que provoca una rápida dependencia y desorganización psicológica, con importantes daños a nivel orgánico. Las personas bajo los efectos de la PBC, o ya sea para conseguir la sustancia, presentan conductas antisociales como delitos, prostitución, reyerta callejera, violencia intrafamiliar, abandono infantil etc. En la dependencia a la PBC es común la presencia de alucinaciones visuales, auditivas, táctiles y olfatorias, que pueden generar un cuadro de psicosis inducido por sustancias, y llegar a ser permanente.Los Trastornos de Personalidad previos suelen explicar la mayor predisposición de las personas al consumo de PBC. Estos trastornos son definidos como un patrón permanente de vivencias internas y de comportamiento que se apartan de las expectativas de la cultura, del sujeto. Se trata de un fenómeno generalizado y poco flexible, se manifiesta en el inicio de la adolescencia o en la edad adulta temprana, es estable en el tiempo y tiende al malestar y deterioro. Estudios efectuados en Centros de Tratamientos y Servicios de Psiquiatría revelan una mayor prevalencia de comorbilidad psiquiátrica en consumidores de PBC, en comparación con la población general, a saber: Trastornos de Personalidad (particularmente del grupo B), Trastorno del Estado de Ánimo, Trastornos por Déficit Atencional, entre otros. La presencia de una comorbilidad psiquiátrica (trastorno por consumo de sustancias y enfermedad psiquiátrica no relacionada con el consumo) implica desafíos diagnósticos y terapéuticos con mayores dificultades, y un peor pronóstico (mayor riesgo de recaídas y de conductas suicidas).La investigación se presenta de la siguiente manera:Como hipótesis de trabajo anticipamos que existe una mayor prevalencia de consumo de PBC en pacientes con Trastornos de Personalidad.La Metodología utilizada responde a un diseño descriptivo mediante el análisis de datos de historias clínicas y método comparativo constante y la recolección de datos volcados a un formulario de diseño propio. La muestra seleccionada responde a pacientes en tratamiento por consumo de PBC, en Casa Amiga San Francisco de Paula en convenio con CPA Ingeniero Budge. Los objetivos del proyecto fueron determinar la prevalencia de pacientes dependientes de PBC con Trastorno de Personalidad y en tratamiento en Centro Público de Provincia de Buenos Aires durante el año 2018; revisar y analizar 50 (cincuenta) historias clínicas de pacientes en tratamiento durante el año 2018, por uso de PBC, en Centros Públicos de la Provincia de Buenos Aires y conocer cuáles son los diagnósticos desde las Historias Clínicas.Del análisis de las historias clínicas surge que la edad promedio del paciente en tratamiento es de 28 años, un 26 % mujeres y un 74 % varones, prevaleciendo el inicio del consumo a la edad de 15.La prevalencia de los trastornos de la personalidad de la muestra analizada (de un 78, 6 % como resultado de la investigación) confirma nuestra hipótesis de trabajo. Sin embargo, esta conclusión no nos permite generalizar este perfil de usuario, ya que entendemos que es solo un recorte y para esta población particular, atravesada por un contexto social y geográfico.La comorbilidad psiquiátrica principalmente del Grupo B y otros trastornos psiquiátricos implican un desafío multidisciplinario. El trabajo preventivo comunitario en el ámbito de la Salud Mental y Uso Problemático de Drogas es una de las estrategias, pero no debemos perder de vista la prevención secundaria que implican una serie de dispositivos, como unidades de desintoxicación y de internación de corta estadía, dispositivos de clínica de día, consultorios externos y casas de acogida. Por último, se recomiendala capacitación continua de los profesionales, y el compromiso de las instituciones del Estado con políticas claras y sostenidas en el tiempo sobre uso problemático de sustancias.