Uso de la biodiversidad genética en la agricultura familiar

Autores/as

  • Sebastián Felgueras
  • Francisco Pantuso

Palabras clave:

diversidad, variedades nativas, huerta familiar, maíz dulce

Resumen

La agroecología se ocupa de mantener una agricultura productiva que optimice el uso de recursos locales y minimice el negativo impacto medioambiental y socioeconómico de las nuevas tecnologías. La diversidad genética es una herramienta fundamental para mantener los altos rendimientos de las principales especies agrícolas cultivadas en el mundo. Muchas especies vegetales que crecen en ecosistemas silvestres resultan valiosas para la alimentación y la agricultura, y tienen un papel cultural importante en las sociedades locales. Pueden ofrecer una red de seguridad cuando los alimentos resultan escasos, se comercializan cada vez más a nivel local e internacional y constituyen un aporte importante al ingreso familiar. Las variedades nativas, si bien no ostentan una elevada productividad, poseen una gran heterogeneidad, lo que les confiere estabilidad productiva. Esto conviene a un tipo de agricultura familiar, donde se cultivan plantas resistentes a distintas enfermedades en una misma superficie, algunas capaces de tolerar bien el frío y otras el calor, de forma que la producción individual varía con las condiciones climáticas y las enfermedades que puedan aparecer durante el desarrollo del cultivo. De esta manera se mantiene el rendimiento medio año tras año. Estos genotipos locales adaptados a los distintos lugares, y a prácticas culturales que a su vez vienen determinadas por el clima y otros factores ambientales, son las que denominamos Landraces. El objetivo del presente proyecto es evaluar la adaptación de variedades nativas de distintos cultivos para su utilización en la agricultura familiar. Durante la campaña agrícola 2015/16 se evaluaron, en forma preliminar, distintos materiales genéticos de diversa procedencia de maíz dulce. El ensayo contó con 2 repeticiones. La unidad experimental esta formada por parcelas de 2 surcos de 5 m de largo separados a 0,7 m entre sí. La densidad de siembra fue de 5 plantas/m lineal. Como testigo se utilizó al cultivar Abasto, por ser el de mayor difusión en la huerta familiar. Se realizaron cruzamientos para evaluar la posterior segregación entre los distintos materiales; dicha evaluación se realizará en F2 y F3 (filial número) mediante la selección individual de plantas aisladas. Los resultados preliminares obtenidos muestran una gran diversidad genética y muy poca adaptación agronómica de los materiales, con los cuales se continuará trabajando.

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Publicado

2017-03-22

Cómo citar

Felgueras, S., & Pantuso, F. (2017). Uso de la biodiversidad genética en la agricultura familiar. Anuario De Investigación USAL, (3). Recuperado a partir de https://p3.usal.edu.ar/index.php/anuarioinvestigacion/article/view/3902

Número

Sección

Proyectos de Investigación Escuela de Agronomía