PARADA, Alejandro E. Los orígenes de la Biblioteca Pública
de Buenos Aires: antecedentes, prácticas, gestión y pensamiento bibliotecario
durante la
Revolución de Mayo (1810-1826). Buenos Aires: Instituto
de Investigaciones Bibliotecológicas. Facultad de Filosofía y Letras.
Universidad de Buenos Aires. 2009. 343 p. ISBN: 978-987-1450-49-7.
Temas y objetivos del trabajo
Este libro es una tesis de doctorado que parte de un
tema central: el estudio de la inauguración y desarrollo de la Biblioteca Pública
de Buenos Aires desde una mirada bibliotecológica, con el fin de analizar el
desarrollo de las ideas bibliotecarias en los orígenes de la Revolución de
Mayo. La tesis despliega otros asuntos: a) demostrar la presencia de un
temprano pensamiento bibliotecario en el primer tercio del siglo XIX con
influencias extranjeras (europea y estadounidense), y con una concepción
nativista relacionada con el destino de la Revolución de
América del Sur; b) reconstruir la vida cotidiana de nuestra Primera Biblioteca
Pública a partir del estudio de documentación primaria del Archivo General de la Nación; c) estudiar
el contexto heterogéneo y polifacético, político y social, de la Revolución de
Mayo, al que responde la apertura de nuestra primera biblioteca de uso público.
El objetivo de la tesis consiste en una aproximación a
las prácticas bibliotecarias desde el ámbito de la Bibliotecología,
tanto en sus antecedentes como en su gestión cotidiana, durante los primeros
años de la
Biblioteca Pública de Buenos Aires (1810-1826).
Marco conceptual
El modelo interpretativo desde el cual se abordó el
tema de la investigación es el que propone la Historia de la Civilización Impresa
y de la Lectura,
siendo esta última un área de estudio reciente e inscripta un entorno teórico
fundacional mayor: la escuela de los Annales,
esto es, de la “nueva historia”. De este modo, se aplica una nueva
perspectiva de análisis: la interpretación cualitativa a través de los usos y
las prácticas de lectura, superando entonces el horizonte de expectativas que
hasta la década del ’80 se circunscribía a los análisis cuantitativos de la
entonces Historia del Libro y de las Bibliotecas.
Metodología
Esta investigación utiliza varias metodologías de
trabajo: a) relevamiento crítico e interpretativo de
documentación secundaria (revista, ponencias, capítulos de libros, pasajes
insertos en libros relacionados con la historia de las instituciones y la
historia de la cultura en la
Argentina), b) método histórico-comparativo, para el estudio
del desarrollo bibliotecario en otros países; c) análisis exhaustivo de una
documentación inédita hallada en el Archivo General de la Nación, el “libro
administrativo”, fuente primaria fundamental para el estudio de la gestión y la
vida cotidiana en la Biblioteca Pública de Buenos Aires; d) métodos
estadísticos y cuantitativos para abordar el análisis del desarrollo de la
colección y la distribución de las diversas materias; e) análisis cualitativo
de los documentos según las tendencias modernas establecidas; f) análisis de la
intervención de los ciudadanos y del espacio público en la construcción del
paradigma moderno de la Biblioteca Pública; g) estudio de la
documentación recopilada como consecuencia de los usos de lectura los usuarios,
tomando a la Biblioteca
como dispositivo socio-cultural.
Síntesis de contenido
El hilo conductor de la Tesis de Parada se construye
alrededor de tres tópicos específicos: a) el pasaje gradual de la circulación
de libros del ámbito íntimo y personal a la esfera pública; b) el universo de
las prácticas cotidianas de la administración bibliotecaria en la Biblioteca Pública
de Buenos Aires; y c) las ideas existentes sobre el papel de las bibliotecas.
Los contenidos se distribuyen en una Introducción,
una Presentación del contexto, seis
capítulos más un capítulo conclusivo.
En el capítulo I, Panorama de la historia, de la
bibliotecología, del libro y de las bibliotecas en la Argentina, se
presenta una periodización de la Historia de la Bibliotecología
en la Argentina:
período hispánico, período independiente o de la Revolución de
Mayo, período de la concienciación bibliotecaria (fines del siglo XIX), período
preprofesional (hasta 1930 aproximadamente), período
de inicio profesional (hasta 1943 apróximadamente),
período de consolidación profesional. Se clasifican las bibliotecas que
existían en el actual territorio argentino desde el período hispánico hasta
1830: a) las bibliotecas de instituciones o corporaciones religiosas,
atendiendo a otro subtipo: las bibliotecas originadas por la expulsión de los
jesuitas; b) las bibliotecas particulares o privadas, haciendo referencia a la
paradigmática biblioteca particular circulante que viabilizó Facundo de Prieto
y Pulido c) biblioteca pública catedralicia; e) biblioteca pública conventual;
f) biblioteca pública –Biblioteca Pública de Buenos Aires; g) bibliotecas de
sociedades de extranjeros; h) bibliotecas de institutos de enseñanza; i)
bibliotecas circulante de acceso rentado, con la subvariante,
gabinetes de lectura. El autor concluye que, si bien no se observa una
democratización de la lectura, sí existía una presencia ubicua del libro en
nuestro territorio. El capítulo cierra con la periodización
de la Historia
del Libro y de las Bibliotecas en la Argentina: a) el inicio de la Historia de las
Bibliotecas con la figura de Paul Groussac;
b) la edad de oro de la historiografía bibliotecaria argentina con los aportes
de José Torre Revello y Guillermo Furlong;
c) período fáctico descriptivo; d) transición de la Historia del Libro a la Historia de la Lectura.
Desde una perspectiva bibliotecológica la importancia
del capítulo II, Antecedentes de la Biblioteca Pública
de Buenos Aires, radica en el análisis de la influencia del contexto
bibliotecario en la creación de nuestra primera biblioteca. Se explica con valiosos
ejemplos la larga trayectoria que tuvo el préstamo formal e informal de libros
durante el período hispánico. Parada se pregunta “¿la historia de los
acontecimientos preliminares de esta institución, en definitiva, no es la
historia de la multiplicidad de las formas de préstamos?”, para concluir más
adelante “…inequívocamente, antes de su fundación, y a partir de la segunda
mitad del siglo XVIII, existió un importante movimiento del uso de los libros con
intencionalidad gregaria que, sin duda, influyó en la decisión de la Primera Junta por su
pronta apertura.” (p. 99) Por otro lado Parada enmarca la evolución de la Biblioteca Pública
de Buenos Aires como entidad gubernativa en el proceso de laicización del
fenómeno de la lectura como acontecimiento público y urbano, en una intención
gubernamental de promover la democratización del libro y su acceso, en la
desacralización del libro y de la lectura en los distintos sectores sociales,
en la pérdida de la hegemonía religiosa en torno al gerenciamiento
de las bibliotecas, en la característica del “uso” que tomaron los libros para
la “ilustración del público” y el ejercicio de profesiones liberales, y en la
aparición de la lectura como práctica de un mundo en el que la cultura de elite
y las populares comenzaban a diluir los límites de los estamentos
tradicionales.
El capítulo III, titulado Los umbrales de la Biblioteca Pública:
la Biblioteca
de Facundo de Prieto y Pulido, estudia la primera biblioteca de uso abierto
que funcionó en Buenos Aires, legado de Facundo de Prieto y Pulido al Convento
de la Merced
en 1794, con inmediata anterioridad a la Biblioteca fundada por la Junta de Mayo en septiembre
de 1810. Los dos documentos hallados: el cuaderno de préstamos y el inventario
de los libros legados al Convento, demuestran la estrecha vinculación entre
biblioteca particular y biblioteca pública en las postrimerías del régimen
colonial. Así, es posible constatar que esta donación legalizó e
institucionalizó una práctica que se arrastraba “el préstamo de libros” (aunque
luego los mercedarios no prestaran los libros a domicilio). La colección
transformada en una biblioteca pública conventual estaba a un solo paso
de transformarese en biblioteca pública: su gestión
sea responsabilidad gubernamental y no religiosa.
Claramente es fundamental la lectura del capítulo IV, Orígenes
de la
Biblioteca Pública de Buenos Aires. En él se reconstruyen
los orígenes de la
Biblioteca, en los meses anteriores a su apertura, abordando
situaciones fácticas como por ejemplo, las sucesivas postergaciones que sufrió
dicha apertura, la redacción de unas breves ordenanzas para el establecimiento
del marco legal e institucional, o el debate que se estableció acerca del
problema del horario. También se analiza la imagen arquetípica que tenían sus
organizadores de lo que debía ser una biblioteca como posibilitadora
de una actividad gregaria y pública. Sólo algunas de las conclusiones a las que
arriba Parada son: la Biblioteca Pública de Buenos Aires se gestó a
partir del modelo de las bibliotecas del Ilustración europea; el libro y su
lectura poseían todavía una marcada connotación sacralizada; su función más
importante era la conservación; el usuario debía ser atendido con decoro,
prontitud y eficacia; se manifestaba un rasgo propio de la lectura de aprendizaje:
“la presencia del silencio como elemento totalizador de la empresa de la
lectura”. (p. 174). Aparecen, además, en dicho Reglamento Provisional un
antecedente del depósito legal e incipientes técnica profesionales, entre otros
asuntos de interés. Si bien, concluye Parada, el Reglamento representa las
prácticas de la lectura según la mirada de los bibliotecarios y no
necesariamente según los usos de los lectores, afirma: “Se trataba de una
práctica lectora intermedia, a dos aguas entre la lectura pública y privada, es
decir íntima, silenciosa de lenta y trabajosa apropiación individual. El
capítulo se completa con dos Apéndices: Apéndice 1. Copia del reglamento
original firmada por Bernardino Rivadavia el 2 de marzo de 1812; y Apéndice
2. Reglamento de la Biblioteca Pública vigente en 1850.
Prácticas y representaciones bibliotecarias en los
orígenes de la
Biblioteca Pública de Buenos Aires (1810-1826) es el tema del Capítulo V. Se estudian dos documentos
que llevan a Parada a preguntarse “¿cómo se administró, en su historia mínima,
esa institución pionera en los actos culturales de la Revolución de
Mayo?” (p.190). Los mismo son el Libro de cargo y data o de cuenta corriente
de los encargados de los gastos de la Biblioteca Pública,
formado por el Director de ella Dr. Dn. Luis José Chorroarín en el año
1812 (conjunto de asientos que tratan sobre los asuntos que motivaron los
ingresos y gastos de dinero); y las Razones de gastos (1824-1826), especie
de memoria anual de las actividades realizadas por la Biblioteca. El
primer texto nos acerca a la gestión que se llevó a cabo en la Biblioteca: origen y
monto de las donaciones, el contexto en que se practicaba la encuadernación y
el de la venta de títulos repetidos. El segundo, permite obtener datos sobre
los usos y las prácticas de la lectura y de la escritura. Sin embargo, es el
impecable análisis cualitativo de ambos documentos lo que le permiten a Parada
reconstruir una jornada de trabajo en la Biblioteca Pública
de Buenos Aires (1812-1826). Sólo algunos ejemplos que esbozan el canon
bibliotecario de entonces: el horario era sólo matutino, las actitudes y
modalidades de lectura estaban pautadas por lo usos sociales de la época en
materia de alimentación, existía una fuerte relación íntima entre lectura y
escritura, las prácticas bibliotecarias se realizaban con ausencia de funciones
especializadas.
En el Capítulo VI, La construcción
teórica del pensamiento bibliotecario: La “Idea Liberal Económica sobre el
Fomento de la Biblioteca
de esta Capital”, del Dr. Juan Luis de Aguirre y Tejeda (1812), se analiza un artículo publicado en el
periódico El Grito del Sud. Dicho documento
“puede considerarse como el inicio de la historia del pensamiento bibliotecario
en la Argentina.”
(p. 252). Las metodologías empleadas son el análisis de contenido, el estudio
de varios conceptos lingüísticos y el acercamiento estadístico. La novedad
radica en que constituye el primer artículo de literatura bibliotecológica en
lo que hoy es la
República Argentina, careciendo de antecedentes nativos y no
habiendo otra contribución similar hasta entrado el
siglo XIX. Importa la visión totalizadora del Dr. Aguirre: el libro, las
lecturas y las bibliotecas son entidades con relaciones recíprocas y
correlativas. Sin embargo, la aguda mirada de Parada permite hace notar un
hecho: este texto inaugura la historia de los materiales de escritura en el Río
de la Plata –la
fabricación del papel y la conservación de libros, constituyendo el primer
antecedente de una historia del libro en la Argentina. El
capítulo concluye con tres apéndices: Apéndice A. Idea liberal económica
sobre el fomento de la biblioteca de esta capital, Apéndice B. Venta de
una máquina para fabricar papel, y Apéndice C. Carta del Director de la Biblioteca Pública
de Buenos Aires, D. Felipe Elortondo y Palacio en la
cual notifica sobre el estado del establecimiento.
Como todo texto conclusivo valioso desde el punto de
vista científico, el capítulo VI no sólo interesa porque enlaza los resultados
parciales que se fueron vislumbrando a lo largo de la investigación, sino que
además sitúa los hallazgos en el punto de relevancia exacto para avanzar en la
construcción de la ciencia bibliotecológica en Argentina.
Aportesdel trabajo
La Tesis de Parada se alínea en la
tendencia moderna de la historia de las prácticas y las representaciones
culturales. Adoptar este modelo interpretativo propuesto por la Historia de la Civilización Impresa
y de la Lectura,
implica hacer una operación epistemológica fundamental para la disciplina:
superar las metodologías y marcos conceptuales de la historiografía tradicional
de la Historia
del Libro y de las Bibliotecas, para acceder al análisis de uno de los
registros culturales que son competencia del ámbito de la Bibliotecología:
la Historia
de la Lectura.
Por otro lado, si bien es cierto que la historia de la Biblioteca Pública
de Buenos Aires ha sido abordada por otros autores, Paul
Groussac (1893), José Torre Revello
(1943) y María Ángeles Sabor Reira (1974-1975), el
propósito de la tesis es subsanar lagunas importantes que hasta el momento
existían desde la perspectiva bibliotecológica: el estudio de aspectos, ámbitos
y prácticas de la gestión administrativa y de los usos bibliotecarios en la
vida cotidiana del establecimiento.
Pero además la investigación de Parada ha llevado al
hallazgo de un documento fundamental El reglamento provisional para el
régimen económico de la
Biblioteca del capital de las provincias Unidas del Río de la Plata.
Emerge así un conjunto
de tópicos en los que no se había reparado hasta la fecha, y que le permiten
abordar las siguientes cuestiones: “¿cuál era la idea de la biblioteca pública
que preconizaba el reglamento? ¿Con qué concepción bibliotecaria se elaboraron
los distintos tópicos? ¿Puede hablarse de un punto de vista bibliotecológico en
su elaboración? (p.171). Y en esta cadena de encuentros con el “conocimiento
nuevo” que sólo alcanzan las investigaciones de cuño científico, Parada analiza
por primera vez el artículo publicado en 1812 por el Dr. Juan Luis de Aguirre y Tejeda, hallando
un documento inaugural de la literatura bibliotecológica acaecido a la par de
nuestra Revolución de Mayo.
Las hipótesis del trabajo y sus fundamentaciones
son expuestas y desarrolladas con claridad y lógica precisa. Abundan los ejemplos
y el refuerzo de comentarios que vuelven continuamente a los asuntos esenciales
para la comprensión del trabajo, marcas textuales propias de una tesis
académica. Listados bibliográficos abundantes se disponen al finalizar cada
capítulo, ofreciéndose además una copiosa bibliografía general como último
tramo del libro. Finalmente, es necesario atender a un aporte generoso y de
seriedad científica, Parada muestra en varias oportunidades a lo largo de su
tesis, temas aún pendientes de investigación, y que necesitan aún ser abordados
con profundidad y rigor académico.
Si bien la lectura de esta tesis de doctorado es
recomendada por su valor académico a historiadores, literatos y agentes de la
cultura en general; su lectura se hace indispensable en el ámbito bibliotecario.
De este modo, Los orígenes de la Biblioteca Pública
de Buenos Aires: antecedentes, prácticas, gestión y pensamiento bibliotecario
durante la
Revolución de Mayo (1810-1826), se convierte en un libro
insoslayable para los profesionales de la información que entiendan que conocer
el origen de sus prácticas y del canon de su disciplina, les permitirá afianzar
su compromiso tanto con su quehacer cotidiano, como con el campo científico de la Bibliotecología.
Liliana
Laura Rega