La empatía como pura interacción. De Weber a la neurosociología

Dr. Vincenzo Auriemma*

*Università degli Studi di Salerno. Correo electrónico: vauriemma@unisa.it

Recibido:11/01/2020

MIRÍADA. Año 13, N.º 17 (2021), pp. 345-354

© Universidad del Salvador. Facultad de Ciencias Sociales. Instituto de Investigación en Ciencias Sociales (IDICSO). ISSN: 1851-9431

La empatía en el centro de la reflexión sociológica: el Einfuhlug

La empatía es la capacidad de ubicarse en la situación del otro o, más exactamente, de comprender de inmediato los procesos emocionales de la otra persona. Este término quiere explicar uno alemán:Einfühlung (Treccani, 2019a).Este último indica lo que genéricamente llamamos “identificación”, es decir, la capacidad de establecer una relación emocional con personas, cosas, entornos, situaciones y animales. Podemos analizar este término en dos idiomas distintos, pero que nos dan la misma base:la empatheia griega (compuesta de en, ‘en’, y un derivado de pathos, ‘afecto’) y el alemán Einfühlung, que, como podemos ver, está formado por el prefijo ein, que indica el “interior”, y Fühlung, el sentimiento, ‘emoción’ (Ales Bello, 1999). Ese “adentro”es un problema para nosotros y, por lo tanto, debemos examinarlo en cada detalle, ya que, cuando nos enfrentamos con otra persona, todo lo que tenemos disponible es su “afuera”, todo lo de afuera de la piel: le veo el rostro, los ojos parpadeando, las arrugas que le surcan la frente, los pliegues que le arrugan los labios; escucho la voz estentórea, cálida y débil, estridente, metálica; observo las manos gesticulando lentamente siguiendo suaves curvas o dibujando tomas angulares; veo la hermosa espalda recta o curva, los hombros hundidos; la postura elegante o desaliñada, el andar holgado o su torpeza (Pinotti, 2014). Este significado se refiere principalmente a la difusión de este término en estudios de filosofía, psicología e historia del arte en Alemania entre los siglos xix y xx. Fue utilizado, al menos inicialmente, como un principio del juicio del disfrute y la creación estética gracias al Ästhetik de Theodor Lipps, por el cual cada percepción es el producto de actividades psicofísicas que los objetos estimulan a través de su forma, sus materiales, su manera de presentarse a los sentidos(Pinotti, 2014).Estas actividades generan sentimientos y categorías estéticas como reacciones específicas a los estímulos derivados de los objetos. Algunas reacciones favorecen la expansión de nuestras fuerzas vitales, otras dificultan su despliegue (Lipps, 1903);de ahí la idea de que lo bello, lo feo, lo agradable y lo desagradable no son cualidades de los objetos, sino resultados de nuestra interacción con las cosas. Posteriormente, hibridándose con otras líneas de investigación, a partir de la fenomenología, el Einfuhlung ejerció influencia en los estudios que mejoraron el componente emocional de la percepción (Ales Bello, 1999). Sin embargo, el término Einfühlung adquiere otro significado, a saber, el de simpatía simbólica. Este significado no es insignificante, ya que en Alemania, entre finales del siglo xix y principios del siglo xx, se desarrollaron teorías sobre el arte, sobre todo es importante recordar, en este contexto, la concepción de W. Worringer[1] (1881-1965), es decir, que el arte es la identificación del sentimiento en formas naturales, debido a una profunda consonancia o simpatía entre sujeto y objeto(Worringer, 1907). El hombre atribuye belleza a las formas en que logra transferir o proyectar su sentido vital. Al final, el disfrute estético es el disfrute objetivado de nosotros mismos (Worringer, 1907).

El concepto de Verstehen entendido histórica y sociológicamente

Otro elemento muy importante es Verstehen. En primer lugar, se ha utilizado en el contexto de la filosofía alemana y de las ciencias sociales en general desde finales del siglo xix con el sentido particular del examen interpretativo o participativo de los fenómenos sociales. El término está estrechamente asociado con el trabajo del sociólogo alemán Max Weber, cuyo antipositivismo estableció una alternativa al positivismo sociológico previo y al determinismo económico, arraigado en el análisis de la acción social. En antropología, Verstehen significa “un proceso interpretativo sistemático en el que un observador externo de una cultura intenta relacionarse con ella y comprender a los demás” (Weber, 1922/2005). Weber también lo vio como un concepto y método central para rechazar la ciencia social positivista. Básicamente se refiere a la comprensión del significado de la acción desde el punto de vista del actor. Entras en los zapatos del otro, y la adopción de esta posición de investigación requiere que trates al actor como un sujeto, en lugar de un objeto para ser observado. Lo que se acaba de decir también implica que, a diferencia de los objetos en el mundo natural, los actores humanos no son simplemente el producto de los impulsos de las fuerzas externas e internas (Barbero Avanzini, 2002).Los individuos son vistos como seres capaces de crear el mundo, organizar su comprensión y darle significado. Por lo tanto, investigar a los actores sin tener en cuenta los significados que atribuyen a sus acciones o al entorno significa tratarlos como objetos. Así, podríamos argumentar con una certeza casi absoluta que esta es una, si no la primera, forma de oposición al pensamiento utilitario. Teniendo en cuenta que Verstehen se traduce aproximadamente en “comprensión significativa” o “ponerse en el lugar de los demás para ver las cosas desde su punto de vista”, debe subrayarse que la sociología de la interpretación, es decir la soziologie de Verstehende, es el estudio de la sociedad que se centra en los significados que las personas asocian con su mundo social(Barbero Avanzini, 2002). Se esfuerza por mostrar que la realidad es construida por las propias personas en su vida cotidiana.La sociología interpretativa es diferente de la sociología positivista en tres formas: una trata el significado atribuido al comportamiento, la otra se centra en la acción; una ve la realidad construida por las personas, la otra ve una realidad objetiva “afuera”; una se basa en datos cualitativos, la otra tiende a utilizar datos cuantitativos(Macionis y Gerber, 2010).En sociología, es un aspecto que pertenece al enfoque histórico-comparativo, en el que el contexto de una sociedad, por ejemplo, la Francia del siglo xiii, puede ser mejor entendido por el sociólogo de lo que hubiera sido en las personas que viven en un pueblo de Borgogna (Treccani, 2019b). Weber, por su parte, creía que esto le daba al sociólogo una ventaja sobre un científico natural, porque “podemos lograr algo que nunca se puede lograr en las ciencias naturales, es decir, la comprensión subjetiva de la acción de los individuos componentes(Weber, 1922, p. 15).

Wilhelm Dilthey (1883-1911) también utiliza el concepto de empatía, llamándolo Erlebnis, que es ‘experiencia vivida’ y ‘comprensión’. En el texto Ideas sobre una psicología descriptiva y analítica, Dilthey(1894/2002)explica que la experiencia inmediata ya determina la naturaleza de nuestra comprensión de nosotros mismos y de los demás, por lo que está claro que comprender significa simultáneamente comprender a los demás y comprenderse a sí mismo, y los dos significados están interrelacionados(Aragona, 2015). El Verstehen se incorporó al diccionario de ciencias sociales a fines de la década de 1990 y en 2002 se asociaba solo con la escritura de Max Weber; ahora se ve como un concepto central para el futuro de las ciencias sociales (Macionis y Gerber, 2010). Además, para Jaspers (1913), la Verstehen es una especie de visión intuitiva del espíritu, una actitud radicalmente diferente del investigador, una comprensión entendida como una transposición interior a otros, como una identificación (Jaspers, 1913). Sin embargo, entre finales del siglo xixy principios del xx, comenzaron a surgir investigaciones pequeñas y esporádicas sobre el Einfühlung y la empatía en las doctrinas. Y nada de lo que surgió hoy estaba presente en las obras sobre simpatía elaboradas en el siglo xviii por Hume (1711-1776) y Smith (1723-1790).

A partir del último concepto, es posible rastrear un hilo común que une a diferentes autores y enfoques, que convierte un significado en la acción precisa de la empatía. Durante el siglo xviii, el concepto de sympathy surgió con varios significados paralelos:primero, como una fuerza que une los diversos elementos de la naturaleza y como una afinidad comprensiva que armoniza los órganos del cuerpo humano(Berrios, 2014);luego, como mecanismo psicológico subyacente a la facultad humana de compartir los sentimientos de otros individuos. Pasó a formar parte de la conceptualización médica con Whytt (1714-1766) dentro del tratado sobre trastornos nerviosos:“many of these complaints depend upon the sympathy which obtains between the various parts of the body”(Whytt, 1765, p. 489). Hume y Smith profundizaron la noción, analizándola no solo como un elemento constitutivo de la moral humana, sino también como un “pegamento” entre los individuos. Ambos abordaron el tema desde una perspectiva filosófica agregando elementos capaces de darle una dirección psicológica, tanto como para haber presionado a Theodor Lipps(1851-1914) a inspirarse en sus escritos y establecer su doctrina en el Einfühlung. ¿Pero qué une hoy la empatía entendida sociológicamente con los nuevos descubrimientos neurocentrados? Neuronas espejo.

Un descubrimiento fundamental: las neuronas espejo

Las neuronas espejo fueron descubiertas en 1992,en la Universidad de Parma por el equipo del profesor Giacomo Rizzolatti, quien las definió como “células motoras del cerebro que se activan durante la ejecución de movimientos dirigidos y también a la observación de movimientos similares realizados por otros individuos” (Rizzolatti y Gnoli, 2016). El neurobiólogo ha destacado su centralidad tanto en el aprendizaje por imitación como en el fenómeno de la empatía. En 1995, junto con su equipo demostraron, por primera vez, la presencia en humanos de un sistema neuronal muy similar al del mono: este fue bautizado con el nombre de neuronas espejo o sistema mirror.

El descubrimiento del sistema mirror destacó sustancialmente la base fisiológica del aprendizaje mediante la imitación y la empatía, así como también creó nuevas perspectivas para los estudios del lenguaje humano. A continuación, reproducimos in extenso la explicación de los autores junto con un esquema del cerebro:

Las áreas constantemente activas durante la observación de las acciones de otros son la porción rostral (anterior) del lóbulo parietal inferior y el sector inferior de la circunvolución precentral, más la posterior de la circunvolución frontal inferior. Bajo ciertas condiciones experimentales, se activó una región más anterior de la circunvolución frontal inferior, así como la corteza premotora dorsal (ver figura 1) (Rizzolatti y Sinigaglia, 2006).

Figura 1.Áreas anatómicas que forman el sistema de neuronas espejo en humanos[2]

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Vista lateral de un cerebro humano con áreas citoarquitectónicas indicadas. En rosa: sector del lóbulo parietal que se activa durante la ejecución de acciones y durante la observación del mismo por parte de otros. En amarillo: sector del lóbulo frontal que se activa en las mismas condiciones experimentales. Los dos sectores juntos forman el sistema de neuronas espejo. Algunos autores también incluyen el área dorsal 6 en el sistema espejo. Sin embargo, la activación de esta área durante la observación podría reflejar una preparación para actuar más que una “activación espejo”. El azul indica un sector del lóbulo frontal que, bajo ciertas condiciones experimentales, se activa durante la observación de las acciones de otros. Sin embargo, esta área, a diferencia de la región del surco temporal superior, no debe incluirse en el sistema espejo ya que es probable que sus neuronas no tengan propiedades motoras. El sistema de neuronas espejo ilustrado en la figura codifica acciones sin contenido emocional.

Fuente: Rizzolatti y Sinigaglia(2006, p.11).

Por lo tanto, los investigadores confirman la hipótesis de que los mecanismos de resonancia similares a los identificados en el mono están presentes en los humanos, con algunas diferencias significativas: el sistema de neuronas espejo parece más extenso en humanos. Como sugiere Rizzolatti (2006, 2016) en varias ocasiones, el acto del observador es un acto potencial, causado por la activación de neuronas espejo capaces de codificar información sensorial en términos motores y, por lo tanto, posibilita la “reciprocidad” de los actos e intenciones, que es la base para nuestro reconocimiento inmediato del significado de los gestos de los demás. Por lo tanto, por mirror (o espejo) nos referimos a la propiedad de las neuronas de responder tanto cuando el comportamiento de cierto tipo se realiza en primera persona como cuando otros lo observan. Según la sociología, con Tarde (1843-1904), se ha demostrado que la fórmula de la vida social se encuentra en la imitación, cuyo curso se regiría por la invención, verdadero manantial de la humanidad. Las formas sociales surgen de la competencia de invención e imitación(Tarde, 1890). La traducción de un conjunto de movimientos en una posibilidad de acción significativa para nosotros se lleva a cabo con dos modelos teóricos. El primero se basa en la clara separación entre códigos sensoriales y códigos motores. La imitación sería posible en virtud de procesos asociativos que conectarían elementos que a priori no tienen nada en común. El segundo, sin embargo, se basa en el supuesto de que las acciones observadas y realizadas deben compartir el mismo código neuronal, que representa el requisito previo de la imitación. Gracias a los trabajos de Wolfgang Prinz(1942)[3], el segundo modelo parece haberse hecho cargo:

El descubrimiento de las neuronas espejo parece sugerir una posible recalificación del principio de compatibilidad ideomotora. Las reacciones viscerales se manifiestan con una pérdida momentánea de control neurovegetativo con la consiguiente incapacidad temporal de abstracción del contexto emocional. Las reacciones expresivas se refieren a mimetismo facial, actitudes corporales, formas habituales de comunicación. Las reacciones psicológicas se manifiestan por la reducción del autocontrol, la dificultad para articular lógicamente acciones y reflexiones, la disminución de la capacidad de método de crítica(Galimberti, 2018, p. 172).

Conciencia, conocimiento y comunicación: de Ardigò a la neurosociología

Lo interesante es cómo la sociología de hoy puede usar este descubrimiento para abrirse a una nueva visión, no solo de empatía, sino útil para continuar colocando, como argumentó Ardigò (1988), a la persona en el centro de cualquier discusión. De la interacción a la acción, del sentido al estímulo y, por qué no, del encuentro con la tecnología y con la comunicación.En este sentido, Ardigò(1988) asume un papel importante en este discurso, yendo más allá de cualquier discurso del pensamiento utilitario. Identifica tres problemas sobre los cuales la conciencia refleja y se pregunta sobre la relación con el mundo:

1)El problema de la validez de la autoconciencia, es decir, el problema de la validez en términos de verdad en el conocimiento. En esta fase, la conciencia busca la objetividad del valor, que corresponde a la capacidad de aceptar la apelación e ir hacia una acción moral concreta (Martini, 2010, p. 188).

2) El problema del mundo exterior y otras mentes, que se refiere al problema de abrirse al otro de mí. En esta dimensión, se reconocen dos expresiones de la experiencia de vida: empatía(Stein, 1964)y sociabilidad (Simmel, 1983). Gracias a la empatía puedes comenzar una relación interpersonal, llena de significado y relevancia duradera que, si se entrelaza y repite, puede transformarse en una relación social que exprese sentimientos; lo importante es poder cuestionarse a sí mismo como el centro del mundo, sin dejarse cancelar en el otro que empatiza(Martini, 2010, p. 189).

3) El problema de la sociedad en la que vives, es decir, el problema de la realidad y de la naturaleza que surge lejos de los límites de la experiencia de vida. La autoconciencia, la empatía, la sociabilidad y la trama relacional representan las actitudes a través de las cuales la persona se conoce a sí misma y al mundo(Martini, 2010, p. 189).

El defendido por Ardigò, al argumentar sobre la necesidad de una realidad sui generis, es un sistema social abierto, donde el último adjetivo significa que el sistema social desarrolla canales privilegiados y asumidos, de fuerte correspondencia con el entorno humano interno, formado por los sujetos-personas (conjunto de corporeidad e intencionalidad) dentro de las relaciones cotidianas. Por lo tanto, son estas personas-personas las que componen el entorno humano interno, “sujetos que, como portadores de roles o interacciones sociales de acuerdo con expectativas, valores y normas culturalmente configurados, hacen que el sistema social de referencia viva y, a partir de esto, se formen de varias maneras” (Martini, 2010, p. 297). Ardigò(1988) muestra claramente una manera de ir más allá, lanzando el desafío para una ciencia social basada en la “experiencia de vida en el mundo” de la persona como el actor social capaz de crear y recibir orientaciones compuestas de empatía y abstracción correcta.

Neurosociología

En este sentido, podríamos definir la neurosociología como la disciplina que estudia las interacciones sociales y la socialización en relación con las estructuras y funciones del sistema nervioso. A partir de este estudio, los métodos y estrategias de intervención podrían mejorar en las áreas de educación, malestar social, desviación, delincuencia, salutogénesis, integración y cooperación(Blanco, 2016). Según Jonathan Turner(2011), la neurosociología debería investigar cómo el cerebro humano afecta el complejo conjunto de fuerzas que guían la interacción humana y la organización social y, por el contrario, cómo los procesos sociales influyen en las funciones neuronales. En este sentido, la neurosociología debe explicar, a través de la investigación empírica, no las razones del comportamiento, sino la derivación sociocultural-interaccionista de cada comportamiento y de cada tipo de acción. En primer lugar, la sociología debe basarse en el enorme bagaje cultural y de investigación que tiene y, posteriormente, entrelazarse con los aspectos neuronales, psicológicos y psicosociales. Solo de esta manera puede presentar una imagen clara, basada en la interacción y el comportamiento, cuidando de no cruzar el campo y caer en el reduccionismo (TenHouten, 1991). El campo más amplio de la sociología y la psicología social fue creado y desarrollado en oposición a los puntos de vista esencialistas que a menudo estaban enraizados en el reduccionismo biológico. Estos vieron el comportamiento humano como el resultado inevitable e inmutable de la “naturaleza de las cosas” que en los círculos científicos se atribuyó a los instintos desarrollados en nuestro pasado evolutivo (TenHouten, 1997). Usando las palabras de Blanco (2016), podríamos argumentar que, en la década del cerebro (1990-2000), el descubrimiento más significativo fue el de las neuronas espejo. Hoy sabemos que esta clase de neuronas nos permite aprender por imitación, comunicarnos socialmente y experimentar los estados de ánimo de los demás en nosotros–—precisamente la empatía—. Además, las neuronas espejo están implicadas en el lenguaje.

En Italia,cuando comenzamos a tratar este tema en sociología, había —y todavía hay— mucho escepticismo, incluso por experiencia directa ya no escuchamos sobre neurosociología en Europa ni en Estados Unidos. La empatía, utilizada como elemento de investigación en los estudios penales y legales, siempre tiene mucha dificultad para establecerse en los estudios sociales, ya que es difícil de verificar sin el uso de una imagen por resonancia magnética funcional (FMRI). Es casi como si la neurosociología hubiera desaparecido del radar desde la década de 1970 con TenHouten. A menudo somos escépticos porque no creemos en el potencial neuronal o porque tememos que todo se reduzca a una explicación biológica (Doi, 1971). De hecho, como dijo Rizzolatti(2006)y como Blanco (2016) subraya en su texto, las neuronas espejo serán para las ciencias sociales y para la psicología lo que el ADN ha sido para la biología.

Conclusiones

Esta clase de elaboración teórica sobre la empatía es de fundamental importancia para la sociología, ya que evita caer en los dos reduccionismos más grandes y, sobre todo, evita entrar en un estructuralismo despersonalizante. De hecho, debe explicar, a través de la investigación empírica, no las razones del comportamiento, sino la derivación sociocultural-interaccionista de cada comportamiento y de cada tipo de acción. En términos de una sociología que coloca a la persona en el centro, la empatía juega un papel importante, ya que el ser humano se encuentra participando en un proceso relacional e interactivo en el que este elemento impregna nuestra vida cotidiana y se opone al pensamiento utilitario.

También debe enfatizarse que todos los autores tratados en los siguientes artículos tratan sobre el conocimiento, reflexionando sobre la condición que busca llevar a él, es decir, confiar no solo en uno mismo, sino también en la relación con los demás. Una relación no utilitaria. A través de la propia conciencia, la de cada uno de nosotros, es posible alcanzar el conocimiento y asegurar que cada producción cognitiva traiga consigo el bagaje humano de aquellos que contribuyeron a producirlo y difundirlo. En otras palabras, la condición de la complejidad policéntrica del conocimiento es reconocer que toda forma de interacción empática no tiene un supuesto utilitario. Sin embargo, un cierto enfoque neurocientífico intenta, dentro de un reduccionismo científico de medición y biologismo, realizar una operación por fuera deuna visión humanizadora de la sociedad.

Para concluir, podemos argumentar que lo que se ha visto con los autores clásicos y con Ardigò son temas muy actuales, especialmente considerando el nacimiento de nuevos campos de estudio que se extraen, como hemos podido analizar, de postulados que todavía gobiernan las ciencias sociales en la actualidad. A partir de aquí y por este motivo, la empatía nos permite la intersubjetividad.


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[1] Wilhelm Worringer fue un historiador de arte alemán. Conocido principalmente en el informe sobre el expresionismo, en particular sobre el llamado vorticismo (Treccani, 2019a).

[2]N. del E.: El texto que acompaña a la figura es una cita textual. No siendo posible la publicación en colores, se ha optado por no modificar la presentación original de la colaboración.

[3]Wolfgang Prinz es un psicólogo cognitivo alemán. Es director del Instituto Max Planck de Ciencias Cognitivias y Cerebrales Humanas en Leipzig, Alemania y es un experto reconocido internacionalmente en psicología experimental, psicología cognitiva y filosofía de la mente (Treccani, 2019a).