Nota editorial

Acciones, interacciones y utopías.

¿Pueden las ciencias sociales proponer una alternativa a la sociedad contemporánea?

La pandemia del COVID-19 ha hecho todavía más evidentes las disparidades y desigualdades sociales y económicas con las que convivimos. Nos ha mostrado cómo algunos países y grupos estaban mejor preparados que otros, y cómo algunas comunidades se vieron más afectadas que otras por el virus, no solo por el número de infecciones, sino también por la mortalidad. Todo esto se explica por las deficiencias de un sistema de desarrollo, producción y distribución global que se ha basado en la competencia, el consumo y la acumulación. La pandemia nos ha recordado que no podemos vivir aislados.

En nuestro contexto de Occidente, y antes del Iluminismo, el Renacimiento y el mercantilismo ya habían movilizado la utopía de la “civilización occidental” hacia lo global, una que soñaba con el establecimiento de una sociedad que lograra amalgamar el ideal de libertad en el seno de la igualdad con el ejercicio de la fraternidad y el desarrollo. De acuerdo con este modelo occidental, el progreso material era acompañado con uno moral y viceversa. Esto justificó los grandes proyectos coloniales de expropiación y explotación. Sin embargo, como hemos visto, la extracción del ser humano y de la naturaleza como elementos intrínsecos de los procesos de desarrollo ha creado una falla cataclísmica global. Ya antes de la pandemia, era evidente que la utopía global de Occidente no era más que una mera fantasía, y ahora también para muchos se ha convertido en una pesadilla.

Como investigadores de la realidad social, para nosotros, en el centro de esta crisis de salud, nos llega la pregunta: ¿qué tipo de sociedad queremos promover, evidenciar y hacer visible? Cuando se convocó este número especial, nos propusimos aportar un espacio para abrir el debate sobre las posibilidades de deliberar acerca de un orden social por fuera de la cosmovisión utilitarista que hoy prevalece. Nos preguntamos cómo, en la fase actual del capitalismo y el consumismo global, ir contra la corriente y pensar en interacciones sociales basadas en acciones y valores como la solidaridad, la gratitud, la ayuda mutua y el reconocimiento de los demás. En nuestro contexto presente, ¿cómo podrían las ciencias sociales aportar a la generación de un mundo que conciba una convivencia integradora y más justa? ¿Cuáles podrían ser esos espacios donde un mundo distinto ya se ha estado implementando y es imaginado?

Primero, nos pareció pertinente y necesario repasar aquellas teorías que ilustran nuevos sistemas y prácticas innovadoras sobre las relaciones de apoyo mutuo entre seres humanos. En este sentido, los aportes originales de la teoría del reconocimiento propuesta por Axel Honneth nos resultaron cruciales para ubicar el pensamiento crítico actual en un posicionamiento moral de liberación frente a la sociedad contemporánea. En este sentido, fue importante discutir el movimiento antiutilitarista y su Manifiesto Convivialista, que invitan a revalorizar y analizar la generación de lazos sociales comunes y las interdependencias cada vez más complejas entre individuos, en función de alcanzar los objetivos de un mundo más justo.

La respuesta a la convocatoria superó por mucho nuestras expectativas, el número de colaboraciones excedió las posibilidades de publicación en un único número temático: esta situación confirmó la relevancia y necesidad de este espacio. Por este motivo, los coordinadores de la convocatoria se vieron en la necesidad de realizar un primer proceso de selección en el que se priorizaron la pertinencia teórica y la actualidad de cada una de las propuestas. Dentro de las colaboraciones seleccionadas, se encuentran artículos que proponen el debate y revisión de teorías, así como colaboraciones que presentan investigaciones empíricas con trabajo de campo y observaciones directas. Asimismo, todos los artículos publicados pasaron por la revisión de evaluadores externos a la revista.

Por lo tanto, la participación de los coordinadores del número no se limitó a la elaboración de la convocatoria y a realizar la primera selección del material. El trabajo supuso, también, un espacio de colaboración colectiva con la intención de poner en práctica los valores y conceptos propuestos en el dosier. Así la coordinación buscó construir un vínculo próximo y transparente con los autores, de tal forma que no fue solo una intervención abstracta e intelectual, sino también pragmática. Se buscó realizar un trabajo de seguimiento próximo, más bien de acompañamiento, en el proceso de la implementación de las correcciones, modificaciones y sugerencias para los artículos. El proyecto no se agotó en la recepción del material, sino que se procuró nutrir las relaciones humanas creadas y, con el aporte de experiencias y trayectorias colectivas, respetar el carácter intelectual autónomo de cada autor.

El número abre con el artículo de Gabriel Restrepo, sociólogo y escritor colombiano, que desde el contexto de la incipiente pandemia del Covid-19 invita a una reflexión para examinar nuevos nexos entre sensibilidad, entendimiento y razón desde nuestra América Latina. Para ello se aparta de los estrictos márgenes de la actividad académica de las ciencias sociales contemporáneas, y propone una apertura desde la filosofía, el teatro, la estética y, en particular, la poesía hasta las ciencias de la salud, con la intención de revisar la teoría dramática y la tramática de las sociedades como nuevas vías para el reconocimiento recíproco.

Seguidamente se presenta el trabajo de André Magnelli, profesor e investigador brasileño, quien en su artículo delibera sobre la normatividad actual de la teoría crítica del reconocimiento y propone reanudar la reflexión sobre el amor social. Para ello revisita las teorías del reconocimiento, el antiutilitarismo, la teoría del don y el amor-ágape con el objetivo de recuperar la dimensión emancipadora que toda propuesta crítica debe ofrecer en su cruzada.

El artículo del profesor Jaime Torres Guillén, de la Universidad de Guadalajara (México), se ocupa de trabajar sobre cuatro conceptos centrales del debate antiutilitarista: lo Común, la economía moral, el reconocimiento y la convivencialidad. Para ello, se enmarca dentro de la propuesta de la comisión gulbenkiana (coordinada por Immanuel Wallerstein en México, en 1993), que se propuso trabajar en la reestructuración crítica desde los conceptos en ciencias sociales.

Luego de estos tres artículos de investigación teórica, el dosier se completa con aproximaciones empíricas, que trabajan con marcos teóricos afines para comprender diversas manifestaciones de los conceptos convocantes. Esta sección comienza con el artículo de Verónica Verdugo Bonvallet, docente e investigadora de la Universidad Católica Silva Henríquez (Chile), quien aborda los recientes estallidos sociales sucedidos en Chile a fines de 2019. Analiza los sucesos a partir de los conceptos teóricos de respeto y reconocimiento. La autora reflexiona sobre el origen y las bases profundas de las demandas sociales y, particularmente, cómo la sociedad chilena se relaciona con la pobreza y con la desigualdad.

Por su parte, Beatrice Gnudi, investigadora de la Universidad de Bari Aldo Moro (Italia), examina la experiencia del municipio Riace (Calabria) y su alcalde, Domenico Lucano, que han hecho de la acogida de inmigrantes un modelo observado e imitado en toda Europa. Con su artículo busca aportar a la comprensión del vínculo que puede existir entre la desobediencia civil y la acción agápica.

Posteriormente, se presenta otra colaboración que, desde el análisis de caso local, estimula a repensar las relaciones entre la política y la economía. Mariana Ferrere, Cecilia Iribarren y Laura Paulo, un grupo de profesionales del Trabajo Social del Municipio F —uno de los ocho municipios en los que se divide administrativamente el departamento de Montevideo (Uruguay)—, presentan una experiencia de relación entre el Estado local y un colectivo de organizaciones de la sociedad civil con el objetivo de generar un espacio de encuentro de economía solidaria. El artículo se plantea los desafíos de la definición de objetivos, su operacionalización y la gestión conjunta de un espacio de innovación para la generación de mercados alternativos.

Clara Desalvo, de la Universidad del Salvador (Argentina) y de la organización Frida, analiza dinámicas de solidaridad, gratuidad y reciprocidad en Carcova, un barrio popular del área metropolitana de Buenos Aires, donde se manifiestan indicadores extremos de desigualdad y exclusión social. A partir de la propuesta conceptual del capital social y el análisis de la vitalidad de las organizaciones socioterritoriales de base, se analizan experiencias de sus espacios de participación y acción comunitaria, de ayuda mutua y de cuidado de niñas, niños y adolescentes que intentan abordar las necesidades relativas locales.

Por su parte, Sebastián Fuentes, investigador de Flacso Argentina, presenta una investigación etnográfica para analizar la implementación de un programa de familias de tránsito como una experiencia de altruismo social. Se analiza la circulación de niños pequeños a la espera de ser adoptados en el sistema de protección de derechos en la provincia de Buenos Aires. El trabajo se centra en los conceptos de gratuidad y don para observar esta política particular, y considera las prácticas de las familias de tránsito como acciones salutogénicas generadoras de lazos sociales y de una red de reciprocidades y reconocimientos que se extienden más allá de los actores implicados, configurando una acción y movimiento humanitario en torno a las representaciones y sentimientos que despierta el cuidado de niños pequeños que han atravesado situaciones de abandono y vulneración de derechos.

Cierra la presentación de artículos de investigación la colaboración de la investigadora María Ángeles Abellán López, de la Universidad del Valencia (España), quien, desde una perspectiva neoinstitucionalista, busca establecer vínculos teóricos que permitan descubrir los procesos de adaptación de la comunidad de organismos internacionales al cambio climático e identificar las resistencias tecnocráticas que obstaculizan las tendencias participativas. Así es que revisa los conceptos de capital social, el don y los comunes en sus relaciones entre sociedad y medioambiente para vincularlos con datos empíricos procedentes de diversas fuentes documentales de agencias internacionales.

El dosier se completa con dos colaboraciones breves: una comunicación del profesor Vicenzo Auriemma, un ensayo sobre los usos conceptuales de la empatía en sociología y en relación con el actual enfoque neurocientífico, y, por último, se presenta la reseña del libro Culture of Peace: Social Dimension of Love, publicado en 2016 por Vera Araújo, Silvia Catadi y Gennaro Iorio, un aporte fundamental y complementario a los objetivos de este número. El libro recupera conversaciones con Luc Boltanski, Michael Burawoy, Annamaria Campanini, Axel Honneth y Paulo Henrique Martins dirigidas a reflexionar acerca de la dimensión social del amor. La totalidad del volumen se completa con importantes colaboraciones, artículos, comentarios y reseñas de presentación espontánea, que han seguido los mismos rigurosos criterios editoriales que distinguen a la revista.

La concreción de este número nos ha llenado de satisfacciones y nos entusiasma para seguir apostando por la propuesta de espacios de innovación donde las ciencias sociales puedan ofrecer sus reflexiones para imaginar y actuar por un mundo más vivible, que contenga y sostenga formas de convivencia más justas y universales. Como dice la escritora de la India Arundhati Roy (2003), “un otro mundo no solo es posible; ya está en camino. Y en un día tranquilo, puedo escuchar su respiración”. Esta edición ha sido sobre las trazas de este nuevo mundo que está surgiendo entre los escombros del otro.

William Calvo-Quiros, Silvia Cataldi, Paulo Henrique Martins, Paolo Parra Saiani, Marcelo Salas


Referencias bibliográficas

Arundhati Roy (2003, enero). Confronting Empire. Life After Capitalism at the World Social Forum, Porto Alegre, Brasil.