Nota editorial

El acto de leer establece una relación íntima y física en la que participan todos los sentidos; los ojos que extraen las palabras de la página, los oídos que se hacen eco de los sonidos leídos, la nariz que aspira el aroma familiar del papel, el pergamino, la tinta, el cartón o el cuero, el tacto que acaricia la aspereza o suavidad de la página, la flexibilidad o la dureza de la encuadernación; incluso el gusto, en ocasiones cuando el lector se lleva los dedos a la lengua… (Alberto Manguel)

Huellas en papel Año V No. 10 es lo que el lector tiene ahora entre sus manos. Una pequeña revista que en el año 2012 nació con cuarenta y siete páginas y que ha crecido desde entonces en extensión, secciones y propuestas. El objetivo inicial se respetó siempre: dar a conocer al público no especializado las colecciones y fondos históricos de la USAL, los libros y papeles que han dejado huella dentro de la Institución, pero también en la ciencia y en la cultura. En cada una de las secciones que progresivamente fuimos agregando durante este camino que hoy cumple cinco años, se intentan abordajes diversos a los documentos que difundimos: la época, los rasgos de los hombres que dieron origen a un grupo de papeles reunidos por su interés intelectual o artístico. Intentando enriquecernos, Huellas en papel ofreció desde la primera entrega Reseñas históricas de libros seleccionados, profundizamos entonces la sección a partir de la séptima entrega transformándola en Comentarios críticos; y finalmente, buscamos difundir buenas prácticas en el tratamiento de los documentos de nuestras bibliotecas personales. Con sinceridad, pero también con humildad, queremos decir que estamos satisfechos. A partir del no. 7 (2015), Huellas en papel fijó una estructura, un estilo; y es aún hoy la única publicación en su tipo en el ámbito de la biblioteca universitaria de Argentina con sostenida aparición semestral desde su origen. Razones para celebrar en esta décima entrega.
En esta oportunidad damos a conocer los facsimilares y ediciones facsimilares de la Biblioteca Histórica de la Universidad del Salvador. Tema complejo que nos ha llevado a debatir entre los especialistas de la RedBUS distinciones que permitan dar consistencia y comprender las notas que se registran en el Catálogo periódico impreso. Siendo un asunto íntimamente ligado a dos cuestiones: la definición del libro antiguo y las posibilidades técnicas de cada época, aconsejamos consultar las secciones Leer la historia y Glosario de términos técnicos, para conocer los criterios conceptuales que asume la RedBUS sobre estas cuestiones.
Sobre las posibilidades de la copia de libros, el afán de copia, la ilusión de copia, es el río de preguntas que subyace en esta entrega. Para acceder a algunas vertientes de este tema elegimos la edición facsimilar de la tercera edición de la novela sobre la lectura y la escritura por antonomasia, el Quijote de 1608. Para comprender el valor literario de esta tercera edición (podría menoscabarse por no ser “la primera”), relatamos en la sección Notas de vida las vicisitudes que atravesó el manuscrito de Cervantes antes de nacer a la letra impresa, hechos que se enmarcan dentro del contexto de escritura y las prácticas editoriales del siglo XVII.
Todo lector, aunque no lo sepa, es un escritor, nos dice Antonio Barnés en Elogio del libro de papel, “en el fondo de su conciencia, el lector escribe”. Borges en su conocido texto Pierre Menard, autor del Quijote, ha ido más lejos aún proponiendo que toda obra es en realidad escrita por el lector. Yamila Bêgné realiza su comentario crítico tomando este eje conceptual. Ella también va más allá: cuestiona las aspiraciones de la edición facsimilar, e ingresa algunas incertidumbres. ¿La copia de un ejemplar concreto no sería acaso una ilusión de movida imposible? ¿Cada libro como cada hombre, no lleva marcas en su cuerpo por el solo hecho de inscribirse en el tiempo? ¿Esas marcas físicas intervienen en el proceso de lectura?
Estas felices incertidumbres nos llevan a ahondar en otras preguntas ¿es lo mismo leer la ya mítica edición original de Sudamericana de Cien años de soledad (con sus imágenes abstractas que ilustran la cubierta) por ejemplo, que la actual edición de bolsillo? ¿Es la misma recepción del texto si la práctica de lectura se realiza sobre un ejemplar nuevo, o sobre un ejemplar usado? ¿No influyen en nuestra lectura las marcas que otro ha realizado en las páginas? ¿No se huele, toca y escucha un texto antes de iniciar su lectura? ¿Es igual el sonido del pasaje de las páginas de un libro de pergamino, que el sonido del papel del 1800 o del papel actual? Sí, leemos también con el cuerpo.
En este sentido, creemos que es de especial interés la entrevista a César Olmos, quien nos abre al mundo de la edición facsimilar artística, a la búsqueda de la copia exacta llevada al límite, “como si de falsificación se tratara”.
Es indudable que en el mundo de las ediciones facsimilares cobra vuelo propio y singular importancia el hecho de reproducir en cuerpo y contenido –¿y por qué no decir, en su espíritu?– los libros antiguos. Intentando remontar la punta del ovillo de este asunto nos preguntamos qué es un libro antiguo. Para ello consultamos al referente indiscutido en Argentina en Historia del Libro, el Dr. Alejandro Parada, quien nos presenta en profundidad todas las aristas, complejidades y contradicciones a la hora de conceptualizar, organizar, gestionar y valorar el libro antiguo.
Por último, y en relación a la difusión de las ediciones facsimilares de nuestra Biblioteca Histórica, completamos esta entrega con dos comentarios de la Lic. Anabel Ares: el Llibre de L'ordre de cavaller del Beato Ramón Llul; y El Testamento de Rainer María Rilke.

Vamos a afrontar en esta entrega la despedida de la Lic. Catalina Otero Hidalgo de la Universidad de Valladolid, una de nuestras cinco evaluadoras externas. Ella ha asumido hasta hoy con seriedad profesional y ad honorem, el trabajo de corrección de los archivos que integrarían cada número de Huellas en papel. Sin duda sus aportes han enriquecido la publicación, colaborando para optimizar su calidad. Pero ha llegado para la Lic. Otero Hidalgo el justo tiempo de júbilo, entonces la despedimos con un sincero agradecimiento, alegrándonos además porque sea este un número en el que vinculamos a dos grandes de la literatura universal, dos literatos de este, y del otro lado del Atlántico: don Miguel de Cervantes Saavedra y Jorge Luis Borges.

Hasta aquí, lector, hemos dado cuenta de lo que decimos que dice esta entrega que tocan tus ojos y huelen tus oídos. Pero es probable que nada de lo dicho sea verdadero, y desde hace tres o cinco páginas atrás ya hayas comenzado a escribir tu propia versión del número 10 de Huellas en papel.
Entonces esta escritura cobraría sentido. Porque derribar la pasividad de un lector burgués para que ficcione junto con un autor es una de las tantas fórmulas de la esperanza.

Ojalá que así sea.

Liliana Rega
Directora