Daniel Alejandro Capano, Sicilia en sus Narradores Contemporáneos. Bufalino, Consolo, Lampedusa y Sciascia

 

                                                                                                                                  Diana Battaglia[1]

 

Datos de la Obra

Capano, D. A. (2011). Sicilia en sus Narradores Contemporáneos. Bufalino, Consolo, Lampedusa y Sciascia. Buenos Aires: Biblos. ISBN: 9789507869112.

 

Los textos analizados continúan con lo que ya parece ser una tradición en el historial de este autor: publicar un texto cada dos años, hecho que habla, por sí mismo, de su dedicación y rico aporte a la crítica literaria. Si hacemos un poco de memoria recordaremos que, en 2007, fue editado El errático juego de la imaginación: la poética de Antonio Tabucchi, estupendo tratado sobre la obra completa del escritor italiano que mereció los elogios del mismísimo autor, quien en una carta dijo: «Usted me ha estudiado con rigor e inteligencia y ha hecho sentir que mis libros están vivos». En 2009, fue el turno de Constelaciones textuales: estudios de literatura comparada (italianística) y, en este caso, celebramos la aparición de Sicilia en sus narradores contemporáneos: Bufalino, Consolo. Lampedusa y Sciascia.

Los estudios que integran este libro se ocupan de estos cuatro grandes narradores, a los que une un medio geográfico, y los análisis de sus obras señalan, de manera fehaciente, hasta qué punto el espacio no es un medio neutral sino que, por el contrario, es una entidad colmada de significados. El espacio aparece así vinculado con el hombre de tal manera, que se manifiesta como un verdadero correlato en el cual se pueden atisbar los reflejos de la idiosincrasia de una cultura y un imaginario de intensa proyección simbólica.

El medio geográfico, en este caso Sicilia, la Trinacria romana, con sus características raciales, históricas, lingüísticas y mitológicas mantiene, como bien nos demuestra Capano a través de estos inspirados ensayos, una relación inevitable con los productos culturales surgidos en él. Como se deducirá de estas páginas que presentamos, el espacio y el arte entrelazan, de manera sutil y en una amplia y riquísima variedad de formas, un mundo de mutuas implicancias significantes y estructuradoras.

El texto está dividido en cuatro partes, cada una de las cuales ha sido consagrada al estudio de un autor. Aun cuando sus trabajos se dediquen a la Sicilia literaria, Capano, con rigurosidad metodológica, ubica al lector en el contexto autobiográfico, social y artístico en el cual se inserta la producción de cada uno de ellos, producción abordada a través del análisis de textos escogidos y representativos de su obra. El marco teórico estará presente en todos los casos, porque, como afirma Capano en su introducción: «El influjo del contexto histórico-social determinó, sin duda, sus miradas del mundo, de Sicilia y de la sicilianidad, presentes en sus textos» (Capano, 2011, p. 17).

El primer autor tratado es Gesualdo Bufalino. Este autor «secreto» y «tardío» (publicó su primera novela a los sesenta años) es presentado a través de cuatro textos: La perorata del apestado y tres relatos, «Las visiones de Basilio o la batalla de las polillas y de los héroes», «Paseo con el desconocido» y «La última cabalgata de Don Quijote», incluidos en El hombre invadido.

Su novela más famosa, La Perorata del apestado, nos cuenta una exaltada historia de amor que florece entre la enfermedad y la muerte, entre lo que se transforma y lo que deja de ser. Quizá sea esta la más impactante de las metáforas de este imprescindible autor italiano que Capano desarrolla en su trabajo. Ya desde este primer análisis, podemos captar lo que será la estrategia y metodología que desarrollará nuestro crítico y que será común para el tratamiento de todos los autores aquí estudiados: contextualización de autor y obra, estudio del texto desde diversas perspectivas disciplinarias —narratológica, lingüística, semiológica, comparatística e histórica— y división del material abordado en subtemas para su mejor evaluación y comprensión. A esto se agrega la bibliografía correspondiente al final de cada texto analizado. A manera de ejemplo, citaremos los temas tratados en La perorata. En «Variaciones sobre la muerte», la primera referencia a la obra de Bufalino, Capano explica que: «…la eterna pareja amor y muerte, como la idea leopardiana de que todo lo viviente está condenado irremediablemente a morir, se constituye en temática recurrente del libro y se instalan como experiencia humana central de la ficción» (Capano, 2011, p. 24).

Otro de los apartados es el titulado «Las máscaras de Eros», donde se analiza el sentimiento erótico del narrador por la bailarina, lo cual constituirá uno de los hilos conductores de la intriga, un elemento vital que ayudará a exorcizar la muerte.

Luego, tenemos «Los metaenunciados especulares» como «los amantes sin mañana», «la partida de ajedrez» y «el teatro de títeres» que amalgaman redes de sentido y se conforman como puestas en abismo que tienen por objetivo la ampliación de sus significados; también «El cronotopo de la muerte», donde se estudian las mutuas relaciones del tiempo y el espacio en la novela y un capítulo interrogante: «¿Una nueva Montaña mágica?» en el cual se consideran las similitudes y diferencias que relacionan este texto con el de Thomas Mann.

Como podemos apreciar a través del detallado y profundo análisis realizado: «Tiempo, historia, sueño, memoria, existencia, amor y muerte, constantes temáticas de la literatura universal, son palabras claves en esta perorata que grita un mensaje sicilianamente trágico de compasión e ironía» (Capano, 2011, p. 31).

Como bien señala el autor, Gesualdo Bufalino era una mente cultísima, un lector voraz e infatigable, de ahí que muchos de sus textos provengan o muestren la influencia de diferentes ámbitos de la cultura: la Literatura, en «Paseo con el desconocido», relato que presenta a un Baudelaire ficcionalizado que deambula con un personaje de Poe y «La última cabalgata de Don Quijote», también proveniente de la esfera literaria, así como la mitología, en «Las visiones de Basilio o la batalla de las polillas y de los héroes».

Vale la pena detenernos en cada uno de estos artículos, que son verdaderas muestras de lo que puede la crítica cuando despeja sabiamente los senderos que conducen a la comprensión de los textos. Capano se sumerge en ellos para develarnos sus secretos: la revitalización del mito de Prometeo y su altruismo sin límites, en «Las visiones…»; la recurrencia al «biografismo ficcionalizado» (concepto que pertenece al propio Capano), en «Paseo…» y la reescritura del héroe cervantino dotada de un mensaje sobre la condición desesperanzada del hombre de la postmodernidad, en «La última cabalgata…». En todos ellos, señala hasta qué punto Gesualdo Bufalino manejó un discurso narrativo con sesgo poético capaz de provocar profundas emociones y un innegable goce estético. A través de estos estudios, apreciamos de qué modo su literatura, como la de todo auténtico escritor no solo se propone la belleza como fin, sino que además es un intento de profundizar en el sentido de la existencia, un esfuerzo por procurar el desvelamiento de lo inaprensible que es algo inherente a nuestra condición humana y al mundo que habitamos.

El capítulo dedicado a Vincenzo Consolo ha sido subtitulado: «El demiurgo de la palabra», en clara alusión a la prosa compleja y al increíble mosaico lingüístico que exhibe su escritura y que está constituido, principalmente, por palabras arcaicas, neologismos, voces dialectales y términos infrecuentes del habla cotidiana que caracterizan la narrativa de este escritor, elementos estos que, según Capano, serían la consecuencia y el correlato de «la amalgama étnica y social llevada a cabo por los varios pueblos que invadieron Sicilia» (Capano, 2011, p. 58).

Tres de los libros más representativos de Consolo son analizados en este capítulo. Con rigor académico que constituye una constante, cada una de estas aproximaciones analíticas nos muestra no solo las particularidades intrínsecas que los textos poseen, sino también los aspectos estilísticos y temáticos que, como líneas de fuerza, aparecen reiterados a lo largo de toda la producción consolodiana. Las obras analizadas en este capítulo son: La sonrisa del marinero desconocido, Retablo y Negro metálico.

A través de la indagación crítica del primer relato, Capano concluye que su autor tematiza la epopeya de la condición siciliana, la eternización de las injusticias sociales (cuya naturaleza nunca será justificada, dado que los hechos siempre serán narrados por los vencedores) y el rol del intelectual frente a los acontecimientos de la historia que, según Consolo, no debe ser «especulativo, teórico o evasivo sino de verdadero compromiso». Como se deduce de esta obra en particular, corresponde a la Literatura no solo la elucidación de los hechos y la comprensión cabal de la diversidad que presenta el mundo, sino también el intento por interpretar la condición trágica del hombre en la Historia. De ahí que el encuentro revelador del noble Mandralisca con el exiliado político Giovanni Interdonatto, con todas las complejidades, giros y alternativas que presenta la novela, alcance en La sonrisa… una dimensión que, superando la pura anécdota, refleja en forma quintaesenciada y emblemática la diversidad cultural de Sicilia y muestra las posibilidades de la escritura como una forma de compromiso que despierte las conciencias.

La segunda obra analizada, Retablo, es una pieza literaria plena de simbolismo, cuya acción nos traslada al siglo xviii y, en la cual, el viaje como conocimiento iniciático y distanciamiento de la realidad, la rememoración del pasado como suspensión del presente y huida del cotidiano existir y el amor como revelación órfica trascienden como temas que subyacen detrás de la complicada trama que Capano desteje prolijamente mediante la acertada distinción de dos aspectos diferentes y complementarios de la narración, a saber: el plano lingüístico-discursivo y el temático-cultural. Divide el estudio del texto en apartados que orientan y ordenan un material crítico de compleja factura, y presenta, en todo momento, una intención y una claridad didáctica que, sin ninguna duda, son el fruto de largos años de ejercicio de la cátedra universitaria.

La última obra de esta sección dedicada al gran narrador siciliano es la del texto Negro metálico un conjunto de cuatro relatos breves: «Scilla e Caribdis», «Negro metálico», «El pesebre natural» y «El prodigio». Los celos, en el primero; la reactualización del mito báquico, en el segundo; el relato de viaje matizado con elementos fantásticos en «El pesebre natural» y la destreza de la prestidigitación trasladada a una jocosa realidad en un desdoblamiento de la magia que llega a operar sobre una realidad cargada de humor en «El prodigio» son, respectivamente y a grandes rasgos, los temas extraídos de estos cuentos. Decimos «a grandes rasgos» puesto que, en los análisis desarrollados por Capano queda claro, como afirmara Iser que «toda ficcionalidad literaria tiene una estructura de doble significado y en cada relato podemos encontrar una verdadera matriz generadora de significados que queda disponible para otros enunciados» (Isser, 1997, p. 57). La Literatura es, entonces, un proceso de ocultación y revelación simultáneas, que sobrepasa, la más de las veces, aquello a lo que se refiere y que una crítica provista de herramientas idóneas, como en este caso, puede develar, amplificando y haciendo visibles sus implicancias.

Cerramos este capítulo dedicado a Consolo con una cita del propio Capano que, creo define de manera harto elocuente, la trayectoria de este multipremiado escritor: «El amor por la isla resulta una constante en su producción, un teatro de memoria antropológica de la vida y de la historia, así como también, la expresión del nostos, la locura, la ironía y la piedad de ascendencia pirandelliana, la novela ideológica, el fragmentarismo y la construcción metatextual, estas dos últimas de procedencia postmoderna» (Capano, 2011, p. 54).

Giuseppe Tomasi de Lampedusa es el tercero de los autores analizados, en un capítulo cuyo título adelanta su contenido: «La fortuna literaria de El Gatopardo a más de cincuenta años de su publicación». Capano realiza aquí una verdadera puesta al día de la trayectoria de esta inolvidable novela. El crítico puntualiza la gran delicadeza de textura, la fuerza descriptiva y reveladora que su autor despliega en ella y la manera magistral con que retrata a la decadente aristocracia siciliana y las profundas transformaciones que esta va sufriendo con los cambios políticos y sociales.

Hace luego un minucioso análisis de la «revisitación cinematográfica» de la novela hecha por el exquisito realizador Luchino Visconti, en 1963, en aquella película que todos recordamos protagonizada por Burt Lancaster, Alain Delon y Claudia Cardinale.

La constante vigencia de esta novela se pone de manifiesto en otro film realizado por Roberto Andò, en el año 2000, en el cual este director recrea la génesis de la escritura de la novela y aspectos de la vida de su autor. Mediante este original ensayo Capano muestra de qué manera «[esta novela] a más de cincuenta años de su publicación, conserva la capacidad de seguir resonando y significando a través del tiempo, de trascender su circunstancia original y continuar mostrando conflictos que problematizan la actualidad y sobre los cuales se vuelve con frecuencia» (Capano, 2011, p. 88).

La parte del libro dedicada a Lampedusa se completa con un interesante artículo sobre un texto aparecido a cuatro años de la muerte de su autor y cuyos tres relatos fueron dictados por su viuda, la princesa Alessandra, quien se basó en textos mecanografiados de su marido. De este libro publicado con el título de Racconti, Capano analiza una nouvelle llamada «Lighea» en la que se narra el apasionado encuentro entre un bello ser acuático y un hombre. El profundo encanto de esta narración, un fantasy particular en el cual se resemantiza el mito de la sirena, reside, según describe este ensayo, en «el feliz enlace entre lo ingenuo y lo sensual, entre lo cotidiano y lo fantástico» (Capano, 2011, p. 95).

Cito las palabras con que se cierra esta interesante investigación: «Giuseppe Tomasi de Lampedusa muestra (en este relato) una vez más sus habilidades de narrador y llega con este cuento a cimas semejantes a las alcanzadas en El Gatopardo» (Capano, 2011, p. 95).

El solitario y culto príncipe de Lampedusa se nos manifiesta, a través de estas páginas, en toda su trascendencia: la de un escritor que ha triunfado en una empresa que parecía imposible pues logró el trasplante del problema de la soledad y de la nada siciliana al ámbito más vasto de la cultura nacional italiana.

El último capítulo está dedicado a Leonardo Sciascia, ese autor que, a través de su obra, supo representar como nadie la sicilianidad, según deducimos de estas páginas: Sciascia transformó a Sicilia en una metáfora del mundo moderno. Le habló al mundo de la sicilitudine, un juego de palabras que condensa lo siciliano y la solitudine y que expresa la doble condición existencial del hombre de su tierra: el individuo solo, por una parte, y el siciliano aislado del continente, por la otra. Sus textos, de lenguaje austero y gran concentración estilística, fueron un espejo en el que los italianos vieron sus propios males: la corrupción, la mafia, el abuso de autoridad y la impunidad que subyace oculta en la vida de su tierra.

Después de un minucioso repaso por su extensa producción, a la que Capano considera como un verdadero universo literario, nuestro crítico enfoca las composiciones de Sciascia desde dos decisivas encrucijadas: la influencia de Pirandello, en cuya obra se embebe su propia creación desde el mismo momento en que tiene la oportunidad de ver un film basado en El difunto Matías Pascal. Reflejos pirandellianos que no lo abandonaron jamás y que fueron la fuente inspiradora de varios ensayos, y textos de ficción en los cuales se pueden entrever los temas favoritos del dramaturgo: las máscaras, el relativismo ético y el drama social inserto por Sciascia en sus propios relatos policiales. La segunda encrucijada corresponde a nuestro Jorge Luis Borges, con quien lo unieron múltiples vínculos literarios: la relectura, la hibridación genérica, el interés por la novela policial (de la cual Sciascia fue cultor) y el problema de la identidad.

No faltan en este ensayo los capítulos dedicados a analizar la famosa obra El caso Moro (affaire reactualizado hace un tiempo al cumplirse cuarenta años de su asesinato por las Brigadas Rojas) y sus escritos acerca del origen y naturaleza de la mafia siciliana, esa terrible institución presente en muchas de sus creaciones.

Como vemos, este escritor es enfocado desde diferentes perspectivas y esta metodología nos brinda un retrato auténtico y profundo de su producción y su personalidad. Cito esta frase de Capano que define de manera cabal la influencia de la tierra siciliana en su obra. «Sicilia fue para Sciascia algo así como Florencia para Dante, Dublín para Joyce o Macondo para García Márquez, quiero decir con esto que captó la esencia de sus compatriotas y que supo enhebrarla en sus ficciones con notable agudeza» (Capano, 2011, p. 99).

Después del vuelo rasante que hemos realizado sobre el libro Sicilia en sus Narradores Contemporáneos. Bufalino, Consolo, Lampedusa y Sciascia, esperamos haber podido transmitir todo el interés y la admiración que nos ha producido su lectura. En el Post scriptum o envío al lector con el que se cierra el libro, Capano describe su naturaleza como una especie de «aventura del espíritu» y hace una apelación a sus potenciales receptores para que, como deseaba Umberto Eco, continúen contribuyendo en la exploración de esos sentidos ocultos que todo texto encierra. Como bien decía Derrida, la interpretación de un texto nunca es definitiva. Nuevos lectores seguirán indagando en estas obras para descubrir otros significados en ellas. Sin embargo, deseamos destacar con énfasis la contribución que estos estudios hacen al disfrute y la comprensión de las producciones de los autores aquí tratados y, estamos seguros de ello, la decisiva influencia que ejercerán sobre futuros análisis e interpretaciones.

«La crítica, dice Harold Bloom, es el arte de conocer los caminos secretos que van de poema a poema» (Bloom, 1991, p. 122). Me permito añadir que ese arte, además de una dosis de intuición y perspicacia, debe ser enriquecido con la adquisición de herramientas válidas para desbrozar esos senderos. En ese sentido, Daniel Capano despliega, como hemos visto, un conocimiento vastísimo de las obras escogidas que son abordadas, desde distintas perspectivas metodológicas como la narratología, la semiótica, la comparatística y la teoría literaria. Una gran enciclopedia adquirida a través de años de lecturas le permite establecer la relación de cada una de ellas dentro del amplio canon de la cultura universal y nos habilita para apreciarlas en toda su grandeza. A través de un estudio estricto en el plano teórico pero, a la vez, ameno e interesante en la exposición, el autor de Sicilia nos conduce a una apertura iluminadora del significado de los textos aquí analizados que nos permite captarlos en su máxima dimensión para un mayor goce intelectual y estético.

Juan José Saer (1999), el escritor argentino que supo, por momentos, frecuentar la tarea crítica, consideraba que esta, la crítica literaria, suponía una forma superior de lectura, más alerta y más activa y exigía, en quienes la practicaban, ética y rigor intelectual. También afirmaba que, así concebida, en sus grandes momentos, esta actividad es capaz de dar páginas magistrales de Literatura. He aquí un elocuente ejemplo.

 

Referencias Bibliográficas

Bloom, H. (1991). La angustia de las influencias. Caracas: Monte Ávila.

Capano, D. A. (2007). El errático juego de la imaginación: la poética de Antonio Tabucchi. Buenos Aires: Biblos.

Capano, D. A. (2009). Constelaciones textuales: estudios de literatura comparada (italianística). Buenos Aires: Letras del Sur.

Isser, W. (1997). «La ficcionalización: dimensión antropológica de las ficciones literarias». En Teorías de la ficción literaria. Madrid: Arco libros.

Saer, J. J. (1999). La narración-objeto. Buenos Aires: Planeta.

 

 

 



[1] Profesora en Letras. Es Socia Fundadora y Secretaria del Centro de Estudios de Narratología. Realizó estudios de posgrado en Literatura Latinoamericana, Semiótica, Análisis del Discurso y Estudios de Género, en la Universidad de Buenos Aires. Correo electrónico: dianabattaglia@fibertel.com.ar

Gramma, XXII, 48 (2011), pp. 322-329.

© Universidad del Salvador. Facultad de Filosofía y Letras. Instituto de Investigaciones Literarias y Lingüísticas de la Escuela de Letras. ISSN 1850-0161.