Gramma, XXI, 47 (2010)
© Universidad del Salvador. Facultad de Filosofía Y
Letras. Escuela de Letras
Taita
Ana Benda[1]
Nota del Editor
Este poema pertenece a la serie Remiendos, que actualmente se encuentra en proceso de escritura.
Se sienta.
El costurero, el
montoncito de medias, el huevo
de madera dura, lustrosa
y clara, idéntico,
mágico.
Yo miro desde mi pequeña
infancia.
Cuando sus ojos lo piden
enhebro.
Canturrea en checo (o
reza)
y detiene el tiempo.
Todo es zurcir la siesta
eterna.
Siento que el mundo está
lleno de agujeros
sé ya que la vida se
romperá mil veces
y que ella se sentará
siempre
a remendar conmigo
sobre el huevo
labrando una trama de
telar
perfecto.
Me envuelve en la
pañoleta de su mirada oscura y tibia
y se levanta.
Está todo hecho.
Ya gira el planeta, de nuevo.
[1] Doctora
en Letras por la Universidad del Salvador (USAL). Escritora, poeta y ensayista.
Actualmente, en la USAL, se desempeña como Coordinadora del Doctorado en Letras
y Profesora Titular de Introducción a la Literatura en la carrera de grado.
Correo electrónico: anabenda@arnet.com.ar
Gramma,
XXI, 47 (2010), p. 176.
© Universidad
del Salvador. Facultad de Filosofía y Letras. Instituto de Investigaciones
Literarias y Lingüísticas de la Escuela de Letras. ISSN 1850-0161.