Ingrid
Chicote*
Relámpagos clandestinos
Mientras el horizonte
prepara la tempestad
el perfume se va vaciando solo
entre la mesa de la
cocina
y las sábanas que se espantan de
fantasmas
Duerme la siesta la tarde recostada
en un aguamanil donde mujeres mayores
buscan perseguir un
nuevo territorio
con la misma virgen
que llevan intacta en la conciencia
por más
de quinientos años
Así pues
la sombra de la tarde se maneja
entre la calle y la
vida
La vera tapiza certeramente
con sus flores amarillas
los relámpagos clandestinos
en el ojo de los helechos
El horizonte se prepara para esparcirse
en lo humano que nos queda
Canto simultáneo
El canto simultáneo
renace al compás de la
espera
La lluvia viene sola a traer su sonata
mientras los cristales
se van quedando
callados y sordos
ante la temperancia
El lado izquierdo
se va erizando desde la tarde
anunciando
que vendrá el día
entre coros y
balcones
La noche
comienza a desnudarse
Al quitarse la blusa
entonan los sapos
cierta canción de
conjuro
los grillos
alertan la conciencia
y las ciudades de agua
recuerdan que es el
tiempo
de aprovechar el río
donde la espera
renace
en el
canto simultáneo
La casa materna es ese vientre
que a veces duerme entre penumbras
olores de yerbabuena y mejorana
vuelo disperso a ras de brisa
En ella habitan
torrenciales fuerzas de belleza
recuerdos amados
confabulación de estrellas
tendido de sábanas de retazos
La casa del vientre
habita amores profundos
espasmos
la gracias divina de lluvia interior
Casa materna vientre
luz de la tarde haciéndose fértil
noche que habita de murmullos
rodeo misterioso
de luces que emancipan
* Poeta
nacida en Caracas. Ganadora de las bienales
nacionales de Poesía Argimiro Gabaldón (2012) y Cruz Salmerón Acosta (2010).
Correo
electrónico: ingridchicote123@gmail.com.
Gramma,
XXVI, 54 (2015), pp.
© Universidad del
Salvador. Facultad de Filosofía y Letras. Área de Letras del
Instituto de Investigaciones de Filosofía y Letras. ISSN 1850-0153.