Piedad Bonnett*
Biografía de un hombre con miedo
Mi padre tuvo
pronto miedo de haber nacido.
Pero pronto
también
le recordaron los deberes
de un hombre
y le enseñaron
a rezar, a ahorrar, a
trabajar.
Así que
pronto fue mi padre un hombre bueno.
(«Un hombre
de verdad» diría mi abuelo)
No obstante,
—como un
perro que gime embozalado
y amarrado a su estaca— el
miedo persistía
en el lugar más hondo de mi
padre.
De mi padre,
que de niño tuvo los ojos
tristes, y de viejo
unas manos tan graves y tan
limpias
como el silencio de las
madrugadas.
Y siempre,
siempre, un aire de hombre solo.
De tal modo
que cuando yo nací me dio mi padre
todo lo que su corazón
desorientado
sabía dar. Y entre ello se
contaba
el regalo amoroso de su
miedo.
Como un
hombre de bien mi padre trabajó cada mañana,
sorteó cada noche y cuando pudo
se compró a cuotas la
pequeña muerte
que siempre deseó.
La fue
pagando rigurosamente,
sin sobresalto alguno, año
tras año,
como un hombre de bien, el
bueno de mi padre.
Las herencias
Enfermedades
en mi casa
Pablo Neruda
Hijo mío, me
duelen las herencias
Esta culpa,
zarza que arde y me quema,
y que no me concede saber
cuál fue el pecado
En tu
inocencia se mira mi inocencia
como en un ojo de agua que me
cuenta una historia
que ya ha sido olvidada
y otros hablan entre tus
voces turbias
y otros sufren de nuevo
entre tus sueños
y en tu silencio sufren
otra vez más aquellos que
están muertos
y tu herida
es una pena antigua que por
mi sangre pasa
y estalla en las entrañas
en que nadaste un día.
* Poeta nacida en Amalfi, Antoquia, ganadora del Premio Nacional de
Poesía (1994), otorgado por el Instituto Colombiano de Cultura, Colcutura; el Premio Casa de América de Poesía Americana
(2011); el Premio Honorífico de Poesía Casa de las Américas de Cuba (2014);
entre otros.
Correo
electrónico: piedadbonnet@gmail.com.
Gramma,
XXVI, 54 (2015), pp.
© Universidad del
Salvador. Facultad de Filosofía y Letras. Área de Letras del
Instituto de Investigaciones de Filosofía y Letras. ISSN 1850-0153.