Partidos políticos y unificación. Un estudio comparativo de las relaciones del estrecho (2008-2024) con las relaciones intercoreanas (2013-2022)[1]
María del Pilar Álvarez*, Jazmín Abril Garavano Palomeque** y Florencia Gómez***
*Investigadora del CONICET – directora del Programa de Estudios Coreanos (AKS)
Correo electrónico: mariaalvarez@conicet.gov.ar
** Investigadora IDICSO (USAL)
Correo electrónico: j.garavanopalomeque@usal.edu.ar
*** Investigadora IDICSO (USAL)
Correo electrónico: florenciacamila.gomez@usal.edu.ar
Artículo recibido: 23/04/2025 Artículo aprobado: 29/08/2025
MIRÍADA. Año 17, N.º 21 (2025), pp. XX-XX.
© Universidad del Salvador. Vicerrectorado de Investigación y Desarrollo. Instituto de Investigación en Ciencias Sociales (IDICSO). ISSN: 1851 9431
Resumen
Los partidos políticos con capacidad para ganar elecciones presidenciales en Corea del Sur y Taiwán tienen posturas disímiles respecto de la unificación. Desde la instauración de la democracia en ambos países, las relaciones intercoreanas como las relaciones del estrecho fluctúan, provocando momentos de acercamiento, amistad y cooperación, con épocas de distanciamiento, desconfianza y amenazas. Lo que se mantiene constante es la importancia que tienen Corea del Norte y China en la agenda política interna y externa de ambos países. Si bien se ha escrito bastante sobre las relaciones intercoreanas, por un lado, y las relaciones del estrecho, por otro, las comparaciones entre ambos casos no es un tema recurrente en los estudios de la unificación. Frente a esta limitación, el objetivo de este artículo es comparar el rol de los principales partidos políticos en ejercicio de la presidencia en Corea del Sur y Taiwán desde una perspectiva renovada y actualizada de la unificación. A tal fin, se contrastan los procesos de cooperación, diálogo y amenazas existentes bajo las presidencias surcoreanas de Park Geun-Hye (25/02/2013 al 10/05/2017) y Moon Jae-In (10/05/2017 al 09/05/2022) con las presidencias taiwanesas de Ma Ying-Jeou (20/05/2008 al 20/05/2016) y Tsai Ing-Wen (20/05/2016 al 20/05/2024). La propuesta que guía esta comparación sostiene que los partidos políticos reticentes a la cooperación legitiman su postura en una mayor sensación de amenaza por parte del “otro”, mientras que los partidos dialoguistas en ambos países creen que la amenaza aumenta justamente por la falta de cooperación. Esta investigación se sustenta un estudio comparado con triangulación de fuentes basadas en documentos oficiales, declaraciones de los presidentes, estadísticas oficiales y datos elaborados por reconocidos think-tank.
Palabras claves: relaciones del estrecho, relaciones intercoreanas, Corea del Sur, Taiwán, unificación
Political Parties and Unification: A Comparative Study of Cross-Strait Relations (2008–2024) and Inter-Korean Relations (2013–2022)
Abstract
In South Korea and Taiwan, political parties with the potential to win presidential elections hold contrasting positions on unification. Since the establishment of democracy in both countries, inter-Korean and cross-Strait relations have fluctuated, oscillating between periods of rapprochement and cooperation, and periods of estrangement, mistrust, and threats. Despite these shifts, the strategic importance of North Korea and China remains a constant feature of both countries' domestic and foreign policy agendas. While extensive literature exists on inter-Korean and cross-Strait relations independently, comparative studies of these two cases are notably limited in the field of unification studies. This article aims to address this gap by comparing the role of the main political parties in power in South Korea and Taiwan, offering a fresh perspective on unification. To this end, it contrasts the dynamics of cooperation, dialogue, and threats under the South Korean presidencies of Park Geun-hye (2013–2017) and Moon Jae-in (2017–2022) with the Taiwanese presidencies of Ma Ying-jeou (2008–2016) and Tsai Ing-wen (2016–2024). The main argument of this comparison is that parties with an aversion to cooperation justify their stance by citing a heightened sense of threat from the "other," whereas parties favoring dialogue argue that this very threat intensifies precisely due to a lack of engagement. This research employs a comparative methodology supported by a triangulation of sources, including official documents, presidential statements, official statistics, and data compiled by prominent think tanks.
Key words: Cross-Strait relations, inter-Korean relations, South Korea, Taiwan, unification
Introducción
Los principales partidos políticos de Corea del Sur y de Taiwán tienen una postura disímil respecto a cómo vincularse con el “otro”. Es por eso que desde la democratización de ambos países tanto las relaciones intercoreanas como las relaciones del estrecho fluctúan, provocando momentos de acercamiento, amistad y cooperación, con épocas de distanciamiento, desconfianza y amenazas. Lo que se mantiene constante es la importancia que tienen Corea del Norte y China en la agenda política interna y externa de ambos países.
Para comprender los cambios y continuidades en las políticas implementadas por los partidos políticos que han ganado elecciones presidenciales en Corea el Sur y Taiwán, es necesario recordar algunas particularidades del proceso de transición a la democracia. En Corea del Sur, luego de años de gobiernos dictatoriales y de un creciente activismo por la democracia, la sociedad civil logró en 1987 que, tras el Levantamiento Democrático producido del 10 al 29 de junio de ese año, el por entonces presidente Chun Doo-Hwan, cediera a las demandas del movimiento por la democracia mediante la Declaración de Democratización del 29 de junio. Esa declaración, denominada oficialmente “Declaración Especial para la Gran Armonía Nacional y el Progreso hacia una Gran Nación” (국민들의 민주화와 직선제 개헌요구를 받아들여 발표한 특별선언), estableció el llamado a elecciones presidenciales directas, la amnistía a los presos políticos y la restauración de sus derechos, la libertad de prensa y de expresión, la protección de los derechos civiles y la autonomía de los gobiernos locales (Shin, 1999, p.3). A pesar de la gran cantidad de protestas y la enorme capacidad de movilización de los sectores de oposición a la dictadura, las primeras elecciones directas las ganó Roh Tae-Woo[2], el candidato de la dictadura, que asumió en 1988. Desde entonces, se han alternado en el poder presidentes del partido democrático, herederos de la lucha por la democratización, y presidentes más conservadores.
Para cuando Corea del Sur se democratizó ya se habían establecido relaciones oficiales con Corea del Norte y ya existía una institución dedicada a las relaciones intercoreanas llamada Junta de Unificación Nacional (renombrada y recategorizada en 1998 como Ministerio de Unificación). A pesar de esos avances, los vínculos entre ambas Coreas se profundizaron con la democracia. Especialmente con la aprobación bajo el gobierno de Kim Dae-Jung[3] (1998-2003) de la Política del Sol que propuso la existencia de una nación con dos estados independientes. Esta política estableció que ambas Coreas debían respetar los tres principios para la paz y la confianza mutua: tolerancia, no absorción y cooperación. Estos principios rectores se plasmaron en una serie de políticas de cooperación económica, social, cultura, política y militar que terminó de darle forma a la grieta existente entre demócratas y conservadores (Álvarez, 2021). La política de Kim Dae-jung se convirtió en el faro que guía a los presidentes del partido democrático, mientras que los conservadores han tenido una mirada más reticente hacia la cooperación asimétrica con el Norte.
Al igual que en Corea del Sur, la democracia en Taiwán se estableció luego de haber implementado con éxito un modelo de desarrollo económico basado en la industrialización local a través de políticas de sustitución de importaciones y de haber establecido negociaciones con el “otro”, en este caso, China continental. Si bien el primer llamado a elecciones democráticas para elegir de manera directa al presidente se realizó recién el 23 de marzo de 1996, ambos países se consideran parte de la “tercera ola de democratización”[4].
El inicio del régimen autoritario de partido único en Taiwán suele fecharse en el 19 de mayo de 1949[5], cuando el gobierno del Guomindang implementó la Ley Marcial que duró 38 años. A ese período de represión política, censura, encarcelamientos injustos, torturas y asesinatos llevados a cabo bajo la autocracia del Partido del Guomindang (KMT) se lo denomina Terror Blanco (1949-1987). Los peores años de la dictadura estuvieron a cargo de Chiang Kai-Shek quien construyó sus bases de poder en la isla con violencia, pero también cooptando nuevos aliados locales en la administración local y colocando a los chinos del continente que habían llegado con él en la administración central (Wakabayashi, 1997, 426). Tres años después de la muerte de Chaing Kai-Shek en 1975, asumió la presidencia su hijo, Chiang Ching-Kuo. Bajo su gobierno, en los años 80, dadas las fuertes presiones de la sociedad civil, inició un proceso de liberación política gradual que permitió la fundación del Partido Progresista Democrático (PPD) en 1986 y la derogación de la Ley Marcial en 1987. También se liberaron elecciones para cargos públicos a nivel local y nacional, aunque todo bajo en control del KMT en la presidencia. A su fallecimiento lo sucedió quien había sido su vicepresidente, Lee Teng-hui. Él llevó a cabo una transición a la democracia más profunda que culminó con su elección como primer presidente elegido de manera directa en 1996.
Para cuando Taiwán se democratiza, el KMT había avanzado significativamente en el acercamiento con China continental. Mientras que el diálogo entre las Coreas se plasmó en el ingreso conjunto a las Naciones Unidas como dos estados independientes en 1991, China se mantuvo firme con la política de una sola China [6] y por eso Taiwán no ha podido recuperar su asiento en la ONU perdido el 25 de octubre de 1971. A pesar de la situación internacional compleja de Taiwán, el KMT logró antes de la democracia establecer comunicaciones semioficiales, comercio indirecto, visitas de familias y la creación de la Fundación para los Intercambios a través del Estrecho (SEF) que se reunió en 1992 con la Asociación para las Relaciones a través del Estrecho de Taiwán (ARATS) de China continental (Wei, 2015, pp. 70-71). Estas políticas fueron claves y determinantes para la identidad del KMT que tiende a tener una postura más dialoguista con China que el PPD. Por lo tanto, el partido que surgió en la transición democrática como defensor de los derechos humanos, suele tener una política más reticente hacia la cooperación irrestricta con China. A diferencia de Corea donde el Partido Democrático aboga por el diálogo, el PPD percibe al “otro” como una amenaza.
Este escenario de fluctuaciones producidas por las diferencias ideológicas que existen entre los partidos de gobierno en Corea del Sur y de Taiwán, nos llevaron a formular las siguientes preguntas de investigación: ¿cómo impacta en las relaciones intercoreanas y del estrecho la política diferencial respecto a la idea de unificación de los principales partidos políticos de Corea del Sur y Taiwán? ¿qué tipo de políticas de cooperación se discontinúan cuando gobiernan los conservadores? ¿cómo justifican la sensación de amenaza los conservadores? ¿cómo justifican la política de diálogo y profundización de la cooperación el KMT y el partido democrático de Corea del Sur?
Frente a la importancia que tiene este tema no sólo para ambos países involucrados, sino también para la geopolítica regional, la academia ha producido una vasta literatura sobre las relaciones intercoreanas y las relaciones del estrecho. Entre los diversos trabajos relevados, se destacan aquellos que analizan un período específico o tienden a historiar las relaciones del estrecho (Charney y Prescom, 2000; Chen, 2022; Hamring y Wang, 2004; Tsai y Liu, 2017; Wei, 2015) o las relaciones intercoreanas (Álvarez, 2023 y 2021; Álvarez y Méndez, 2022; Armstrong, 2005; Kim, 2002). Todos estos escritos han sido insumos claves para esta investigación. También observamos que las comparaciones son una estrategia menos recurrente en los estudios sobre la unificación. Sin embargo, hay publicaciones valiosas que comparan los vínculos entre China-Taiwán con los de Corea del Norte y Corea del Sur desde las teorías de cooperación y las de unificación (Im y Choi, 2011; Shin, 2019).
Recuperando esa tradición de estudios comparativos, el objetivo de este artículo es comparar el rol de los principales partidos políticos en ejercicio de la presidencia en Corea del Sur y Taiwán desde una perspectiva renovada y actualizada de la unificación. A tal fin se contrastan los procesos de cooperación, diálogo y amenazas existentes bajo las presidencias surcoreanas de Park Geun-Hye (25/02/2013 al 10/05/2017) y Moon Jae-In (10/05/2017 al 09/05/2022) con las presidencias taiwanesas de Ma Ying-Jeou (20/05/2008 al 20/05/2016) y Tsai Ing-Wen (20/05/2016 al 20/05/2024). La propuesta que guía esta investigación sostiene que los partidos políticos reticentes a la cooperación legitiman su postura en una mayor sensación de amenaza por parte del “otro”, mientras que los partidos dialoguistas en ambos países creen que la amenaza aumenta justamente por la falta de cooperación. El trabajo se sustenta en un estudio cualitativo con triangulación de fuentes basadas en documentos oficiales, declaraciones de los presidentes, estadísticas oficiales y datos elaborados por reconocidos think-tank.
Marco teórico y estrategia metodológica
Wu Yu-Shan (2000) plantea que hay nueve perspectivas conceptuales vigentes sobre la unificación que podrían aplicarse al estudio de las relaciones del estrecho. De los marcos conceptuales que plantea, vamos recuperar tres discusiones analíticas que nos permiten comparar aspectos claves de las políticas y posturas en torno a la unificación de los partidos políticos en Corea del Sur y Taiwán en la actualidad.
La primera es el modelo de nación dividida que desarrollan a mediados de los años 70, Henderson, Lebow y Stoessinger (1974) para comprender las dinámicas entre países divididos por la lógica de la guerra fría: comunismo versus capitalismo. Esta propuesta sugiere que existe una conveniencia de unificarse, aunque no establece ni cuándo ni cómo. El argumento principal de estos autores es que las naciones divididas pasarán de la hostilidad total a un momento de menor confrontación ideológica donde busquen una solución no militar que permita finalmente el acercamiento (Wu, 2000, p. 410). Este modelo no tiene casos empíricos en los cuales sostener su argumentación. Ni Alemania ni Vietnam han transitado ese proceso. Sin embargo, las etapas que marcan los autores y la unificación como guía o utopía son adecuadas para pensar tanto los cambios históricos previamente mencionados como las fluctuaciones en la actualidad.
El segundo modelo que vamos a recuperar y articular al primero son las teorías de la integración. A diferencia del modelo anterior donde la unificación es una forma de mantener el estatus de los estados en cuestión, en este caso la unidad se produce gracias a las raíces culturales comunes y al deseo de mantener una mayor prosperidad económica y geopolítica. Hay distintos tipos de perspectivas dentro de las teorías de la integración; aquí nos interesa que, como observa Wu (2000, p. 412-413) en el caso de China-Taiwán, los tomadores de decisiones creen que el aumento y mejora en los vínculos económicos basado en la cooperación permitirá fortalecer los vínculos políticos. El autor diferencia entre la unificación como fusión de gobiernos, más vinculado al modelo anterior, y la integración como unidad identitaria y consenso institucional. La integración constituye una etapa previa necesaria para la unificación. Si bien el énfasis está puesto en la integración económica, en esta investigación lo haremos extensivo a la cooperación sociocultural y militar.
Otra categoría analítica relevante
que nos plantea Wu (2000) es la asimetría de poder. Parte de la
existencia de un estado hegemón y otro menor, como el caso de China y Taiwán.
Esto sugiere que al país pequeño le conviene ajustarse a las necesidades de la
potencia hegemónica. Si el país menor busca equilibrar su poder, debe no sólo
aumentar su presupuesto en defensa sino también y, fundamentalmente, aliarse a
un tercer país hegemónico, como los Estados Unidos. Es prácticamente imposible
que el país pequeño opte por una relación de igualdad con la potencia
hegemónica, ya que esta última no tiene ningún incentivo para concederle al
país pequeño tal estatus. El deseo de igualdad por parte del país pequeño se
traduce entonces en una estrategia de equilibrio para resistir la demanda de
dominación de la potencia hegemónica (Wu, 2000, p.414).
El modelo de las naciones divididas aporta claridad en el origen de la división y, por ende, en los aspectos claves que definen a los partidos políticos en Taiwán y Corea del Sur según su trayectoria e identidad respecto de la unificación. La perspectiva de la integración nos permite comprender el tipo y particularidades de las políticas de cooperación económica, social, cultural, política y militar. Y, en ese contexto, entender también el impacto del aumento de la integración e interdependencia económica en las negociaciones entre ambas naciones. Finalmente, la asimetría de poder contribuye a captar las opciones políticas disponibles de Taiwán frente a la hegemonía China y de Corea del Sur frente a la hegemonía nuclear de Corea del Norte.
Considerando estos tres marcos conceptuales, las categorías analíticas que se utilizarán en la comparación son: cooperación (integración), sensación de amenaza (asimetría), unificación (naciones divididas). Estas categorías se aplicarán a las siguientes presidencias de Corea del Sur: Park Geun-Hye (25/02/2013 al 10/05/2017) y Moon Jae-In (10/05/2017 al 09/05/2022). Y las presidencias taiwanesas de Ma Ying-Jeou (20/05/2008 al 20/05/2016) y de Tsai Ing-Wen (20/05/2016 al -20/05/2024). En ambos países seleccionamos gobiernos de distintos partidos políticos para que se puedan observar las fluctuaciones y las continuidades político partidarias. En el caso de Taiwán, como está permitida la reelección, los presidentes seleccionados lograron gobernar dos períodos consecutivos y hemos decidido tomar las dos presidencias. Por lo cual, es una temporalidad mayor que la seleccionada en Corea del Sur. Además, tuvimos en cuenta que en Corea, desde 2013, no ha habido una renovación política partidaria. Los partidos políticos se han alternado en el poder después de un solo período de gobierno. Esta mayor temporalidad no afecta el objetivo principal de la comparación.
Para cada categoría tomamos fuentes secundarias y fuentes primarias. Las fuentes secundarias son publicaciones académicas relevantes. Las fuentes primarias para el caso de Cora del Sur son los datos estadísticos y libros blancos publicados por el Ministerio de Unificación y declaraciones presidenciales, especialmente aquellas realizadas en el marco de eventos de las Coreas. En el caso de Taiwán relevamos los datos disponibles en el Mainland Affairs Council, en el Executive Information System of the Tourism Administration y de Tourism Statistics Database of the Tourism Administration. Además de declaraciones de los presidentes. La comparación es principalmente cualitativa. No hemos cuantificado los datos numéricos relevados. Los cuadros que se presentan en las distintas secciones de este artículo se basan en los datos estadísticos publicados por los organismos oficiales pertinentes.
¿Cooperar para unificar o para sobrevivir?
Cuando asume Park Geun-hye en 2013, la situación entre las Coreas no se encontraba en su mejor momento. El gobierno anterior, conservador y más reticente a la cooperación asimétrica, había discontinuado varias de los programas implementados por la Política del Sol. Su llegada a la presidencia, en cierta medida, parecía legitimar el apoyo popular a las políticas menos dialoguistas hacia Corea del Norte. Como se puede observar en la Figura 1, durante el primer año de su gestión el volumen comercial se mantuvo en los índices anteriores, luego sufrió una caída abrupta de la que se recuperó levemente en el último año de su gobierno, en plena crisis política[7]. El gobierno de Moon Jae-In, según los datos publicados por el Ministerio de Unificación no logró volver al volumen comercial de su antecesora. Hay que tener en cuenta que desde el inicio de la pandemia de Covid-19 en enero 2020 y hasta el final de su gestión, las restricciones impuestas por ambas Coreas dificultaron el avance en las negociaciones económicas.
Además de las restricciones, Moon heredó una situación intercoreana muy compleja. Uno de los mayores logros económicos de la Política del Sol había sido la creación del Complejo Industrial Gaesong en Corea del Norte, ubicado muy cerca de la frontera que divide a ambas Coreas. Este parque industrial se financió gracias a la inversión pública surcoreana e inversión privada de 124 empresas del Sur que tenía como objetivo desarrollar manufactura en diversos sectores como la ropa, el calzado, los textiles, la metalurgia, la maquinaria y la electrónica. Ese parque se inauguró en diciembre de 2004. En 2013, cerró durante 5 meses y, en febrero de 2016, la presidenta Park decidió el cierre definitivo en represalia por el programa nuclear norcoreano. Moon Jae-In no logró su apertura impactando en el bajo volumen comercial entre las Coreas.
Figura 1. Comercio intercoreano: volumen comercial por año (millones de USD)

Fuente: elaboración propia en base a los datos publicados por el Ministerio de Unificación de Corea del Sur.
Al analizar el tipo de transacciones económicas, se observa que desde 2016 la caída es estrepitosa e irrecuperable. Sin embargo, podemos destacar que la presidenta Park, luego de la crisis intercoreana de 2013, logró mejorar las transacciones comerciales. Según los datos oficiales, el comercio pasó de 615 millones de dólares de comercio entrante y 518 millones de dólares de saliente en 2013, a 1.452 de millones de dólares de entrante y 1.252 millones de dólares de saliente en 2015. En cambio, el gobierno de Moon Jae-In no sólo no pudo recuperar la dinámica comercial de la época “dorada” de la Política del Sol, sino que tampoco pudo alcanzar los índices del gobierno de Park. A pesar de estas limitaciones, se destaca la reactivación en 2018 del comercio no comercial (asistencia del gobierno y ONG; cooperación social y cultural; proyecto de reactor de agua ligera) que alcanzó los 11 millones de dólares, mientras que durante toda la presidencia de Park fue cero.
Si bien el gobierno de Moon no muestra índices de reactivación económica importantes, su gobierno logró un aumento cuantitativo y cualitativo en cooperación política, social y cultural. Como se destaca en la figura 2, en 2018 hubo un saltó en la cantidad de encuentros intercoreanos de índole social, cultural y político. Al igual que los presidentes anteriores que implementaron la Política del Sol, realizó cumbres intercoreanas. Estas cumbres son el encuentro directo entre presidente surcoreano y el líder norcoreano. Moon Jae-In se encontró tres veces con Kim Jong-Un: 27 de abril de 2018 (Declaración de Panmunjom), 26 de mayo de 2018 y 18 al 20 de septiembre de 2018 (Declaración de Pyongyang). Estos eventos estuvieron cargados de símbolos nacionalistas de unidad entre las Coreas como la visita al Monte Paektu, el árbol que plantaron juntos, la caminata solos y sin protocolos por un puente mostrando la comunicación directa, la escolta de seguridad vestida de guardia imperial, entre otros gestos originales de hermandad.
Figura 2. Diálogo intercoreano por área (cantidad de encuentros)

Fuente: elaboración propia en base a los datos publicados por el Ministerio de Unificación.
En febrero de 2018, en los Juegos Olímpicos de Invierno celebrados en Pyeongchang (Corea del Sur) los atletas de ambos países desfilaron juntos con la bandera de la unificación. También se llevaron a cabo varias conversaciones para participar conjuntamente en otros eventos deportivos (Libro Blanco 2019, p. 116). En el marco del acercamiento social, se mantuvieron las reuniones de familias separadas que la presidenta Park realizó, a pesar de los altibajos en las relaciones intercoreanas. En 2015, bajo su gobierno se reunieron 390 personas. En 2018, se coordinaron los encuentros entre el 20 y el 26 de agosto de 2018, que reunieron a 833 personas[8] (Libro Blanco 2019, p. 114). Además, se continuó con el Proyecto Nacional de Construcción de Datos que promueve la realización de videos con mensajes para quienes aún no encontraron a sus familiares. De este modo, si fallecen sin haber visto a sus parientes, quedarán sus palabras para cuando los encuentren (Libro Blanco 2019, p. 216).
Una novedad destacable fue la negociación exitosa que permitió en 2018 que un tren surcoreano, con personal y expertos a bordo, cruzara la frontera por primera vez en diez años para inspeccionar 400 kilómetros de vías en Corea del Norte con el objetivo de reactivar la línea Gyeongui, que conecta Seúl con la ciudad norcoreana de Sinuiju[9]. Ese mismo año, se inauguró la Oficina de Enlace Conjunta con la participación de 20 funcionarios, académicos y personas destacadas de cada Corea. En una muestra de pacificación, el director de la Oficina de Enlace Conjunta de Corea del Sur, comenzó a visitar Gaeseong (Corea del Norte) una vez por semana para trabajar en la sede de la oficina ubicada ahí (Libro Blanco 2019, pp. 133 y 134).
Claramente en el caso de las Coreas la clave es la cooperación social, cultural y humanitaria más que los vínculos económicos. No es que el comercio y las inversiones no sean una forma de construir consenso, pero ni Corea del Norte es clave para la economía del Sur, ni Corea del Sur lo es para el Norte. Trabajar en una identidad compartida como medio de integración pacífica es la estrategia principal del Partido Democrático. Por eso, el gobierno de Moon Jae-In negoció la reapertura del Estudio Conjunto de Excavación Intercoreano en Manwoldae en Gaeseong que busca preservar el patrimonio cultural nacional conjunto y restaurar la homogeneidad nacional entre los residentes de Corea del Sur y Corea del Norte a través del estudio de excavaciones en el palacio real de la dinastía Goryo. Este proyecto comenzó en 2007 y en 2016 fue cancelado por la presidenta Park en represalia a las pruebas nucleares. Moon negoció también la publicación conjunta del Gran Diccionario de la Lengua Coreana que pretende integrar las lenguas coreanas de la península y reunirlas en un diccionario. Es un proyecto del 2005 que había sido discontinuado (Libro Blanco 2019, pp. 170 y 171).
Las relaciones China-Taiwán parten de un desequilibrio estructural. La asimetría de poder se observa claramente en los vínculos económicos. China es un socio comercial central para Taiwán cuya economía está fuertemente integrada a la demanda del continente, especialmente en alta tecnología y semiconductores. Como se observa en la Figura 3, el monto en dólares de importaciones y exportaciones no sufrió cambios negativos bajo la presidencia de Tsai. La identidad político partidaria en Taiwán, a diferencia de Corea, no ha afectado la liberalización económica a través del estrecho. Syaru Shirley Lin (2016) destaca para el 2014, a pesar de los avances en integración económica realizadas por Ma, los proyectos de inversión directa taiwanesa en China aún requerían aprobación caso por caso si involucraban sumas superiores a 50 millones de dólares o restringían industrias o productos. Además, las empresas taiwanesas solo podían invertir un máximo del 60 % de su patrimonio neto en China.
Durante el gobierno de Ma hubo avances significativos en consolidar la integración económica. En 2008, el KMT restableció las conexiones aéreas regulares y directas entre Taiwán y China y flexibilizó las restricciones previas a la inversión en China. Uno de los mayores logros fue la negociación del Acuerdo Marco de Cooperación Económica (ACCE), un acuerdo comercial preferencial con China, firmado finalmente en 2010. Según se informa en la página oficial del Ministerio de Relaciones Exteriores de Taiwán, este acuerdo buscaba mejorar la competitividad de Taiwán mediante su participación en la integración económica regional, ya que el acuerdo, según el presidente Ma, funcionaría como una herramienta fructífera para el retorno de Taiwán a la integración económica en la región de Asia Pacífico y permitiría mejorar la competitividad de la isla en el mercado internacional en un ambiente más justo. La cooperación se intensificaría tanto en el comercio como en las inversiones. La primera ronda de negociación se produjo el 29 de enero de 2009 y la segunda el 1 de abril, finalmente el acuerdo se firmó el 29 de junio de 2010 en Chongqing. Los encargados de las firmas fueron los presidentes de la Fundación para los Intercambios del Estrecho y de la Asociación para las Relaciones a Través del Estrecho de Taiwán.
Esta estrategia de máxima integración económica estuvo acompañada de varios eventos políticos de acercamiento y diálogo. Por ejemplo, se llevaron a cabo reuniones oficiales entre el director de la Oficina de Asuntos de Taiwán (TAO) y el ministro del Consejo de Asuntos Continentales (MAC), especialmente durante el 2014 y el 2015, años en los que se desarrollaron las reuniones entre los “Heads of Cross Strait Competent Authorities”. A finales de diciembre del 2015 se estableció oficialmente una línea directa entre el director del TAO y el ministro del MAC (Datos extraídos del Mainland Affairs Council de la República de China).
Tanto el KMT y como el PPD tienen buenas relaciones con los Estados Unidos. Pero la presidenta Tsai tuvo interacciones que podrían ser interpretados por China como “provocativos” con Donald Trump, Nancy Pelosi y Kevin McCarthy. Esa estrategia estaba en línea con su discurso de asunción del 20 de mayo de 2016 en el cual hizo hincapié en que al ser electa presidenta velaría por la soberanía y el territorio taiwanés. Una frase que en otro contexto podría ser esperable, pero en la situación de Taiwán tiene implicancias geopolíticas. Además, bajo la presidencia de Ma, el PPD rechazó la firma del acuerdo comercial con China por considerar que profundizaba la dependencia económica y apoyó al Movimiento Girasol[10].
Para contrarrestar los vínculos económicos con China, Tsai implementó en 2016 la “Nueva Política hacia el Sur”. Esta política buscaba aumentar el rol, especialmente comercial, de Taiwán en el sudeste de Asia y en Oceanía. Sin embargo, como se observa en la Figura 3, el comercio con el continente siguió siendo relevante. El PPD, enfrentó el dilema de Syaru Shirley Lin (2016) que sostiene que su socio económico más importante es, a su vez, una amenaza existencial, política y económicamente. Este problema de asimetrías de poder no está presente en el caso de las Coreas.
Figura 3. Relaciones comerciales entre China y Taiwán, 2008-2024

Fuente: elaboración propia en base a los datos Trade Statistics Database del Ministerio de Finanzas de la República de China (Taiwán).
Entre China y Taiwán los intercambios turísticos, educativos y sociales cuentan con muchísima más libertad y fluidez que en el caso de las Coreas. Las restricciones entre las Coreas son totales y dependientes de las negociaciones oficiales. En el caso de China y Taiwán, la apertura y acercamiento implicó cierta libertad para viajes académicos, estudiantiles, de trabajo, turismo y visitas a familiares. Como se observa en la Figura 4, durante el gobierno del presidente Ma aumentó tanto el número de taiwaneses que visitaron la República Popular y de chinos continentales que visitaron Taiwán. Interesantemente, estas visitas continuaron aumentando durante el primer gobierno de Tsai, logrando entre 2017 y 2019, el mayor número de chinos que visitaron la isla. Durante las restricciones impuestas por la pandemia de COVID-19 estos intercambios se estancaron[11]. En los datos oficiales de los motivos de las visitas, figura que bajo la presidencia de Ma dominaban los negocios y con Tsai los viajes de ocio. A pesar de estas diferencias, el intercambio social y estudiantil no parece haber sufrido cambios relevantes entre ambos gobiernos hasta la pandemia. En los últimos dos años del gobierno de Tsai no logró recuperar los niveles de intercambio de la prepandemia. Esta situación nos lleva a deducir que las amenazas y tensiones, como veremos en la próxima sección, están más vinculadas a la cuestión militar y geopolítica que los intercambios sociales, culturales y económicos.
Figura 4. Intercambios sociales, culturales y educativos entre la República Popular China y Taiwán

Fuente: elaboración propia en base a los datos publicados por el Consejo de Asuntos Continentales y por el Tourism Statistics Database de la Administración de Turismo del Ministerio de Transportes y Comunicaciones de Taiwán.
La amenaza heteromorfa
La llegada de Park Geun-Hye a la presidencia en 2013 suponía, por sus declaraciones (BBC News, 2013), y por el impacto que ha tenido Corea del Norte en su vida[12], que habría una profundización de las constricciones hacia Corea del Norte. Ella implementó la trustpolitik o política de confianza que consistía en que la cooperación estaría sujeta a la confianza y estabilidad en los vínculos con el Norte. En este punto, la presidenta, como su antecesor, plantea un tema complejo que es el de las amenazas. La sensación de amenaza es percibida de manera distinta entre demócratas y conservadores. Para Park las pruebas misilísticas norcoreanas son una amenaza para el Sur. Kim Jong-Un nunca declaró que las pruebas estén dirigidas a Corea del Sur. Sin embargo, los lanzamientos en zonas cercanas al territorio surcoreano fueron percibidos por la presidenta como peligrosos para la seguridad nacional. Estas tensiones alcanzaron su peor momento en 2016, con el cierre del complejo industrial Gaesong y el despliegue del escudo antimisílico THAAD que trajo fuertes represalias de Corea del Norte y de China[13]. A esta postura confrontativa se sumó la firma del Acuerdo de Intercambio de Inteligencia Militar entre Corea del Sur y Japón y el Acuerdo General de Seguridad de la Información Militar con Japón, agravando aún más las relaciones intercoreanas. Firme con su postura, en marzo de 2016 declaró en las Naciones Unidas:
La adopción hoy de la resolución de sanciones, sin precedentes, contra Corea del Norte por parte del Consejo de Seguridad de la ONU representa un mensaje contundente de la comunidad internacional que busca la paz en la península de Corea y en todo el mundo. Agradezco profundamente los esfuerzos de la comunidad internacional, incluidos los miembros del Consejo de Seguridad, para alcanzar este resultado en el desmantelamiento del programa nuclear de Corea del Norte y la paz en la península de Corea. (Discurso oficial extraído del Ministerio de Relaciones Exteriores de Corea del Sur, 3 de marzo de 2016)
Con el eslogan “Un nuevo comienzo”, Moon Jae-In asume en 2017 en un contexto político muy delicado donde los vínculos con Corea del Norte se habían deteriorado como nunca antes desde la instauración de la democracia. Uno de sus principales objetivos era restablecer el diálogo. A tal fin, y como destacamos en la sección anterior, se llevaron a cabo cumbres, acuerdos y diversos encuentros que permitieron mejorar las relaciones sociales y culturales. Acompañó esa actitud con un cambio en la política respecto del escudo antimisílico. Negoció con China la política de los "tres noes": Corea del Sur no añadirá el sistema THAAD ni se unirá al sistema antimisiles estadounidense; la cooperación en seguridad entre Corea del Sur, Estados Unidos y Japón no se convertirá en una alianza militar tripartita; y el uso del sistema THAAD existente debería restringirse (Gao, 2022, p. 393).
Los encuentros directos entre Moon Jae-In y Kim Jong-Un permitieron que en 2018 no hubiera pruebas de misiles por parte de Corea del Norte. Según la Base de Datos de Pruebas de Misiles de Corea del Norte del Centro James Martin para Estudios de No Proliferación (CNS), se reanudaron los lanzamientos en 2019 y 2020, pero fueron de alcance corto. Además, las declaraciones presidenciales mantuvieron durante todo su gobierno un tono pacífico y de unidad. A pesar de las dificultades producidas tanto por la pandemia de Covid-19 y del declive en las negociaciones entre Donald Trump (2017-2021) y Kim Jong-Un, el presidente logró pacificar las relaciones intercoreanas y trasmitir alivio a los ciudadanos surcoreanos y la comunidad internacional que se sentían amenazados por los lanzamientos de pruebas de misiles norcoreanos. Cabe recordar que en las protestas de 2016 exigiendo la destitución de la presidenta había carteles en contra del uso del escudo antimisílico[14]. Esas protestas a gran escala no existieron durante su gobierno, aunque no se pudo avanzar en la agenda de la desnuclearización, tampoco pudo rehabilitar el complejo industrial ni el uso de las vías férreas que comunican a ambas Coreas. Sin embargo, el discurso por la paz y la hermandad se mantuvo hasta el final de su gobierno.
En Taiwán, la construcción de la “sensación de amenaza” es un dilema que debieron enfrentar los gobiernos. El presidente Ma Ying-Jeou, según lo informado en los Libros Blancos publicados por el Ministerio de Defensa, mantuvo el presupuesto de defensa en un 3% hasta el año 2009 para priorizar la modernización y profesionalización del ejército, luego, bajó el presupuesto. De hecho, la presidenta Tsai Ing-Wen, se encontró en 2016 con un presupuesto de un 1,82% del PBI destinado a defensa. Ella lo elevó al 3%. Esta no es la única medida contrastante. Ma, en un acto de pacificación, propuso hacer una transición hacia un servicio militar voluntario que no se llegó a concretar, pero si logró reducir el servicio obligatorio a tan sólo cuatro meses. Esta medida fue revertida por Tsai en 2022 cuando anunció que pasaba de cuatro meses a un año.
Como se observa en la figura 5, el número de efectivos militares patrullando el estrecho no cambió significativamente, tampoco hubo modificaciones relevantes en el número del personal de las fuerzas del ejército de la República Popular destinado a salvaguardar esa zona. Empero, el acercamiento de Tsai a los Estados Unidos y el aumento del servicio militar obligatorio contribuyeron a aumentar la sensación de amenaza y las provocaciones entre ambas Chinas. Por ejemplo, durante la visita de Nancy Pelosi en agosto de 2022 declaró que:
En primer lugar, ante las continuas y deliberadamente intensificadas amenazas militares, Taiwán no cederá. Defenderemos firmemente la soberanía de nuestra nación y seguiremos defendiendo la democracia. Al mismo tiempo, deseamos cooperar y trabajar en unidad con todas las democracias del mundo para salvaguardar conjuntamente los valores democráticos. En segundo lugar, haremos todo lo posible para fortalecer la capacidad de autodefensa de Taiwán. Taiwán se compromete a mantener la paz y la estabilidad en el Estrecho de Taiwán y convertiremos a Taiwán en una fuerza estabilizadora clave para la seguridad regional, garantizando un Indo-Pacífico libre y abierto, así como el desarrollo estable del comercio y las cadenas de suministro globales. En tercer lugar, Taiwán es un socio confiable y digno de confianza de Estados Unidos. (Extracto del discurso publicado en la página de la Oficina de la Presidencia, República de China, 3 de agosto de 2022)
Un año antes, en el discurso del día nacional de Taiwán, declaró que:
"Haremos todo lo posible para impedir que el status quo se vea alterado de forma unilateral (…) seguiremos reforzando nuestra defensa nacional y mostrando nuestra determinación de defendernos para asegurarnos de que nadie obligue a Taiwán a seguir el camino que China ha trazado por nosotros" (Arciniegas, Y., 2021)
Siguiendo esta línea de defensa de la soberanía de la isla, en 2023, condenó los ejercicios militares realizados por China en el estrecho (Oficina Comercial y Cultural de Taipéi en Argentina, 14 de abril de 2023). En todas sus declaraciones se observa una sensación de amenaza por parte de China que hace necesario reforzar la alianza militar con los Estados Unidos al igual que mantener un servicio militar obligatorio de un año.
Figura 5. Personal militar activo de China y Taiwán en el estrecho, 2010-2023

Fuente: elaboración propia en base a los datos publicados por el Ministerio de Defensa de Taiwán
Estados Unidos es un aliado estratégico tanto de Taiwán como de Corea del Sur. En el caso de Corea del Sur, la presencia de las Fuerzas de los Estados Unidos en Corea (USFK) y de diversas bases militares en su territorio hacen de los Estados Unidos un actor clave de la política de defensa. En el caso de Taiwán, la asimetría de poder, convierte a los Estados Unidos en un aliado necesario para contrabalancear el poder de China. A pesar el rol preponderante de los Estados Unidos en ambos países, los partidos políticos en democracia tienen ciertos márgenes para negociar e imponer sus posturas. Así se reflejó en la postura dialoguista y pacifista de Moon Jae-in hacia Corea del Norte y así también se observó en las políticas de confianza del presidente Ma Ying-Jeou. Moon mostró su compromiso pacífico en las cumbres, especialmente su visita al mítico Monte Paektu, mientras que Ma se convirtió en el primer ex presidente taiwanés en visitar China continental en 2023 y 2024. Sus viajes, gestos y declaraciones buscaban mostrar que es posible un acercamiento sin confrontaciones ni amenazas.
Conclusiones
La comparación entre las políticas públicas vinculadas a las relaciones del estrecho con las implementadas en las relaciones intercoreanas durante períodos presidenciales de diferente partido político refleja las fluctuaciones, tensiones y continuidades en torno cómo vincularse con el “otro”. Este análisis tuvo en cuenta diferencias estructurales como la existencia de la política de una sola China que excluye a Taiwán de las Naciones Unidas, mientras que ambas Coreas tienen un asiento en la ONU. La asimetría de poder es claramente mayor y determinante en el caso de las relaciones del estrecho. En las relaciones intercoreanas, la división es mucho más inflexible dado que están técnicamente en guerra lo cual imposibilita negociar otros niveles de apertura.
Recuperando el modelo de nación dividida, se ha demostrado tanto en la sección de análisis de la cooperación como en la de la sensación de amenaza que tanto para Ma Ying-Jeou (20/05/2008 al 20/05/2016) como para Moon Jae-In (10/05/2017 al 09/05/2022) hay una conveniencia en propugnar la unificación pacífica y tratar de mantener el diálogo más allá de cualquier hostilidad externa e interna. Ma, a diferencia de Moon, no menciona el plan para la unificación, pero mantuvo políticas tendientes a aumentar la dependencia económica de China y a disminuir la percepción de amenazas. Por su parte, Moon no pudo restablecer las relaciones económicas y de inversión que deseaba, pero mantuvo una agenda de cooperación sociocultural dinámica y cargada de símbolos de hermandad.
Bajo el gobierno de Park Geun-Hye (25/02/2013 al 10/05/2017) la cooperación económica, social y cultural se vio negativamente afectada por el aumento en la sensación de amenaza. En la medida que su gobierno aumentó la confrontación, especialmente con el despliegue del escudo antimisílico, el diálogo se fue deteriorando hasta producir quiebres como el cierre del Complejo Industrial Gaesong. El gobierno de Tsai Ing-Wen (20/05/2016 al 20/05/2024) logró mantener una dinámica comercial importante, a pesar de sus declaraciones controvertidas en materia de seguridad. La política de defensa y declaraciones de la presidenta Tsai reflejan un aumento claro en la sensación de amenaza. Dada la asimetría de poder, sus declaraciones tendieron a enfatizar la alianza con los Estados Unidos para contrabalancear el poder de China.
En Corea del Sur, a diferencia de Taiwán, es el partido surgido en la transición democrática el que propugna el dialogo y hermandad con el “otro”, mientras que en Taiwán, esa postura pacifista de integración es parte de la identidad del KMT, el antiguo enemigo del Partido Comunista China y responsable de la cruenta dictadura que vivió Taiwán. En este aspecto, se observa una diferencia en la necesidad de hermandad propugnada por los partidos dialoguistas. Para el KMT pareciera ser necesaria dada la asimetría de poder económica y militar, mientras que para el Partido Democrático de Corea es parte del nacionalismo étnico coreano. Los símbolos, gestos y declaraciones de Moon reforzaron esta perspectiva.
Finalmente, es importante destacar que la comparación de ambos casos no sólo contribuye a una mejor comprensión de las políticas de unificación en el siglo XXI, sino también a entender las similitudes y diferencias en las fluctuaciones políticas partidarias. Estas tensiones reflejan la inexistencia de un consenso interno sobre cómo y qué hacer con la unidad. Para los partidos políticos dialoguistas de Corea del Sur y Taiwán es parte de la identidad nacional y un aliado necesario, mientras que para los partidos políticos reticentes al diálogo irrestricto, su contra parte es una amenaza y peligro para la soberanía nacional. A pesar de estas diferencias, para todos los gobiernos analizados, la cooperación es la clave de la convivencia de las naciones divididas.
Referencias
Arciniegas, Y. (2021, 10 de octubre). Taiwán advierte a China que no cederá a sus presiones de "reunificación". France 24. https://www.france24.com/es/asia-pac%C3%ADfico/20211010-taiwan-china-tension-amenaza-reunificacion-discursos
Armstrong, C. (2003). The North Korean Revolution: 1945-1950. Cornell University Press.
Armstrong, C. (2005). Inter-Korean Relations in Historical. Perspective. International Journal of Korean Unification Studies. 14 (2), 1-20.
Álvarez, M. del P. (2023). La política sin sol. Organizaciones cristianas y relaciones intercoreanas bajo el gobierno de Moon Jae-In, 2017-2022. Revista UNISCI - Universidad Complutense de Madrid, 2(63), 197-218.
Álvarez, M. del P. (2021). La unificación desde abajo. Incidencia de la sociedad civil en las relaciones intercoreanas desde una perspectiva histórica. Revista Colección. (32): 125 – 161.
Álvarez, M. del P. y Méndez, C. (2022). Redes y activismo político norcoreano. El rol de las organizaciones sociales de ayuda humanitaria, asistencia a desertores y derechos humanos políticos en el proceso de unificación. Revista México y la Cuenca del Pacífico, 11(32), 103-130
Base de Datos de Pruebas de Misiles de Corea del Norte del Centro James Martin para Estudios de No Proliferación (CNS):
https://www.nti.org/analysis/articles/cns-north-korea-missile-test-database/ (último acceso 10 de julio 2025)
BBC News. (2013, 25 de febrero). Park Geun-hye sworn in as South Korea president. https://www.bbc.com/news/world-asia-21570512
Charney J. y Prescott, J. (2000). Resolving Cross-Strait Relations Between China and Taiwan. The American Journal of International Law, 94 (3), 453-477.
Chen, Y.-J. (2022). “One China” Contention in China–Taiwan Relations: Law, Politics and Identity. The China Quarterly, 252, 1025-1044.
Estadísticas oficiales del Ministerio de Unificación de Corea del Sur: https://www.unikorea.go.kr/eng_unikorea/relations/statistics/exchanges/ (último acceso 10 de julio 2025)
Gao, B. (2022). “Research on Korean Foreign Policy since Park Geun-hye administration from the Perspective of Neoclassical Realism: A Case Study of the THAAD Issue.”. BCP Social Sciences & Humanities, Vol. 18, 387-399.
Hamrin, C. L., & Wang, Z. (2004). The floating island: Change of paradigm on the Taiwan question. Journal of Contemporary China, 13(39), 339–349.
Henderson, G., Lebow, R. N., y Stoessinger, J. G. (eds.). (1974). Divided Nations in a Divided World. David McKay.
Im, H.-B., & Choi, Y.-J. (2011). Inter-Korean and cross-strait relations through the window of regional integration theories. Asian Survey, 51(5), 785-811.
Kim, K. N. (2002). Inter-Korean Relations and the Future of the Sunshine Policy. Journal of East Asian Affairs, 16(1), 98-119.
Liao, C.-Y., & Chang, L.-W. (2014). A comparative study of the relations between China–Taiwan and South Korea–North Korea in the early post-cold war period. Journal of Chinese Political Science, 19(1), 1–22.
Libros Blancos del Ministerio de Defensa de la República de China (Taiwán): https://www.mnd.gov.tw/english/ (último acceso 10 de julio 2025)
Lin, S. S. (2016). Taiwan’s China dilemma: Contested identities and multiple interests in Taiwan’s cross-strait economic policy. Stanford University Press.
Mailand Affairs Council: https://www.mac.gov.tw/en/News.aspx?n=9AEF70DDE8B7EDB8&sms=07FEBAA0B8C34D90 (último acceso 1 de agosto 2025)
Ministerio de Relaciones Exteriores de la República de China (Taiwán):
https://roc-taiwan.org/portalOfDiplomaticMission_en.html#ALL (último acceso 1 de agosto 2025)
Huntington. S. (1991). La tercera ola: la democratización a finales del siglo XX. Paidós.
Oficina Comercial y Cultural de Taipei en Argentina. (2023, 14 de abril). La presidenta Tsai Ing-wen emitió un mensaje sobre las maniobras militares de China. https://www.taiwanembassy.org/ar_es/post/11758.html
Office of the President. (2022, 3 de agosto). President Tsai meets US delegation led by House of Representatives Speaker Nancy Pelosi. https://english.president.gov.tw/NEWS/6292
Sin, D. C. (1999). Mass Politics and Culture in Democratizing Korea. Cambridge University Press.
Shin, W. (2019). Comparative study on the distinctive strategies and factors of China’s negotiation with Taiwan and South Korea’s negotiation with North Korea: Focusing on the ECFA and GIC. The Korean Journal of International Studies, 17(3), 267-302.
Tsai, T.-c. y Liu, T. T. (2017). Cross-strait relations and regional integration: A review of the Ma Ying-jeou era (2008–2016). Journal of Current Chinese Affairs, 46(1), 11–35.
Wakabayashi, M. (1997). Democratization of the Taiwanese and Korean political regimes: A comparative study. The Developing Economies, 35(4), 422-43
Wei. C. H. (2015). China–Taiwan relations and the 1992 consensus, 2000−2008. The Pacific Review, 28(5), 653-678.
Wu, Y.-S. (2000). Theorizing on relations across the Taiwan Strait: Nine contending approaches. Journal of Contemporary China, 9(25), 407–428.
[1] Esta investigación cuenta con el apoyo del Core University Program for Korean Studies- Korean Studies Promotion Service de la Academy of Korean Studies (AKS-2024-OLU-2250001).
[2] En las primeras elecciones democráticas de 1987 ganó el candidato de la dictadura, Roh Tae-Woo con sólo el 36.64 % de los votos. La oposición fue dividida y sus dos principales figuras obtuvieron: Kim Young-Sam el 28.04 % y Kim Dae-Jung el 27.05 %.
[3] Recibió en el año 2000 el Premio Nobel de la Paz por su compromiso con los derechos humanos y la democratización de Corea del Sur como así también por su política de reconciliación con el Norte.
[4] Concepto acuñado por Huntington (1991).
[5] Tras la derrota de Japón en la guerra en 1945, Taiwán volvió a ser territorio chino convirtiéndose en una provincia de la República de China. En 1949, cuando Chiang Kai-Shek pierde la guerra civil, se retira con su familia, funcionarios claves y soldados a Taiwán convirtiendo a la isla en su base de resistencia. Antes de 1949, se produce la primera masacre hacia la población civil llamada “Levantamiento del 228”.
[6] La política de una sola China es la política oficial de la República Popular China hacia la cuestión de Taiwán. Esta política considera que hay un único gobierno legítimo, China continental, y, por lo tanto, Taiwán es parte del territorio chino. Los países que tienen relaciones diplomáticas con la República Popular no pueden tener lazos oficiales con Taiwán; no pueden reconocerlo como un país independiente.
[7] En octubre de 2016, miles de coreanos salieron a la calle a exigir la destitución de la presidenta luego de que los medios dieran a conocer corrupción, sobornos y tráfico de influencias que involucraban a su asistente, Choi Soon-Sil, y a la empresa Samsung. El 9 de diciembre la Asamblea Nacional abrió el proceso de destitución y el 10 de marzo 2017 lo ratificó el Tribunal Constitucional.
[8] Al 31 de diciembre de 2018, había un total de 133.208 solicitantes registrados para buscar a sus familias separadas en el Sistema Integrado de Información para Familias Separadas, operado por el gobierno surcoreano, de los cuales 77.221 habían fallecido.
[9] En 2007, hubo un intento de reanudar el servicio de carga entre las estaciones de Dorasan (Corea del Sur) y Panmun (Corea del Norte), pero se detuvo en 2008.
[10] Entre el 18 de marzo y el 10 de abril de 2014 se produjeron una serie de protestas estudiantiles conocidas como Movimiento Girasol. Los manifestantes, mayoritariamente jóvenes, denunciaron los intentos de aprobación, sin debate previo, de un acuerdo comercial de servicios con China continental.
[11] Se debe tener en consideración que la apertura de fronteras de la República Popular de China fue en marzo del 2023, mientras que en la República de China fue en septiembre del 2023.
[12] La presidenta es la hija del dictador Park Chung-Hee, ferviente anticomunista, quien gobernó el país entre 1961 y 1979. Su padre sufrió dos atentados de infiltrados norcoreanos, uno en 1968 y otro en 1974. En el atentado de 1974, murió su esposa, Yuk Young-soo, madre de la presidenta, quien fue alcanzada por la bala destinada a matar a su padre.
[13] Desde 2016, China ha impuesto una serie de prohibiciones a la literatura, el arte y el turismo en Corea del Sur. Considerando esto como una contramedida y represalia de China por el despliegue del THAAD, Corea del Sur ha perdido cerca de 850 billones de dólares, lo que representa aproximadamente el 0,5 % de su PIB (Gao, 2022, p. 392).
[14] Ver más detalles de las imágenes de los carteles en Álvarez (2021, p. 148)