(Multi)territorialidad y (multi)escalaridad en la producción territorial de Vaca Muerta, Argentina
Título abreviado: Multiterritorialidad y multiescalaridad en Vaca Muerta
Marisa Scardino*
* Centro de Investigación Hábitat y Municipio, Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo, Universidad de Buenos Aires, Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CIHaM/FADU/UBA/CONICET). Correo electrónico: m.scardino@conicet.gov.ar /marisa.scardino@fadu.uba.ar
Artículo recibido: 14/3/2023 Artículo aprobado: 16/9/2023
MIRÍADA. Año 16, N.º 20 (2024), pp. XX-XX.
© Universidad del Salvador. Facultad de Ciencias Sociales. Instituto de Investigación en Ciencias Sociales (IDICSO). ISSN: 1851 9431
Resumen
Hace poco más de una década que Vaca Muerta se impuso como un territorio de especial interés para un conjunto de actores políticos y económicos por ser considerado el segundo reservorio de gas no convencional del mundo y el cuarto de petróleo no convencional. ¿Qué grupos están controlando el circuito hidrocarburífero no convencional y cómo inciden en la producción del territorio en Vaca Muerta? ¿Qué alianzas han emergido o se han consolidado? El presente artículo se propone analizar las múltiples territorialidades presentes en Vaca Muerta que se están produciendo desde múltiples escalas, en la medida en que la extracción hidrocarburífera no convencional se ha vuelto una herramienta central para alcanzar el autoabastecimiento energético, afrontar el proceso de transición energética, dinamizar el desarrollo industrial y aumentar las exportaciones.
Metodológicamente, esta investigación incluyó un componente cuantitativo para el análisis de información secundaria y un componente cualitativo para la construcción de un mapa de los actores presentes e influyentes en el territorio vinculados a la problemática de estudio.
Palabras clave: territorio, escala, actores sociales, multiterritorialidad, multiescalaridad
Abstract
For a little over a decade, Vaca Muerta has been a territory of special interest for a number of political and economic actors, as it is considered the second largest unconventional gas reservoir in the world and the fourth largest unconventional oil reservoir. Which groups are controlling the unconventional hydrocarbon circuit and how do they affect the production of the territory in Vaca Muerta? What alliances have emerged or been consolidated? This article aims to analyse the multiple territorialities present in Vaca Muerta that are being produced on multiple scales, insofar as non-conventional hydrocarbon extraction has become a central tool for achieving energy self-sufficiency, facing the energy transition process, boosting industrial development and increasing exports.
Methodologically, this research included a quantitative component for the analysis of secondary information and a qualitative component for the construction of a map of the actors present and influential in the territory linked to the problem under study.
Keywords: territory, scale, social actors, multi-territoriality, multi-scalarity
Nota del autor
Esta investigación, así como el trabajo de campo realizado en la provincia del Neuquén se desarrollaron y financiaron en el marco de una beca doctoral del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) y de la participación en los siguientes proyectos de investigación: “Grandes proyectos de inversión y disputa por los recursos naturales. Conflictos y tensiones en la producción del territorio” (UBACyT) dirigido por la Dra. Mariana Schweitzer, y “Circuitos productivos regionales, capacidades estatales y subordinación productiva en Argentina a principios de siglo XXI” (FONCYT), dirigido por el Dr. Ariel García.
Introducción
A partir de la sanción de la Ley de Soberanía Hidrocarburífera en mayo del 2012, Vaca Muerta ocupa un lugar destacado para un conjunto de actores implicados en la explotación y producción de hidrocarburos (gas y petróleo) en formaciones no convencionales. Su relevancia surge por ser considerada como el segundo reservorio de gas no convencional del mundo y el cuarto de petróleo no convencional, según los datos de la Administración de Información sobre Energía de Estados Unidos[1]. Desde entonces, diferentes actores están produciendo y transformando física, social y económicamente la localidad de Añelo, su centro neurálgico, al ritmo de los nuevos requerimientos de la industria hidrocarburífera no convencional. De acuerdo con ello, el territorio de Vaca Muerta se ha complejizado a partir de las expectativas generadas por el proyecto y la intervención directa o tangencial (a través de la elaboración de proyectos o de normativas) de una multiplicidad de actores sociales que, en muchos casos, persiguen objetivos contrapuestos y que no necesariamente ocupan el territorio local[2].
La localidad de Añelo es la cabecera del departamento homónimo, ubicado en el Noreste de la provincia de Neuquén. Según los datos del último Censo Nacional de Población, Hogares y Vivienda (INDEC, 2022), el departamento de Añelo cuenta con 17 893 habitantes, un 65,7 % más que en el 2010 y representa el 2,4 % del total de población de la provincia. Ubicada a poco más de 100 km de la ciudad de Neuquén, Añelo se encuentra emplazada sobre la margen izquierda del río Neuquén, en un angosto valle cercado por una meseta de 60 metros sobre el nivel del ejido urbano. Históricamente, la localidad se estableció como un fortín que integraba el paso obligado hacia Chos Malal, primera capital de la provincia (Iuorno, 2005). Dedicada desde entonces a la actividad agroganadera, específicamente orientada a la horticultura y la cría de caprinos, ha modificado su perfil productivo en su historia reciente, convirtiéndose en la actualidad en la localidad más cercana a los campos de gas y petróleo no convencionales. Ello ha generado que Añelo experimente importantes transformaciones sociales, económicas y urbanas vinculadas con las inversiones en hidrocarburíferas.
La puesta en marcha del proyecto de Vaca Muerta ha acelerado el ritmo de crecimiento, tanto de la localidad como del Área Metropolitana del Valle y la Confluencia. Estas transformaciones evidenciaron una serie de desequilibrios territoriales, producto del marcado contraste de las condiciones de vida por parte de los diferentes sectores sociales, generando tensiones y conflictividad en el uso del suelo (Landriscini et al., 2014). En este sentido, es importante mencionar que la mayor parte de las ciudades del Alto Valle, dados su emplazamiento, las condiciones del suelo y su paisaje, se encuentran limitadas para su expansión territorial, llevándolas a la necesidad de convertir tierras productivas bajo riego en nuevas áreas urbanas. Fruto del libre accionar del mercado, puede evidenciarse un nivel creciente de conflictividad por los usos del suelo entre actividades no compatibles: uso urbano con fines residenciales, comerciales o industriales y el uso productivo agrario y para la extracción de hidrocarburos (Rodil, 2015).
Estos desequilibrios han comenzado a agudizarse, alcanzando a la localidad de Añelo, en función del nuevo proyecto de inversión basado en la extracción de hidrocarburos no convencionales. Así, la reactivación del sector comenzó a demandar nuevos requerimientos de tierras y equipamiento para el despliegue de las actividades productivas y logísticas (Programa de Fortalecimiento Institucional, 2014).
El presente trabajo se propone analizar las múltiples territorialidades presentes en Vaca Muerta que se están produciendo desde múltiples escalas, en la medida en que la extracción hidrocarburífera no convencional se ha vuelto una herramienta central no
solo para alcanzar el autoabastecimiento energético, sino también como sector clave en el proceso de transición energética, para dinamizar el desarrollo industrial y tecnológico y aumentar las exportaciones. En esa línea, algunas preguntas orientan la investigación: ¿Qué grupos están controlando el circuito hidrocarburífero no convencional y cómo inciden en la producción del territorio en Vaca Muerta? ¿Qué alianzas han emergido o se han consolidado? ¿Desde qué escalas se generan las transformaciones en la Región de Vaca Muerta? Y, ¿qué territorialidades emergen y confluyen en la localidad de Añelo?
En este contexto, diferentes actores sociales se apropian y transforman el territorio, se movilizan, despliegan estrategias de cooperación o enfrentamiento con otros actores, con la finalidad de proteger y, en algunos casos, ampliar o mejorar sus condiciones de reproducción social, reproducir su capital o apropiarse de una mayor porción del excedente generado. Dado el entramado de intercambios entre los actores sociales, resulta de utilidad la tipología elaborada por Pedro Pírez (1995), a partir de la cual es posible asumir que cada uno de los actores se conduce guiado centralmente en función de un tipo interés, ya sea político, económico, de la necesidad o del conocimiento y en relación con su base material y ámbito de reproducción social, local, supralocal o sin presencia local. La tipología elaborada por Pírez (1995) permite realizar una primera clasificación de los actores para ampliar la comprensión de sus estrategias de acción en torno a sus objetivos manifiestos[3]. Asimismo, permite comprender que algunos actores pueden incidir en las decisiones de planificación, las políticas públicas o el marco normativo, sin tener su base de reproducción en el ámbito local; es decir en la localidad de Añelo. De esta forma, es posible identificar actores extralocales (dependencias provinciales o nacionales, en este caso) y sin presencia local (como los organismos internacionales), cuyo accionar también repercute en el ámbito local y en el circuito hidrocarburífero no convencional en particular[4].
Como este trabajo desarrollará, desde el 2012, la localidad de Añelo ha recibido importantes flujos migratorios, su mancha urbana se ha expandido modificando su trama, su actividad comercial se ha diversificado y ampliado para satisfacer las necesidades de los nuevos habitantes y ha visto incrementado el tránsito vehicular y de camiones al ritmo del crecimiento de la actividad hidrocarburífera. Así, los actores sociales se han visto en situación de establecer nuevas alianzas con otros actores a fin de sostener sus condiciones y ritmos de vida, sus posibilidades laborales, sus “espacios de dependencia”, entendidos por Cox (1998) como aquellas áreas establecidas por las redes de relaciones sociales necesarias para garantizar la reproducción social y que no logran sustituirse más allá de sus fronteras. En este sentido, como estrategia para sostener sus ámbitos de reproducción, algunos de los actores implicados han recreado o ampliado alianzas y negociaciones generando “espacios de compromiso” más amplios y contingentes (Cox, 1998), entendidos como aquellos espacios surgidos de la confluencia de intereses entre diferentes actores sociales y que ayudan a mejorar las condiciones de reproducción social del ámbito local.
Tanto la tipología establecida por Pírez (1995), como los conceptos de espacios de dependencia y compromiso elaborados por Cox (1998), permiten analizar las relaciones entre los diferentes actores sociales que van conformando múltiples territorialidades. En este sentido, la presente investigación se enmarca en un concepto del territorio que no se limita a su comprensión como el área de gobernanza y soberanía de un Estado determinado —ya se trate del Estado nacional, provincial o local— sino que entiende que es posible encontrar diferentes territorios en un espacio determinado, en función de las relaciones de poder que lo atraviesan y lo conforman. De este modo, esta investigación asume que el territorio, lejos de ser un soporte físico estático y atemporal, se construye a partir del movimiento (estrategias de localización de empresas, capitales, flujos de mercancías, personas e información), la articulación en red y las trayectorias de los actores sociales (Haesbaert, 2013; Massey, 2008) que van controlando, determinado y configurando múltiples territorialidades superpuestas. Imbuido de una estructura compleja y relacional, no es posible desacoplar, entonces, el territorio de la sociedad que lo conforma y por tal motivo no hay territorios sin relaciones de poder y resistencia.
El análisis del presente artículo se organiza de la siguiente manera. En el siguiente apartado, se avanza sobre los aspectos teóricos y el diseño metodológico que ordenó la investigación, marco de la cual se desprende el trabajo aquí presentado. Luego, se analiza la construcción de territorialidades en Vaca Muerta y en la localidad de Añelo, en particular. Allí se presentan, en primer lugar, algunos datos que permiten dimensionar la dinámica de los flujos que atraviesan la localidad en el período de estudio y, en segundo lugar, se analizan las estrategias de los diferentes actores sociales a partir de la descripción de sus espacios de dependencia y de compromiso. Para finalizar, se presentan las reflexiones centrales que se desprenden del desarrollo del trabajo.
Abordaje teórico y diseño metodológico
La presente investigación concibe al territorio como la dimensión política del espacio (Haesbaert, 2013). Así, es posible afirmar que “un territorio es una porción de la superficie terrestre delimitada, con mayor o menor precisión, a diferentes escalas, por y a partir de relaciones de poder” (Benedetti, 2011, p. 47). No obstante, la territorialidad se concibe como la estrategia de un grupo social para “afectar, influir o controlar personas, fenómenos y sus relaciones, a través de la delimitación y ejerciendo control sobre un área geográfica” (Sack, 1986, p. 17). El territorio de los diferentes niveles del Estado (nacional, provincial y local) —más estable y de límites definidos— compite entonces con diferentes territorialidades multiescalares, inestables y de límites difusos, ejercidas por otros actores (sociales, económicos y políticos).
Sin duda, el actual contexto político y económico, sumado a la difusión del transporte y la tecnología, posibilitan y fomentan altos niveles de movilidad y comunicación que configuran territorios profundamente desiguales y fragmentados. En la medida en que el movimiento se incrementa, algunos grupos sociales logran acortar las distancias y transitar múltiples territorios y diferentes escalas (de lo local a lo global y viceversa) generando movimientos de re-territorialización; es decir, configurando y controlando grandes porciones del espacio y dando lugar a nuevas territorialidades. Simultáneamente, otros grupos sociales más desfavorecidos, no tienen acceso a la movilidad y permanecen anclados a un territorio sobre el cual han perdido la capacidad de control (Haesbaert, 2013; Massey, 2008). En ese sentido, Haesbaert (2013) indica que han sido des-territorializados. Múltiples territorialidades emergen entonces a partir de los flujos multiescalares, alianzas y disputas entre los actores sociales, configurando territorios densos, opacos y multiescalares.
Como se mencionó anteriormente, los espacios de dependencia (Cox, 1998) de los actores sociales son aquellas áreas geográficas dentro de las cuales es posible sostener y sustituir las relaciones sociales de carácter político, económico, de influencia necesarias para garantizar la reproducción social, pero fuera de las cuales es imposible o muy difícil
En el caso de algunos actores, los márgenes de los espacios de dependencia pueden ser difusos mientras que, para otros —como un gobierno local— pueden estar claramente definidos en función de su delimitación jurisdiccional. Sin dudas, en estos espacios se pone de manifiesto la oposición entre las posibilidades de movilidad de algunos actores y de otros, así como también las tensiones dadas entre la movilidad y la fijeza del capital.
Por su parte, el autor refiere a los espacios de compromiso como aquellas alianzas, mucho más contingentes y precarias, que se establecen con actores que no necesariamente forman parte del ámbito local, pero que tienen incidencia en el espacio de dependencia que se busca sostener. En función de estos dos conceptos, y considerando la clasificación de los actores sociales establecida por Pírez, es posible analizar el entramado de relaciones sociales y de poder —más establecido en algunos casos y contingente en otros— que se desarrolla en torno a una determinada cuestión, en este caso, la extracción de hidrocarburos no convencionales en Vaca Muerta.
Las múltiples territorialidades que se van conformando en el área de estudio reflejan, en cierta medida, las cuotas diferenciales de poder y de movilidad de los actores sociales presentes en el territorio. A la luz de esta visión difusa y desigual del poder, es posible pensar un territorio multiescalar (Haesbaert, 2013), constituido por esta red de relaciones dadas entre actores referenciados en ámbitos diferentes, pero que son capaces de construir múltiples territorialidades en función de sus intercambios a lo ancho del globo.
La intensidad de flujos que atraviesan los territorios y lugares tienen —además de un componente cultural y simbólico—, un correlato en la transformación de la materialidad de las formas espaciales. Infraestructura y equipamiento de distintas características se despliegan para posibilitar y favorecer los intercambios de personas, bienes, servicios, capital e información. Estos procesos de reterritorialización y desterritorialización vuelven porosos los territorios y transforman los lugares, que se tensionan frente a la aceleración espacio-temporal propia de los procesos de globalización y neoliberalización[5]. Como menciona Doreen Massey (2012), si bien la asociación entre la idea de “lugar” y la de una comunidad cohesionada —como un espacio caracterizado por una identidad común y un fuerte sentimiento de pertenencia— siempre estuvo idealizada, en la actualidad, el incremento exponencial de los intercambios y de la movilidad está alterando la conformación histórica de los lugares. En algunos casos, estas intromisiones reavivan el surgimiento de movimientos orientados a cuestionar el sentido del lugar que ha sido desarticulado. La velocidad con la que estas irrupciones o reterritorializaciones se están llevando a cabo en la actualidad evidencian —aún más— las tensiones de la relación local-global (Bauman, 1999; Haesbaert, 2013; Massey, 2008; Swyngedouw, 2010).
En cuanto a los aspectos metodológicos, la investigación se abordó combinando dos estrategias complementarias. Por un lado, se incluyó un componente cuantitativo para el análisis de información secundaria proveniente de fuentes oficiales nacionales y provinciales para poder dimensionar los flujos de intercambio de población y de inversiones en el área de estudio surgidos del despliegue de la actividad hidrocarburífera[6]. Por otro lado, se implementó un componente cualitativo para la construcción de un mapa de los actores presentes e influyentes en el territorio vinculados a la problemática de estudio, aportando elementos para la comprensión del entramado de relaciones de poder. Para ello, se realizaron 24 entrevistas se miestructuradas y en profundidad a informantes clave y a actores de organismos públicos, privados y del tercer sector vinculados con la ordenación del territorio, el desarrollo energético y la actividad petrolera específicamente[7].
La producción del territorio
El efecto de la puesta en marcha del proyecto de extracción de hidrocarburos no convencionales ha multiplicado exponencialmente la movilidad de capitales, personas, bienes y servicios y tuvo efectos diferentes en el Área Metropolitana del Valle y la Confluencia y en la localidad de Añelo en particular.
Con la finalidad de dimensionar estos movimientos, se reseñan algunos datos. En primer lugar, es relevante señalar el incremento poblacional evidenciado por la provincia, cuya variación intercensal en el período 2001/2022 fue de un 52,6 %, que equivale a 26 puntos porcentuales más que la variación media nacional (26,2 %) para el mismo período (INDEC, 2001, 2010, 2022). Este crecimiento fue muy similar al experimentado por el departamento de Confluencia (52,2 %), que alberga a la capital provincial y es la gran receptora de empresas de servicios especializados y personal jerárquico (Landriscini et al., 2014). Por el momento, los datos oficiales no permiten evaluar cabalmente el crecimiento de la localidad de Añelo ya que aún no están disponibles los datos provisorios del último censo con este nivel de desagregación[8]. De todos modos, se observa que la localidad había crecido un 58,7 % entre 2001 y 2010, momento anterior a la puesta en marcha del proyecto de Vaca Muerta, hecho que representa una variación muy superior a la experimentada por el departamento de Añelo (42,8 %) y la provincia[9] (16,3 %) (INDEC, 2001, 2010, 2022). Sin embargo, es posible dimensionar el efecto de la implementación del proyecto si se observa que la variación poblacional del departamento de Añelo específicamente para el período 2010/2022 fue 65,7 %, y para el departamento de Confluencia del 32,2 % (INDEC, 2010, 2022). Estos incrementos despegan notoriamente la dinámica poblacional de la provincia de las variaciones del promedio nacional, señalando el efecto que provocó la puesta en marcha de la extracción no convencional en la provincia del Neuquén y en el departamento de Añelo en particular (ver Tabla 1).
Tabla 1
Total país y provincia del Neuquén. Cantidad de población y variación intercensal del Departamento de Añelo y Confluencia. 2001, 2010 y 2022

*n/d: dato no disponible
** Valor correspondiente al período 2001/2010
Nota. Elaboración propia con base en datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC). Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas 2001 (INDEC, 2001); Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas 2010 (INDEC, 2010) y Resultados provisionales del Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas 2022 (INDEC, 2022).
Por otro lado, al mismo tiempo que se observa un marcado crecimiento poblacional, se observa un crecimiento de las inversiones y el capital recibido en la provincia. Esto lleva a considerar que existe una relación entre el aumento de los flujos migratorios y el despliegue de la actividad hidrocarburífera. Landriscini y Carignano (2015) señalan un notorio aumento de inversiones a partir del inicio de las actividades de exploración y perforación de pozos no convencionales. Específicamente, en función de los datos brindados por la Secretaría de Energía de la Nación (Datos Argentina, 2022) a partir del registro de las declaraciones juradas de las empresas operadoras, se observa que se han declarado inversiones en la provincia del Neuquén, para el período 2013/2021 destinados a las etapas de exploración, exploración complementaria y explotación —bajo todo concepto—, por la suma total de 32.648 millones de dólares, de los cuales el 52 % corresponden a las inversiones realizadas por Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF), desde su parcial renacionalización.
Como mencionan Landriscini y Carignano (2015), el nuevo proyecto hidrocarburífero de Vaca Muerta ha reactivado no solamente la dinámica poblacional y económica en cuanto a los niveles de empleos directos e indirectos y a la recaudación de las cuentas públicas, sino que, a su vez, ha reactivado un flujo de información vinculado a la implementación del nuevo paquete tecnológico y la modalidad productiva. Se destacan aquí las alianzas estratégicas firmadas entre YPF y Chevron y entre YPF Tecnología (YTEC) y el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), ambos convenios firmados en 2013 (Landriscini y Carignano, 2015)[10].
Hasta aquí se describieron algunos de los flujos más relevantes que están atravesando a la provincia del Neuquén y a la localidad de Añelo. Interesa ahora avanzar con el análisis acerca de los actores sociales que dinamizan estos flujos y de aquellos que se ven en situación de tener que afrontar sus efectos socioterritoriales específicos de la puesta en marcha de la actividad.
Los espacios de dependencia
Este apartado se propone avanzar en el análisis de las relaciones entre los actores sociales focalizando en sus acciones, alianzas e intervenciones más recientes y en aquellas que están aportando significativamente a la transformación del caso de estudio. El análisis se realizará en función de la identificación de las modificaciones de los espacios de dependencia de los principales actores sociales, utilizando centralmente la información vertida en las entrevistas realizadas durante el trabajo de campo.
Sin dudas, la localidad de Añelo se ha transformado con la puesta en marcha del proyecto de Vaca Muerta. El exponencial crecimiento poblacional —que se trasladó de forma permanente como aquella población que se desplaza en función de los ritmos de trabajo—, el incesante flujo de camiones para el abastecimiento de la actividad y los cambios dados en su conformación territorial han sido disruptivos para el estilo de vida de su población[11]. Añelo es un asentamiento de más de 100 años de historia que se ha desarrollado principalmente en función de la actividad ganadera ovina y caprina. Se encuentra arraigado a su terruño, sus costumbres y tradiciones, la tierra es su medio de producción principal y, durante décadas, se ha sostenido en función del legado intergeneracional de los medios de producción y sus técnicas de trabajo. Si bien la localidad de Añelo ha registrado un aumento de población en el período previo al inicio del proyecto (2001-2010) de un 58,7 % (INDEC, 2001, 2010), alcanzando en el 2010 los 2449 habitantes, su crecimiento estuvo vinculado con la expansión de actividades agrarias y agroindustriales en el Departamento, más alineadas con la trayectoria y el perfil de la localidad. Contrariamente, el exponencial desarrollo de la extracción de hidrocarburos no convencionales, que posicionó a la localidad como el núcleo urbano más cercano a los campos y áreas productivas, implicó un giro rotundo en la dinámica urbana y la organización de la vida cotidiana de sus habitantes.
Al analizar la conformación de los actores económicos dinamizadores del circuito hidrocarburífero no convencional, hay que mencionar que aquellos de mayor peso no reproducen sus relaciones sociales a escala local, teniendo múltiples espacios de dependencia a diferentes escalas. Tanto las empresas operadoras como aquellas que prestan servicios especializados responden a planes acción e inversión de escala global o, en el caso de YPF, de escala nacional. Entre las empresas operadoras, a las cuales la provincia les ha concesionado las áreas productivas, se encuentran las grandes empresas trasnacionales del sector: Pan American Energy, Sinopec, Total Austral, Chevron. También operan en el área Tecpetrol, Vista Energy Argentina, Pluspetrol e YPF, que son grandes empresas de origen nacional que han establecido alianzas con las primeras para sus operaciones. De este modo, la vinculación dada entre las grandes empresas y la localidad de estudio es muy endeble y dependiente de variables externas a las condiciones locales, como son el precio internacional del petróleo, las mejores condiciones normativas para garantizar el flujo del capital o los ritmos políticos y económicos nacionales. En este sentido, es posible señalar que los actores que comandan el circuito hidrocarburífero no convencional son actores que se reproducen en espacios de dependencia globales —a excepción de YFP que se rige en función de decisiones tomadas en la escala nacional— y cuya reproducción no se encuentra ligada al porvenir de la localidad de Añelo o de la región de Vaca Muerta[12].
Una situación similar ocurre con los desarrolladores inmobiliarios que comenzaron a invertir en la localidad de Añelo, cuyos espacios de dependencia se encuentran mayormente en el Área Metropolitana de Buenos Aires o incluso en otros países. Al igual que en el caso anterior, las empresas desarrolladoras —con una amplia capacidad de movilidad— desembarcan en las localidades en la medida en que encuentran nichos de negocio, pero dado que su negocio se encuentra diversificado geográficamente, pueden retirarse con facilidad en cuanto se alteran las condiciones que las han llevado a invertir en la localidad.
En el caso de Añelo, es posible percibir la expansión de la ciudad al recorrer sus calles y observar el movimiento incesante de las obras que avanzan en diferentes sectores de la planta urbana. Nuevos loteos y múltiples carteles indican el inicio de obras y proyectos que se diferencian sustancialmente, en su aspecto constructivo y en el equipamiento ofrecido, de las construcciones tradicionales del pueblo criancero que supo ser Añelo. Los emprendimientos residenciales, desarrollados en algunos casos por medio de microfinanciación, permitieron diversificar las fuentes de financiamiento al mismo tiempo que generaron novedosas opciones de inversión para pequeños y medianos inversionistas, quienes no necesariamente deben estar vinculados a la localidad o al negocio inmobiliario[13]. A su vez, se multiplicaron los desarrollos hoteleros de mediana y gran envergadura ubicados sobre el mismo eje vial central, contrastando con la trama baja del casco urbano y el paisaje semidesértico que circunda la ciudad. La Municipalidad de Añelo sigue ocupando una casa antigua ubicada frente a la plaza central, que no tiene espacio suficiente para albergar la reciente diversificación de la estructura institucional municipal[14].
Como menciona Haesbaert (2013), el flujo y el movimiento constantes de ciertos grupos sociales pueden generar efectos de reterritorialización. En este caso, la necesidad de cubrir numerosos puestos de trabajo está generando un fuerte flujo migratorio, temporario o de más largo plazo, en función del nivel de calificación y especialización de las personas migrantes[15]. Así, el territorio de Añelo ha comenzado a adaptarse no solamente para lograr satisfacer los niveles de demanda, sino que sus transformaciones buscan también homogeneizar o estandarizar el paisaje para reducir la sensación de ajenidad para los nuevos recién llegados, ofreciendo viviendas o lugares de esparcimiento con características transnacionales[16]. En palabras de Haesbaert:
Aquí resulta interesante el ejemplo de los grandes ejecutivos de empresas transnacionales con su movilidad cotidiana. Ellos están viajando constantemente, pero siempre por territorios muy semejantes, por territorios que pueden ser funcionalmente diferentes pero que, simbólicamente, casi no cambian. En efecto, ellos no salen de su gran territorio-red que funciona casi como una burbuja dentro de la cual están circulando. Este es un claro ejemplo de reterritorialización en y por el movimiento, un movimiento que se repite siempre a través de territorios estandarizados: las mismas redes de hoteles, oficinas, tiendas o bancos. (Haesbaert, 2013, p. 32)
De esta forma, empieza a construirse la nueva territorialidad de la industria hidrocarburífera, que se impone por sobre el territorio agroganadero que lo precede. Tal como menciona Haesbaert (2013), todo movimiento de reterritorialización tiene su correlato desterritorializador y, en este caso, altera las trayectorias de los actores sociales que están anclados al territorio de una localidad que cambia vertiginosamente. Como se verá más adelante, el trabajo de campo permitió comprender que no todos los grupos sociales apoyan el proyecto de extracción no convencional. Entre los que se resisten, se destacan particularmente sectores relacionados con las actividades agrarias tradicionales de la localidad y las comunidades mapuche que habitan en el yacimiento. (Trpin & Pizarro, 2017).
Por último, son los actores menos especializados —pymes que desarrollan actividades y servicios complementarios a la actividad hidrocarburífera— las que tienen sus espacios de dependencia en la localidad y en el área metropolitana de la provincia. El Centro Pyme Adeneu, una agencia de desarrollo económico de nivel provincial, viene trabajando intensamente para fortalecer a este grupo de empresas e incluso para promover la generación de empresas locales nuevas, cada vez más especializadas, para que puedan integrar el circuito y ser cada vez más competitivas. Sin embargo, el proceso es lento y se ve alterado también por variables exógenas al ámbito provincial: desde las marchas y contramarchas en los lineamientos políticos y económicos ocurridos a nivel nacional, hasta los vaivenes y acontecimientos de orden global.
En cuanto a las relaciones de los actores políticos, el Estado municipal de Añelo tuvo que sortear muchos obstáculos y generar múltiples acuerdos para intentar garantizar las condiciones de reproducción social de sus habitantes; es decir, para sostener las necesidades surgidas en su espacio de dependencia. Dada la cercanía de la localidad con las áreas en las cuales se desarrollaron centralmente las inversiones de extracción no convencional, el gobierno municipal tuvo que hacer frente al aumento exponencial de la población y, en ese sentido, administrar el uso del suelo, garantizar la construcción de viviendas, ampliar y mejorar los espacios públicos y de circulación, así como también ampliar las redes de servicios y equipamiento. En función de ello, las relaciones establecidas con instituciones del Estado provincial ocuparon un lugar central. Así, el COPADE generó no solo lo instancias de cooperación técnica y de acceso a recursos económicos, sino que ofició de nexo con dependencias del Estado nacional y también con organismos internacionales como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), promoviendo alianzas y ampliando los espacios de compromiso con actores de la escala nacional y global. En una entrevista realizada en el trabajo de campo, un funcionario del COPADE describió el rol del organismo como agente de vinculación entre diferentes instituciones públicas, privadas y del tercer sector, así como los diferentes planes elaborados para afrontar las transformaciones socioterritoriales en el área:
esto entró en furor en el 2013. Furor a nivel nacional y a nivel local con el inicio de una serie de cambios bruscos y rápidos: empezamos a trabajar con la gente de YPF, con la gente del BID, y en principio con [la municipalidad de] Añelo para hacer el Plan de Añelo Sustentable. ( … ) Así, mientras hacíamos ese trabajo enfocado en lo local, estábamos viendo que esto era un problema que íbamos a tener ya a nivel regional. Fue ahí cuando, con la anterior conducción de la Subsecretaría de Planificación Territorial de Nación[17], surgió la idea de hacer un trabajo más bien ampliado que involucrara a Rincón de los Sauces[18], pero también al área metropolitana[19]. (Funcionario/a del COPADE, comunicación personal, 16 de febrero de 2017)
Se observa de este modo una alineación de intereses a lo largo del período de estudio entre los estados provincial y nacional, que redundó en una ayuda extraordinaria —fundamentalmente de cooperación técnica, aunque también de inversiones y obras públicas— al Estado municipal para reordenar en un tiempo muy acotado el espacio de dependencia local. De haberse generado importantes focos de resistencia o conflicto al desarrollo de la actividad no convencional en el ámbito local, sin dudas podría haber tambaleado la implementación del proyecto de Vaca Muerta. De hecho, la gestión de políticas sin mayores disputas sociales en la localidad, a pesar de la exorbitante magnitud de los cambios ocurridos, limitó, en alguna medida, el impacto de las acciones en contra del fracking desarrolladas por organizaciones ambientalistas de orden nacional, que no lograron permear la relación histórica con la actividad hidrocarburífera en la provincia.
Por otro lado, el Estado municipal tiene a su cargo el control ambiental del desarrollo de la actividad hidrocarburífera, así como la facultad de emitir las licencias comerciales (que incluyen requerimientos ambientales) para las empresas que se asientan dentro de su ejido. Según la normativa, los municipios de primera categoría[20] realizan sus propios controles y los gobiernos locales que no tienen estructura para enfrentar la situación ambiental solicitan apoyo a la Subsecretaria de Ambiente de la provincia para la supervisión de actividades. En el trabajo de campo realizado, se observó que Añelo posee escasos recursos humanos, técnicos y económicos para desarrollar las actividades de control de forma adecuada más allá de su jerarquía municipal. Esta situación pone en riesgo la sostenibilidad de los espacios de dependencia locales, que quedan expuestos a escenarios múltiples de contaminación ambiental o a la ocurrencia de accidentes laborales por una falta de control de las actividades. Sin embargo, a nivel local, provincial e incluso nacional, se ha ponderado el hecho de fomentar una dinámica económica positiva (inversiones, empleo, regalías) para garantizar los espacios de dependencia por encima de los riesgos ambientales que se corren, dado el bajo control local de la actividad hidrocarburífera, cuyos costos ambientales podrán observarse recién en el largo plazo.
En cuanto a las relaciones de los actores sociales comunitarios, la puesta en marcha del proyecto tensionó las relaciones entre el estado provincial, las empresas y algunas de las comunidades mapuches cercanas a la localidad de Añelo que se han resistido a la implementación del fracking en sus territorios (Acacio & Wyczykier, 2021; Aguirre & Pérez, 2021; Svampa &Viale, 2015). Si bien los reclamos no han logrado frenar el proyecto, las disputas se manifiestan de forma intermitente sin mayores repercusiones a otras escalas territoriales. En algunos casos, los reclamos son apoyados por la ONG Multisectorial contra la fractura hidráulica de Neuquén, que sostiene su férrea oposición al proyecto desde sus inicios. A su vez, estos movimientos de resistencia son amplificados y apoyados por organizaciones nacionales —como el Observatorio Petrolero del Sur (OPS)— y por diferentes ámbitos académicos, que intentan visibilizar los riesgos que conlleva el desarrollo de la actividad, especialmente si no es rigurosamente controlada en todas sus etapas.
Las organizaciones mencionadas han denunciado múltiples incidentes ambientales y laborales en la zona, incluidos derrames de petróleo, denuncias por mal manejo de los residuos industriales, incendio de pozos y accidentes laborales (Álvarez Mullally Et al, 2017). Asimismo, juntamente con científicos de la Universidad del Comahue están difundiendo los resultados de una serie de mediciones que han detectado un importante aumento de la actividad sísmica en las cercanías de Añelo y que podría estar ligado al aumento de la actividad extractiva masiva en la zona. Sin embargo, las denuncias por daños ambientales no han logrado imponerse, hasta el momento, para frenar el avance del proyecto o para exigir condiciones más rigurosas para su desarrollo.
El trabajo de campo permitió comprender que la recepción de la actividad hidrocarburífera ha sido dispar entre diferentes grupos sociales. Por un lado, se identificaron grupos que se han resistido al ingreso de la actividad y que han manifestado su rechazo a las transformaciones en marcha, representados principalmente por un recorte de población adulta, oriunda de la localidad y vinculada a la actividad ganadera, así como los pueblos originarios presentes en el área. Por otro lado, fue posible identificar grupos a favor del desarrollo de la actividad hidrocarburífera representados por un recorte de población adolescente y joven, que han asociado la puesta en marcha del proyecto a una oportunidad de trabajo estable y altamente remunerada. Para este último grupo, el acceso a un puesto de trabajo en la industria petrolera se visualiza como un recorrido de vida posible y alternativo a las opciones preexistentes dadas por el sostenimiento de la actividad ganadera o la posibilidad de migrar en busca de nuevas oportunidades de estudio o trabajo. Un/a empleado/a de la municipalidad, en ocasión de una entrevista realizada en el mes de febrero del 2017, expresó su opinión respecto a las distintas visiones que existen sobre el avance de la industria hidrocarburífera en la localidad. Su testimonio ilustra este proceso:
Yo creo que bueno es todo, las opciones de trabajo, el crecimiento, las oportunidades. Lo único que yo veo como algo malo, que habría que trabajar, es que no sea la única posibilidad la industria petrolera, no porque se deje de lado la ganadería, el turismo, sino porque es un recurso finito, se va a terminar en algún momento. ¿De acá a 200 años qué van a hacer? (…) En ‘Añelo sostenible’[21] se piensa de esa manera, (…) se piensa en distintas alternativas, ya te digo, está el turismo, el criancero, volver… no perder las raíces, es muy difícil, pero se está intentando. ( … ) O sea, hay muchos factores, esto se transformó, la transformación tiene sus cosas buenas y sus cosas malas, como todo. A nivel de los jóvenes, sí, está bueno que se puede progresar, otro tipo de expectativas. Para otra gente de acá, fue algo chocante. ( … ) hay gente que hoy no la tenés contenta, gente nativa… eh, porque no han formado parte, en algún punto, de un pueblo que se ve revolucionado por una industria. (Funcionario/a de Obras Particulares de la Municipalidad de Añelo, comunicación personal, 15 de febrero 2017)
Haciendo foco en la localidad, se puede identificar una serie de conflictos vinculados a la dinámica del mercado de trabajo, los usos de la tierra, la gestión municipal, las estrategias para generar una identidad local o ampliar la base de recaudación, entre otros. Estas cuestiones tensan las relaciones entre diferentes sectores (organizaciones sociales, sindicatos, población residente) que también buscan sostener sus espacios de dependencia, permanecer en sus puestos de trabajo, mantener sus estilos de vida, mejorar, sostener o evitar el deterioro de los servicios y espacios públicos.
Espacios de compromiso
Los espacios de compromiso son aquellas redes tejidas entre los diferentes actores para garantizar el sostenimiento de sus espacios de dependencia. Es decir, se trata de espacios de relaciones más amplias, flexibles y contingentes que se despliegan en función de objetivos particulares. En el caso de estudio, por ejemplo, se observa la convergencia de los intereses del gobierno nacional y provincial para el desarrollo masivo de la extracción hidrocarburífera no convencional en Vaca Muerta. Así, para el gobierno nacional, el proyecto colabora con la consolidación de las cuentas nacionales, estabilizando la balanza comercial a partir de la disminución de los gastos por la importación de gas. A su vez, políticamente, se alineó con la recuperación por parte del Estado nacional de las principales empresas de bandera, YPF y Aerolíneas Argentinas, consolidando una idea de identidad nacional. Para el gobierno provincial, si bien el desarrollo de Vaca Muerta implicó un importante desafío en función de los escenarios de crecimiento previstos, también generó la posibilidad de ampliar la recaudación provincial de forma autónoma. De hecho, Neuquén ya contaba con experiencia en el manejo de importantes procesos migratorios a lo largo de su historia por la puesta en marcha de grandes proyectos hidroeléctricos y por el mismo desarrollo de la actividad de forma convencional, aunque ninguno había alcanzado las proporciones proyectadas para la explotación de Vaca Muerta.
Asimismo, los coincidentes intereses de los gobiernos nacional y provincial se vieron fortalecidos por un aumento de la demanda de gas, un acontecimiento de escala global. Este aumento se debió, en primer lugar, a la consideración generalizada del gas como energía de transición para implementar gradualmente una matriz energética que no se base en los combustibles fósiles como elementos centrales y, más recientemente, se produjo un nuevo incremento de la demanda ocasionado por el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania. En este contexto, el proyecto de Vaca Muerta ha pasado a formar parte del plan de negocio de importantes empresas hidrocarburíferas, cuyos intereses se alinean con los de los actores políticos de la escala nacional y provincial.
Tal como se mencionó, la forma asumida por un espacio de compromiso es un asunto contingente (Cox, 1998), es decir que el entramado de relaciones establecidas entre los actores es circunstancial. Así, los cambios en las estrategias normativas implementadas entre los dos gobiernos nacionales implicaron alianzas con actores diferentes. Mientras que hasta el 2015 se afianzaron las relaciones entre el gobierno nacional y el provincial, sostenidas por la estrategia de recuperación de YPF y el objetivo de lograr el autoabastecimiento energético; a partir del 2016, las alianzas continuaron entre los dos niveles del estado, pero YPF dejó de tener un lugar central en favor de otras grandes empresas transnacionales (Scardino, 2020).
Como ya se mencionó, las alianzas dadas entre el conjunto de actores que impulsó el desarrollo de la actividad hidrocarburífera en Vaca Muerta, condujeron al gobierno local a establecer relaciones con nuevos actores (como la Fundación YPF, el BID, dependencias del gobierno nacional, universidades), ampliando sus redes para obtener recursos financieros o apoyo técnico para mejorar las condiciones de reproducción de sus habitantes y su entorno local. En este punto, se observa una estrategia centralmente elaborada de arriba hacia abajo y que no termina de incorporar ni a las problemáticas ni a los actores locales. En otras palabras, la puesta en marcha del proyecto de Vaca Muerta fue impulsado e implementado fundamentalmente por actores externos al ámbito local (fundamentalmente de escala nacional y global) y, por lo tanto, su ejecución se orienta a resolver aquellas cuestiones que el proyecto representa para los ámbitos nacionales y provinciales, desatendiendo las implicancias y problemáticas de la sociedad local a nivel urbano, ambiental y social.
El siguiente gráfico, condensa a los principales actores vinculados con el proyecto de extracción hidrocarburífera no convencional, según sean actores políticos, económicos u orientados por la lógica comunitaria o del conocimiento. A su vez, se los ubica en el mapa en función de su participación en el espacio de dependencia de la localidad o el espacio de compromiso regional o global (ver Gráfico 1).
Gráfico 1
Mapa de actores y relaciones según espacios de dependencia y compromiso


Nota. Elaboración propia con base en información primaria y secundaria relevada.
De este modo, lo que se observa en la localidad de estudio es que, al no contar con un proceso de desarrollo local en marcha, en el cual haya actores comprometidos con sostener los circuitos de producción y reproducción dados en sus espacios de dependencia, las grandes empresas del sector hidrocarburífero no requieren disputar arduamente las reglas de juego para llevar a cabo la actividad en la localidad, simplemente ofrecen el proyecto y las condiciones para su implementación. De más está aclarar que, en Añelo, pueden encontrarse actores políticos, económicos y sociales cuyo espacio de dependencia es la localidad misma; sin embargo, al no estar implicados en un proceso de desarrollo que les ofrezca condiciones estables para garantizar los medios para su reproducción en el mediano y largo plazo, los actores locales son más susceptibles a aceptar reglas de juego desproporcionadas a cambio de conseguir algunas mejoras en sus condiciones de vida.
Esta desigualdad en las condiciones de intercambio y de negociación no permite un diálogo justo entre las grandes empresas transnacionales, los gobiernos provinciales y locales, y los actores comunitarios, dando lugar a un proceso de reterritorialización mediante el control de las relaciones sociales y del espacio en el área de estudio. De este modo, se está conformando una nueva territorialidad a la medida de la industria hidrocarburífera que se solapa sobre las territorialidades preexistentes, propias de las comunidades originarias, los productores agroganaderos y un sector de los habitantes de la localidad de Añelo.
Reflexiones finales
Las mencionadas transformaciones de las relaciones sociales dadas entre los actores implicados tienen como correlato efectos concretos en la materialización de las formas espaciales, en la organización y apropiación de los territorios. En este sentido, la localidad de Añelo está siendo atravesada por intereses contrapuestos y también por niveles crecientes de flujos de personas, de maquinarias, insumos, capital e información.
Múltiples territorios confluyen en Vaca Muerta. El análisis de la territorialidad de los actores comunitarios, cuyo espacio de dependencia está anclado al ámbito local, puede dar cuenta de la magnitud de las transformaciones del modo de vida, las rutinas cotidianas y el paisaje local. El espacio de compromiso de estos actores es acotado, por momentos se amplía apoyado por las repercusiones de algunas organizaciones de la sociedad civil que se oponen a la extracción no convencional y por los actores del sistema científico que estudian los impactos de la puesta en marcha de la actividad. Sin embargo, más allá de los apoyos recibidos, algunos de estos actores comunitarios han quedado subalternizados en el territorio que ocupan y con pocas posibilidades de controlar su espacio de dependencia local.
Por otro lado, la territorialidad de los actores políticos y económicos es mucho más densa en cuanto a las relaciones sociales implicadas y es multiescalar, tanto en sus espacios de dependencia como de compromiso; es decir que implica a actores que se reproducen a otras escalas (nacional y global). Aquí intervienen el gobierno provincial, nacional y local (aunque con menor capacidad de incidencia) y las grandes corporaciones de la industria hidrocarburífera que comandan el circuito. A su vez, en los espacios de compromiso se llegan a establecer relaciones con organismos internacionales de crédito.
De esta manera, es posible reconocer un proceso de reterritorialización que está transformando el paisaje de Añelo en un territorio a medida del despliegue de la actividad. Allí pueden observarse no solamente grandes obras de infraestructura y equipamiento destinadas a cubrir las necesidades de la industria, sino, a su vez, intervenciones urbanas y equipamiento habitacional y social que replica tipologías edilicias globales y nuevos modelos financieros para incluir a los grandes jugadores del mercado inmobiliario. En cierto sentido, la reterritorialización de Vaca Muerta por los grandes actores económicos y políticos está recreando, desde otras escalas (centralmente la nacional y global) un territorio fragmentado, superpuesto, en el cual los límites entre los espacios destinados a la producción, la reproducción y la circulación se vuelven difusos y enmarañados. La actual conformación y dinámica de Vaca Muerta emerge entonces de las tensiones y disputas entre los diferentes actores vinculados al proyecto y entre aquellos que experimentan su puesta en marcha como una pérdida de control sobre su territorio y su modo de vida. Como menciona Haesbaert (2013), “en espacios inestables e inseguros, la desterritorialización puede estar relacionada también con procesos de desidentificación y pérdida de referencias simbólico-territoriales” (p. 33).
En este sentido, el yacimiento de Vaca Muerta y la localidad de Añelo se configuraron como territorialidades en disputa. Añelo ha sido planificada e intervenida por múltiples actores políticos y económicos que se reproducen en diferentes escalas y para los cuales el espacio local representa un nicho de oportunidad para cumplir sus propios objetivos. Planes de inversión y maximización de ganancias, extracción de recursos naturales, construcción de viviendas y servicios comerciales y compra-venta de tierras son algunos de los objetivos de los actores económicos interesados en Vaca Muerta. A su vez, para los actores políticos el desarrollo y explotación del yacimiento puede implicar una disminución de las importaciones de gas y un posible aumento de las exportaciones hidrocarburíferas a largo plazo, el ingreso de divisas y equilibrio de la balanza comercial, un aumento de las regalías provinciales, la posibilidad de concesionar nuevas áreas hidrocarburíferas y la dinamización de la economía regional de la provincia del Neuquén.
Por su parte, el gobierno municipal ha decidido acompañar la puesta en marcha de un proyecto que excede no solamente su ámbito de gobierno, sino que implica la participación de actores de gran peso político y económico, con una importante capacidad de acción y de movimiento y que, sin embargo, tiene implicancias directas en su territorio. Así, el gobierno local ha apostado a hacer frente a las dificultades de gestión que implica el desarrollo de Vaca Muerta y en función de ello se ha visto en la necesidad de ampliar sus espacios de compromiso para obtener más recursos financieros o el apoyo para compensar el déficit de equipamiento municipal. De todos modos, esas compensaciones no han logrado garantizar completamente las condiciones de reproducción social de los habitantes de la localidad. Es en este sentido que aquí se afirma la ausencia de una política local: las transformaciones de Añelo responden a los intereses de actores que se reproducen a otras escalas y para los cuales el desarrollo de Vaca Muerta forma parte de una política que ofrece una solución estratégica a sus problemáticas (nuevas áreas de explotación, generación de regalías y divisas, autoabastecimiento energético, etc.). De esta manera, se va configurando el territorio de los hidrocarburos, comandado por grandes actores económicos y políticos, que se adecua a las necesidades de la actividad y se superpone a otras territorialidades precedentes. En este punto, se vuelve relevante propiciar las condiciones que habiliten un diálogo justo entre todos los actores implicados para reconfigurar así un territorio menos fragmentado y más respetuoso de las necesidades de quienes lo habitan.
Referencias
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[1] Información disponible en: U.S Energy Information Administration (EIA). Independent Statics and Analysis. https://www.eia.gov/
[2] Históricamente, el territorio de la provincia del Neuquén ha estado atravesado por proyectos de diferente envergadura que tuvieron implicancias económicas a una escala nacional e incluso supra-nacional (extracción de gas y petróleo desde inicios del siglo xx y construcción de represas hidroeléctricas, entre otros proyectos). Esta trayectoria generó la participación y la tensión entre diferentes actores políticos, económicos y sociales que se han multiplicado y diversificado aún más a partir de la puesta en marcha del proyecto de Vaca Muerta. Es en este sentido que se hace referencia a la complejización del territorio provincial.
[3] Al analizar de forma empírica el accionar de los actores vinculados con el sector hidrocarburífero no convencional, es posible identificar más de una lógica de acción por parte de algunos actores. Por ejemplo, el sindicato de petroleros privados de Neuquén, Río Negro y La Pampa actúa centralmente guiado por una maximización de beneficios económicos para sus afiliados, sin embargo, también es posible reconocer una lógica de acción política, aunque esta no se halle expresamente formulada en sus reivindicaciones. A los fines de este trabajo, se tendrá en consideración la lógica de acción manifiesta por los mismos actores, hecho que permite realizar un primer ordenamiento de estos.
[4] El circuito hidrocarburífero no convencional comparte con el circuito tradicional sus grandes etapas productivas (extracción, transporte, industrialización y distribución), sin embargo, trajo aparejadas grandes modificaciones en la modalidad de extracción del gas y petróleo —no solamente a nivel técnico y tecnológico, sino también en cuanto a la organización del trabajo, la provisión de insumos y el despliegue logístico—. En cuanto a las innovaciones técnicas, el fracking se basa en la extracción del gas y petróleo contenidos en los poros de la roca madre. Para extraerlos, combina la fractura hidráulica con la fractura horizontal, más costosa y compleja, pero más útil para alcanzar las áreas de mayor concentración hidrocarburífera. Mediante la fractura de la roca madre, ocasionada por una fuerte presión de agua mezclada con arena y una combinación de químicos, se logra que los poros de la roca se conecten entre sí y se puedan extraer el gas o el petróleo allí contenidos.
[5] Nos referimos aquí a la noción de “procesos de neoliberalización” para distinguirlo del conjunto de lineamientos y programas políticos comúnmente englobados bajo el término de “neoliberalismo”, que se presuponen de forma monolítica y descontextualizada. Contrariamente, aquí se comprende por “procesos de neoliberalización” a las tendencias de implementación de reformas regulatorias orientadas por la maximización del beneficio de los mercados y los grandes agentes económicos. Estos procesos se presentan siempre de forma sucesiva, con marchas y contramarchas y se encuentran profundamente arraigados a la trayectoria histórica local. Por tal motivo algunos autores refieren al “neoliberalismo realmente existente” (Peck & Theodore, 2019)
[6] El período de estudio se extiende del 2001 al 2022, con la intensión de comprender las dinámicas de transformación ocurridas en el área de estudio. En este sentido, la incorporación de los tres últimos censos posibilitó tener datos de referencia previos a la puesta en marcha del proyecto y posteriores a su implementación.
[7] La primera etapa del trabajo de campo se realizó en el mes de febrero de 2017 y en la actualidad está en curso una segunda instancia de relevamiento de información y entrevistas.
[8] Tanto los Estudios estratégicos para el desarrollo territorial de la región de Vaca Muerta, realizados en el marco del Plan estratégico Territorial (Programa de Fortalecimiento Institucional, 2014), como el Plan Añelo sustentable (Fundación YPF, 2014) han elaborado estimaciones y diferentes escenarios de crecimiento poblacional para la localidad de Añelo.
[9] Las causas de su crecimiento pueden relacionarse con la expansión de la frontera agraria intensiva y con la creación de un complejo agroindustrial en la localidad vecina de San Patricio del Chañar.
[10] Es necesario mencionar que YTEC es una empresa de investigación y desarrollo para la industria energética, creada por YPF y el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) en una proporción de 51 % y 49 %, respectivamente. Información disponible en la página web institucional de CONICET https://www.conicet.gov.ar/ytec/sobre-y-tec/
[11] Para dimensionar el crecimiento de la mancha urbana, en el período 2010-2017, se observó un crecimiento en términos relativos del 227 %, mientras que en términos absolutos esta expansión representó la incorporación de 506 hectáreas a su trama, haciendo más acentuado el crecimiento hacia el Norte de la ciudad (Scardino & Schweitzer, 2022)
[12] YPF es la única empresa con mayoría accionaria argentina y que solo opera en el territorio nacional. Tecpetrol tiene operaciones de petróleo y gas en Bolivia, Colombia, Ecuador, México, Perú y Venezuela, mientras que Vista Energy ha comenzado a abrirse paso en México para operar en la cuenca Macuspana.
[13] La microfinanciación o crowdfunding es un sistema de inversión colectiva a pequeña escala a través del cual se ponen en marcha desarrollos inmobiliarios. Una vez concretado el proyecto, los ingresos generados por las ventas de las propiedades se distribuyen entre los inversores de forma proporcional a su participación, lo que supone el recupero de la inversión y un porcentaje de utilidades que oscila entre el 20 y el 40 %, dependiendo del proyecto. En el caso de los proyectos concebidos para Añelo, la mayor parte de ellos poseen un destino de alquiler temporario, por lo que la ganancia implica la percepción de una renta mensual proveniente del alquiler de las unidades.
[14] El proyecto de realización de un nuevo edificio municipal está en cartera, por lo menos, desde el 2017. En el mes de octubre de 2022, la Municipalidad de Añelo informó que el CAF-Banco de Desarrollo de América Latina aprobó el proyecto que entraría en su fase licitatoria. El proyecto había sido presentado por la Unidad Provincial de Enlace y Ejecución de Proyectos con Financiamiento Externo (Upefe) y la dirección de gestión de proyectos sectoriales y especiales del Ministerio de Obras Públicas de la Nación.
[15] Particularmente, en el caso de industria hidrocarburífera se observa que los perfiles más calificados, que ocupan los cargos de mayor jerarquía presentan altos niveles de movilidad y rotación entre las locaciones en función del desarrollo y las necesidades de los diferentes proyectos de la compañía. Contrariamente, los cargos menos especializados tienen un nivel de movilidad menor (información surgida en una entrevista realizada a un consultor del sector especializado en perfiles profesionales).
[16] En este caso puede tratarse de grandes espacios comerciales, casinos y alojamientos con amenities que pueden incluir: espacios de usos múltiples, lavaderos compartidos, gimnasio o salas de reunión. Se trata de equipamientos con tipologías constructivas que no estaban presentes en el casco urbano de la localidad.
[18] Rincón de los Sauces es una localidad del Departamento de Pehuenches, ubicado al noreste de la provincia, que surgió a principios de la década del 70 en función de la explotación hidrocarburífera convencional.
[19] Refiere a los Estudios Estratégicos para la Región de Vaca Muerta elaborados por el COPADE y la Subsecretaria de Planificación Territorial de Nación.
[20] La municipalidad de Añelo está aguardando contar con los datos de cantidad de habitantes por localidad del último censo para solicitar su nombramiento como Municipio de primera categoría.
[21] El entrevistado hace mención del Plan “Añelo Sostenible. Innovación para la planificación de la ciudad”, elaborado en 2014 entre la Municipalidad de la localidad de Añelo, la Secretaría de Estado de Planificación y Acción para el Desarrollo (COPADE) de la provincia, la Fundación YPF y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).