Introducción al dossier Conflictos territoriales urbanos/ rurales desde una óptica multiescalar
Jimena Ramos Berrondo*
Alejandro Armas-Díaz**
María Florencia Marcos***
* Centro de Estudios e Investigaciones Laborales, Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CEIL-CONICET). Correo electrónico: krintop@yahoo.com
** Departamento de Geografía e Historia, Universidad de La Laguna. Correo electrónico: aarmas@ull.edu.es
*** Centro de Estudios Urbanos y Regionales, Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CEUR-CONICET). Correo electrónico: florenciamarcos@conicet.gov.ar
Artículo recibido: 2/11/2023 Artículo aprobado: 20/11/2023
MIRÍADA. Año 16, N.º 20 (2024), pp. XX-XX.
© Universidad del Salvador. Facultad de Ciencias Sociales. Instituto de Investigación en Ciencias Sociales (IDICSO). ISSN: 1851 9431
El título de este dossier monográfico dedicado a los conflictos territoriales es de por sí redundante. El poder y el conflicto son inherentes a las perspectivas y estudios críticos sobre el territorio. En él confluyen, de un lado, el dominio y poder de clases hegemónicas, y de otro, el poder como resistencia(s) a esas relaciones desiguales y de dominación (Haesbaert, 2013, 2020; Kitay, 2022). No debe de sorprender que en las últimas décadas se extienda el uso de territorio en los discursos de movimientos y colectivos que lo disputan, al tiempo que se expande otro irreconciliable producido por el lenguaje del gobierno (Beuf, 2019) o bien, en términos lefebvrianos, quienes reclaman el derecho a apropiarse de los espacios vividos y percibidos, frente a los abstractos ideados e impuestos por la administración.
El territorio se define desde una perspectiva política como aquel espacio con un acceso controlado; y en este sentido, cuando se ejerce un control del acceso de algún movimiento, por ejemplo, de mercancías, personas o capital, el espacio se está convirtiendo en un territorio (Sack, 1986).
Si bien el concepto de territorio ha estado ideológicamente vinculado al Estado nación, Lopes de Souza (1995) argumenta que los territorios no tienen límites definidos y que en su interior puede haber contradicciones y superposiciones. Se caracterizan por tener múltiples escalas y dimensiones que van más allá de los recursos económicos y naturales. Así argumenta que la cuestión central tiene que ver con el poder, quién tiene influencia sobre los otros en el territorio. Así, define el territorio como “relaciones sociales proyectadas sobre un espacio que pueden ser conformadas o disueltas rápidamente” (Lopes de Souza, 1995, p. 87).
Los territorios son campos de fuerzas donde los grupos sociales pueden proyectar e imponer territorialidades específicas que estén ligadas a su forma de vida, el mantenimiento de recursos vitales y ciertas identidades vinculadas a la libertad de actuar (Lopes de Souza, 1995). Para Harvey (2004) la territorialidad constituye una fuerza esencial en el capitalismo, que se materializa mediante apoyos de las políticas estatales a los procesos económicos, como sucede con la redefinición de ámbitos concretos como regiones dedicadas al abastecimiento energético (Cederlöf & Kingsbury, 2019), la exportación de productos agrarios y ganaderos (Svampa, 2013; Svampa & Viale, 2014), la extracción minera (Horn et al., 2023) o la extracción turística (Armas-Díaz et al., 2023; Sabaté-Bel & Armas-Díaz, 2022; Torres et al., 2018).
Las aproximaciones sobre la territorialidad abordan, por tanto, el carácter desigual y conflictivo inherente al territorio, es decir ponen el acento en las disputas por ejercer control sobre recursos y las personas dentro de unos límites establecidos (Smith, 1996; Köhler & Wissen, 2003; Corson, 2011). Aunque también reconocen la tendencia dentro de un propio territorio a la estabilización y normalización (coerción) de las relaciones asimétricas de poder (Porto-Gonçalves, 2009; Sack, 1986). Haesbaert (2013) sugiere trabajar con el concepto de desterritorialización, es decir, una perspectiva que pone el foco en la precarización territorial de los grupos subalternos, “la disminución de los controles en el espacio y la superación de los controles territoriales”. Asimismo, conviven en cada territorio y se imbrican diversas relaciones de poder —múltiples territorialidades— (Haesbaert, 2009).
Desde esta misma perspectiva, los territorios no son dados sino producidos socialmente, mediante la disputa y reflexión de quienes los habitan (Clare et al., 2018). Las escalas espaciales no son fijas, sino que se producen socialmente a través de luchas y contestación y son establecidas también respondiendo a las características biofísicas de los lugares en los que se circunscriben las protestas (Armas-Díaz et al., 2020; Urkidi, 2010). Los bordes o límites materiales son un elemento básico (pero no único) en la delimitación y la práctica de la territorialidad (Paasi, 2003). A modo de ejemplo, las islas no dejan de ser territorios bien delimitados, los “más claramente demarcados de todos” (Gillis, 2004, p. 114). Cabría preguntarse si constituye un límite fijo e incuestionable, una entidad territorial utilizada en el discurso oficial y configurada como un espacio abstracto (Lefebvre, 2013) y que entiende el territorio como simple contenedor (Agnew, 1994); o si por el contrario la “insularidad importa”, en tanto su concepción como territorio en disputa rehace esa escala oficial (Allen, 2017, p. 82). Con ello podría pensarse que se sugiere un regreso a la frontera como límite soberano, lejos de ello se refiere a la consideración de procesos socionaturales, simbólicos y también de conflicto de diversas territorialidades.
Con base en las discusiones teóricas expuestas sobre los estudios críticos del territorio, este dossier pretende analizar problemáticas desde una mirada espacial de los procesos sociales y políticos en Latinoamérica que contempla diferentes escalas y niveles y que recurre a perspectivas teóricas críticas latinoamericanas y otras con origen en contextos académicos hegemónicos. Algo que da cuenta de los procesos de hibridación propios de la región (Canclini, 1990). Por un lado, varios trabajos coinciden en señalar el rol central de las instituciones estatales en los procesos de desarrollo. Destacan los múltiples efectos que tuvieron las políticas neoliberales en territorios diversos y los conflictos que emergieron a partir de su implementación. Las estrategias de acumulación territorial se estudian desde arriba, pero también desde abajo, enfatizando la manera en que diversas organizaciones se organizan y movilizan no solo en defensa de sus derechos, sino en buscar la reconfiguración de su posición como actores marginales en territorios periféricos (Castro et al., 2022). Así, varios trabajos destacan la compleja trama de actores (de instituciones estatales, de movimientos sociales, campesinos, jóvenes indígenas, universidades, cooperativas) que se moviliza para defender y reivindicar desde cuestiones laborales, modelos productivos agroecológicos, sistemas de gestión hídrica comunitarios, la apropiación del excedente de los circuitos productivos y el acceso a la tierra y el agua.
El lector encontrará una miríada de estudios empíricos que muestran cómo se configuran los límites y las escalas de un territorio a partir del accionar de grupos que tienen diferentes intereses y posiciones. La fortaleza metodológica de los artículos presentados radica en estudiar las estrategias de acumulación territorial de los actores poderosos, al mismo tiempo que estudian las estrategias de resistencia de aquellos que se oponen a estas. Es decir, cada trabajo muestra el complejo entramado de fuerzas presente en un territorio y cómo los actores tienen múltiples posiciones, en ciertos casos, contradictorias. Además, los artículos que integran el dossier cuestionan conceptos y categorías que no explican la complejidad de los fenómenos, su articulación con procesos en diferentes niveles y su gran variedad de formas en el territorio.
A partir del diálogo entre las producciones que integran este compendio, hemos convenido agrupar los trabajos en torno a 3 interrogantes: i) ¿Cómo incidieron diferentes políticas neoliberales en diferentes sectores (agrario, productivo, laboral) en los territorios? Esta pregunta pretende reflexionar, a través de los manuscritos presentados, cómo diferentes modelos económicos impulsados por las políticas estatales (como la expansión de la frontera agrícola, los programas de reconversión productiva, la agricultura transgénica y la desregulación laboral en los 90) pueden ser considerados territorialidades que fueron promovidas e impuestas por diferentes sectores y grupos económicos poderosos, a la vez que fueron resistidos por cooperativas, movimientos sociales y organizaciones campesinas. El eje de estos trabajos está centrado en discutir cómo las resistencias y la forma de lucha de los colectivos nos permite visibilizar diferentes estrategias de acumulación territorial que implican un avance del capital sobre las relaciones salariales, las formas de organización del trabajo, los medios de producción y los derechos laborales (Sterling; Rosa y García[1]), la producción de las economías regionales, que quedan al margen de las inversiones estatales y privadas que priorizan el modelo productivo hegemónico de exportación (Bordalejo; Rosa y García) y el acceso a los bienes comunes de la naturaleza como el agua y la tierra (Rosa y García; Jara et al.).
En su artículo, Paula Rosa y Liliana García analizan la estructura, trayectoria, estrategias emancipatorias y de carácter comunal, así como las escalas de poder de la Unión de Trabajadores Rurales Sin Tierra (UST) en la provincia de Mendoza (Argentina). Un movimiento que surge en un momento de intensa crisis socioeconómica a principios de este siglo, pero que se forja en la década de 1990 con las profundas reformas neoliberales impulsadas en Argentina, que también afectaron a la actividad agraria. En particular, en la región mendocina se dan algunas medidas que propician el turismo internacional y una intensa reconversión hacia la actividad vitivinícola, acelerando conflictos ya existentes, al tiempo que dejan al margen a productores pequeños y otras explotaciones sin interés para la exportación. En este marco surge la UST.
Las autoras abordan también, a partir de fuentes secundarias y del relato de personas participantes en el movimiento, no solo su historia, sino también qué actores, coaliciones e intereses se disputan los recursos, en concreto el acceso al agua y a la tierra. El manuscrito parte de perspectivas teóricas que entienden los movimientos sociales como entes organizados que emergen donde existen redes solidarias previas, existen conflictos por recursos limitados y que aprovechan un momento de oportunidad política articulando acciones concretas, con un fin emancipatorio y para promover un cambio social. Para ello, estos movilizan un repertorio de recursos, en el sentido apoyos, medios materiales y simbólicos bien deliberados, en este caso, con el objetivo de impulsar la soberanía alimentaria y una reforma agraria en la región.
Al igual que Rosa y García, Bordalejo plantea la situación de las cooperativas en Misiones en la región del (NEA) frente a la neoliberalización agraria en la Argentina. En este sentido, el trabajo profundiza en la subordinación de las cooperativas yerbateras (no integradas) frente a las grandes empresas al interior del circuito productivo, lo que dificulta la posibilidad de apropiarse del excedente generado, a través de la venta del producto final. En relación con dicha situación, el artículo se interroga acerca de en qué medida se puede considerar la experiencia del Consorcio Esperanza Yerbatera como una estrategia adaptativa del sector cooperativo.
Con base en el marco teórico de los circuitos productivos regionales, la autora estudia las pugnas entre diferentes actores (pequeños productores, cooperativas integradas y no integradas, grandes empresas, Estado, entre otros) por la apropiación del excedente generado en el circuito de la yerba mate. A su vez, analiza cómo estos agentes establecen alianzas y oposiciones y despliegan prácticas y estrategias en el campo estatal. Así, narra las limitaciones y los obstáculos existentes cuando los técnicos de la Secretaría de Agricultura Familiar de la Nación buscan impulsar la conformación de consorcios con la finalidad de que los productores menos capitalizados pudieran apropiarse del excedente de la cadena yerbatera.
Si los trabajos anteriores se centran en la desposesión de derechos como la tierra, el medio ambiente y los excedentes del circuito productivo de la yerba mate, el trabajo de Sandra Sterling Plazas trata la desposesión del trabajo y la manera en que es reivindicado por el movimiento de empresas recuperadas a través de su vínculo con el municipio de San Martín (provincia de Buenos Aires, Argentina). La autora problematiza la configuración de interfaces con el estado como método de institucionalización de las estrategias y acciones colectivas, además de su capacidad de respuesta frente a la exclusión, la marginalidad y la pobreza.
Se basa en el marco teórico de Peck y Theodore, para quienes el neoliberalismo no es un conjunto de recomendaciones de políticas, sino que se manifiesta de manera distinta según el contexto cultural, económico y social de los territorios. Así, Sterling Plaza narra el recorrido histórico del surgimiento de las empresas recuperadas por sus trabajadores a partir de la crisis del 2001, acentuando en los diferentes contextos políticos y económicos que ha atravesado la Argentina desde entonces: el aumento del desempleo y la pobreza a partir de las políticas neoliberales promovidas por el gobierno de Menem, la crisis política y económica de 2001, la recuperación durante el periodo de Kirchner y el aumento de la inflación y la pobreza durante el gobierno de la Alianza Cambiemos. En este recorrido, destaca la conformación del Movimiento Nacional de Empresas Recuperadas (ERT) a partir de 2001 con el lema de “Ocupar, Resistir y Producir”, liderado por activistas políticos de la provincia de Buenos Aires.
El artículo narra la historia de la conformación de las ERT en el municipio de San Martín a partir del liderazgo de Katopodis como intendente en 2012, y cómo la municipalidad va sosteniendo el espacio y brindando legitimidad a través de la inyección de recursos y la creación de ordenanzas que les brinden un marco jurídico de protección a los trabajadores y las cooperativas. Concluye que la Mesa es un espacio de intercambio y de disputa, reconocida por las ERT y el municipio como un “experiencia de trabajo compartido” que ha impulsado políticas a nivel provincial y nacional.
Los trabajos anteriores aportan a la reflexión sobre el rol del estado en los procesos de desarrollo y su capilaridad en diferentes niveles y territorios. Por un lado, como agente que avala los procesos de acumulación por desposesión en tanto apoya e impulsa políticas estatales que promueven territorialidades que profundizan las desigualdades; por otro, como agente que busca amortiguar dichos procesos mediante programas y proyectos que trabajen junto a los afectados o excluidos de los beneficios de dichos procesos.
El artículo de Jara, Suárez y Fonzo Bolañez aborda las respuestas que ponen en marcha los agricultores familiares frente a los procesos de desposesión en Santiago del Estero, una provincia caracterizada históricamente por las irregularidades en la tenencia de la tierra y por conflictos territoriales rurales. Basándose en el marco teórico de Harvey (2004), los autores estudian la manera en que el sector inmobiliario representa uno de los principales rubros de inversión en las áreas rurales próximas al conglomerado Santiago - Banda (provincia de Santiago del Estero, Argentina) y la manera en que esto genera dinámicas de conflictividad territorial que varían según el territorio y que tienen impactos sociales más amplios, como la recomposición de las relaciones sociales, la violencia y las desigualdades.
Las experiencias seleccionadas no solo dan cuenta de los términos y las formas en que se produce el despojo y el desplazamiento de las poblaciones, sino que además ofrecen elementos para abordar el carácter dual de las acciones colectivas. Por un lado, es posible identificar una dimensión defensiva, en el sentido de resistencia a los desalojados y, por el otro lado, la emergencia de (re)territorializaciones que buscan fortalecer el control del espacio a partir de relaciones sociales y producción alternativas. Lejos de considerarlos modelos idílicos, amerita seguir profundizando sobres sus debilidades, sus conflictos y limitaciones.
El segundo interrogante sobre el que ahondan los trabajos tiene que ver con cómo los grupos subalternos no solo resisten y cuestionan ciertas políticas y territorialidades que proyectan los modelos económicos, sino también cómo ellos buscan incidir y moldear esas políticas con la finalidad de evitar la desposesión de derechos y garantizar el cuidado del ambiente y la naturaleza. En este sentido, interesa conocer cómo circulan el poder y el conocimiento a través de las políticas.
Sabaté-Bel y Armas-Díaz (2022) discuten cómo los modelos de desarrollo imponen ciertas territorialidades que construyen representaciones objetivas que son cuestionadas por diferentes movimientos. Estos trabajos son de suma importancia pues ponen en discusión diferentes modelos de desarrollo rural, como el desarrollo territorial rural, que se basan en la cooperación y el consenso de los actores dentro de un territorio para lograr transformaciones institucionales y productivas que promuevan el desarrollo de los territorios (Schejtman & Berdegué, 2008).
En este tenor, veremos cómo los trabajos discuten la dificultad de lograr hacer una norma que promueva la agroecología en un territorio donde existen productores con diferente nivel de capitalización, problemáticas y demandas en la provincia de Buenos Aires; la forma en que circula el poder y el conocimiento de las políticas a través de los manuales de buenas prácticas en diferentes sectores productivos. Así como la consecuencia de profundizar las relaciones desiguales entre productores del Delta Paraná (Kindernecht; Straccia et al.) y el valor que tienen el conocimiento y los saberes de los de los ejidatarios mexicanos de San Luis Potosí para gestionar un sistema hídrico en su comunidad. También las estrategias y prácticas puestas en marcha para oponerse a un proyecto a nivel nacional que busca mercantilizar el sistema hídrico de la comunidad (López Millán).
El trabajo de Natalia Kindernecht explora la movilización ciudadana y los conflictos de intereses con los productores en el partido de General Rodríguez, provincia de Buenos Aires (Argentina), a partir del desarrollo de una ordenanza para el control de agrotóxicos pulverizados. Se basa en un marco teórico que contempla la normativa como un acto político en tanto surge como una demanda de movimientos sociales para el control de ciertas actividades contaminantes, la protección del medioambiente y la promoción de la transición agroecológica. Se trata por tanto de un acto que precisa del Estado en su elaboración y aprobación, en la que no siempre responde a todas las demandas de la ciudadanía y distintos actores/intereses implicados. Mediante la creación de un Observatorio se trata de generar una gobernanza del conflicto que no cuenta con la representación de todas las partes: administraciones, movimientos sociales, productores extensivos y pequeños productores hortícolas. Estos últimos se encuentran en una posición vulnerable y desfavorable con respecto del resto, lo que hace que requieran de un acompañamiento en la transición a producciones agroecológicas.
El ámbito de estudio es un área de expansión de la agricultura de soja y cereales, y también de la urbanización. La autora recurre a fuentes primarias y secundarias para explorar el conflicto y los argumentos de los colectivos vecinales.
De modo similar a la propuesta de Kindernecht, de comprender a la normativa como un acto político, Straccia, Dayan y Pizarro analizan los manuales de buenas prácticas ambientales en el Delta bonaerense del río Paraná a través de un análisis de contenido y etnográfico que es complementado con registros de campo y entrevistas en profundidad a actores diversos. Enfatizan que los manuales fueron realizados en un contexto de conflictividad ambiental en torno a la sustentabilidad de ciertas prácticas en el macrosistema de humedales. Los autores comparan los diferentes manuales según el sector productivo (pesquero, silvopastoril, ganadero, forestal, etc.) y analizan sus objetivos, la población a la que van dirigidos y las voces que son silenciadas.
Con base en el marco teórico de Foucault, los autores argumentan cómo estas diferentes normas y certificaciones sobre buenas prácticas ambientales son dispositivos que tienen como objeto la conservación de la naturaleza, al mismo tiempo que reproducen relaciones sociales desiguales en los territorios, profundizando la brecha entre tipos de productores (nivel de capitalización, capacidad para exportar, etc.). Además, en estas tecnologías de gobierno se anudan relaciones de saber/poder donde el poder circula a través de aparatos de saber que lo hacen posible y se configura un conocimiento específico sobre los objetos a gobernar: la biodiversidad, el humedal, etc.
Desde un enfoque de la antropología del valor, el trabajo etnográfico de López Millán argumenta que el agua tiene un significado distinto para los diferentes actores, en un ejido del altiplano potosino (México). Para la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), la agencia estatal a cargo del agua a nivel nacional en México, el agua es vista como un “recurso” que debe monetizarse. Para los ejidatarios y miembros del ejido el agua es parte de la historia y la trama relacional de la comunidad que los ayuda a regar sus sembradíos y a darle agua al ganado, así como de la vida cotidiana de las familias.
Se trata de un trabajo etnográfico que triangula varias fuentes y tipos de datos: un peritaje antropológico, registros del diario de campo, entrevistas y observación participante. En este sentido, la autora analiza los cursos de agua desde la trama relacional comunitaria de los ejidatarios: los diferentes lugares por donde pasan y se acumulan los cursos de agua, la manera en que las familias se organizan para gestionar el riego de los cultivos, el significado y la toponimia de los diferentes territorios por donde pasa el agua y la manera en que responden los ejidatarios hacia el proyecto hídrico que busca imponer la CONAGUA. En este sentido, analiza la organización ejidal para llevar el caso ante la justicia y demandar al estado nacional por pretender cobrarles un servicio que para ellos no es un recurso, sino parte de su historia y de su vida.
El tercer interrogante sobre el que discuten los trabajos versa sobre las diferentes territorialidades que proyectan y desafían los actores y cómo estas territorialidades modifican las escalas y los límites de los territorios. Nos referimos a los procesos de territorialización y reterritorialización que narra Scardino para el caso de Neuquén; a los procesos migratorios de jóvenes indígenas bolivianos del campo a la ciudad y la incidencia que esto tiene en su identidad y las transformaciones que lleven a cabo en sus lugares de origen (Horn et al., 2023) y en la consecuencia que ha tenido la expansión de la frontera agrícola en la expansión de la pobreza en la región del Norte Grande Argentino (Longui et al.).
En los artículos que componen esta sección, Horn et al. (2023) y Scardino recurren a los marcos teóricos de la geografía europea para explorar territorios cambiantes que tienen múltiples escalas, donde lo local se articula con lo global. Los autores se basan en perspectivas geográficas relacionales como la multiterritorialidad (Haesbert, 2013) y el “sentido global del lugar” (Massey, 1994). En el sentido de que no ponen énfasis en lugares específicos o en el recinto de cada escala, sino en el “movimiento entre” la pertenencia a diferentes territorios y las relaciones sociales más amplias e interconectadas.
Scardino se enfoca en las múltiples territorialidades de la región hidrocarburífera de Vaca Muerta, provincia de Neuquén, Argentina. Analiza las relaciones multiescalares que inciden en este territorio, tomando en cuenta los diferentes actores que se vinculan en función el circuito hidrocarburífero no convencional y las alianzas que generan diferentes flujos de bienes, servicios, información y capital. Problematiza cómo los territorios son construidos a partir del movimiento, la articulación en red y la trayectoria de los actores sociales. En este sentido, la autora analiza las múltiples territorialidades que se producen en la región de Vaca Muerta, adentrándose en las tensiones generadas por la posición que tienen los actores en estos espacios.
La autora retoma a Haesbert (2013) para argumentar que el territorio siempre se encuentra vinculado al poder y al control del espacio. En el caso de Vaca Muerta observa que se encuentra relacionado con un entramado de redes que trascienden las fronteras con diferentes capacidades para movilizar recursos. Estos actores construyen multiterritorialidades en función de sus movimientos en intercambios a lo largo y ancho del globo.
A través de un enfoque metodológico mixto, la autora recurre a un análisis cuantitativo que dimensiona los flujos de intercambio de la región hidrocarburífera (incremento de población y de inversiones), al mismo tiempo que realiza un mapa de actores clave (por medio de entrevistas en profundidad) presentes en la región para comprender el entramado de relaciones de poder.
Scardino analiza cómo la actividad hidrocarburífera ha tenido un efecto dispar entre diferentes tipos de poblaciones. Por un lado, se encuentran grupos de la población ligados a la actividad agraria tradicional y las comunidades mapuches que buscan mantener sus formas de vida, así como organizaciones ambientalistas que denuncian las repercusiones del fracking. Por otro, jóvenes deseosos de insertarse en la industria petrolera en el marco de un estado nacional y provincial cuya riqueza económica proviene de esta actividad.
El trabajo de Horn, Casagrande, Illanes, Revilla y Torrico muestra la importancia de la multilocalidad/multiactividad para comprender el fenómeno de las migraciones rural-urbana de un grupo de jóvenes indígenas de Bolivia. A través de una metodología de acción participativa, muestran cómo la vida urbana de un grupo de jóvenes indígenas bolivianos contribuye a la transformación de las relaciones socioeconómicas en el campo. Además, una perspectiva de multilocalidad/multiactividad no solo nos ayuda a dar sentido a complejas relaciones socioeconómicas, también nos ayuda a cuestionar y desafiar las representaciones estáticas del territorio y de lo indígena, invitándonos a entender estas categorías como dinámicas y emergentes a través de múltiples flujos y desplazamientos que conectan lugares y escalas distintas, “tradición” y “modernidad”, y pasado-presente-futuro.
El análisis presentado en este artículo demuestra las limitaciones de las representaciones territorialmente “estáticas” y de perspectivas unidireccionales de la migración rural-urbana, destacando en cambio que la movilidad y las interacciones campo-ciudad son continuas, caracterizadas por un cambio constante a través del tiempo-espacio, y representando un rasgo característico para los jóvenes indígenas en Bolivia, y muy probablemente para otros grupos indígenas en América Latina —algo que la investigación futura debería abordar con más detalle—.
Este trabajo cuestiona las representaciones “esencialistas y folkloristas” de la etnicidad desde una perspectiva más dinámica centrada en la multilocalidad y juventud, que nos ayuda a destacar las múltiples territorialidades indígenas y articulaciones culturales, socioeconómicas y políticas afines.
Por último, en su artículo, Longhi, Ise y Tricarico se interrogan acerca de cuál es la distribución geográfica y la intensidad de la expansión sojera en el Norte Grande Argentino (NGA), y cuáles son las asociaciones posibles con las condiciones de pobreza y el empobrecimiento demográfico.
Por medio de un enfoque cuantitativo y apoyado en el uso de fuentes de información secundarias, detectan las características que asumió el fenómeno de sojización en el NGA en términos de extensión e intensidad; y por otro, indaga las posibles relaciones con el proceso de empobrecimiento, atendiendo a sus expresiones urbanas y rurales. De esta manera, analiza y va descartando las diferentes conjeturas sobre el proceso de sojización como fenómeno explicativo para el aumento de la pobreza en el NGA.
Los autores plantean de qué manera la producción sojera incidió en las modalidades de producción espacial y en las reconfiguraciones del territorio. En este sentido, este modelo extractivista ha estado asociado con el concepto de “acumulación por desposesión” debido a ciertas dinámicas en su producción y comercio que han llevado a la concentración de riqueza y el desplazamiento de comunidades locales en varios países. Algunos de los principales problemas relacionados con la soja y la acumulación por desposesión incluyeron el desplazamiento de comunidades, la concentración de tierras, la dependencia de agroquímicos, los impactos en el medio ambiente, la explotación laboral, entre otros.
Esta investigación pone el foco en los impactos de la sojización en términos de empobrecimiento demográfico. En su opinión, la expansión sojera dificulta la reproducción social en las poblaciones que habitan el territorio, con resultados visibles en sus condiciones de pobreza y posiblemente en la desruralización, en particular, en aquellos espacios que reunían mayores condiciones de vulnerabilidad. No obstante, también se destaca la existencia de cadenas causales que pudieron actuar en sentido inverso, difuminando los efectos esperados. Como consecuencia, se produce una continua interrelación entre lugares —ya sea mediante el movimiento físico o a través de mantener conexiones simbólicas y afectivas—. Esto permite no solo acceder a oportunidades socioeconómicas, sino también mantener vínculos con diferentes lugares, los cuales —tomados en conjunto como una red multilocal, multiescalar y dinámicamente cambiante— forman el territorio de la vida cotidiana indígena.
A modo de conclusión, afirmamos que esta compilación logró reunir una serie de artículos que abordaron desde diferentes perspectivas teóricas, epistemológicas y metodológicas diversos conflictos que se afirman en territorios diversos en diferentes lugares de América Latina.
Los diálogos entre cada uno de los aportes que forman parte de este número se armaron en función de los diversos interrogantes que aquí expusimos. La forma en que distintos actores buscaron resolver, de forma colectiva, los conflictos que se desprenden de la implementación de políticas neoliberales, el modo en que sujetos subalternos inciden en la formulación y ejecución de acciones de política pública y, como repasamos en estos últimos párrafos, cómo las diferentes territorialidades inciden en la escala y los límites del territorio.
Más allá de la riqueza de los casos aquí trabajados, esta compilación busca ser un aporte para quienes se interesan por los estudios donde la cuestión territorial se produce con centralidad, y para quienes busquen indagar esos procesos desde una mirada que cuestione las relaciones dominantes que la relación capital-trabajo y el contexto neoliberal imponen.
Agradecimientos
El presente trabajo ha sido posible
gracias a los proyectos de investigación del Plan Nacional de I+D+I financiados
por el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades. Agencia Estatal de
Investigación, 10.13039/501100011033, con contribución del Fondo Europeo de
Desarrollo Regional (FEDER) y el Fondo Social Europeo (FSO): “El conflicto
urbano en los espacios de reproducción. La vivienda como escenario de
conflictividad social” (RTI2018-094142-B-C22); “Saturación turística en
destinos costeros españoles. Estrategias de decrecimiento turístico -
Overtourism&D” (RTI2018-094844-B-C31); “Emergencias Crónicas y
Transformación Ecológica en espacios litorales turistificados” (PID2022-137648OB-C21).
También hay que señalar los proyectos “Gentrificacions financiaritzades i
desigualtats urbanes postpandèmia”, financiado por la Comunidad Autònoma de les
Illes Balears, Direcció General de Política Universitària i Recerca con fondos
de la tasa turística (PDR2020/82 - ITS2017-006). Otro de los proyectos que hizo
posible este dossier fue el Proyecto de Investigación Científica y
Tecnológica (PICT) 2019-2019- 02092 “Estrategias de reproducción social y
formas de subjetivación política de sujetos rurales subalternas/os en el marco
de procesos de producción, circulación y distribución de bienes y servicios en
cuatro ámbitos rurales en Argentina”, financiado desde la Agencia Nacional de
Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (República
Argentina), dirigido por el Dr. Matías Berger. Y, finalmente, agradecer a la
iniciativa financiada por el programa de investigación e innovación de la Unión
Europea Horizonte 2020 con la referencia Marie Skłodowska Curie número
873082 (CONTESTED_TERRITORY).
Referencias
Agnew, J. (1994). The territorial trap: The geographical assumptions of international relations theory. Review of International Political Economy, 1, 53-80. https://doi.org/10.1080/09692299408434268
Allen, M. G. (2017). Islands, extraction and violence. Mining and the politics of scale in Island Melanesia. Political Geography, 57, 81-90. https://doi.org/10.1016/j.polgeo.2016.12.004
Armas-Díaz, A., Murray, I., Sabaté-Bel, F. & Blázquez-Salom, M. (2023). Environmental struggles and insularity: The right to nature in Mallorca and Tenerife. Environment and Planning C: Politics and Space. 42(4), 639-657 https://doi.org/10.1177/23996544231212294
Armas-Díaz, A., Sabaté-Bel, F., Murray, I. & Blàzquez-Salom, M. (2020). Beyond the right to the island: exploring protests against the neoliberalization of nature in Tenerife (Canary Islands, Spain). Erdkunde, 74(4), 249-262. https://doi.org/10.3112/erdkunde.2020.04.02
Beuf, A. (2019). Los significados de territorio. Ensayo interpretativo de los discursos sobre el territorio de movimientos sociales en Colombia. Scripta Nova. Revista Electrónica de Geografía y Ciencias Sociales, 23(624). https://doi.org/10.1344/sn2019.23.22452
Canclini, N. (1990). Culturas híbridas. Estrategias para entrar y salir de la modernidad. Paidós.
Castro, M., López, I., Mejía Forero, K., Armas-Díaz, A., Lerena Rongvaux, N., Silva, R., Monini, C. & Bayón, M. (2022). Analytical Categories of Territorial Accumulation. Contested Territories, Working Paper 1. https://ec.europa.eu/research/participants/documents/downloadPublic?documentIds=080166e5ee813041&appId=PPGMS
Cederlöf, G. & Kingsbury, D. V. (2019). On PetroCaribe. Petropolitics, energopower, and post-neoliberal development in the Caribbean energy region. Political Geography, 7, 124-133. https://doi.org/10.1016/j.polgeo.2019.04.006
Clare, N., Habermehl, V. & Mason-Deese, L. (2018). Territories in contestation: relational power in Latin America. Territory, Politics, Governance, 6(3), 302-321. http://doi.org/10.1080/21622671.2017.1294989
Corson, C. (2011). Territorialization, enclosure and neoliberalism. The Journal of Peasant Studies, 38(4), 703-726. http://doi.org/10.1080/03066150.2011.607696
Gillis, J. R. (2004). Islands of the mind. Palgrave Macmillan.
Haesbaert, R. (2009). Dilema de Conceitos. Espaço - território e contenção territorial. En M. A. Saquet y E. Savério Sposito (Org.), Territórios e territorialidades: Teorías, processos e conflitos (pp. 95-120). Expressão Popular.
Haesbaert, R. (2013). Del mito de la desterritorialización a la multiterritorialidad. Cultura y representaciones sociales, 8(15), 9-42.
Haesbaert, R. (2020). Del cuerpo-territorio al territorio-cuerpo (de la Tierra): contribuciones decoloniales. Revista Cultura y Representaciones Sociales, 15(29), 267-301.
Harvey, D. (2004). El nuevo imperialismo. Ediciones Akal.
Horn, K., Armas-Díaz, A. y Giraud, M. (2023). Water disputes in Argentina. Analysing environmental movements against the mining industry in Mendoza, Argentina. Die Erde - Journal of the Geographical Society of Berlin, 154(1-2), 27-41. https://doi.org/10.12854/erde-2023-653
Kitay, I. (2022). El ‘nuevo’ imperialismo, la acumulación por desposesión y la lucha de clases. Consideraciones sobre la obra de David Harvey desde América Latina. Antagónica. Revista de investigación y crítica social, 5, 91-108.
Köhler, B. & Wissen, M. (2003). Glocalizing Protest. urban conflicts and the global social movements. International Journal of Urban and Regional Research, 27(4), 942-951. http://doi.org/10.1111/j.0309-1317.2003.00493.x
Lefebvre, H. (2013). La producción del espacio. Capitán Swing.
Lopes de Souza, M. J. (1995). O territorio: sobre espaco e poder, autonomía e desenvolvimiento. En I. E. de Castro, P. C. da Costa Gomes y R. Lobato Corrêa, (Orgs.), Geografia: conceitos e temas (pp. 78-116). Bertrand.
Massey, D. (1994). Space, Place and Gender. Polity Press.
Paasi, A. (2003). Territory. In J. Agnew, K. Mitchell & G, Toal, (Eds.), A companion to political geography (pp. 109-122). Blackwell. https://doi.org/10.1002/9780470998946.ch8
Porto-Gonçalves, C. W. (2009). De Saberes y de Territorios - diversidad y emancipación a partir de la experiencia latino-americana. Polis, 22, 1-13. http://journals.openedition.org/polis/2636
Sabaté-Bel, F. & Armas-Díaz, A. (2022). Commodification or the Right to the Island: The Struggle Against the Construction of a Hotel in La Tejita (Tenerife). Island Studies Journal, 17(2), 214–234. https://doi.org/10.24043/isj.386
Sack, R. (1986). Human Territoriality: its theory and history. Cambridge University Press.
Schejtman, A. & Berdegué, J. (2008) La desigualdad y la pobreza como desafíos para el desarrollo territorial rural. http://www.rimisp.org/FCKeditor/UserFiles/File/documentos/docs/pdf/2007berdegue_s chejtman_pobreza_desigualdad_dtr.pdf
Smith, N. (1996). Spaces of Vulnerability: The Space of Flows and the Politics of Scale. Critique of Anthropology, 16(1), 63-77. https://doi.org/10.1177/0308275X9601600107
Svampa, M. (2013). Las fronteras del neoextractivismo en América Latina. Universidad de Guadalajara. http://calas.lat/sites/default/files/svampa_neoextractivismo.pdf
Svampa, M. & Viale, E. (2014). Maldesarrollo: La Argentina del extractivismo y el despojo. Katz Editores.
Torres, L., Pastor, G., Grosso, M. & Scoones, A. (2018). Turismo de lujo y extractivismo: la ruralidad como presa del capital. Reflexiones a propósito del Valle de Uco (Argentina). Scripta Nova. Revista Electrónica de Geografía y Ciencias Sociales, 22(585), 1-32.
Urkidi, L. (2010). A Glocal Environmental Movement against Gold Mining. Ecological Economics, 70(2), 219-127. http://doi.org/10.1016/j.ecolecon.2010.05.004
[1] Los nombres que se mencionan entre paréntesis que no tienen fecha refieren a los autores que escribieron los artículos que integran el presente dossier. Por eso mismo no aparecen en el listado de referencias de la introducción.