145
El Partido Comunista en Santiago del Estero:
fundación y desarrollo en las primeras décadas
del siglo (1917-1930)
Héctor Daniel Guzmán Alcaraz*
Resumen
En este artículo, reconstruimos el periodo fundacional de la historia del Par-
tido Comunista (PC) en Santiago del Estero entre1917-1930. En el primer
apartado, describimos los propósitos y la lógica política que rodearon al
surgimiento de los comunistas en la provincia hasta 1920. En el segundo,
nos centramos en la manera de organización partidaria que fue tomando el

que sufrió la conducción nacional. El corte temporal parte de la lucha entre
internacionalistas y parlamentarios en el seno del Partido Socialista en 1917
y de la fundación del Partido Socialista Internacional en Buenos Aires en
enero de 1918. Y, a partir de este hecho puntual, intentaremos comprender
el desarrollo y la acción del PC local durante la década del 20. Cerramos el
periodo analizado en 1930, pues ese año, debido al golpe de Estado y su
política represiva al PC, en Santiago del Estero se desarticuló su estructura

Palabras claves: Partido Comunista, socialismo, internacionalistas, región,
Santiago del Estero
Abstract
In this article we reconstruct the founding period of the history of the Communist
Party (CP) in Santiago del Estero between 1917-1930. In the rst section, we
describe the purposes and political logic that surrounded the emergence of the
communists in the province until 1920. In the second, we focus on the way the local
CP was organizing itself between 1921 and 1930, in light of the directives and
internal conicts suered by the national leadership. The time frame stems from the
struggle between internationalists and parliamentarians within the PS in 1917 and
* Universidad Nacional de Santiago del Estero, Universidad Católica de Santiago del Estero.
Correo electrónico:guzzman53@gmail.com
Artículo recibido: 01/08/2021 Artículo aprobado: 22/10/2021
MIRÍADA. Año 14, N.º 18 (2022), pp. 145-187.
© Universidad del Salvador. Facultad de Ciencias Sociales. Instituto de Investigación en
Ciencias Sociales (IDICSO). ISSN: 1851 9431
Miríada. Año 14 No. 18 (2022) 145-187
146
from the founding of the PSI in Buenos Aires in January 1918. And, from this fact
punctually, we will try to understand the development and action of the local PC,
during the 20’s. The period analyzed closes in 1930 because that year, due to the
coup d’état and its repressive policy against the PC, its structure was dismantled in
Santiago del Estero, producing a turning point, in regard to its history.
Keywords: communist party, socialism, anarchists, region, Santiago del Estero
En el mundo europeo entre 1917 y 1930, se produjo una “transferencia de
lealtad” (Anderson, 1984, p. 161) en los trabajadores que fue mediada por la
Revolución Rusa y por la crisis que sufrió el capitalismo luego de la Primera
Guerra Mundial. En esa coyuntura, Moscú se convirtió en un foco de irradia-

organización por todo el mundo. Esta política soviética llegó a la Argenti-
na (Hobsbawm, 1999) y a toda América. Por lo tanto, el Partido Comunista
Argentino (PCA), si bien compartió rasgos con sus pares americanos, tuvo
algunas peculiaridades que lo destacaron rápidamente en Sudamérica. Por
ejemplo, se volvió “centro de distribución y difusión de folletos, periódicos
y libros” (Petra, 2020, p. 96) para los países limítrofes. Pues esta actividad
internacional del PCA determinó su admisión a la III Internacional, y lue-
go esta les encomendó a los comunistas argentinos la formación del Comité
de Propaganda Comunista para Sudamérica (Jeifets y Jeifets, 2014, p. 79). La

y Schelchkov, 2018, p. 31), participó en congresos del Comintern (1920, 1921,

y Moscú. Justamente, la intervención de la Internacional Comunista en 1925
(Ceruso, 2015, p. 40) legitimó al grupo Penelón-Ghioldi-Codovilla como el
-
tistas y chispistas), en una lucha por el control partidario que caracterizó al
periodo que analizamos.
Pero los antecedentes de un protocomunismo en la Argentina datan de
1911 y de 1912, pues Camarero y Schneider (1991) señalan que una corrien-
te de izquierda comenzó a gestarse en el seno del Partido Socialista Argen-
tino (PSA), en plena oposición a la tendencia revisionista que sostuvo la
dirigencia parlamentarista. Este sector cristalizó su acción a través del Co-
mité de Propaganda Gremial en 1914 (Camarero y Schneider, 1991, p. 30),


socialismo, una mayor actividad gremial, una posición antimilitarista y un
apoyo a las organizaciones juveniles.
Guzmán Alcaraz, H. D. / El Partido Comunista en Santiago del Estero...
147
En 1917 el PSA alcanzó, con algunas victorias electorales, un lugar en

sobre la “participación de Argentina en la guerra” (Graciano, 2010, p. 26).
El PS apoyó la opción del rompimiento de relaciones con Alemania, y se
ubicó en contra del neutralismo del Gobierno radical. En esa situación, la
izquierda del PS pasó a la oposición de la dirección parlamentarista del
partido. La Revolución Rusa, que estalló en el mismo año, avivó más las
diferencias en la organización. Por lo tanto, lo que sería más tarde el Par-
tido Socialista Internacional (PSI), y luego el Partido Comunista (PC), se
formó en este proceso de acontecimientos. Entre los sectores en pugna, los
llamados “internacionalistas” (Corbiere, 1996, p. 73), que, según Campione

los parlamentaristas, fueron los hacedores y propagandistas de un nuevo

según Piemonte (2013), en los primeros años de creación del PSI y PC, fue-

lo tanto, no pudieron quebrar la matriz del PS, sino, al contrario, siguieron
con prácticas y objetivos del socialismo parlamentario. Por lo tanto, es re-
cién en 1927 que el PC argentino se convirtió “en un partido orientado hacia
afuera” (Piemonte, 2013, p. 39).
En este artículo, reconstruimos el periodo fundacional de la historia del
partido comunista en Santiago del Estero entre 1917-1930. En el primer apar-
tado, describimos los propósitos y la lógica política que rodearon al surgi-
miento de los comunistas en la provincia hasta 1920. En el segundo, nos cen-
tramos en la manera de organización partidaria que fue tomando el PC local

dirección nacional. El corte temporal parte de la lucha entre internacionalis-
tas y parlamentarios en el seno del PS en 1917 y de la fundación del PSI en
Buenos Aires en enero de 1918. Y, desde este hecho puntual, intentaremos
comprender el desarrollo y la acción del PC local durante la década del 20.
Cerramos el periodo analizado en 1930, pues ese año, debido al golpe de Es-
tado y su política represiva al PC, en Santiago del Estero se desarticuló su

En un recorrido por los primeros estudios militantes1 (Cernadas et al.,
1998) sobre el PCA, observamos que pusieron el acento en el “aparato par-
1

-
ca PCA (Comisión del Comité Central del Partido Comunista, 1947), construido a modo de
balance del desarrollo del comunismo en la Argentina.
Miríada. Año 14 No. 18 (2022) 145-187
148
tidario” (Paso, 1988; Puigross, 1956; Ramos, 1956), pero situado en Buenos
Aires, con muy poco espacio dedicado a las provincias. Pero hay otros que

Bertaccini et al., 1988; Oriolo, 1994), mostrando la acción de los comunistas
en todo el territorio argentino. Este tipo de trabajos que se iniciaron con
Esbozo de historia del partido comunista en la Argentina, publicado por la Co-
-

u opositora a la dirección del partido. Si bien son propagandísticos y los
datos que ofrecen deben ser tomados con cautela, en algunos casos, como
las memorias y el informe citado anteriormente, nos permiten observar la
presencia de Santiago del Estero en la organización partidaria (Comisión
del Comité Central del Partido Comunista, 1947, p. 126).

que se ha producido mucho sobre el PC, su funcionamiento y su inserción
en el mundo del trabajo durante la etapa preperonista. Sin embargo, ha sido
poco el interés por la etapa fundacional del PCA y, menos aún, por su desa-
rrollo en el interior del país. Sobre el origen de la corriente de izquierda en el
PS, por un lado, tenemos a Camarero y Schneider (1991), y a Corbiere (1996)
y Campione (2005a), quienes indagaron sobre las raíces del PSI y su derrotero
disidente2-
rente estudio, indagó sobre la “presencia anarquista” (p. 11) en los inicios del
PSI y el peso de la corriente tercerista socialista en su formación.
Para la inserción comunista en los trabajadores urbanos, en el periodo de
entreguerras, tenemos los estudios de Durruty (1993) y Aricó (1987, 1999),
porque pusieron el acento en algunos rasgos del comunismo de los años
formativos del PC en la Argentina3. Durruty (1993), más interesada en la
Federación Obrera nacional de la construcción, destaca la “acción gremial
comunista en 1929” (p. 65), década que, para Aricó (1999), es importante
porque los comunistas de esos años tuvieron una mentalidad, “una forma

se pudo concretar un “sindicalismo industrial” (Aricó, 1987, p. 15) que se
fortaleció en las décadas siguientes. De esta manera, se ponía en entredicho
2 Hay una serie de hechos que fueron distanciando a los internacionalistas de la dirección
parlamentaria del PS. Entre ellos, la fundación del diario La Internacional en agosto de 1917;

-

3 En esta línea, podemos encontrar otros autores, como Vargas (1999), quien revisó nueva-

Penelón, y otros, y su aporte al partido.
Guzmán Alcaraz, H. D. / El Partido Comunista en Santiago del Estero...
149
el trabajo de Ossona (1983) que postuló que el PC recién logró “consolidar-
se” (p. 50) en los años 30, ya que, debido a las seguidas escisiones en los
20, no había podido organizar su estructura partidaria y había limitado su
acción política y gremial.
Esta poca producción sobre el desenvolvimiento comunista en los años
20 comenzó a cambiar en estos últimos años. En lo que respecta a los traba-
jos académicos sobre el PC y sus primeros años hasta 1930 en Buenos Aires,
Camarero (2007, 2017), con su labor investigativa, es una referencia en lo
que respecta a la citada provincia y capital. También interesa destacar que,
para Camarero (2017), el PSI, desde sus inicios, estuvo presente en provin-
cias como Córdoba y Santa Fe (p. 179), a pesar de su limitado desarrollo y

obrero del partido con la estructura celular como modo de vinculación entre
la organización y los trabajadores permitió al PC, a pesar de los cambios en

2007, p. 32). Sobre las crisis internas que vivió el PC en los años 20, tenemos
a Campione, López Cantera y Maier (2007), con su análisis del rol de José
Penelón y el PC en el período citado. Destacaron, a través del estudio de do-
cumentos inéditos, la situación sindical del partido y el papel de Penelón en
el Secretariado Sudamericano y como concejal en la Municipalidad de Bue-

del partido, fue seguido por importantes dirigentes sindicales del interior,

las luchas entre chispistas y comitivistas en los años 20, mostrando que esta
coyuntura del PC argentino estuvo atravesada por internas que terminaron
desgajando la primaria organización comunista argentina. Está claro que,
para este autor, la impronta del Comintern fue mayor a partir de 1925, legi-


Con respecto a lo que ocurrió en el interior argentino, el trabajo de Mar-
tínez Chas (2009) sobre el PC en Misiones nos muestra que muchos comu-

anarquistas. El pasaje de esta instancia al comunismo fue la “cultura sindi-
cal” (Martínez Chas, 2009, p. 78), puente que les permitió pasar a una orga-


por lo que ocurrió con el PC en las provincias limítrofes con Santiago del
Estero, especialmente con las que tuvo comunicación ferroviaria. Para el
caso de Córdoba, tenemos a Mastrángelo (2006, 2011) y a Zandrino (2013):
la primera aporta estudios sobre la cultura obrera del PC en el interior cor-
Miríada. Año 14 No. 18 (2022) 145-187
150
-
nal del PC en la citada provincia, donde indaga sobre su funcionamiento y
organización, ofreciéndonos un modelo de desarrollo partidario que nos
   
ofrece dos rasgos del PC cordobés que muestran cómo funcionó su acción
partidaria: primero, se formó una Federación Obrera Provincial en 1919,
con injerencia de dirigentes comunistas representativos del campo y de la
ciudad, por ejemplo, de Miguel Contreras (p. 36). Y, segundo, en 1928 se
formó un “Block obrero y campesino” (Mastrángelo, 2011, p. 177) que actuó

-
cionalistas” (p. 7) fueron quienes fundaron el PSI en Córdoba, por lo que
ya no se sintieron representados por el PS a nivel nacional, y que, durante
los años 20, hubo en la provincia impactos de las luchas libradas entre las
distintas tendencias del PC en la dirección metropolitana.
Para Santa Fe, tenemos también predominio de trabajos de la etapa

(2009), en un interesante trabajo sobre localidades del sur santafesino, des-
cribe cómo los “socialistas internacionales” (p. 7) y los anarquistas fundaron
el PSI en tierra santafesina. Estos actores fueron ayudados por el ferrocarril
(medio de propaganda) y por la simpatía que produjo en los trabajadores
la Revolución Rusa.
Para el caso del norte argentino, Tucumán es la provincia que posee al-
gunos trabajos que tratan indirectamente el tema del PC, pero que no de-
jan de ser un aporte para nuestra investigación. Ulivarri (2016) encontró
que anarquistas y comunistas convivieron en el partido en los años 20, y
sacaron en una elección comunal de 1927 ochenta votos, lo cual nos habla
de su debilidad en la citada provincia y de un modelo fundacional pareci-
do al de Santa Fe. También, según Babot y Jorrat (2011), encontramos que,
como en Córdoba y en Santa Fe, los internacionalistas aparecen nucleados

provincia. Sobre los trabajos de investigación a nivel nacional que citan la
presencia del PC en Santiago del Estero, por un lado, tenemos a Campione
(2005b), quien muestra cómo el PSI tuvo sus adherentes santiagueños en
“algunos centros” (p. 45) disidentes al PS parlamentarista. Y, por otro lado,

de las provincias y menciona alguna actividad partidaria en Santiago del
Estero (p. 29).
-
no, 1988, p. 120) en Santiago del Estero, pero sí trabajos generales dedicados
a los partidos políticos locales que lo citan (aunque nada dicen de su estruc-
Guzmán Alcaraz, H. D. / El Partido Comunista en Santiago del Estero...
151
tura o su actividad fundacional). El libro sobre el partido socialista de Guz-
mán Alcaraz (2020) es un trabajo que, si bien se centra en el socialismo en
el interior santiagueño, nos ofrece pistas sobre lo que pasó en el PS a nivel
local en 1917. Dos procesos son analizados: primero, la “tendencia gremial”
(Guzmán Alcaraz, 2020, p. 73) en el PS y, segundo, la creciente presencia

capital santiagueña.
Esta ausencia de escritos se basa en que la historiografía local no dio
mucha importancia a la acción de la izquierda en la historia política santia-
gueña por considerarla mínima o de “poca injerencia en la provincia” (Cas-
tiglione, 1948, p. 167). Si revisamos los “porcentajes de votos” (Cantón et al.,


anteriormente. Pero otros datos nos muestran que el PC local, si bien no
tuvo peso electoral, realizó o se enfocó en la tarea gremial y cultural. De tal

controlando algunos gremios, como “el docente, el alimenticio y albañiles”,
y “sosteniendo una Universidad Popular y dos bibliotecas” (Irurzun, 1972,
p. 85). Esta visibilidad del PC santiagueño en su etapa partidaria primeri-
za nos lleva a plantearnos algunos interrogantes: ¿cómo fue su gestación
partidaria local? ¿Replicó un modelo fundacional parecido a las provincias
limítrofes o tuvo singularidades que lo destacaron en la región? ¿Cuáles
fueron sus actores y la estructura de partido? ¿Cuál fue su táctica sindical y

Todavía estas preguntas no han sido tratadas, por lo que, en este estudio,
trataremos de ofrecer algunas respuestas sin la pretensión de cerrar el tema,
pero sí avanzar en algunos aspectos importantes. En este sentido, nos cen-

rezagado en la región, al alcanzar por entonces el séptimo lugar en materia
de población por detrás de Tucumán y con su economía basada en el obraje

Nuestra hipótesis sostiene que el PC santiagueño en su etapa fundacio-
nal tuvo dos etapas bien marcadas y peculiares. En la primera, que abarca
-
paron socialistas gremialistas e internacionalistas y anarquistas. En este tra-
-
cindad que se articuló a través de la Federación Obrera Santiagueña (FOS) y
una dirigencia nueva que buscó ante todo mantener un frente común entre
ambos partidos. Y, en la segunda etapa, que va de 1921 a 1930, notamos que
el partido se mantuvo en algunos gremios y entidades culturales mediante
una acción conjunta de los comunistas locales y de provincias limítrofes,
Miríada. Año 14 No. 18 (2022) 145-187
152
como Tucumán, Santa Fe y Córdoba. Si bien las crisis partidarias internas a
nivel nacional impactaron en el PC local, fue entre 1929 y 1930 que el par-
tido comunista santiagueño fue desarticulado, debido a las persecuciones
gubernamentales que se acentuaron en 1930 por el golpe cívico-militar que
se produjo en la Argentina. De esta manera, analizaremos dos característi-

política partidaria gremial y cultural, intervención de la dirección nacional
y del PC de provincias limítrofes, crisis, etc.) y su relación con otros partidos
políticos y tendencias obreras locales.
Con respecto a las fuentes, nuestra indagación se basó en prensa local
de época, de diverso origen ideológico: los diarios comunistas Renovación
(1918-1920) y Adelante (1921-1930), que pertenecieron a distintos momen-
tos del PC local; los socialistas El Socialista (1917-1920), Democracia (1924)
y El Interrogante (1921); los liberales El Liberal (1920) y El País (1926); los
radicales El Siglo (1921) y La Opinión (1922-1923); y el estudiantil El Metido
(1921).También hemos visitado el epistolario de la Biblioteca Obrera He-
brea y del Colegio del Centenario, donde hemos localizado la trayectoria
de algunos actores (fundadores de la entidad y relacionados con el mundo
obrero santiagueño) que fueron importantes en esta etapa iniciática del PC
local. Y, por último, acudimos a obras epocales zonales (libros sobre el mo-
vimiento obrero local, la situación social y memorias de comunistas santia-
gueños) del período 1917-1930, en combinación con prensa de procedencia
nacional, como La Vanguardia (1916-1920), La Protesta (1915-), La Internacio-
nal (1923-1928), La Chispa (1926-1928); Adelante (1928), de Buenos Aires; El
Orden (1931), de Tucumán; informes del PC; y memorias. Este abordaje nos
permitió un relevamiento empírico de documentación nacional y local, en
      
modo en que el PC santiagueño nació y se desarrolló entre 1917 y 1930.
Con respecto a nuestro objeto y el encuadre de escala, nos anclamos en
la historia regional, pues esta corriente, en los últimos años en la Argenti-
na, ha producido una rica combinación entre prácticas microhistóricas y la
elaboración de historias locales. En nuestro caso, el libro publicado en 2019
El Partido socialista re/congurado, editado por Federico Martocci y por Silva-
na Ferreyra, que está totalmente centrado en el interior, es un ejemplo de
una perspectiva que pone el foco en un juego de escalas donde lo local y lo
provincial o nacional dejan al descubierto ciertos indicios que nos ayudan
a comprender cómo fueron los procesos históricos en las provincias. Por
lo tanto, podemos pensar al partido como “una estructura encastrada de
espacios locales heterogéneos” (Martocci y Ferreyra, 2019, p. 27), lo cual nos
permite, en un recorte territorial, reconstruir relaciones y prácticas ricas en

Guzmán Alcaraz, H. D. / El Partido Comunista en Santiago del Estero...
153
regionales, la unidad territorial escogida fue la capital santiagueña, pues
concentró en esos años una importante densidad poblacional y de trabaja-
dores. Si bien se puso atención en otras localidades santiagueñas, la mirada
se posará en la acción comunista en la ciudad capitalina citada.
La etapa fundacional 1917-1920
El mundo obrero santiagueño
Para German Montiel (2012), el movimiento obrero santiagueño en sus ini-
cios estuvo ligado al socialismo. Pues la Unión General de Trabajadores
-
tiago del Estero, en los inicios del siglo (Montiel, 2012, p. 11). Para 1916,
el socialismo local parece estar dividido en dos facciones, que podemos ob-
servar en la huelga general de 1916, en la capital provincial santiagueña.
Por un lado, un sector del PS acusa a los trabajadores de haber apoyado
“una huelga patronal” (“Movimiento gremial”, 1916; “Santiago del Estero.

Industrial. Por otro lado, hubo otro sector que apoyó el citado paro por con-
siderarlo una “protesta de comerciantes honestos” (“Movimiento gremial”,
1916; “Santiago del Estero. El Paro general”, 1916). Estas dos lecturas nos
muestran dos grupos dentro del socialismo santiagueño que tuvieron sus
diferencias: uno formado por comerciantes y profesionales, y otro formado
por trabajadores. En los primeros, encontramos a la vieja dirigencia funda-
dora del partido local; y, en los segundos, a los recién llegados a la arena
partidaria. Este último grupo estuvo interesado en que el partido local pro-
mocionara leyes obreras para los trabajadores locales. Si bien compartieron
otros lineamientos partidarios, como la educación laica, el sufragio univer-
-
ción de impuestos a la producción agraria y colonización, etc., concentraron
los esfuerzos en la reglamentación urbana y rural de los trabajadores, el
salario mínimo y la jornada laboral de ocho horas. Esta agrupación, en su
mayoría, provino del sudeste santiagueño, donde pequeños centros socia-
listas comenzaron a crecer con bibliotecas (Guzmán Alcaraz, 2020, p. 46) y
ayuda de Santa Fe y de Córdoba. También en esos años, si consultamos otra
fuente, vemos que los anarquistas tienen más llegada que los socialistas en
los trabajadores locales y que estos últimos están dirigidos por Federico
Mackeprang (“En Santiago del Estero”, 1915). Esta última dirección puede
haber provocado que los gremialistas del partido se hayan alejado o, en
todo caso, que hayan quedado relegados.
Santiago del Estero, bajo el gobierno conservador de Avelino Cabanillas
(1917-1920), vivió una etapa de agitación social urbana, con “32 huelgas y 9
marchas” (“Nota gremial”, 1919), focalizadas en las principales ciudades de
Miríada. Año 14 No. 18 (2022) 145-187
154
la provincia: capital, la Banda, Añatuya y Frías. Esta coyuntura, producto
de una crisis económica en la provincia, fue acompañada por sequía (1917-

de trabajadores rurales a la capital santiagueña, la Banda y otras provincias
-
lumnas de obreros santiagueños” (Paz y Paz, 1917, p. 5) provenientes del
ámbito campestre que comenzaron a llegar a la ciudad capital por el oeste,
norte y sur. Este panorama coincide con el informe que elaboró la Sociedad

Centenario y Oeste, por lo cual pidieron ayuda a la comunidad santiagueña
para sostener “ollas populares” (p. 3) en ambos enclaves obreros. En este
período, hubo 138 obrajes (Mafud, 1988, p. 59), que contaron con casi 15
000 a 25 000 obreros (Abregú Virreira, 1917). De este ejército, más de 18 359
brazos se fueron a la zafra tucumana, y cientos de peones subordinados, a
las haciendas en aquellos “departamentos o zonas agro-ganaderas” (Tasso,
2007, p.281). Esta movilización, debido a la parálisis de la economía en las
provincias vecinas, terminó en fracaso. Pues esta masa de trabajadores tuvo
que volver y buscar trabajo en las pocas ciudades santiagueñas. Este dato

trabajo rural y urbano santiagueño.
Ante este aumento de la fuerza de trabajo urbano en la ciudad capital
santiagueña, el intendente Alejandro Gancedo (h) (1918) realizó un “censo”
(p. 3) de trabajadores en 1918, con la normativa de que cada trabajador debía
tener su libreta de sanidad. Este documento se elaboró con los propietarios

y algunos sindicatos, los cuales elevaron listas de sus empleados o trabajado-
res. No es un censo completo, pues el informe que analizamos no contempla
trabajadores de los conventillos, kioscos, prostíbulos ni tampoco artesanos, a
quienes Gancedo diferenciaba de un obrero, ya que este trabaja en relación
de dependencia. Entre los artesanos, incluía escobero, talabartero, herrero y
carpintero. No decía nada de sastres ni pintores; además ponía a las mujeres
como educacionistas, sin aclarar qué tipo de trabajadoras eran, y dejaba de
lado a lavanderas, costureras, modistas, planchadoras o cocineras. Tampoco
nombraba a jornaleros o agricultores de los alrededores de la ciudad capital
ni a los empleados administrativos de la Municipalidad, a quienes deduci-
mos que coloca en un rango superior al obrero y al artesano y en una mejor
     
trabajo de Gancedo (h) (1918) solo alcanzó a los sindicatos ligados a la FOS.

Municipalidad para enfrentar, de esa manera, la mala situación económica, la
falta de acceso a crédito y los bajos salarios del proletariado urbano.
Guzmán Alcaraz, H. D. / El Partido Comunista en Santiago del Estero...
155
El citado censo muestra a la FOS, una organización creada en 1917 con
socialistas4
1917). Este nuevo actor sindical organizó a los trabajadores capitalinos en el
norte y en el oeste de dicha ciudad y logró formar, en 1918, “12 sindicatos”

gremial, como los canillitas y obreros de la pavimentación. Este grupo en
un principio no tuvo la ayuda de la Fraternidad (Ayuso, 2017, p. 160), en-
tidad ferroviaria con representación nacional, cuya sede en la Banda tuvo
-
cios” (“Concentración obrera”, 1917). En 1917 este brazo obrero socialis-
ta participó de una huelga general que tuvo “rasgos violentos en Frías”
(Tenti, 1996, p. 8), donde movilizaron a cien personas. Pero sus protestas

corriente de izquierda socialista de la FOS se acercó a la Federación Obrera
Ferrocarrilera fundada en Santiago del Estero en 1913 y, más tarde, a la
Fraternidad. Esta táctica tuvo como efecto las primeras huelgas que involu-
craron a un frente sindical, señalando un cambio en las formas de lucha que
tuvieron los trabajadores en Santiago del Estero.
En este análisis del campo obrero santiagueño, debemos detenernos
en un hecho central en cuanto a la facción gremial socialista y su desa-
rrollo. Pues, en 1914, se creó en Colonia Dora5 la Biblioteca Vorwarts (“El
interior”, 1917; “Santiago del Estero”, 1918) —creemos que data de mu-
cho antes, ya que nucleó a trabajadores rusos provenientes de Bielorrusia
y de Ucrania—. Esta entidad fue el antecedente de la Biblioteca Obrera
Hebrea, fundada en la capital santiagueña en 1916. La institución de Co-
lonia Dora cerró sus puertas en 1918 y repartió su frondosa colección de
diarios y libros por todos los centros santiagueños (“Partido socialista”,
1918a), especialmente aquellos que tuvieron en su seno “grupos llamados

y 1916, una generación de dirigentes rusos ocupó las secretarías de agru-
paciones obreras que mantuvieron relación con el PS local. Entre estos
nuevos dirigentes socialistas, tenemos a “Mateo Mitrovich (talabarteros),
       
(choferes de carros), J. Lloblug (panaderos) y Jaime Malachensky (obreros
de pavimentación)” (Renovación, 1918, s. p.). Estos actores sostuvieron una
4 Con respecto a los socialistas que se unieron a esta entidad, en su mayoría fueron obreros
que apoyaron la tarea gremial de la organización, que más que todo apuntó a estar al margen
de la política.
5 Esta colonia rusa en Santiago del Estero fue creada en 1911 y mantuvo comunicación con
comunidades rusas de Santa Fe, Chaco y Córdoba.
Miríada. Año 14 No. 18 (2022) 145-187
156
política gremial en el PS que tuvo su logro con la formación de la Federa-
ción Obrera Santiagueña.
La fundación del PSI en Santiago del Estero (1917-1920)
El socialismo santiagueño en 1917, según el diario6 partidario local, tuvo
solo dos centros operativos: la capital y la Banda (“Partido Socialista”,
1917b). Pero registra un crecimiento de grupos en el interior que buscaban
el reconocimiento del centro capitalino. Hemos contado nueve grupos en
1917: “Robles, Salavina, Quebrachos, Ojo de agua, Mitre, Loreto, San Mar-
tín, Atamisqui y Sílipica” (“Interior”, 1917a, s. p.). Estos datos nos indican
 7 y la posibili-
dad de competir por elecciones provinciales. Tanto El Socialista como la
Vanguardia destacaron este avance del PS santiagueño en el campo político
local, especialmente en la comuna capitalina santiagueña, donde obtuvo
dos concejales, gracias a los “pactos con el sector del radicalismo” (“Partido
Socialista”, 1917a; “Santiago del Estero”, 1917a).
 

partido socialista, constituida por obreros que sostenían el internacionalis-
mo proletario. Este sector disentía en varios puntos con el PS local: el tema
gremial, la neutralidad frente a la guerra y la política electoral. Por ello, en

de la Biblioteca Obrera Hebrea8    
ideológicos del movimiento obrero local y fortalecer la solidaridad y la con-
ciencia de la clase trabajadora. Esta agrupación fue la vocera de los centros
9 que se “formaron en 1915 en Santiago Capital, Frías, Termas,
Colonia Dora, Pinto y la Banda” (“Interior”, 1915, s. p.). En estos espacios,
sastres, estudiantes, braceros, docentes y ferroviarios se unieron a través
6 El Socialista nació en 1916 en Santiago del Estero para defender la tendencia parlamentarista


director del periódico.
7 En esta lista, tomada de El Socialista, faltan centros, como Termas, Añatuya y Colonia Dora.

capital santiagueña.
8 Esta entidad nació en 1916 como una iniciativa de obreros rusos que llegaron a Santiago

las localidades rurales, viajaron por distintas razones a la capital santiagueña, brindándoles
hospedaje y ayuda económica.
9-

Guzmán Alcaraz, H. D. / El Partido Comunista en Santiago del Estero...
157

Molina Tellez10 cuenta en sus memorias que, a los catorce años, en 1914,
un obrero le prestó el Capital       
Revolución Rusa” (Molina Tellez, 1938, p. 5). Esta muestra de la actividad

circulación de obras rusas debido a los inmigrantes de esa nacionalidad.
         
Biblioteca Obrera Hebrea, adhirieron a la corriente de izquierda y, desde
          
los representantes de la conducción parlamentaria en Santiago del Estero
(“Conferencias socialistas”, 1917). Este sector estuvo en manos de docentes,
como Bernardo Irurzun11, y de comerciantes, como Federico Mackeprang12.
Yussem llegó a Santiago del Estero en 1916 (“Socialistas”, 1917), provenien-
te de San Francisco (Córdoba), “con un largo periplo por provincias, fun-
dando diarios” (Yussem, 1940, p. 3) y organizando a los trabajadores de la
prensa. Como Epstein, formaron parte de una dirigencia generacionalmen-
te nueva y “con información sobre Europa” (“Conferencias”, 1917c, s. p.)
y los debates13 que atravesaban al socialismo europeo, lo cual lo convirtió
en un importante dirigente socialista ruso, muy vinculado a las “comuni-
dades rusas santiagueñas, cordobesas y santafesinas” (Bilsky, 1984, p. 83;
“Partido Socialista”, 1917c). Yussem encabezó a los llamados “internacio-
nalistas” (“Polémicas”, 1817) en Santiago del Estero. Este posicionamiento
ocasionó resistencias de parte de los parlamentaristas, pues el grupo ruso,
desde la propia prensa socialista local14, criticó el pactismo que el PS local
10 Molina Tellez nació en la Banda en 1900, hijo de inmigrantes que llegaron con el ferrocarril.
      
primero en una agrupación estudiantil bandeña y, más tarde, estuvo en el PSI. Trabajó como


11 Este maestro llegó a Santiago del Estero en 1901, radicándose en la Banda, donde se convir-
tió en vocero de Justo y su grupo de políticos. Fue funcionario de la comuna bandeña entre
1905 y 1919, año de su muerte.
12 Este comerciante fue uno de los fundadores del PS en Santiago del Estero en 1895, cuando
-
gura importante de Justo en Santiago del Estero. Su táctica de negociar con fuerzas políticas
fue muy criticada por los grupos gremialistas del partido local.
13 Lo que se siguió de cerca en los centros rusos fue la formación de la izquierda de Zim-
merwald, que fue una reunión en Suiza de los grupos antiguerra que debatieron con los que
plantearon una guerra civil contra las burguesías. Más allá de esta diferencia, coincidieron
en oponerse a la intervención en la Gran Guerra por parte de los obreros.
14 Ramón Ahumada fue un contador que trabajó en el equipo editorial de El Socialista, al que

Miríada. Año 14 No. 18 (2022) 145-187
158
practicó con conservadores y facciones radicales en la capital santiagueña,
a pesar de la cobertura de las conferencias en barrios obreros periféricos de
la capital santiagueña, como el Centenario. La prensa socialista caracterizó
a este sector barrial por la escasez de trabajo, la poca sindicalización, “la
imposibilidad de comprar el azúcar y la harina y la despreocupación para
aliviar ese estado de cosas” (“Carestía”, 1917, s. p.). Fue lo que provocó más
choques con sus pares concejales, pues los internacionalistas pidieron que
los ediles radicales, socialistas y conservadores se bajaran “los altos sueldos
burocráticos” (“Conferencias”, 1917b, s. p.) y mayor control a comerciantes
y a acaparadores.
En este panorama, llegó la noticia sobre el estallido de una revolución
en la Rusia de los Zares. Fue la Biblioteca Obrera Hebrea la difusora de este
hecho y la organizadora de eventos pro Rusia libre (“Revolución Rusa”,
1917b). En La Vanguardia, se publicó esta noticia, donde aparecen como or-
ganizadores de una manifestación la entidad citada, “el centro socialista
capitalino y la colonia rusa” (“Santiago del Estero”, 1917b, s. p.) de Dora.
Si bien participaron socialistas de la Banda en dicho centro, no se cita nin-
guna charla o acto afín al producido en la capital santiagueña. Ahora bien,
el desarrollo revolucionario en Rusia tuvo un seguimiento desde la Biblio-
teca Obrera que empezó “con manifestaciones de apoyo a la revolución de
febrero y culminó con un acto menor” (“Marcha”, 1917a, s. p.) dedicado a

1917, s. p.) no causó una buena impresión en los socialistas de Mackeprang,
y creemos que eso causó la no participación en el evento de octubre.
-
blicó una declaración en El Socialista y en La Vanguardia donde sostuvieron
no solidarizarse con la actitud de los representantes socialistas de apoyar la
ruptura de relaciones entre la Argentina y Alemania (“Partido socialista”,
1917d; “Santiago del Estero”, 1917c). Pero, cuando se llamó al voto general
para tratar la renuncia de los parlamentarios socialistas en Santiago del Es-
tero, ganó el rechazo sobre la aceptación (“Santiago del Estero”, 1917d). En
el escrutinio publicado en La Vanguardia
pero no los centros del interior. Estos emitieron una declaración de rechazo
al resultado publicado en el diario porteño y pidieron una asamblea (“De-
bates”, 1917). Por eso, en las asambleas locales del 12, 15 y 19 de diciembre
realizadas en la Casa del Pueblo local, se llevaron a cabo acaloradas discu-

1916 en Santiago del Estero, había estado recorriendo la provincia, sin instalarse, desde 1913.
En El Socialista, Yussem conoció a Daniel Roldán, dirigente de los empleados de comercio,
con el cual coincidieron en apuntalar una acción más gremial en el partido.
Guzmán Alcaraz, H. D. / El Partido Comunista en Santiago del Estero...
159
siones sobre lo que ocurría con el PS parlamentario, “el asunto ruso y las po-
siciones del PS local” (“Asamblea”, 1917, s. p.). Los internacionalistas, guia-
     
el control del partido, siendo derrotado el sector de Federico Mackeprang
y Bernardo Irurzun. Pero la retirada de Mackeprang fue solo estratégica,
pues, como veremos, siempre buscó negociar con los disidentes, “para que
el partido no se dividiera” (“Declaraciones”, 1917, s. p.). Si bien el grupo de
Yussem dominó el partido, no pudo hacer mucho con el posicionamiento
de Santiago del Estero, al lado de los parlamentaristas. Por lo tanto, dedicó
sus esfuerzos a alinear a los socialistas santiagueños con los simpatizantes
de la Revolución Rusa de octubre.
De esta manera, la sección de la Biblioteca Obrera Hebrea con apoyo
en los grupos rusos del interior ayudó a concretar el envío de un delega-

Buenos Aires. Se le pidió a Mateo Fossa15, quien visitó las “estaciones del
sudeste santiagueño” (Centro Obrero de Pinto, 1917, s. p.) para realizar
campaña gremial, que fuera el representante de Santiago del Estero. Pero,
mucho antes que el Congreso citado, en una asamblea local dominada por
los internacionalistas, votaron “la solidaridad con Rusia” (Centro Obrero
Israelita, 1917, s. p.) y el apoyo a todos los movimientos revolucionarios.
Hubo socialistas que se opusieron a acompañar estas mociones y “pidieron

1917e, s. p.). Se estuvo al borde de la división, pero Mackeprang ordenó a su
grupo ceder, y se decidió realizar un gran acto por la Revolución Rusa. Por
lo tanto, lo que pasó con el PS a nivel nacional, en un primer momento, fue
leído como una lucha interna de facciones, por lo cual se buscó, a nivel local,
encontrar canales de diálogo y entendimiento entre las tendencias dirigidas
por Mackeprang y Yussem.
-

-
cidieron concretar una asociación que difundió y ayudó con colectas a los
revolucionarios rusos. Este grupo en conferencias y mítines dio a conocer
“la situación en Rusia desde 1914” (“Conferencias”, 1917a, s. p.), en conso-
nancia con los pares de Buenos Aires. Para Samuel Yussem, Arturo Epstein
y otros obreros, “había llegado una nueva era” (“Revolución Rusa”, 1917a,
s. p.), por lo cual estos dirigentes formaron una comisión “para pregonar y

15 Delegado de los trabajadores de madera, visitó muchas veces los obrajes santiagueños en
el sudeste santiagueño desde Santa Fe.
Miríada. Año 14 No. 18 (2022) 145-187
160
s. p.). Esta organización, llamada Asociación ProRusia, decidió invitar al PS
para que se uniera a los festejos y debates de ideas que se organizaron en la
sede israelita.
Con esta medida, esta fracción del PS pareció dar sus primeros pasos
para conformar el PSI local. Algunos socialistas aceptaron la invitación de
la Biblioteca Obrera, y se realizó una manifestación, con una importante

tocó piezas libertarias y socialistas. Samuel Yussem, Arturo Epstein16 y Da-
niel Roldán dieron discursos sobre la importancia de estos eventos, “que
terminaron con la tiranía rusa” (“Revolución Rusa”, 1917c). El primero lo
-
ro de los abastecedores (empleados de comercio). Esta dirigencia también
representó una alianza entre libertarios e internacionalistas que duró apro-

Los citados fueron los tres primeros sindicatos que se acercaron a la nue-
va organización, y, a su vez, invitaron a otros gremios a unirse a la nueva
institución. Luego hubo una marcha que recorrió varias cuadras del centro
y alrededor de la Plaza Libertad. Se entonaron cantos obreros, y estuvo li-
derada por un estandarte que decía: “Viva el triunfo de la revolución rusa”
(“Marcha”, 1917b, s. p.). Muchos socialistas, como Antonio López, Facundo
López y el tucumano Manuel Grande Alurralde, acompañaron el acto con
intervenciones a favor de la revolución. Los dos López y Grande Alurralde
fueron enviados por Mackeprang para demostrar que su facción quería la
unidad y captar a la nueva organización (“Tribuna”, 1917).
Mientras la Fraternidad y la Federación Obrera Ferroviaria sede Ban-
da y el sindicato de tintoreros ampliaron la órbita de la nueva Asociación
ProRusia, se pudo reunir una asamblea, que votó adherirse a la Revolución
Rusa. Mackeprang, al ver que centros socialistas del interior se pasaron a las
-
ción Rusa en los centros socialistas santiagueños, como un intento de evitar
la desvinculación de estos al PS santiagueño.

-


el partido al pedido de este grupo, el citado cenáculo decidió pasarse a la
agrupación rusa. También el centro socialista ruso de Pinto con Arturo Hel-
16-
nacionalistas y un sector de los anarquistas locales que apoyaron en un primer momento a la
Asociación ProRusia y al PSI más tarde.
Guzmán Alcaraz, H. D. / El Partido Comunista en Santiago del Estero...
161
man Gauna (1917) “dieron su apoyo a la Asociación ProRusia” (p. 5). Y lo
mismo ocurrió con Horacio Maldonado, “representante del centro de Frías”
-

(“Conferencias”, 1917d). Este centro funcionó en la Biblioteca Rivadavia, el
cual estuvo a cargo de Mateo Mitrovich y Andrés Zeballos. En la misma
localidad, Diego Herrero, otro ferroviario como Zeballos, con el centro en
la Sociedad Cosmopolita de Socorros Mutuos, se vinculó con “internacio-
nalistas de Ceres y Cañada de Gómez” (“Interior”, 1917b), lo cual muestra
que la Asociación ProRusia no solo cosechó apoyo en centros del interior,

Asociación ProRusia ganó rápidamente a los ferroviarios, que fue un sector
que siempre se mantuvo independiente del PS local. Esto produjo que los
centros de las estaciones del interior se convirtieran en nodos de difusión de
la nueva entidad gremial.
La constitución del PSI en 1918 dio legitimidad a la Asociación ProRusia,

de Termas y la Banda un 22 abril de 1918 (“Biblioteca obrera”, 1918). De esta
manera, se inició una ofensiva para tratar que el PS se convirtiera en el nue-
vo PSI santiagueño. Pues la idea no fue romper con el PS, sino asimilarlo; en
este sentido, Yussem coincidió con Mackeprang en mantener hasta donde
se podía una coalición donde ambos partidos fueran uno (“Asuntos obre-
ros”, 1918). La salida de Renovación17, diario del PSI local, no cayó bien en El
Socialista, que lo consideró “un intento de romper al PS” (“Tribuna”, 1918, s.
-
to por anarquistas y formado en la provincia para apoyar a la Revolución
Rusa, tuvo lugar en las páginas de Renovación (“Anarquismo”, 1918). Esta
alianza no fue bien vista por el PS, como tampoco lo fue la “difusión de
-
narias” (“Leninistas”, 1918, s. p.).
Es evidente que la recepción de la Revolución Rusa fue traducida por los
internacionalistas de Renovación como una posibilidad de reunir a toda la
familia obrera en “un solo frente proletario” (“Temas obreros”, 1918, s. p.).
Por eso, ampliaron su relación con la Federación Obrera Regional Argen-
     
-
 
17 Este diario fue fundado por el socialista José Sánchez Ríos, duró hasta 1920, salió para
apoyar a la Asociación ProRusia. Fue vocero del PSI; y, como en El Socialista, en sus páginas
escribieron anarquistas, socialistas y comunistas.
Miríada. Año 14 No. 18 (2022) 145-187
162
si eran anarquistas o comunistas. También estudiantes y jóvenes profesio-
nales locales del PS apoyaron a la Revolución Rusa mediante charlas en la
Casa del Pueblo (“Movimiento revolucionario”, 1918). Esta táctica de Mac-
keprang sirvió para poder comunicarse con Yussem porque su idea siguió
            
electorales” (“Elecciones”, 1918).
Entre 1917 y 1918, los internacionalistas no solo crearon sindicatos nue-
vos, sino que replicaron los que había, como los docentes, que solo tuvieron

Pero los nuevos actores docentes, especialmente el femenino, comenzaron
a reunirse en grupos que tuvieron relación con otros gremios. Ejemplo de
esto fue Isolina Figueroa, directora del Colegio del Centenario, quien se ligó
a los obreros de salubridad (Figueroa, 1918) y su sindicato (Figueroa, 1919).
De esta forma, una agrupación femenina del PSI santiagueño se instaló en
-
tras procedentes del interior.
Esta etapa del PSI santiagueño, formado por socialistas disidentes y
anarquistas, fue una reunión de una nueva dirigencia en su mayoría de
origen ruso y con vínculos con centros del interior de la provincia. En esta
coyuntura, la dirección nacional envió a Carlos Rava desde Tucumán para
organizar al nuevo PC santiagueño (“Trabajadores”, 1920a). Este tucuma-
         
p.10), hizo “campaña en los barrios Centenario y en los asentamientos cerca
del Río, de la capital santiagueña” (“Conferencias”, 1920, s. p.). En estas ac-

alianza entre el PS y el PSI” (“Pacto”, 1920, s. p.). En estos actos, se cantó La
internacional, y se aplaudió la conformación del partido un 29 diciembre de
1920 (“Fundación del Partido Comunista”, 1920). En un “mitin realizado
entre las calles Plata y Arenales” (“Acto obrero”, 1921), registramos el pri-
mer acto institucional del PC, con Rava como el primer secretario general.
Este leyó la Constitución de los soviets (“Comunistas”, 1921) y, mediante
un pacto con una facción gremial del PS dirigida por Daniel Roldán, se le-
gitimó la acción conjunta del PSI y del PS local en “huelgas de obreros de
la pavimentación, comercio, alpargateros, FOF, albañiles, panaderos, pelu-
queros y sirvientas” (“Trabajadores”, 1920b, s. p.). Mackeprang acompañó

había migrado al comunismo “manejara las riendas partidarias” (“Partido
Socialista”, 1920).
En lo referente al movimiento obrero, Rava pregonó que los sindicatos
se adhirieran a la Internacional, sin importar su tendencia (sindicalista, so-
cialista o anarquista). También naturalizó una serie de prácticas que comen-
Guzmán Alcaraz, H. D. / El Partido Comunista en Santiago del Estero...
163
zaron a darle forma al partido comunista, como entonar La Internacional
mientras la columna llegaba al acto compartido con otras facciones, soste-
niendo carteles con leyendas, como “queremos la derogación de las leyes
sociales a las cuales consideramos anticonstitucionales” (“Marcha”, 1921, s.
p.). Rava, de esta manera, conectó al PSI local con la dirección del partido,
pues se envió “un representante al III Congreso del partido” (“Información
obrera”, 1921, s. p.). Y, por último, decidió participar en las elecciones pro-
vinciales con un candidato para diputados, el cual fue él mismo. Acompañó
una coalición con sectores de izquierda del partido socialista y logró 1078
votos (un 5 % sobre el total de la votación provincial). De esta manera, ob-

que buscó siempre la unidad, a través de una continuidad aliancista, hasta
1921, fecha en que esa convivencia con el PS ya fue imposible.
La etapa institucional 1921-1930
La estrategia del Frente Único en Santiago del Estero (1921-1924)
En esos años, el PC argentino alentó alianzas con otros sectores del movi-

del partido en el IV Congreso de 1922. En los siguientes congresos, de 1923
y 1924, comenzaron a ganar terreno los que querían que el partido tuviese
18-
jara las necesidades de los obreros. A nivel nacional, la baja sindicalización,
producto de la depresión, debilitó a las centrales sindicales y dejó abierto el
canal para que los radicales lograsen captar el voto obrero. Para David Rock
(1997), en los inicios de 1921, el partido comunista fue débil, en cuanto que

los trabajadores.
La Internacional, se puede ob-
servar cada vez más información sobre el norte argentino, lo que indica que
hubo un mayor interés del partido por llegar a los territorios más apartados
del país. Por ejemplo, en Salta, donde hubo una rebelión de aborígenes que
fue aplastada por el ejército (“Levantamientos de indios”, 1923); en Tucu-
18-
mo. Esto lo llevó a fuertes debates sobre la elaboración de uno propio que ocasionaron que
hubiera quienes estaban a favor y quienes en contra. Los primeros querían acciones inme-
diatas a favor de los trabajadores, y los segundos se aferraron a la declaración de principios
de 1921. Lo cierto es que, entre 1921 y 1924, hubo una tirantez con respecto al citado tema
(Di Palma, 1925). Según La Internacional, hubo tres grupos disputando el control del partido
hasta 1925: los etapistas, con Cayetano Oriolo; los centristas, con Angélica Mendoza; y los
querían un programa, con Rodolfo Ghioldi (“En vísperas del Congreso del partido. A pro-
pósito de las actuales discusiones en el partido”, 1925).
Miríada. Año 14 No. 18 (2022) 145-187
164

las luchas en los obrajes de Misiones (“Misiones”, 1923), el PC mostró estar
presente con los trabajadores del interior.
En Santiago del Estero, el 21 de enero de 1921, cerró El Socialista. En
     -
greso de Bahía Blanca19
no tiene autor, pero encontramos entre los colaboradores de este número a
Samuel Yussem, Mateo Mitrovich y Carlos Rava (este último, secretario del

Adelante20, un diario que sería el vocero del PC en la provincia. A pesar de
su poca tirada (doscientos ejemplares en 1923) en comparación con otros
diarios, como el radical El Siglo (quinientos ejemplares en 1921), fue el espa-

suscripciones que llegaron a muchas localidades del interior santiagueño
(Colonia Dora, Añatuya, Frías, Fernández, Bandera, Pinto, Selva, Quimili,
Suncho Corral, Salavina, la Banda, etc.).
Podemos inferir que el cierre de El Socialista y el lanzamiento de Adelan-
te
de puente para la alianza entre ambos partidos. El PC santiagueño perdió
-
ciarse la década del 20, durante una época de menor movilización social
en la provincia. Este retroceso gremial21 lo llevó a no participar en eleccio-
nes, y se dedicó a organizar22 y a fortalecer a los “sindicatos locales bajo su
órbita” (Mackeprang, 1923, p. 111). Esta táctica política, sin alianzas y sin
acción electoral, permitió a socialistas y sindicalistas avanzar sobre el voto
trabajador. Pues, de 1921 a 1930, la provincia bajo gobiernos radicales se
caracterizó por una política obrera que apuntó a facilitar a los trabajadores
viviendas, una legislación social y un Departamento Provincial del Trabajo.
En esos años, la industria santiagueña estuvo en una etapa de “producción
19 En este congreso del PS, el grupo Claridad pidió la adhesión a la III Internacional. Al ser
rechazada la moción, los llamados terceristas abandonaron el PS y se pasaron al PC.
20 Este diario se editó primero en Ceres y más tarde en la capital santiagueña. Esto se debió
a los vaivenes de su director Samuel Yussem, pues fue un comerciante viajero que llevó su
diario a cada paraje santiagueño, santafesino y cordobés. Por lo tanto, hizo posible la red en-
tre los PC de las tres provincias, localizando su foco en el este, sur y norte santiagueño. Fue
costeado por su director, pues, en esa época, el PC santiagueño no contaba con recursos, lo

1922a).
21-

22 En la Banda, en 1921 el PC organizó a los albañiles, teleras, costureras y sirvientas.
Guzmán Alcaraz, H. D. / El Partido Comunista en Santiago del Estero...
165
semiartesanal” (Tenti, 1993, p. 127), concentrada en el área alimenticia, en la
cual los comunistas se hicieron fuertes, como entre sastres, albañiles, pana-
deros, ferroviarios y docentes. Pero donde no les fue bien fue con los traba-
jadores del Estado (municipal, provincial y nacional), gremios dominados
por socialistas y sindicalistas prorradicales.
A pesar del avance sindical prorradical en el barrio capitalino Centena-
rio, el PC local fundó una cooperativa para ayudar a los obreros y vecinos a
comprar productos de primera necesidad (“Trabajadores”, 1921). No duró
mucho, pero muestra que los comunistas competían contra el PS con polí-
ticas partidistas similares. Asimismo, entre los nuevos sindicatos creados
por los comunistas, como el Centro de Cronistas (“Nuevo gremio”, 1921),
se mantuvo el secretariado general, mientras socialistas y radicales ganaron
las vocalías y otras funciones administrativas.

los estudiantes de El Nacional (“Movimiento estudiantil”, 1931), pues, en
su prensa estudiantil, podemos ver su simpatía por “los ideales nuevos de
una democracia como nunca hubo en la tierra” (“Revolución Rusa”, 1921, s.
p.). Por lo tanto, fue característico de esta época ver a estudiantes y obreros
en eventos partidarios, como en 1922, en el acto del 1.º de Mayo. En el cita-
do homenaje realizado en la capital santiagueña, el secretario general, Car-
los Rava, pidió apoyo a la huelga docente de 1922 (“Partido Comunista”,
1922a), impulsada por dos gremios docentes nuevos: Asociación El Maestro
en la capital y Centro Cultural el Maestro en la Banda.
Estas organizaciones con presencia comunista estuvieron compuestas
por una nueva generación de docentes santiagueños que tuvo como rasgo
una intensa actividad de sus secciones femeninas. Por ejemplo, en la Banda,
se destacó la maestra Julia Valdivia23, organizadora y propagandista que
recorrió todas las estaciones del sudeste santiagueño. Valdivia fue llama-
da “izquierdista” (“Interior”, 1922b, s. p.), que fue el rótulo que comenza-
ron a tener los comunistas en Santiago del Estero. Si bien los anarquistas
querían dejar mal parados a los comunistas, con los que competían en esta
provincia, en sus crónicas, describen al PC en la Banda y en la capital en-
frentado con socialistas y sindicalistas (“De Santiago del Estero. Motivos de
crónica”, 1922). Pero ¿cómo vieron los radicales locales a los comunistas en
este periodo? Por un lado, advirtieron los trabajos de sindicalización en la
provincia, relacionándolo con el yrigoyenismo y reconociendo al partido
23 Julia Valdivia perteneció a un sector docente que emergió en esos años. Provenían de los
sectores populares y, en su mayoría, tuvieron sus orígenes en el interior santiagueño. En ese
entonces, la profesión docente en la provincia fue un espacio de los sectores altos y medios
urbanos.
Miríada. Año 14 No. 18 (2022) 145-187
166

como un “grupo revolucionario y por lo tanto peligroso para el orden so-
cial” (“Partido Comunista”, 1922b, s. p.). Inferimos que los radicales, o por
lo menos algunas de sus facciones, quisieron acercarse al PC, pues, así como
pactaron con el PS, quisieron hacerlo con los comunistas.
El PC en 1923 intervino en la huelga docente de ese año y con militantes
en los “sindicatos de albañiles, carreros, panaderos, sastres, choferes, do-

-
cia entre los gremios. Es un dato que, combinado con una mayor actividad
colaborativa con contingentes del PC tucumano (Ulivarri, 2016, p. 258) y
santafesino (“Santa Fe”, 1923), demuestra la constitución de una red entre
-
rroviario que “vino a Santiago del Estero por vía ferroviaria de Santa fe en
1921 y 1922 y de Tucumán en 1923 y 1924” (“Viajeros”, 1923a). Este santafe-
sino fortaleció al gremialismo comunista santiagueño y alentó alianzas con
sectores libertarios y de la izquierda socialista. En esta tarea, se apoyó en
grupos de Ceres y la Banda (Lozza, 1985, p. 239), donde trabó amistad con
Lázaro Criado, en aquel momento comunista.

Pablo Henríquez, quien se formó como dirigente comunista en la Biblioteca
Obrera Israelita (“Bibliotecas”, 1923), sede del sindicato de sastres24. Henrí-
quez fue un folklorista y quichuista que encabezó los mítines tanto en San-
tiago como en la Banda, trabajo que continuó en los ingenios azucareros de
Tucumán y en los obrajes de su tierra, a pesar de “la cárcel y los aprietes de
los matones de los obreros” (“Interior”, 1923b, s. p.). Estos datos muestran



campesino en los primeros años de la década del 20.
En aquel momento, el PC buscó formar “sindicatos rojos de colonos”
(“El campo”, 1923, s. p.) para oponerse a los grupos de la Federación Agra-
ria. En el caso de Santiago del Estero, los agricultores ligados a la citada or-
ganización solo estuvieron presentes en los departamentos agrarios, pero la
gran masa de jornaleros o peones migrantes ocupaban los principales dis-

“algunas estaciones cercanas a los obrajes” (“Obraje”, 1923, s. p.). Toda esta
realidad fue conocida en Buenos Aires, y la podemos ver en el programa
24 Los sastres, cuyo sindicato funcionó en la Biblioteca Obrera Hebrea o Israelita, se declara-
ron el primer grupo obrero comunista (“Sindicato de sastres”, 1922).
Guzmán Alcaraz, H. D. / El Partido Comunista en Santiago del Estero...
167
que fue publicado por la Internacional, que se presentó en el V Congreso

se pagan en bonos a los trabajadores, que son comparados con los de África
y los de Asia (“Proyecto de programa de acción inmediata del Partido Co-
munista”, 1923).
-

auspiciaron la visita de Miguel Contreras25(cordobés) y de Juan Greco (por-
teño), los cuales provenían del sector sindical del PC ligado a Unión Sindi-
cal Argentina (USA). Es claro que, con estas actividades, buscaron reforzar
la tarea gremial en Santiago del Estero. Los viajeros fueron a “compartir las
medidas tomadas por el Congreso de 1923” (“Dirigentes obreros”, 1923, s.
p.), que nuevamente fue un rechazo al programa. Tanto Contreras como

          
Greco fue hombre de José Penelón y, así como difundió el rol de la Sindical
Roja, buscó que, en Santiago del Estero, los gremios se unieran detrás de
la Internacional. En una nota para Adelante
que, “en Santiago del Estero, los trabajadores viven como en África, como
esclavos” (“Comentarios”, 1923, s. p.).
En esta etapa, observamos que la dirigencia obrera local apoyó la tenden-
cia de “estructurar la organización sindical” (González y Bosoer, 2012, p. 95).
Por eso, los delegados comunistas en Santiago del Estero asesoraron al Sin-
dicato Ferroviario y a la Sociedad de resistencia de panaderos de la Banda
(“Viajeros”, 1923b). En ese clima, hubo conferencias sobre el soviet ruso a
cargo del delegado de Córdoba Miguel Contreras y del delegado ante Moscú
por la Argentina y secretario general del partido Juan Greco. Este último fue

y a la cantidad de charlas que dio en todo el país. Durante su estadía en San-
tiago, las conferencias versaron sobre lo que vio en el Estado soviético. Hay
que decir que La Internacional (diario del partido comunista argentino) circuló
en Santiago del Estero, y muchos de sus artículos fueron reproducidos por
Adelante, diario local comunista. De esa manera, muchos de los dirigentes del
PC a nivel nacional fueron conocidos por los militantes locales. En esos años,
viajar a Rusia fue un tema central para la propaganda partidaria, en la prensa
comunista local y en la nacional (“Conferencias”, 1923a; “Rusia”, 1923). Por
25 Miguel Contreras, en 1923, era un importante dirigente del PC cordobés que visitaba San-
tiago del Estero seguido. En esos años, estuvo cerca del grupo de Angélica Mendoza, incluso
se lo acusó de chispista, pues, como Mateo Fossa, visitó las estaciones del sudeste santiague-
ño, donde hubo seguidores de Mendoza (“Interior”, 1925a).
Miríada. Año 14 No. 18 (2022) 145-187
168
eso, la propaganda en la capital santiagueña, que tuvo como eje el “carác-
ter internacional de la revolución y la fundación de escuelas y universidades
regionales” (“Conferencias”, 1923b; “Gira”, 1923; “La Opinión”, 1923) en la
URSS, fue muy difundida por Adelante, en varias entregas.
Volviendo a la visita de Contreras y Greco, recorrieron las estaciones
de ferrocarril (“Visitantes”, 1923) y en Añatuya encontraron “camaradas
santafesinos y cordobeses” (“Añatuya”, 1923, s. p.) debido a que esta ciu-
dad estuvo muy ligada a la “red Ceres-Rafaela-San Francisco” (Mastrán-
gelo, 2006, p. 23). Estos “corredores de propaganda” (Zandrino, 2013, p.
          
y Córdoba. Fueron facilitados por los grupos ferroviarios de la Banda y
el resto de las estaciones del sudeste, que sirvieron de sede para todos los
actos partidarios (“Viajeros”, 1923c). En este sentido, observamos que todos
los grupos comunistas ferroviarios fueron antes centros socialistas o cená-
culos anarquistas. Vemos esto en la lista de “pueblos ferroviarios que van
de Selva a la Banda” (“Interior”, 1923a, s. p.) que visitaron los conferencis-
tas comunistas. En las citadas localidades, se formaron algunos sindicatos,
como los de panaderos o de empleados postales, pero todo el peso gremial
estuvo en los trabajadores ferroviarios, que iban y venían por la provincia.
Esto lo vemos en el Sindicato Ferroviario bandeño, el que, en 1924, duran-
te la asamblea general, decidió realizar un “homenaje a la muerte de Lenin en
Rusia” (“Homenaje”, 1924, s. p.), evento que fue acompañado por delegacio-
nes de Añatuya y Colonia Dora. Este hecho describe el mapa de los centros

Contreras durante sus giras por la provincia. También es la obra de Manuel
Cid, secretario general (“Partido Comunista”, 1924), que difundió con Miguel
Burgas26 y Angélica Mendoza (“Santiago del Estero. Actos de propaganda.
Las controversias con los comunistas”, 1924) las posiciones del comunismo
entre los trabajadores santiagueños, polemizando especialmente con los

fortaleció a medida que las campañas se realizaron ante un público más am-
plio. Casi setecientas personas se citan en La Protesta y en Adelante, en una de
las conferencias en la plaza Libertad de Santiago del Estero (“Conferencias”,
1924a; “Santiago del Estero. Nuestra controversia”, 1924).

sobre el Noroeste Argentino (NOA)27, pues José Penelón escribió en 1924
26 Fue el primer diputado provincial por el comunismo en la Argentina y fue varias veces a

el PC cordobés al santiagueño. (“Córdoba”, 1924; “Un diputado proletario”, 1924).
27 La información sobre Tucumán, Salta y Jujuy, centros de la producción azucarera en el
Guzmán Alcaraz, H. D. / El Partido Comunista en Santiago del Estero...
169
una carta desde el Comité Ejecutivo de la Internacional Comunista en Mos-
cú, en la que se describe la situación de los “hacheros de los quebrachales”
(“Norte”, 1928a, s. p.). De esta manera, Santiago del Estero formaba par-
te de aquellos territorios argentinos con formas económicas esclavistas y

o el obraje. Por su parte, los chispistas28, que también analizaron la situa-
ción forestal (“La crisis agrícola”, 1926), propusieron estudiar cada región
con sus particularidades económicas para poder llevar adelante una acción
revolucionaria que involucrara a los distintos tipos de campesinado. Has-
ta aquí, vemos que el PC santiagueño realizó una acertada evaluación del
mundo proletario local, acentuando su trabajo partidario entre los trabaja-
dores rurales y no solo sobre los urbanos. Esta estrategia se debió a que, en
sus cuadros locales, comenzaron a actuar braceros como Pablo Henríquez,
que conoció el campo santiagueño; y la consecuencia fue hacer pie en los
trabajadores de los obrajes.
Bolchevización partidaria 1925-1930
En esta etapa, el movimiento obrero argentino se dividió en tres centra-
les: USA, FORA y Confederación Obrera Argentina. En un ambiente de
poca sindicalización y desorganización obrera, en el Congreso partidario

   

partido y se formalizó la estructura celular, que pasó a ser la unidad or-
ganizativa de los comunistas en sus sitios laborales. También en el mismo


Monforte (Mendoza), lo que nos habla de cierta presencia partidaria en las
provincias citadas (“Organización”, 1925).
A partir de 1925, los barrios obreros de la capital santiagueña norte, sur
y oeste comenzaron un proceso de urbanización que fue acompañado por
una mayor intervención gremial y política por parte de los trabajadores san-
tiagueños, a través de las asociaciones barriales y nuevos sindicatos. Este
proceso parece que se replicó en la Banda y en Añatuya, porque registran
la creación de centros o bibliotecas obreras (“Bibliotecas”, 1925). Por lo tan-
-

en aquellos territorios.
28 Esta facción, que estuvo dentro del PC entre 1922 y 1925, después de intentar tomar el con-

(“Creación y organización del Partido Comunista Obrero. Causas que la originan”, 1926).
Miríada. Año 14 No. 18 (2022) 145-187
170
to, el PC local se acercó a estas entidades vecinales, que funcionaron como
voceros de la problemática urbana de los barrios proletarios santiagueños.
En ese mundo en transformación, radicales, anarquistas, socialistas, sindi-
calistas y comunistas compitieron por dirigir y ser los representantes de un
importante sector popular santiagueño, que hizo su aparición en esos años

Si observamos a los intelectuales que dieron charlas en nombre del PC
en las citadas instituciones, como Ernesto Barbieri, Silverio Suárez, Isolina
Figueroa, Manuel Martín Fernández, Ramón Ciro Orieta, Daniel Roldán y
Carlos Flores (“Conferencias”, 1924b), vemos que predominaron docentes
y periodistas que recorrieron el interior santiagueño, acompañando a di-
rigentes gremiales. En dichas localidades, el PC impulsó prácticas nuevas
en los trabajadores, como los reclamos de sueldos atrasados o las huelgas,
como mecanismos para la toma de conciencia de clase. Por eso, el partido
apoyó la “huelga ferrocarrilera por deudas salariales impagas y una pro-
testa de vecinos por los precios altos de la carne en Añatuya” (“Interior”,
1924, s. p.).
También observamos un cambio en la lectura que hacen los radicales
del partido comunista, pues los consideran “agitadores enviados por los
sindicatos de Buenos Aires” (“Crítica”, 1924, s. p.). Los comunistas, por su
parte, les contestaron que “representaron al pueblo obrero” (“Aclaración”,
1924, s. p.). Este cambio de postura del radicalismo gobernante tuvo que
ver con las protestas en la provincia, que cada vez fueron más “revoltosas”
            
inestabilidad económico-social que tuvieron los trabajadores. Pues sequías
en algunos departamentos del interior, infraestructura de riego colapsada,
movilizaciones por los precios altos de algunos productos, reparto de víve-


provincial.
-
zado del sindicalismo” (“Mundo obrero”, 1924a, s. p.) y un “movimiento

partido proletario chocó con los obstáculos que tuvo para crecer, según el
Informe del VII Congreso Comunista en Buenos Aires. Lo que nos dice este
-
cultades para el PC fueron muchas (Romo, 1984, p. 112), como las distancias
y los escasos recursos que “no permitieron una activa propaganda entre los
obreros” (Adelante, 1925, s. p.). Uno de los autores de este escrito es Pene-
lón (Godio, 1988, p. 256); suponemos que el informante santiagueño pudo

Guzmán Alcaraz, H. D. / El Partido Comunista en Santiago del Estero...
171
también Samuel Yussem (Cid, 1940, p. 6), simpatizante de Penelón en la
provincia y “referente de los inmigrantes rusos en el sudeste santiagueño”
(“Interior”, 1925b, s. p.).
Entre 1925 y 1926, en Santiago del Estero, el alto nivel de desocupación
de obreros urbanos (de las obras públicas paradas por falta de recursos),
las huelgas como la del sindicato de mozos por despidos, más la suba del
precio del pan pusieron en alerta a los trabajadores. Y, en el ámbito rural,
la falta de obras de irrigación siguió castigando al campesino proletario
-

(Adelante, 1925b, s. p.) de la dirección nacional. Entre ellos, Victorio Co-
dovilla29, hombre fuerte de la Internacional Comunista. Este y su grupo
vencieron a los izquierdistas o chispistas, por lo cual realizaron una gira
por el norte (Tarcus, 2007, p. 137). Suponemos que Codovilla conocía que
Santiago fue terreno de Juan Greco (acusado de chispista), por lo que su
presencia se sintió como de “limpieza”, más que como una visita proto-
colar. Pues desvinculó del partido a su secretario general, Manuel Cid30,
ferroviario de Añatuya, acusándolo de estar “en trato con la burguesía”


Codovilla por ser sospechado de chispista (“El caso Cid”, 1926). Pero, si
hubo chispistas en Santiago del Estero, su localización parece estar en el
interior, porque el diario La Chispa describe muy bien la realidad del pro-
letariado rural santiagueño, especialmente su poca lucha (“El problema
campesino. Los braceros”, 1926).
Codovilla se apoyó en Rava y Henríquez para recorrer los enclaves del
PC en la capital y en la Banda. En esta última ciudad, Codovilla aconsejó
la constitución de “células” (“Conferencias”, 1925) en los distintos sectores
obreros provinciales. Luego de esta visita al noroeste argentino, Codovilla
envió a Juan Jolles (Ulianova, 2008, p. 142) como secretario general con sede
en Santiago del Estero, quien, recién llegado al país, fue descripto como un
detractor de la “mentalidad troskista” (Jolles, 1925) y defensor del leninis-
29 Nació en Italia en 1894 y falleció en 1970 en Moscú. Desde los inicios del PC, estuvo en con-
tra de lo que se llamó ala izquierda, y logró apoyo en Moscú luego de su viaje en 1924. Desde
ese momento, será el vínculo más destacado entre el partido y los organismos partidarios
moscovitas, aunque hasta 1925 mantuvo cierta tolerancia con las facciones que se oponían al
mando del grupo vinculado a las directivas de la IC (Codovilla, 1925).
30 Español de raíces libertarias, fue uno de los fundadores del PSI en Santiago del Estero;

de los chispistas, pues preparó la visita de Mateo Fossa, cuando era ya miembro del Partido
Comunista Obrero (“Manuel Cid”, 1926).
Miríada. Año 14 No. 18 (2022) 145-187
172
mo. Con Jolles31, colaborador de la III Internacional y representante de la

del Estero (Gilbert, 2011, p. 56), el partido en el NOA pasó a una etapa de
“disciplina leninista” (“Partido Comunista”, 1925, s. p.) y de alineación con
las directivas partidarias de Buenos Aires y del Comintern.
Entre 1926 y 1930, la organización partidaria del PC en la capital san-

local partidario en el barrio norte, la distribución de la Internacional en la

Rusa, militantes en las asociaciones barriales y en nuevos sindicatos y la

una identidad política que se puede ver en la central obrera, que se lla-
mó “Centro de gremios” (“Movimiento obrero”, 1926). Este brazo obrero
le permitió participar de marchas (Moreno Saravia, 1936, p. 180), acompa-
ñando a otros sectores obreros en protestas, como ocurrió en 1926 y 1927.
          
como fue la apertura de bibliotecas del PC en el norte capitalino, que sirvió
de base para la organización de marchas y mítines (“Partido Comunista”,
1926a). Los radicales, ante la intervención social y política del PC, comenza-
ron una campaña de desprestigio, llamándolo “sociedad de perturbaciones

Comunista”, 1926b, s. p.). El PC, si bien no logró nunca minorías en las
pocas campañas electorales provinciales en que participó, fue comparado
con los seguidores de Francisco Castañeda Vega, que fue el ala popular del
radicalismo, con quienes compitieron en los barrios obreros de la capital

que los radicales y comunistas compartieron tácticas de propagandas pare-
cidas, como realizar “un recital folklórico y en quichua” (“Comunismo con
guitarra”, 1926; “Conferencias”, 1926). En aquellos años, el fútbol también
se convirtió en una oferta propagandista del PC local (“Clubes”, 1927; “Cró-
nicas”, 1927), que sumó al apoyo partidario a las asociaciones barriales san-
tiagueñas (“Vecinos”, 1927). Pues, en estas entidades, los jóvenes trabaja-
dores asistieron a talleres laborales, bibliotecas y clubes del citado deporte.
Jolles participó en 1927, en la reunión del Comité Ejecutivo ampliado del
PC en Buenos Aires (“Conferencias”, 1928; “Partido Comunista”, 1927), en
31-
nizador de la juventud comunista en la Argentina, país al que llegó en 1923. Fue nombrado
secretario del CR del PCA en Tucumán (1925-1930) y no se dice que la sede del CR fue
Santiago del Estero, donde pasó mayor tiempo que en la vecina provincia. Pues su esposa y

Jolles, ver Jeifets y Jeifets (2014), y “Juan Jolles” (1927).
Guzmán Alcaraz, H. D. / El Partido Comunista en Santiago del Estero...
173
representación de Santiago del Estero32, en la cual apoyó al sector de Codo-
villa en contra de Penelón33. Esta situación desató una crisis partidaria en
Santiago del Estero porque una agrupación gremial formada por ferrovia-
rios y docentes se separó del Centro de Gremios34, lo que debilitó a la base
trabajadora del PC local, especialmente a los seguidores de Manuel Cid,
que, “desde Añatuya, se volcaron al apoyo de Penelón” (“Trabajadores”,
1928, s. p.). En aquella época, el citado pueblo se convirtió en centro de reu-
niones de trabajadores forestales35, sector en el cual el PC venía trabajando
desde años atrás.
A esta situación, debemos sumar las “detenciones de comunistas”
(“Atropellos”, 1927, s. p.) que ocurrieron luego de una marcha en 1927 en la
Banda, donde hubo choques con la policía. Pues se acusó a los comunistas
de “planear una intentona revolucionaria” (“Noticias”, 1927, s. p.), por lo
que se vigiló a los sindicatos, sospechados de tener relaciones con el PC.
Algo similar ocurrió en Buenos Aires, donde la policía comenzó a perseguir
al comunismo, acusándolo de una campaña antimilitarista (“Persecucio-
nes”, 1927).
A pesar de estos obstáculos, Jolles con ayuda de Henríquez fundaron el
Bloque Obrero (“Organización obrera”, 1928), segunda entidad de trabaja-
dores comunistas, con base en el barrio oeste de la capital santiagueña, con
dos locales. Jolles se presentó desde Santiago del Estero en las elecciones
nacionales de 1928 con un candidato obrero llamado Gregorio Godoy. Este
fue un segundo dirigente del Bloque Obrero (Alen Lascano, 1996, p. 534)
cercano a Henríquez. Según la prensa partidaria local, obtuvieron cuatro-
32 Santiago del Estero fue una de las pocas provincias que participó en el citado encuentro.


al PC santiagueño en los primeros años de la década del 20 y conocía muy bien el campo nor-
teño. Si bien Pablo Henríquez se quedó con Jolles, muchos ferroviarios se pasaron al grupo

diario Adelante
a publicar noticias de su nuevo partido.
33 Este dirigente del PC creó el partido comunista de la región argentina. Penelón fue un di-
rigente del PC y concejal porteño que, entre 1922 y 1927, fue sostenido por Codovilla, quien
valoró su tarea municipal y rol en el partido (“Penelón”, 1927; “Política revolucionaria y
apoliticismo burgués. Discurso del camarada Penelón”, 1922).
34 A diferencia de lo que ocurrió en Buenos Aires, donde el PC mantuvo relaciones tormen-
tosas con la USA y con la COA, en el caso de Santiago del Estero, nunca hubo una buena

la debilidad gremial que el PC local comenzó a tener a medida que avanzó la década del 20
(“El PC y la USA”, 1927).
35
Miríada. Año 14 No. 18 (2022) 145-187
174
cientos votos (“Resultados”, 1928), un 2 % del total de la elección citada.
Esto mostró el poco caudal electoral del partido en los obreros locales y un
retroceso en relación con los primeros años del PC local. Según el diario
La Chispa36, el fracaso del bloque tuvo que ver con que se orientó hacia el
partido comunista obrero, apoyando a su “candidata Angélica Mendoza”
(“El block obrero y campesino en Santiago del Estero”, 1928). Estas luchas
internas del comunismo santiagueño parecieron debilitar su alcance electo-
ral y gremial. La Internacional, informando sobre la situación del partido

a Jujuy” (“Norte”, 1928b, s. p.).
A pesar de este horizonte negativo, en el Informe de Organización Parti-
daria del 28 de mayo de 1928, después de la crisis con el sector de Penelón,
podemos tener un panorama de cómo fue el PC santiagueño. Fundamen-
talmente, fue un partido de muchos años y se caracterizó por su actividad
en el “interior provincial” (Vargas, 1999, p. 189), un rasgo del que carecieron


informe presentado en Moscú, dio cuenta de la enorme masa de trabajado-

entre los campesinos de las “estancias semifeudales” (Vargas, 1999, p. 183),
-
mos que, entre ellos, estuvo la acción de los comunistas santiagueños que
vimos anteriormente y que Codovilla conoció cuando visitó Santiago del
Estero en 1925.
         
también una sacudida fuerte para los ferroviarios santiagueños (“Quié-
nes son los organizadores del Partido Comunista de la Región Argentina”,
1928). Adelante publicó una declaración que creemos que fue escrita por
Manuel Cid, quien se convirtió en el referente del penelonismo en Santiago
del Estero, donde planteaba que “el PC era un centro de sectarismos y el
Partido comunista de la región argentina el verdadero comunismo” (“Acla-

que la pérdida de terreno político de Penelón, pues, cuando perdió su cargo
de secretario sudamericano (“Penelón ha sido destituido por la IC del cargo
de secretario sudamericano”, 1928), el comentario en Adelante se concentró

36 Este periódico del llamado chispismo circuló en Santiago, porque Angélica Mendoza fue
una dirigente comunista que vino a la provincia antes de la formación del partido comunista
obrero y cosechó amistades entre los militantes locales (“Angélica Mendoza”, 1928; Gonzá-
lez Alberdi, 1925).
Guzmán Alcaraz, H. D. / El Partido Comunista en Santiago del Estero...
175
que este último era conocido y tenía “una buena imagen entre los militantes
santiagueños” (“Ferroviarios”, 1928, s. p.).
En junio de 1929, se realizó en Buenos Aires la Primera Conferencia La-
tinoamericana Comunista, con la participación de delegaciones americanas
y europeas. En este evento, la delegación peruana presentó un informe so-
bre la cuestión de las razas, que representaba lo que pensaban los partidos
sobre el tema. Lo que nos interesa subrayar es que habla del norte de la
Argentina, donde “una masa indígena era esencialmente agrícola” (Vargas,
1999, p. 219). En Adelante, se citó ese informe, destacando que se hablaba de
“la situación del campo santiagueño” (“Trabajadores en el interior”, 1929,
s. p.).
Por último, entre 1929 y 1930, fue desarticulado el PC local, pues el “go-
bierno provincial ordenó detener” (“Persecuciones”, 1930, s. p.) a sus dos
cabezas, Juan Jolles y Pablo Henríquez. Para Segundo Osorio (1941), mili-

-
do por nacionalistas” (p. 39). Incluso los diarios radicales cambiaron su mi-

de Lenin y culpables de amenazar el orden republicano” (“Noticia obrera”,
1929, s. p.). Esta situación obligó a los “camaradas” (Marof, 1936, p. 102) a
huir y esconderse en el monte santiagueño, especialmente cerca de las esta-
ciones del centro y sudeste provincial.
Estas localidades santiagueñas fueron sedes del penelonismo (Gallardo,
2019, p. 57), por lo tanto, opositoras a Jolles, pero, debido a la persecución37
que vivieron los militantes del PC, estos dejaron atrás las rencillas y se ocul-
tó a los perseguidos por las fuerzas de “la Liga Patriótica sección local”
(“Interior”, 1929, s. p.). Esta coyuntura debió debilitar al PC santiagueño. Si
observamos el mapa de los locales allanados del PC santiagueño (“Santiago
del Estero”, 1931), sus sedes en Frías y Fernández demuestran que, más
allá de los contratiempos, los comunistas lograron insertarse no solo en las
pocas ciudades locales, sino también en las estaciones principales del inte-

37            
local contrario al PC. Por un lado, la prensa nacional y la local hicieron circular la noticia
de que Rusia preparaba una invasión a escala mundial, y, por otro, el atentado a Yrigoyen
desató una especie de discursos nacionalistas que produjeron los allanamientos en sedes
anarquistas y comunistas de la provincia. Segundo Osorio fue obligado a irse a Tucumán, en
donde estuvo escondido un tiempo; el diario Adelante, de Samuel Yussem, fue cerrado, y este
detenido; y un periódico llamado La Voz de Frías también fue clausurado, y sus redactores
obligados a huir a Tucumán por publicar ideas comunistas.
Miríada. Año 14 No. 18 (2022) 145-187
176

en el litoral, Buenos Aires y Córdoba” (p. 3). No hay ninguna referencia a
Santiago del Estero, lo que nos permite inferir que el PC en esta provincia
se redujo solo a unos pocos militantes, como podemos ver en el informe de
cuadros enviado en 1934 a Moscú, donde se habla de “30 a 40 militantes”
(Jeifets y Schelchkov, 2018, p. 269).
Algunos resultados
Este artículo se propuso llenar un vacío en los estudios sobre los trabajado-

PC santiagueño en los primeros años de su formación (1917-1930). A partir
-
les el PC se constituyó en Santiago del Estero y el modo de dicha formación.
Dividimos esta empresa en dos partes: una primera etapa fundacional (de
1917-1920), en la que vimos cómo centros socialistas disidentes, anarquis-


segunda etapa (1921-1930), reconstruimos las relaciones del PC santiague-
ño con el tucumano, el cordobés, el santafesino y la dirección nacional. En
estas políticas de institucionalización partidaria, Santiago del Estero tuvo
no solo una dirigencia inmigrante, sino también nativa y rural, lo que po-
sibilitó la propaganda en casi todo el territorio provincial. También hemos
reconstruido los rasgos más salientes de cada período, sin dejar de tener en
cuenta las generalidades que se encontraron en ambos momentos, como la

como consecuencia de su inserción en distintos gremios santiagueños a tra-
vés de la Federación Obrera santiagueña, el Centro de gremios y el Bloque
Obrero. Estos brazos obreros del PC fueron debilitándose a medida que se
perdieron aliados en los años 20, como los anarquistas y del propio partido,
y como en la crisis Codovilla-Penelón, que tuvo su impacto en la provincia.
A pesar de estos escollos, el partido tuvo un constante crecimiento institu-
   
primeros años y sedes del partido en la segunda etapa.
-
gueños no tuvieron una buena relación con el PC porque este compitió con
el radicalismo en los barrios obreros capitalinos y en algunos pueblos del in-
terior. Y, especialmente, porque el PC se involucró en las huelgas de los tra-
bajadores en un periodo de crisis provincial que cubrió las primeras décadas
del siglo . Todas estas iniciativas del PC local fueron sostenidas por la cola-
boración constante de cuadros partidarios de provincias limítrofes. Pues los
-
Guzmán Alcaraz, H. D. / El Partido Comunista en Santiago del Estero...
177

intervenciones culminaron con la llegada de Juan Jolles a Santiago del Estero;
la provincia se convirtió así en eje de la política del partido en el NOA. En ese
sentido, la tendencia obrerista, que fue una constante en el PC, fue regulada
por un orden disciplinario que obedecía a las directivas de Buenos Aires.
Una reconstrucción territorial del PC local nos indica que siguió la vieja
ruta creada por los socialistas, la cual se basó en las líneas ferroviarias que
atravesaron la provincia, por lo tanto, las estaciones y sus pueblos fueron
vitales para que el comunismo se instalara en el interior provincial. En la ta-

el PC fue un partido urbano: al contrario, pudo articular su propuesta rural,
a través de Pablo Henríquez, dirigente nativo que recorrió casi todas las
-

Henríquez, fue conocido como folklorista, lo cual le facilitó su inserción en

los peones y jornaleros locales.
Tabla 1. Ubicación territorial y número de militantes por periodo
Etapa Votos Centros o sedes partidarias
1917-1920 1074 Capital Santiago del Estero
La Banda
Frías
Termas
Colonia Dora
Pinto
1921-1930 400 Capital Santiago del Estero: Barrio Oeste, Rincón de Palermo, Lomas
Coloradas, Zanjón
La Banda
Frías
Termas
Colonia Dora
Pinto
Forres
Fernández
Beltrán
Añatuya
Suncho Corral
Quimili
Loreto
Atamisqui
Silipica, Sumamao
Salavina, Chilca Juliana
Tintina
Fuente: Elaboración propia basada en datos de la prensa local.
Miríada. Año 14 No. 18 (2022) 145-187
178
Con respecto a su primera dirigencia, la cual conquistó los centros so-
cialistas cuando estalló la revolución rusa, podemos ver, según la tabla 2,
-
bitos urbanos, especialmente en aquellos lugares con colonias rusas. Por
su parte, los ferroviarios facilitaron su vínculo con otras provincias, desde
donde vino mucha colaboración para el desarrollo del PC local. Un sector
de dicho partido, hay que señalar, es la sección femenina. A medida que
los gremios docentes se abrieron al proselitismo comunista, creció una diri-
gencia que permitió captar a vecinas y trabajadoras que llegaron a los actos
organizados por las distintas sedes partidarias. Todo este núcleo dirigente
fue una generación nueva. De entre dieciocho y treinta años, en su mayoría,
tenían un trabajo (docente, periodista, albañil, peones, etc.) que fue inesta-
ble, en un periodo de crisis económica en la provincia y en la región. Por lo
tanto, lo que es claro es que una porción de la clase obrera santiagueña en-
contró en el PC un espacio para articular sus reclamos socioeconómicos, sus
demandas educativas y culturales y una instancia de visibilidad política.
Tabla 2. Dirigencia comunista del periodo: liación laboral, territorial y
de ideas
Dirigente (origen étnico) Oficio Procedencia
Samuel Yussem (ruso) Imprentero-periodista San Francisco (Córdoba)
Arturo Epstein (ruso) Sastre Colonia Dora (Santiago del Estero)
Felipe Singerf (ruso) Docente Ceres (Santa Fe)
Mateo Mitrovich (ruso) Sastre Rafaela (Santa Fe)
Pablo Henríquez (criollo) Albañil-jornalero Sumamao (Santiago del Estero)
Manuel Cid (español) Ferroviario Rosario (Santa Fe)
Lázaro Ciado (español) Ferroviario Rosario (Santa Fe)
Gregorio Godoy (criollo) Albañil-jornalero Añatuya (Santiago del Estero)
Isolina Figueroa (criolla) Docente Capital Santiago del Estero
Juan Jolles (holandés) Docente Holanda
Carlos Rava (español) Martillero San Miguel de Tucumán
María Banegas (criolla) Bibliotecaria Capital Santiago del Estero
Arturo HelmanGauna (ruso) Periodista Pinto (Santiago del Estero)
Fuente: Elaboración propia basada en datos de la prensa local.
Guzmán Alcaraz, H. D. / El Partido Comunista en Santiago del Estero...
179
Referencias bibliográcas
Abregú Virreira, C. (1917). La vida del peón de los obrajes en el Chaco santiague-
ño. Maldonado.
Aclaración (1924, 20 de noviembre). Democracia, s. p.
Aclaraciones (1928, 3 de agosto). Adelante, s. p.
Acto obrero (1921, 3 de enero). Adelante, s. p.
Adelante (1925a, 15 de noviembre). S. p.
Adelante (1925b, 7 de julio). S. p.
Alen Lascano, L. (1988). Desarrollo político e institucional. El Liberal, 80, 103-121.
Alen Lascano, L. (1996). Historia de Santiago del Estero. Plus Ultra.
Anarquismo (1918, 4 de junio). El Socialista, s. p.
Anderson, P. (1984). La historia de los partidos comunistas. En R. Samuel
(Ed.), Historia popular y teoría socialista (pp. 150-165.). Crítica.
Angélica Mendoza (1928, 7 de abril). Adelante, s. p.
Añatuya (1923, 9 de junio). Adelante, s. p.
Arévalo, O. (1983). El partido comunista. CEAL.
Arévalo, O. (1988). Historia del Partido Comunista. Todo es historia, 250, 8-35.
Aricó, J. (1984). Orígenes del comunismo: para construir una historia no
sacra. Punto de Vista, 21, 9-12.
Aricó, J. (1987). Los comunistas y el movimiento obrero. Ciudad Futura, 4,15-17.
Aricó, J. (1999). Entrevistas 1974-1991. Centro de Estudios Avanzados.
Asamblea (1917, 20 de diciembre). El Socialista, s. p.
Asuntos obreros (1918, 4 de junio). Renovación, s. p.
Atropellos (1927, 13 de junio). Adelante, s. p.
Ayuso, M. (2017). Red de escuelas técnicas de autogestión obrera. La Fraternidad,
entre la política y la pedagogía (1887-1927). Prohistoria.
-
ca tucumana en la década del 30 [ponencia]. VIII Jornadas La Genera-
ción del Centenario y su proyección en el Noroeste argentino 1900-1950.
Fundación Miguel Lillo, Tucumán.
El naci-
miento del PC. Ensayo sobre la fundación y los primeros pasos del partido
comunista de la Argentina. Anteo.
Bibliotecas (1923, 15 de diciembre). La Opinión, s. p.
Bibliotecas (1925, 22 de septiembre). Adelante, s. p.
Biblioteca Obrera (1917a, 20 de abril). El Socialista, s. p.
Biblioteca Obrera (1918, 3 de junio). Renovación, s. p.
Bilsky, E. (1984). La Semana trágica. CEAL.
Calles obreras (1926, 5 de agosto). Adelante, s. p.
Camarero, H. (2007). A la conquista de la clase obrera. Los comunistas y el mundo
del trabajo en la Argentina 1920-1935
Miríada. Año 14 No. 18 (2022) 145-187
180
Camarero, H. (2013). La estrategia de clase contra clase y sus efectos en la
proletarización del Partido Comunista Argentino 1928-1935. En C.
Aguirre (Ed.), Militantes, intelectuales y revolucionarios. Ensayos sobre
marxismo e izquierda en América Latina (pp. 21-50). A contracorriente.
Camarero, H. (2017). Tiempos Rojos. El impacto de la Revolución rusa en la Ar-
gentina. Sudamericana.
Camarero, H., y Schneider, A. (1991). La polémica Penelón-Maroa (marxismo
y sindicalismo soreliano 1912-1918). CEAL.
Campione, D. (2005a). ¿Partido revolucionario o partido de gobierno? La
fundación del partido socialista internacional. En H. Camarero y
C. Herrera (Eds.), El Partido socialista en Argentina. Sociedad, política e
ideas a través de un siglo (pp. 145-157). Prometeo.
Campione, D. (2005b). El Comunismo en Argentina. Los primeros pasos. Edicio-
nes del Centro Cultural de la Cooperación (CCC).
Campione, D., López Cantera, M., y Maier, B. (2007). La cuestión Penelón:
XI
Jornadas Interescuelas. Universidad Nacional de Tucumán, Tucumán.
Cantón, D., Moreno, J., y Ciria, A. (1986). La democracia constitucional y su
crisis. Paidos.
Carestía (1917, 10 de junio). El Socialista, s. p.
Castiglione, V. (1948). 50 años de política. El Liberal, 48, 167-188.
Centro Obrero de Pinto (1917, 19 de diciembre). [Carta a la Casa del Pue-
blo]. Pinto.
Centro Obrero Israelita (1917, 20 de diciembre). [Carta a la Casa del Pueblo].
Santiago del Estero.

argentino. Un estado de la cuestión. El Rodaballo, 8, 31-40.
Ceruso, D. (2015). La izquierda en la fábrica. La militancia obrera industrial en el
lugar de trabajo,1916-1943. Imago Mundi.
Cid, M. (1940). Samuel Yussem. Cuadernos.
Clubes (1927, 8 de septiembre). Adelante, s. p.
Codovilla, V. (1925, 27 de septiembre). ¿Partido monolítico o conglomerado
de facciones? La Internacional.
Comentarios (1923, 27 de octubre). Adelante, s. p.
Comisión del Comité Central del Partido Comunista (1947). Esbozo de Histo-
ria del Partido Comunista de la Argentina (Origen y desarrollo del Partido
Comunista y del movimiento obrero y popular argentino). Anteo.
Comunismo con guitarra (1926, 12 de agosto). La Protesta, s. p.
Comunistas (1921, 4 de enero). El Socialista, s. p.
Concentración obrera (1917, 23 de mayo). El Socialista, s. p.
Conferencias (1917a). El Socialista, s. p.
Guzmán Alcaraz, H. D. / El Partido Comunista en Santiago del Estero...
181
Conferencias (1917b, 11 de junio). El Socialista, s. p.
Conferencias (1917c, 20 de julio). El Socialista, s. p.
Conferencias (1917d, 2 de febrero). El Fígaro, s. p.
Conferencias (1920, 2 de mayo). Renovación, s. p.
Conferencias (1923a, 3 de abril). La Internacional, s. p.
Conferencias (1923b, 8 de agosto). Adelante, s. p.
Conferencias (1924a, 26 de septiembre). Adelante, s. p.
Conferencias (1924b, 11 de noviembre). Democracia, s. p.
Conferencias (1925, 2 de mayo). Adelante, s. p.
Conferencias (1926, 12 de agosto). Adelante, s. p.
Conferencias (1928, 30 de junio). La Internacional, s. p.
Conferencias socialistas (1917, 3 de mayo). El Socialista, s. p.
Córdoba (1924, 3 de abril). Adelante, s. p.
Corbiere, E. (1996). Un siglo de socialismo en la Argentina. Todo es historia,
347, 68-86.
Creación y organización del Partido Comunista Obrero. Causas que la ori-
ginan (1926, 30 de enero). La Chispa, s. p.
Crítica (1924, 15 de noviembre). Democracia, s. p.
Crónicas (1927, 8 de septiembre). La Internacional, s. p.

Biblioteca Obrera hebrea, Santiago del Estero.
De Santiago del Estero. Motivos de crónica (1922, 30 de diciembre). La Pro-
testa, s. p.
La Chispa, s. p.
Debates (1917, 27 de noviembre). El Socialista, s. p.
Declaraciones (1917, 22 de diciembre). El Socialista, s. p.
Di Palma, N. (1925, 2 de septiembre). El viejo programa del partido y su
La Internacional.
Dirigentes obreros (1923, 20 de octubre). Adelante, s. p.
Durruty, C. (1993). La Federación obrera nacional de la construcción. En T.
Di Tella (Comp.), Sindicatos como los de antes (pp. 49-80). Biblos/
Simón Rodríguez.
El block obrero y campesino en Santiago del Estero (1928, 7 de abril). La
Chispa, s. p.
El campo (1923, 3 de junio). La Internacional, s. p.
El caso Cid (1926, 28 de febrero). Adelante, s. p.
El interior (1917, 5 de marzo). El Socialista, s. p.
El PC y la USA (1927, 30 de julio). Adelante, s. p.
El problema campesino. Los braceros (1926, 1 de mayo). La Chispa, s. p.
Elecciones (1918, 7 de junio). El Socialista, s. p.
En Santiago del Estero (1915, 4 de mayo). La Protesta, s. p.
Miríada. Año 14 No. 18 (2022) 145-187
182
En vísperas del Congreso del partido. A propósito de las actuales discusio-
nes en el partido (1925, 13 de octubre). La Internacional, s. p.
Ferroviarios (1928, 24 de marzo). Adelante, s. p.
Figueroa, I. (1918, 28 de junio). [Carta al Inspector General de escuelas Juan
Giménez]. Archivo del Colegio Centenario, Santiago del Estero.
Figueroa, I. (1919, 31 de octubre). [Carta a Manuel Argañaraz]. Archivo del
Colegio Centenario, Santiago del Estero.
Fundación del Partido Comunista (1920, 30 de diciembre). Renovación, s. p.
Gallardo, P. (2019). Enrique Giesch. El Profeta Rojo. La Vanguardia.
Gancedo (h), A. (1918). Los obreros en Santiago del Estero
Gilbert, I. (2011). El oro de Moscú, Historia secreta de la diplomacia, el comercio,
y la inteligencia soviética en Argentina. Sudamericana.
Gira (1923, 8 de agosto). Adelante, s. p.
Godio, J. (1988). El movimiento obrero argentino 1910-1930. Legasa.
González Alberdi, P. (1925, 8 de octubre). Preparando el Congreso. El gru-
pito opositor: una piedrecilla que obstaculiza el camino hacia la
transformación en partido de masas. Conclusión. La Internacional.
González, S., y Bosoer, F. (2012). La lucha continúa. 200 años de historia sindical
en la Argentina. Javier Vergara Editor.
Graciano, O. (2010). El Partido Socialista de Argentina: su trayectoria histó-
A
contracorriente, 3, 1-37.
Guzmán Alcaraz, H. (2020). El Partido Socialista en Santiago del Estero. Política
y cultura en el sudeste chaco-santiagueño (Argentina 1910-1930). Aca-
démica Española.
Helman Gauna, A. (1917). Discurso.
Hobsbawn, E. (1999). Historia del siglo XX. (J. Faci, J. Ainaud y C. Castells,
Trads.) Crítica.
Homenaje (1924, 7 de octubre). Democracia, s. p.
Huelgas (1924, 25 de noviembre). Adelante, s. p.
Información obrera (1917, 1 de noviembre). El Socialista, s. p.
Información obrera (1921, 5 de enero). El Interrogante, s. p.
Interior (1915, 7 de julio). Nueva Era, s. p.
Interior (1917a, 18 de abril). El Socialista, s. p.
Interior (1917b, 1 de diciembre). El Socialista, s. p.
Interior (1922a, 5 de junio). Adelante, s. p.
Interior (1922b, 17 de julio). Adelante, s. p.
Interior (1923a, 6 de junio). Adelante, s. p.
Interior (1923b, 22 de diciembre). Adelante, s. p.
Interior (1924, 12 de noviembre). Democracia, s. p.
Interior (1925a, 8 de octubre). Adelante, s. p.
Guzmán Alcaraz, H. D. / El Partido Comunista en Santiago del Estero...
183
Interior (1925b, 16 de noviembre). Adelante, s. p.
Interior (1929, 27 de septiembre). Adelante, s. p.
Irurzun, B. (1972). Datos para la historia del pueblo que nombro y amo. SEPA.
Iscaro, R. (1958). Origen y desarrollo del movimiento sindical argentino. Anteo.
Jeifets, V., y Jeifets, L. (2014). La Internacional comunista y la izquierda argen-
tina: primeros encuentros y desencuentros. Revista Archivos, 5, 71-92.
Jeifets, V., y Schelchkov, A. (Comps.) (2018). La Internacional comunista en
América Latina. Ediciones Ariadna.
Jolles, J. (1925, 2 de octubre). Trotskismo y leninismo en el Partido Comu-
nista de la Argentina. La Internacional.
Juan Jolles (1927, 15 de noviembre). Adelante, s. p.

la izquierda argentina de los años 20. Revista Estudios, 26, 1-23.
La Opinión (1923, 8 de agosto). Adelante, s. p.
La crisis agrícola (1926, 11 de septiembre). La Chispa, s. p.
Leninistas (1918, 5 de junio). El Socialista, s. p.
Levantamientos de indios (1923, 14 de mayo). La Internacional, s. p.
Lozza, A. (1985). Tiempo de huelgas. Anteo.
Mackeprang, F. (1923). El movimiento obrero y socialista en Santiago del
Estero. El Liberal, número extraordinario, 111.
Mafud, J. (1988). La clase obrera argentina. Distal.
Manuel Cid (1926, 30 de julio). Adelante, s. p.
Marcha (1917a, 30 de octubre). El Socialista, s. p.
Marcha (1917b, 16 de noviembre). El Socialista, s. p.
Marcha (1921, 3 de enero). El Interrogante, s. p.
Marof, T. (1936). Habla un condenado a muerte. Logos.
Martínez Chas, M. (2009). Liderazgo social y militancia comunista en la pro-
vincia de Misiones: Una aproximación a la vida política e intelectual de
Marcos Kanner. CEA.
Martocci, F., y Ferreyra, S. (2019). Hacia una agenda de problemas para los
estudios sobre el partido socialista en el interior argentino. Balance
y desafíos. En F. Martocci. y S. Ferreyra (Eds.), El Partido socialista
(re) congurado. Escalas y desafíos historiográcos para su estudio desde
el interior (pp. 25-53). Teseo.
Mastrángelo, M. (2006). Cultura y política en la Argentina. Los comunistas en la
huelga de 1929 en San Francisco-Córdoba. Imago Mundi.
Mastrángelo, M. (2011). Rojos en la Córdoba obrera 1930-1943. Imago Mundi.
Maximalismo y organización. El papel de los comunistas en el mo-
vimiento obrero del sur santafesino frente a los conictos sociales de 1917/1921
y 1928
Nacional del Comahue, San Carlos de Bariloche, Argentina.
Miríada. Año 14 No. 18 (2022) 145-187
184
Misiones (1923, 17 de mayo). La Internacional, s. p.
Molina Tellez, F. (1938). Al servicio del crimen. Cuadernos América.
Montiel, G. (2012). El Movimiento obrero santiagueño 1939-1943.Viamonte.
Moreno Saravia, M. (1936). Literatura escolar provinciana. Amoroso.
Movimiento estudiantil (1931, 13 de octubre). El Liberal, s. p.
Movimiento gremial (1916, 7 de febrero). El Socialista, s. p.
Movimiento obrero (1921, 21 de enero). El Socialista, s. p.
Movimiento obrero (1926, 30 de julio). Adelante, s. p.
Movimiento revolucionario (1918, 3 de septiembre). Renovación, s. p.
Mundo obrero (1924a, 6 de noviembre). Adelante, s. p.
Mundo Obrero (1924b, 7 de noviembre). Adelante, s. p.
Norte (1928a, 26 de septiembre). Adelante, s. p.
Norte (1928b, 20 de octubre). La Internacional, s. p.
Nota gremial (1918, 17 de julio). Renovación, s. p.
Nota gremial (1919, 11 de diciembre). El Socialista, s. p.
Noticia obrera (1929, 27 de diciembre). La Mañana, s. p.
Noticias (1927, 11 de mayo). Adelante, s. p.
Nuevo gremio (1921, 2 de agosto). Adelante, s. p.
Obraje (1923, 12 de junio). Adelante, s. p.
Obreros azucareros (1927, 9 de julio). La Internacional, s. p.
Organización (1925, 27 de diciembre). La Internacional, s. p.
Organización obrera (1917, 16 de enero). El Socialista, s. p.
Organización obrera (1928, 6 de febrero). Adelante, s. p.
Oriolo, J. (1994). Antiesbozo de la historia del partido comunista 1918-1928/2. CEAL.
Osorio, S. (1941). Santiago del porvenir. Yussem.
Ossona, J. (1983). Partido Comunista. Todo es historia, 188, 49-52.
Pacto (1920, 3 de mayo). Renovación, s. p.
Partido Comunista (1922a, 14 de marzo). Adelante, s. p.
Partido Comunista (1922b, 17 de abril). La Opinión, s. p.
Partido Comunista (1923, 7 de enero). Adelante, s. p.
Partido Comunista (1924, 7 de septiembre). Adelante, s. p.
Partido Comunista (1925, 4 de octubre). Adelante, s. p.
Partido Comunista (1926a, 1 de mayo). Adelante, s. p.
Partido Comunista (1926b, 4 de agosto). Adelante, s. p.
Partido Comunista (1927, 20 de diciembre). Adelante, s. p.
Partido Socialista (1917a, 16 de enero). El Socialista, s. p.
Partido Socialista (1917b, 17 de abril). El Socialista, s. p.
Partido Socialista (1917c, 27 de agosto). El Socialista, s. p.
Partido Socialista (1917d, 5 de noviembre). El Socialista, s. p.
Partido Socialista (1917e, 22 de diciembre). El Socialista, s. p.
Partido Socialista (1918a, 6 de marzo). El Socialista, s. p.
Guzmán Alcaraz, H. D. / El Partido Comunista en Santiago del Estero...
185
Partido Socialista (1918b, 7 de marzo). El Socialista, s. p.
Partido Socialista (1920, 29 de diciembre). El Socialista, s. p.
Paso, L. (1988). Origen histórico de los partidos políticos. CEAL.
Paz y Paz, J. (1917). Por los pobres
Penelón (1927, 17 de septiembre). Internacional, s. p.
Penelón ha sido destituido por la IC del cargo de secretario sudamericano
(1928, 24 de marzo). La Internacional, s. p.
Persecuciones (1927, 1 de enero). La Internacional, s. p.
Persecuciones (1930, 30 de noviembre). Adelante, s. p.
Petra, A. (2020). La actividad impresa del comunismo argentino: un pano-
rama de las publicaciones periódicas y las editoriales partidarias

(Orgs.), Políticas culturais dos partidos comunistas na América (pp. 92-
116). Historia da América Latina.
Piemonte, V. (2013). Alcances y signicaciones de la incidencia soviética en las prác-
ticas políticas del Partido comunista de la Argentina 1919-1943. Tesis.
Prismas, 6,
179-188.
Polémicas (1817, 10 de noviembre). El Socialista, s. p.
Política revolucionaria y apoliticismo burgués. Discurso del camarada Pe-
nelón (1922, 10 de marzo). Internacional, s. p.
Proyecto de programa de acción inmediata del Partido Comunista (1923, 23
de julio). La Internacional, s. p.
Puigross, R. (1956). Historia crítica de los partidos políticos argentinos. Argu-
mentos.
Quiénes son los organizadores del Partido Comunista de la Región Argen-
tina (1928, 4 de febrero). Adelante, s. p.
Ramos, A. (1956). Contesta. En C. Strasser (Comp.), Las izquierdas en el proce-
so argentino (pp. 183-212). Editorial la Palestra.
Renovación (1918, 2 de agosto). S. p.
Resultados (1928, 10 de febrero). Adelante, s. p.
Revolución Rusa (1917a, 5 de octubre). El Socialista, s. p.
Revolución Rusa (1917b, 27 de marzo). El Socialista, s. p.
Revolución Rusa (1917c, 10 de noviembre). El Socialista, s. p.
Revolución Rusa (1921, 6 de septiembre). El Metido, s. p.
Romo, P. (1984). Informe al VII Congreso. En E. Corbière, Orígenes del comu-
nismo argentino (p. 112). CEAL.
Rock, D. (1997). El radicalismo argentino 1890-1930. Amorrortu.
Rusia (1923, 3 de abril). Adelante, s. p.
Santa Fe (1923, 10 de enero). Adelante, s. p.
Santamaría, D. (1984). Las huelgas azucareras de Tucumán, 1923. CEAL.
Miríada. Año 14 No. 18 (2022) 145-187
186
Santiago del Estero (1917a, 16 de enero). La Vanguardia, s. p.
Santiago del Estero (1917b, 30 de marzo). La Vanguardia, s. p.
Santiago del Estero (1917c, 5 de noviembre). La Vanguardia, s. p.
Santiago del Estero (1917d, 26 de noviembre). La Vanguardia, s. p.
Santiago del Estero (1918, 5 de marzo). La Vanguardia, s. p.
Santiago del Estero (1931, 15 de febrero). El Orden, s. p.
Santiago del Estero. Actos de propaganda. Las controversias con los comu-
nistas (1924, 9 de septiembre). La Protesta, s. p.
Santiago del Estero. El Paro general (1916, 7 de febrero). La Vanguardia, s. p.
Santiago del Estero. Nuestra controversia (1924, 26 de septiembre). La Pro-
testa, s. p.
El partido comunista de Argentina ante Moscú:
deberes y realidades 1930-1941. EIAL, 2, 1-6.
Sindicato de sastres (1922, 6 de diciembre). Adelante, s. p.

Termas. Archivo de la Biblioteca Obrera hebrea, Santiago del Estero.
Situación obrera (1926, 12 de septiembre). El País, s. p.
Socialistas (1917, 8 de agosto). El Socialista, s. p.
Informe. 
Tarcus, H. (Dir.) (2007). Diccionario biográco de la izquierda argentina. De los
anarquistas a la nueva izquierda 1890-1976. Emecé.
Tasso, A. (2007). Ferrocarril, quebracho y alfalfa. Un ciclo de agricultura capitalis-
ta en Santiago del Estero 1870-1940. Alción.
Temas obreros (1918, 5 de junio). Renovación, s. p.
Tenti, M. (1993). La industria en Santiago del Estero. Sigma.
Tenti, M. (1996). La huelga ferroviaria de 1917. Academia Nacional de la Historia.
Trabajadores (1920a, 1 de mayo). El Liberal, s. p.
Trabajadores (1920b, 26 de agosto). Renovación, s. p.
Trabajadores (1921, 7 de noviembre). El Siglo, s. p.
Trabajadores (1922, 6 de mayo). La Opinión, s. p.
Trabajadores (1928, 4 de julio). Adelante, s. p.
Trabajadores en el interior (1929, 30 de junio). Adelante, s. p.
Tribuna (1917, 17 de octubre). El Socialista, s. p.
Tribuna (1918, 3 de junio). El Socialista, s. p.
Ulianova, O. (2008). Develando un mito: emisarios de la internacional co-
munista en Chile. Historia, 41, 99-164.
Ulivarri, M. (2016). La política en el mundo obrero en el Tucumán de la
entreguerra, Izquierdas, 31, 249-276.
Un diputado proletario (1924, 3 de abril). La Internacional, s. p.
Vargas, O. (1999). El marxismo y la revolución argentina. Agora.
Vecinos (1927, 10 de septiembre). Adelante, s. p.
Guzmán Alcaraz, H. D. / El Partido Comunista en Santiago del Estero...
187
Viajeros (1923a, 10 de enero). Adelante, s. p.
Viajeros (1923b, 6 de junio). El Liberal, s. p.
Viajeros (1923c, 11 de junio). Adelante, s. p.
Violencia obrera (1918, 6 de junio). Renovación, s. p.
Visitantes (1923, 8 de junio). La Opinión, s. p.
Yussem, S. (1940). 25 años de periodismo. AIAPE.
Zandrino, E. (2013). El partido comunista de Córdoba 1918-1927: origen,
organización, dirigencia, relación con el mundo del trabajo y estilos
de sociabilidad. Síntesis, 4, 1-33.