La
¿nueva? inclusión de las mujeres al mundo político. Los discursos y prácticas
de las concejalas bonaerenses / Mariana Colotta. Buenos
Aires: Ediciones Universidad del Salvador, 2013. 285 páginas. ISBN 9-789-505-921-706
Mariana Colotta, doctora en
Ciencia Política de
En su análisis, Colotta se basa
en una perspectiva teórica postestructuralista, en adhesión al pensamiento de
Mouffe, que niega la existencia de una única forma de ser mujer. Por el
contrario, cada una de las entrevistas deja en evidencia un conjunto de
posiciones subjetivas construidas desde diversos discursos como el de madre,
profesional, militante, entre otros. No hay, entonces, una subjetividad
homogénea que se corresponda con el “ser mujer” sino que en la práctica se
entremezclan subjetividades múltiples y contradictorias.
El trabajo se inicia en 2006, o
sea, 15 años después de la sanción de
Según la visión de la autora,
el acceso de las mujeres políticas a posiciones de poder se desprende, no solo
de los cambios institucionales y normativos que impulsan su integración, sino
que también de la crisis de representación de los partidos políticos. El
desencanto con respecto a las formas tradicionales de hacer política parece
fortalecer, según Colotta, los liderazgos femeninos. Esta situación responde a
que se concibe a estos nuevos liderazgos como más carismáticos, cercanos,
comprensivos y humildes. Dado que las mujeres son consideradas como debutantes
en el mundo político no se les atribuye la decadencia a la que nos han
conducido las prácticas rechazadas de la política tradicional. Se percibe a sus
liderazgos como algo nuevo, una posibilidad de cambio. Este reconocimiento de
la forma de hacer política de las mujeres, que es distinta a la de los hombres,
se corresponde con las concepciones que tienen del poder y de su ejercicio. Las
concejalas se apartan de la definición masculina que asocia poder a dominación,
represión e imposición de la propia voluntad por sobre la de los demás y lo
conciben de un modo más horizontal, antiautoritario y participativo. Esta
situación se evidencia más fuertemente con respecto a las mujeres que forman
parte de partidos no tradicionales, como los vecinalistas, que no se
estructuran a partir de sistema verticalista y patriarcal imperante en las
organizaciones tradicionales.
Las mujeres que participan en
partidos vecinalistas optan entonces por una forma de hacer política basada en
la cercanía y la atención a las necesidades concretas y cotidianas. Sin
embargo, dado que la subjetividad de las mujeres no es homogénea, otras
dirigentes no se apartan del tipo de liderazgo tradicional, manteniendo una
concepción de poder más basada en la imposición que en el consenso; en este
sentido, imitan la forma masculina de ejercicio del poder como una estrategia
de masculinización para obtener el reconocimiento de la conducción partidaria
(constituida por varones).
En lo que se refiere a
Como objetivo secundario,
Colotta analiza las trayectorias de las concejalas evidenciando los diferentes
perfiles que se constituyen por la diversidad generacional y en formación
académica. Las mujeres mayores de 50 años tienen una visión del mundo político
como algo externo a su ámbito de pertenencia, que es el doméstico; naturalizan
los discursos que las excluyen de ese mundo y entienden a su tarea política como
algo que está permitido realizar una vez concluidas sus tareas como madres y
esposas. Son las mujeres políticas más jóvenes las que advierten la discriminación,
lo que les permite desnaturalizar los estereotipos e incluir temáticas de
género en la agenda política. Sin embargo, estas jóvenes concejalas aún sienten
la necesidad de tener que legitimar sus candidaturas y aspiraciones ante la
mirada de este nuevo mundo al que ingresan; lo hacen, en su mayoría, a través
de la acreditación universitaria o de antecedentes en gestión, antecedentes con
los que no cuentan, ni creen que necesiten contar, la mayoría de sus compañeros
del partido.
Colotta arriba, entonces, a una
conclusión interesante: más allá de que muchas mujeres hayan sido integradas al
mundo político gracias a
Lic. Candela M. Naso