MIRÍADA. Año 3, No. 5 (2010)

© Universidad del Salvador. Facultad de Ciencias Sociales.

Instituto de Investigaciones en Ciencia Sociales (IDICSO), ISSN: 1851-9431

 

 

Perturbando el texto colonial. Los estudios (pos)coloniales en América Latina / Karina Bidaseca. Buenos Aires: SB, 2010. 286 p. ISBN 9789871256709

 

     Karina Bidaseca es socióloga, egresada de la Universidad de Buenos Aires (UBA), donde obtuvo el título de Doctora en Ciencias Sociales en el año 2005. Se desempeña como investigadora adjunta del CONICET y como docente en la Universidad Nacional de San Martín y en la UBA, donde dicta la asignatura La sociología y los estudios poscoloniales.

Recientemente publicó el libro Perturbando el texto colonial. Los estudios (pos) coloniales en América Latina. Se trata de una obra transdisciplinaria que aborda cuatro ejes temáticos complementarios, los cuales se cruzan y dialogan entre ellos continuamente.

El primer eje temático es un abordaje espistemológico/metodológico que propone reflexionar sobre la construcción de la alteridad, la representación del otro y los problemas y desafíos que encuentra un/a investigador/a cuando realiza trabajos de campo. Uno de los aportes más significativos al respecto, es la introducción y elaboración de una “teoría de voces” que pueda ser utilizada por las ciencias sociales y humanas como instrumento de agenciamiento. La autora retoma la teoría dialógica de Mijaíl Bajtín, el interrogante de la crítica literaria de Gayatri Spivak acerca de si ¿puede el subalterno hablar? y los conceptos de ambivalencia, estereotipo (como fetiche), hibridación y mimetismo de Homi Bhabha. Busca quebrar la monoglosia y cuestionar al narrador omnisciente. Retoma al historiador Ranajit Guha y distingue entre voces altas y bajas para diferenciar las intensidades de las voces bajas contrahegemónicas y hegemónicas, de las altas y de las voces del investigador/a y propone una etnografía dialógica. La resultante es una metodología/epistemología que piensa en términos de interculturalidad y distingue las voces de los actores: “(…)cuándo es un discurso totalmente libretado (momento pre-discursivo) que no se sale de la forma, cuándo dejan ver esa voz “genuina”, cuándo se trata de una voz sofocada, fagocitada, mimetizada o silenciada.” (p. 204).

El segundo eje es el racismo contemporáneo: para estudiarlo retoma a Fanon e indaga acerca de las potencialidades de una relectura de Los Condenados de la Tierra y de ¡Escucha Blanco! en la actualidad, analizando su concepto de negritud, dado que es este último, (junto a la categoría de Orientalismo de Edward Said y al concepto de Colonialidad del Poder del sociólogo Aníbal Quijano), el que permite indagar acerca de los discursos esencialistas que conciben al otro no europeo, hombre y blanco, como seres atrasados, inferiores y no pertenecientes a la condición humana. Analiza cómo desde 1492 se establece e inventa, desde la óptica de Quijano (2000), una colonialidad del poder imbricada con la idea de raza. Siendo este último término, una construcción social y un invento realizado por un imaginario europeo que toma como punto de diferencia y de referencia a las colonias americanas. Este proceso deriva en una división racial del trabajo que en gran medida continúa. En este marco examina el caso de Haití retomando la propuesta realizada por Susan Buck-Morss[1]. A su vez, la autora debate con las teorías multiculturalistas y siguiendo los planteos de Jameson, Gruner, y Zizek afirma que: “(…) el síntoma del capitalismo tardío –“multiculturalista”- es el racismo contemporáneo, y su correlato ideológico, el multiculturalismo, una forma de racismo negada que afirma tolerar la identidad del otro.” (p. 241).

Una tercera lectura del texto puede realizarse en función de un intento de introducir en el debate contemporáneo categorías de pensamiento y estudio elaboradas por grupos de académicos que, pertenecientes a las periferias del mundo intelectual, han levantado sus voces para hacer visibles temáticas (intencionalmente) ocultadas por las ciencias sociales eurocéntricas e imperialistas: hablamos del Grupo de Estudios Subalternos que se nuclea hacia fines de los años 1970 y que en 1982 publica en Delhi, la denominada Subaltern Studies. Writings on South Asian History. Se trata de un conjunto de intelectuales diaspóricos indios residentes en Inglaterra y dirigidos por el historiador Ranajit Guha. Se reunieron con el propósito de devolver a la historia las voces silenciadas por la historiografía marxista y nacionalista dominante, con el objetivo de analizar la historia colonial sudasiática. La autora plantea los debates internos del grupo y sus principales líneas de investigación. A su vez, nos presenta las temáticas principales del Grupo de Estudios Subalternos Latinoamericanos fundado a comienzos de la década de 1990 por investigadores pertenecientes a universidades norteamericanas, y establece sus principales diferencias con el grupo originario. Ofrece también, las propuestas y debates acerca del pos-occidentalismo, el giro decolonial y la (pos)colonialidad de América Latina.

Finalmente, last but not least, debemos hablar de uno de los temas que más trabaja el texto: las narrativas femeninas de la subalternización. La autora analiza la literatura de la Premio Nobel estadounidense Toni Morrison, el feminismo poscolonial afro, el feminismo fronterizo de Gloria Anzaldúa, el feminismo paritario indígena andino, el feminismo islámico y los feminicidios actuales. Desde una postura académica y militante, el lector se encuentra con los análisis de la antropóloga Rita Segato y sus estudios sobre la violencia ejercida hacia las mujeres en Ciudad Juárez en México; las interpelaciones e impugnaciones que Gayatri Spivak le realiza, desde los márgenes, al mundo académico progresista; y, a través de la voz de Rigoberta Menchú, plantea un debate sobre la (im)posibilidad del cientista social de traducir a lo otro; debate que nos invita a reflexionar sobre nuestras propias prácticas como investigadores/as, dado que, según la autora: “(…)la pretensión (irreal e irreverente) de develar los secretos de “nuestros” entrevistados (que, en mi opinión, es pura cosificación y falocentrismo científico) posee connotaciones éticas que ameritan un artículo en sí mismo.” (p. 87).

 

Referencias

Buck-Morss, S. (2005) Hegel y Haití: la dialéctica amo-esclavo: una interpretación revolucionaria. Buenos Aires: Norma.

Gruner, E. (2002) El fin de las pequeñas historias. De los estudios culturales al retorno (imposible) de lo trágico. Buenos Aires: Paidós.   

Quijano, A. (2000). Colonialidad del poder, eurocentrismo y América Latina. En E. Lander (Comp.). La colonialidad del saber. Eurocentrismo y Ciencias Sociales. Perspectivas Latinoamericanas. Buenos Aires: CLACSO        

 

 

Juan Pablo Puentes

Licenciado en Sociología, USAL. Maestrando en Sociología de la Cultura y Análisis Cultural, Instituto de Altos Estudios Sociales, UNSAM

 

 

 

 



[1] De acuerdo a Buck-Morss, la dialéctica amo-esclavo de Hegel constituye una respuesta racista del filósofo que se ve interpelado por los acontecimientos de Haití.