La “otra” sociedad en Costa Rica: un estudio sobre la discriminación social en el contexto geohistórico

Lim, Su Jin*

Resumen Este artículo trata el tema de la discriminación social dentro de la sociedad costarricense en el contexto geohistórico. Costa Rica se visualizaba como un país unificado caracterizado por su igualdad social, así como su identidad étnica, sin embargo dentro de la sociedad existía un rechazo hacia la gente que no se consideraba “nosotros” quedándose como “otros”. Dentro de la historia de la sociedad costarricense, el concepto de “nosotros” siempre se refería a los eurodescendientes, mientras que el concepto de “otros” fue evolucionando como respuesta a los procesos inmigratorios de los “no deseados” que se fueron presentando dentro del territorio costarricense. Para explicar el desarrollo de la discriminación social que se presentó dentro de la historia costarricense, este artículo trabaja sobre el origen de la discriminación social en la región, evolución de la inmigración y discriminación social hacia “otra sociedad”, así como la situación actual enfocando a los inmigrantes nicaragüenses que predominan en el panorama actual de la composición migratoria en Costa Rica.

Palabras Clave: Costa Rica; Discriminación; Inmigrantes deseados; Inmigrantes no deseados; Eurodescendientes

Abstract This article talks about the social discrimination inside of the Costarica society in a geohistorical context. Costa Rica was visualized as a unified country characterized by his social equality, also because of his Ethnic identity, nevertheless inside of the society there was a rejection towards the people who was not considered to be “we” and remaining as “others”. In the history of the costarican society the concept “we” always refer to the Eurodescendants while the

* Doctora en Geografía, Profesora e investigadora de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, Universidad de Colima. Correo electrónico: rhimsu@gmail.com Artículo recibido: 04-03-12 Artículo aceptado: 23-05-12 MIRÍADA. Año 4 No. 8 (2012) p. 9-24 © Universidad del Salvador. Facultad de Ciencias Sociales. Instituto de Investigación en Ciencias Sociales (IDICSO), ISSN: 1851-9431

concept of “others” was evolving as a response to the migratory processes of the people who “Not wanted” that were appearing inside the Costarican territory. In order to explain the development of the social discrimination that appear inside of the Costarican history, this article works about the origin of the social discrimination in Costa Rica, Evolution of the immigration and social discrimination towards the “another society” in Costa Rica, as well as his situation focusing on the Nicaraguan immigrants who nowadays predominate the migratory composition of Costa Rica.

Keywords: Costa Rica; Discrimination; Migrants wanted; Migrants not wanted; Eurodescendants

Introducción

Suiza en Centroamérica, paz, igualdad, democracia rural, pureza, y los artículos constitucionales que prohíben la discriminación,1 son palabras que nos permiten describir Costa Rica. Desde sus inicios, en la segunda mitad del siglo XX, el país se caracterizó por no tener problemas políticos internos, aun cuando países vecinos sufrían las consecuencias de sus guerras civiles y regímenes dictatoriales. En 1948, cuando Costa Rica toma la decisión de anular las fuerzas militares se apreciaba un país de tranquilidad y prosperidad, unificado y sólido. Dentro del contexto económico, Costa Rica logró la igualdad social y territorial, con esto pudo alcanzar la estabilidad social y democracia rural que el resto de los países de Centroamérica no pudieron aspirar. En los últimos años, en base a una encuesta realizada por una organización internacional, Costa Rica muestra los índices más altos en felicidad, además cuenta con los paisajes naturales más hermosos que atraen la atención de los turistas para visitar estas tierras.

A pesar de lo antes mencionado, Costa Rica siempre mostró una actitud muy selectiva hacia los inmigrantes. El país no expresó una bienvenida a los inmigrantes “no deseados”, aunque les fueran necesarios como mano de obra para desarrollar infraestructura y crecimiento económico. Por esta razón, los inmigrantes no deseados tuvieron que soportar discriminación e injusticias, perteneciendo siempre al grupo de los “otros” los cuales representaban una “amenaza” a la estabilidad y pureza de la sociedad costarricense. Bajo el éxito de Costa Rica se escondía la dolorosa historia de los inmigrantes “no deseados”.

Desde la independencia de Costa Rica, más de 90% de la población eran blancos, autoconsiderándose como “nosotros”, ubicando al resto en la categoría de “otros”. Sin embargo, los costarricenses se vieron en la necesidad de aceptar al grupo “otros”, a pesar del sentimiento de miedo que les causaba la posibilidad de perder su pureza, razón por la cual impusieron fronteras invisibles bien marcadas entre “nosotros” y “otros”. Con el paso del tiempo, las fronteras invisibles desaparecían pero la realidad es que esas fronteras persisten en la sociedad costarricense.

Este artículo pretende analizar el proceso de evolución de la discriminación en la población inmigrante en el contexto geohistórico. Para cumplir con el objetivo, el presente trabajo se compone de lo siguiente: primero se analiza el origen de la discriminación dentro del país, haciendo énfasis en la historia, distinta al resto de Centroamérica. Segundo, se hace un análisis sobre la evolución de la discriminación social en Costa Rica. Tercero, se explica la discriminación actual dentro del país, enfocándonos en la situación de los inmigrantes nicaragüenses. A través de este trabajo se hace notar la significativa presencia de la “otra” sociedad dentro del ambiente social costarricense.

Origen de la discriminación social en Costa Rica.

Orgullo del sentido ser único

Costa Rica es un país que se compone mayormente por un tipo de etnia blanca que desciende de los países europeos. En Costa Rica, dicha etnia cuenta con un total de 94% de la población total, mientras Nicaragua y Panamá cuentan con 17% y 10% respectivamente2. En la época de la independencia, la mayoría de los costarricenses eran eurodescendientes y el país tenía pocos indígenas, por consiguiente no contaba con mano de obra suficiente para extender su tierra. Esto originó igualdad social y ayudó a generar estabilidad política y económica, a diferencia de otros países. Posicionó a Costa Rica como un país autentico, capaz de crear armonía y desarrollo social en Centroamérica, formando el orgullo del sentido “ser único” de los costarricenses (Sandoval, 2008).

Este sentido del “ser único” de los costarricenses se vincula directamente con la identidad social que adoptaron desde su composición étnica, “somos la única sociedad en donde predominan los blancos”, “somos los únicos que logramos la democracia rural”, “somos los únicos que hablamos castellano en Centroamérica como los europeos”, “somos los únicos que tenemos una sociedad con paz y tranquilidad”. Para los costarricenses, el ser único significaba estimar su característica europea y desestimar cualquier factor que se hubiera originado en Centroamérica. Así, los costarricenses querían ser europeos aun cuando se ubicaran en Centroamérica.

Sus deseos de ser europeos se plasmaban en paisajes culturales y sociales que dejaban ver su anhelo por convertir a Costa Rica en una pequeña Europa. Con esta idea, después de la independencia, las edificaciones que se comenzaron a construir estaban influenciadas por estilos europeos, como es el caso del teatro nacional que fue diseñado por un arquitecto francés y todos los materiales que se utilizaron fueron importados desde Europa, el objetivo era sentirse como en su tierra deseada. En aquel momento en Costa Rica residían alrededor de 5000 indígenas en una zona montañosa, conocida como Talamanca, totalmente desprovistos de cualquier contacto y atención por parte del gobierno, se consideraban como “otros internos en Costa Rica”. En el mismo período, las zonas donde se ubicaban los indígenas eran consideradas como “la otra sociedad” dentro del territorio costarricense. Por parte del gobierno no hubo ningún intento por lograr integrar a esta “otra sociedad. Lo cierto es que la sociedad costarricense no quiso darle reconocimiento a la “otra sociedad” en este tiempo3. En este período, la identidad social se concentraba en el valle central donde habitaban todos los costarricenses blancos. Solamente en esta zona se coincidía como territorio nacional de los costarricenses originando el gran orgullo del sentido ser único, superioridad que ningún país centroamericano alcanzaría.

Dilema

En aquel momento, el dilema más grande de Costa Rica fue que siempre quiso ser un país europeo, la distancia que se tenía entre dicho país y Europa. Aun cuando en toda la época de la colonia y pos colonia todas las actividades políticas y económicas estaban inclinadas hacia Europa4, Costa Rica no tenía salida a través del Atlántico sino hasta fines del siglo XIX. Hasta aquel momento, la única salida que podía conectar de valle central de Costa Rica a Europa era la ruta que unía el valle central a la costa del Pacífico. El recorrido era salir de valle central y así llegar a Puntarenas, un puerto subdesarrollado de la costa del Pacífico que rodeaba toda América del sur para entrar y cruzar mar atlántico y, al fin, llegar a Europa5. En la mitad del siglo XIX, con la construcción del ferrocarril “Panamá” que conectaba a ambos océanos, Pacífico y Atlántico se acortó la distancia entre Costa Rica y Europa, sin embargo, el gobierno costarricense insistió en la construcción de su propio ferrocarril que lo conectaría más directamente con Europa. Considerando el crecimiento de las relaciones económicas que tenía dicho continente; esta tarea se convirtió en algo ambicioso y prioritario para el gobierno.

Pero el problema principal que tenía Costa Rica para llevar a cabo esta tarea era la falta de mano de obra para la construcción de la infraestructura de vías de comunicación terrestre y marítima, desde el valle central hacia la zona de la costa del Atlántico. La escasez de mano de obra que predominaba desde la época colonial, frenando el desarrollo de actividades económicas, continuó vigente hasta ese momento. Debido a que el país no pudo fungir como proveedor de materias primas, carecía de infraestructura vial.

La única opción que se tenía era traer mano de obra de fuera del país. Desde luego, el gobierno de Costa Rica tomó la decisión de permitir la entrada al país de extranjeros con la condición de que fueran eurodescendientes de piel blanca. A pesar de que el gobierno costarricense incentivaba para que vinieran y residieran los inmigrantes “deseados”, es decir eurodescendientes, todos los esfuerzos fracasaron6. Finalmente no se concretaron los movimientos migratorios esperados.

Para la segunda mitad de siglo XIX, el único movimiento migratorio de eurodescendientes que se concretó en base a la política de colonización fue un pequeño grupo de italianos. Sin embargo no se establecieron en la costa atlántica, a causa del clima mortífero, optando por la zona del valle central. La mayoría de ellos se dedicaron a realizar actividades económicas urbanas en lugar de la agricultura y construcción de vías de comunicación. Por esta razón, el gobierno costarricense consideró una segunda opción que consistía en integrar a los grupos migratorios “no deseados”, es decir todos aquellos que no eran eurodescendientes (especialmente chinos y afrocaribeños), con la condición de que habitaran áreas lejanas del valle central, sin posibilidad de un acercamiento a dicha zona. En este contexto, se excluía a los grupos indígenas, es decir, los “otros internos”, ubicándolos en una escala aún más baja que la raza “inferior” quienes eran chinos y afrocaribeños.

Evolución de la inmigración y discriminación social en Costa Rica

Inmigrantes “no deseados”

Después de la independencia, el gobierno costarricense tuvo que buscar una fuente de mano de obra fuera del país. A pesar de la problemática de escasez de mano de obra, el gobierno se aferraba a la idea de seleccionar eurodescendientes para conservar la pureza de la raza. En aquel momento se desarrollaron bastos proyectos para atraer eurodescendientes, los cuales no tuvieron el impacto deseado. Costa Rica no pudo competir con otros destinos deseados por los inmigrantes europeos. Para el año de 1850, bajo la administración del Presidente Juan Rafael Mora (1849-1853) se creó la “Junta Protectora de las Colonias”, como uno de los tantos proyectos que ofrecía beneficios para los inmigrantes “deseados”, dicho proyecto contenía lo siguiente:

Por cada inmigrante varón mayor de quince años y menor de cincuenta tendrá el propiedad el contratista diez manzanas de tierra, cinco por cada mujer en la misma edad, tres por cada niño varón menor de quince años y dos por cada niña menor de esta edad. Esta adquisición de propiedad se verificará cuando los inmigrantes hayan residido en la República tres años al menos o un año en caso de fallecimiento (Alvarenga, 2008, p.7). En 1896, el diputado Francisco Oreamuno presenta a la Asamblea un nuevo proyecto en el que propone se dediquen 5000 pesos del presupuesto para que el gobierno pague el pasaje de inmigrante (Alvarenga, 2008, p.8).

Al igual que otros proyectos, este no alcanzó los objetivos que se tenían planteados.

En lugar de eurodescendientes, la mayoría de los inmigrantes que arribaron al país pertenecían a la raza no deseada, es decir, chinos y afrocaribeños. En aquel momento el destino principal de los chinos fue la ciudad de San Francisco en Estados Unidos, sin embargo esta cerró sus puertas a esta población, por ende, tuvieron que cambiar de ruta hacia los países de Centroamérica. En el contexto del año 1855, habiendo cambiado su rumbo, 77 chinos llegaron por primera vez a Costa Rica. En el año 1862, el gobierno promulgó la “ley de base de colonización”7 donde se prohibía la llegada de los inmigrantes de color. Sin embargo, al no encontrar mano de obra dentro del país tuvieron que aceptar la llegada de estos grupos, aunque contradijera la ley. En el año 1872, con el inicio de la construcción del ferrocarril llegaron 894 afrocaribeños8 y, para el siguiente año, llagarían 653 chinos, entrando por la costa del Pacífico, hasta cruzar el territorio para establecerse en la zona del Atlántico. Esta población, conocida como la raza inferior por el gobierno costarricense, era la única capaz de soportar los climas extremos de la región9. Fue así como la zona atlántica se convirtió de la tierra de la raza no deseada.

Frontera interna y discriminación social

El objetivo de permitir la llegada de inmigrantes no deseados era que participaran en la construcción de vías de comunicación que facilitarían la comunicación de Costa Rica a Europa. Aún estando involucrados en el desarrollo de estas vías de acceso, los inmigrantes no deseados tenían prohibido acercarse a la región del valle central. El gobierno los discriminó de diferentes formas. Por ejemplo, los afrocaribeños llegados en la década de 1870 no pudieron naturalizarse como costarricenses hasta el año 1949, aun pasando tres o cuatro generaciones. Debido a esta circunstancia, la raza considerada como inferior que habitaba la región de la zona atlántica no era costarricense ni jamaiquina, sólo eran reconocidos como “limonenses10” (Duncan ! Meléndez: 2005).

Desde la época colonial, Limón era la ciudad más representante de la zona atlántica fungiendo como puerto principal, a través de ésta llegaron conquistadores, los inmigrantes deseados y no deseados. La razón por la que estaba habitada de inmigrantes no deseados era porque el gobierno no la reconocía como parte del territorio nacional. La filosofía de progreso de Costa Rica no coincidía con la realidad que estaban viviendo los habitantes de la zona del Atlántico11. La característica principal de la ciudad Limón es que era habitada en su mayoría por razas de color, en la año de 1927, el 69% de la población eran extranjeros, entre estos mismos, 80% eran negros. Del total de la población negra que habitaba Costa Rica, el 94.1% se ubicaba en esta ciudad (Duncan ! Meléndez, 2005).

A fines del siglo XIX y principios del siglo XX, la zona atlántica ya estaba urbanizada, fungiendo como centro de prosperidad económica para el país por las actividades que se desarrollaban en este lugar, como lo era la plantación del banano. Sin embargo, los habitantes de la zona de la región del valle central eran los que recibían todo los beneficios, aun así no querían habitar la zona atlántica. Sólo en el contexto político y social la zona del atlántico era discriminada totalmente por el gobierno.

Habiendo iniciado su desarrollo infraestructural y siendo la ciudad más importante del Atlántico, el gobierno no se preocupó por enviar una estructura gubernamental para organizar a la población de dicha región. A finales del siglo XIX, con el inicio de la construcción del ferrocarril, el gobierno reconoció el Limón como puerto nacional, y no fue sino hasta el siguiente siglo que envió autoridades encargadas de administrar los recursos de la ciudad. Apenas en la segunda década del siglo XX se enviaron jueces y maestros12, con este hecho, el gobierno de Costa Rica pretendía demostrar y confirmar que el Limón era parte de territorio nacional13 (Senior, 2007).

Hasta primera mitad del siglo XX, el Limón se notaba con una segregación espacial bien marcada entre blancos y las demás razas. Un ejemplo de ello es que los negros tenían lugares designados en las salas de cine, tenían prohibido entrar a los hoteles de blancos, así como pisar la propiedad de la raza deseada.

Otra discriminación muy notoria estaba en el salario, pues aun trabajando las mismas horas en la misma categoría, el sueldo de los blancos era superior al de los negros y chinos (Bourgois, 1994, p.139).

Otro ejemplo que muestra la discriminación fue “la frontera invisible”, que aplicaba exclusivamente a la raza no deseada, sin importar el oficio de las personas, es decir, si un ingeniero manejaba el tren saliendo del Limón a San José, justo antes de arribar a la zona de valle central tenía que bajarse para que un blanco supliera su labor dentro de esta área. En la década de 1930, la plantación del banano fue posible en la región del Pacífico, sin embargo los que tenían la experiencia para trabajarlo no pudieron hacerlo por la simple razón que tenían que atravesar valle central cuando esto era prohibido para ellos14 . No fue hasta el año de 1949 cuando los negros tuvieron la posibilidad de llegar a la zona del valle central15 .

Como se mencionó anteriormente, la raza no deseada estaba integrada por afrocaribeños y chinos que, al mismo tiempo, sufrían discriminación por parte de las autoridades y sociedad costarricense. El gobierno tenía una clara posición en contra de los chinos tratándolos como raza nociva, asquerosa, perniciosa, degenerada. Y la sociedad llegó al punto de creer que se podían contagiar de enfermedades con sólo tocarlos. La diferencia entre los chinos y afrocaribeñas era que los primeros tenían la posibilidad de viajar al valle central, sin embargo no había una convivencia con los costarricenses por el prejuicio social que sufrían.

Persistencia de la “otra” sociedad en Costa Rica

Surgimiento de xenofobia hacia los Nicas15 .

Los movimientos migratorios entre Nicaragua y Costa Rica tienen una larga historia. Hasta la segunda mitad del siglo XIX no había una frontera bien establecida entre ambos países, razón por la cual los habitantes transitaban de un lugar a otro sin problema. Un ejemplo de ello es el caso de los huleros, quienes constantemente se trasladaban para realizar sus actividades en ambos territorios (Sandoval, 2008). Otro caso notable es el de la Península Nicoya, que hoy en día pertenece a Costa Rica, y anteriormente era parte de Nicaragua.

A pesar de que los nicaragüenses eran considerados como inmigrantes no deseados, ocupaban un nivel más alto (por ser latinoamericanos) que los afro-caribeños y los chinos. Entre los trabajos más significativos de los Nicaragüenses en Costa Rica en el siglo XX, encontramos la cosecha del banano en la zona del Pacífico, lugar donde no podía habitar los afrocaribeños y chinos, así como la construcción del ferrocarril entre Sixaola y Talamanca. Para el año de 1927, se registraron 20.642 nicaragüenses que representaban un porcentaje del 4,4% de la población total Costarricense, y en la década de 1960 esta cifra aumentó a 60.000 (Sandoval, 2002, p.168).

Durante este período se empieza a tomar una postura negativa ante los nicaragüenses por parte de la sociedad costarricense. Empezaron a ser representados por su piel oscura. Así, mientras imágenes asociadas con “criminalidad”, “radicalismo político” y “negritud” representaban a los nicaragüenses como gente violenta, valores políticos tales como “paz”, “libertad”, “democracia” y “blancura” se convirtieron en parte del sentido de nacionalidad de Costa Rica (Sandoval, 2008).

El rechazo de los costarricenses aumentó cuando surgió el rumor de que la población nicaragüense alcanzaba un millón de habitantes. A finales de siglo XX, este rumor cobró fuerza, al grado de considerarse una cifra posible (Sandoval, 2008).

¿Cuántos nicaragüenses hay realmente en Costa Rica? Esta era la pregunta central dentro del debate social. Hay una gran diferencia entre las cifras oficiales y las estimadas dentro de la sociedad. El censo poblacional del año 2000 indica que había 226.461 nicaragüenses, mientras la sociedad estima que este número oscila entre los 300.000, que representaría el 8%, hasta un millón, que sería el 25%.

Esta razón fue suficiente para que creciera la preocupación de los costarricenses pues de ser cierto el orgullo que tenían de sentirse únicos, se vería afectado17. Una de las razones por la que se tiene esta preocupación se muestra en la Tabla 1.

La tabla 1 muestra el aumento significativo de nacimientos nicaragüenses en Costa Rica. En seis años aumentó de 4,8% a 13,6% con un ritmo acelerado ya que como se observa en la tabla, en años anteriores no se había dado un crecimiento tan significativo en el número de nacimientos. Además, estos datos oficiales abren la posibilidad de que este número sea aún mayor, puesto que un gran porcentaje de mujeres nicaragüenses en edad fértil no cuentan con seguro social costarricense. Debido a estas circunstancias, los costarricenses ven a los nicaragüenses como una “amenaza18” a su sociedad considerada pura.

Este fenómeno se explica en varias investigaciones. Por ejemplo, Davila (2010) realiza un estudio con 78.360 nicaragüenses, de los cuales 54.5% llegaron a Costa Rica después de 2000 y si se prolonga el período de estudio hasta 1990, esta cifra aumenta a 91,8%. Según Patiño, Solis, ! Galo (2008), el 73,1% de los inmigrantes legales nicaragüenses que se registraron en el censo de población del año 2000 arribaron después de 1990. Finalmente, de acuerdo con Baumeister (2006). El porcentaje de la población total nicaragüense en Costa Rica ha cambiado de la manera siguiente: en 1927, el porcentaje era de 1,9, para 1950 aumentó a 2,4%, en el año 1963 disminuye al 1,4%, en 1973 disminuye aún más hasta 0,6%; once años más tarde, se nota un aumento poblacional de 11.900 a 45.900 alcanzando el 1,9%. Finalmente, en el año 2000 aumenta significativamente hasta alcanzar el 6,0%. Estos estudios demuestran la misma tendencia de aumento poblacional, lo que representa una amenaza para los costarricenses generando xenofobia hacia este sector de la población.

Discriminación

A finales de siglo XX la xenofobia tuvo mayor presencia hacia los nicaragüenses por parte de la sociedad costarricense, refiriéndose a ellos con términos muy despectivos e insultantes, haciéndolos ver como lo más bajo y despreciable de la población19. La imagen que representa un nicaragüense ante la sociedad costarricense es de ladrón, delincuente, prostituta (refiriéndose a la mujer), etc.

Las ideas más comunes que se originan en el pensamiento de los costarricenses sobre los inmigrantes nicaragüenses son las siguientes: “son muchos”, “amenazan la identidad nacional costarricense”, “han agotado el sistema de salud” y “cometen la mayoría de los crímenes”. De acuerdo con un estudio de Baumeister (2006), se demuestra que el 63% de la población costarricense se opone, fuertemente, a la presencia de inmigrantes “nicas”, y el 58,3% están convencidos de que son de raza superior a los nicaragüenses.

Prueba de la discriminación que existe se puede notar más claramente en el área laboral, donde un nicaragüense realiza el trabajo más pesado percibiendo un bajo salario, mientras que el costarricense ocupa los mejores puestos obteniendo mejores salarios. Según Paniagua (2007, p. 62), en el área de la construcción, los nicaragüenses ganan 11,5% menos que los costarricenses, realizando actividades más pesadas.

Otra dimensión de la discriminación es que los trabajos despreciados por los costarricenses son realizados por los inmigrantes de Nicaragua. Por ejemplo, el 28,8% del total de la Población Económicamente Activa (PEA) nicaragüense se dedican a la agricultura, mientras que sólo el 14,5% de los costarricenses se dedican a dicha actividad. En el caso de las mujeres, 48,8% del total de la PEA nicaragüense realizan sus actividades en el área del servicio doméstico20, mientras que el 14,9% de las costarricenses se dedican a dicha actividad (Lerussi, 2008).

Conclusión

“Ticos y nicas son siempre hermanos”, esta frase se puede ver al entrar a Costa Rica desde Nicaragua, al frente de la oficina de migración costarricense. Según esta frase, se esperaría que las relaciones entre nicaragüenses y costarricenses dentro de Costa Rica fueran de amistad y fraternidad, sin embargo la realidad es muy diferente. En la actualidad es muy complicado para los nicaragüenses vivir en Costa Rica, un país que desde su independencia siempre ha vivido con el fantasma de la leyenda blanca, es decir, su preocupación principal ha sido mantener su “blancura social”. Dentro de la sociedad costarricense todavía existen límites sociales muy marcados a los inmigrantes.

Desde su independencia, los costarricenses consideraban una amenaza la entrada de otras castas a su territorio ya que esto podría afectar su calidad de pureza. Por consiguiente, la respuesta para contrarrestar dicha amenaza, fue la de imponer fronteras invisibles dentro de su territorio, distinguiendo dos tipos de sociedad: “nuestra sociedad” y “otra sociedad”. La segunda era espacio de discriminación y alienación.

En la década de 1870, entraron los afrocaribeños por la necesidad de Costa Rica. Tuvieron que pasar más de ochenta años para que estos pudieran ser considerados como costarricenses. Durante este período, los descendientes de afro-caribeños nacidos en Costa Rica tampoco tenían nacionalidad costarricense. Así era el grado de discriminación que sufría la “otra” sociedad.

La geografía de la “otra” sociedad ha cambiado a lo largo de la historia. Recién independizados, el espacio geográfico que ocupaban los indígenas se consideraba como “otra” sociedad. A finales del siglo XIX se toma también como “otra” sociedad a los lugares en donde vivían los chinos y afrocaribeños. A su vez, para evitar el nacimiento de una nueva “otra” sociedad, el gobierno costarricense imponía en sus leyes la prohibición de la entrada de algunas etnias consideradas nocivas a su pureza al territorio. La sociedad costarricense siempre quería establecerse en el valle central, en la búsqueda de su identidad nacional, ignorando los demás territorios, de allí viene el termino “vallecentralismo”.

Hoy en día, el espacio geográfico de la “otra” sociedad no es tan marcado como era anteriormente. En el pasado era notoria la distinción física entre ambas sociedades, lo cual se podía observar en las leyes, así como en la ubicación geográfica. En la actualidad, la “otra” sociedad es representada significativamente por nicaragüenses. Desde la década de 1990, este grupo poblacional fue aumentado drásticamente en Costa Rica, siendo objeto de xenofobia y discriminación por parte de los costarricenses. La “otra” sociedad, conformada en su mayoría por nicaragüenses, no se marca físicamente como la de los anteriores. Sin embargo, no se puede afirmar que no existe esta distinción entre costarricenses y nicaragüenses, más allá de su origen étnico.

Tabla 1 Porcentaje de nacimiento de bebés con madre nicaragüense en Costa Rica

Año % año % año %
1986 3.1 1991 3.7 1996 8.9
1987 3.2 1992 3.7 1997 9.9
1988 3.5 1993 4.8 1998 10.9
1989 3.7 1994 6.4 1999 12.3
1990 3.7 1995 7.7 2000 13.6

Fuente: Sandoval (2002, pp. 18)

Referencias

Alvarenga, P. (2008). La migración extranjera en la historia costarricense, en Sandoval, G. El mito roto: Inmigración y emigración en Costa Rica. pp. 3

24. San José, Costa Rica: Editorial UCR.

Baumeister, E. (2006). Migración internacional y desarrollo en Nicaragua. CEPAL Serie Población y desarrollo Nº67, pp. 1-85, Santiago de Chile. Disponible en: http://www.eclac.cl/publicaciones/xml/5/24215/lcl2488-P.pdf

Bourgois, P. (1994). Banano, Etnia y lucha social en Centroamérica. San José, Costa Rica: DEI.

Davila Arriolla, E. (2010). Emigración internacional de nicaragüenses en la Segunda mitad del siglo XX. TESIS publicada, Universidad Internacional de Andalucía, España. Disponible en: http://dspace.unia.es/bitstream/ 10334/198/1/0075_Davila.pdf

Duncan, Q. ! Meléndez, C. (2005). El negro en Costa Rica. San José, Costa Rica: Editorial Costa Rica.

Murillo Herrera, M. (2008). Social change in pre columbian San Ramon de Alajuela, Costa Rica, and its relation with adjacent regions. TESIS de doctorado no publicada, University of Pittsburgh, U.S.

Lerussi, R. (2008). Trabajadoras domésticas nicaragüenses en Costa Rica: Feminización de la pobreza, TESIS no publicada del Programa Maestría del Instituto Complutense de Estudios Internacionales. Universidad de Complutense de Madrid, España.

Paniagua A., L. (2007). Situación socio laboral de la Población Nicaragüense en Costa Rica, Revista Ciencias Sociales (Cr) III-IV, No. 117-118, pp. 57-72. Universidad de Costa Rica, Costa Rica.

Patiño, M., Solis, A. ! Galo, C. (2008). Estudio binacional (Nicaragua-Costa Rica) sobre la incidencia de la migración en las mujeres, Organización Internacional para las Migraciones (OIM). San José, Costa Rica: Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA).

Sandoval García, Carlos. (2002). Otros amenazantes. Los nicaragüenses y la formación de identidades nacionales en Costa Rica. ED. UCR. San José, Costa Rica.

Sandoval G.arcía, Carlos (2008). “Algunos retos de la investigación en migraciones. Reflexiones a partir de Costa Rica”. En Sandoval El mito roto: Inmigración y emigración en Costa Rica. pp. 373 -384. San José, Costa Rica: Editorial UCR.

Senior A., D. (2007). La incorporación social en Costa Rica de la población Afro-costarricense durante el siglo XX 1927-1963. Costa Rica: Ciudad Universitaria Rodrigo.

Tribunal Supremo de Elecciones Normativa de Costa Rica (1949). Constitución Política de 7 de noviembre de 1949 y sus reformas. Versión online disponible en: http://www.tse.go.cr/pdf/normativa/constitucion.pdf

Notas

1 La prohibición de cualquier tipo de discriminación, en Costa Rica, tiene un fundamento de naturaleza constitucional, dado que su máximo cuerpo normativo del ordenamiento jurídico estipula en su artículo 33 que “Toda persona es igual ante la ley y no podrá practicarse discriminación alguna contra la dignidad humana (Tribunal Supremo de Elecciones, Constitución Política del 7 de noviembre de 1949) 2 El dato se relaciona con la historia colonial, en el caso de Costa Rica la sociedad no contaba con un gran número de población indígena que en ese tiempo para los europeos significaba fuente de mano de obra, por lo cual no podía llamar su atención. Esta situación propició que no existiera algún tipo de mestizaje que ocurría comúnmente en esta época, por lo tanto, Costa Rica obtuvo una composición étnica caracterizada por el predominio de los blancos, fenómeno que no se repitió en ningún otro país de Centroamérica. 3 Los indígenas “GUAYMÍ” quienes residían en la zona montañosa de Tala-manca no habían podido naturalizarse, sino hasta 1993 (Sandoval G, C., 2002,

p. 147). 4 Hasta fin de siglo XIX cuando la empresa estadounidenses UFCO instaló su plantación bananera en la zona atlántica, Costa Rica no tenía una relación tan fuerte con Estados Unidos. 5 En aquel momento el recorrido que se iniciaba de valle central a Puntarenas tardaba por lo menos 15 días. 6 En aquel momento Costa Rica competía con Argentina y California de Estados Unidos. El primero se encontraba en una prosperidad económica gracias a la exportación de carne de res hacia Europa, y California al mismo tiempo lo superaba como consecuencia de la “fiebre del oro”. En la segunda mitad del siglo XIX, el gobierno costarricense firmaba contratos con las compañías privadas orientadas a la introducción de inmigrantes europeos dando tantas buenas opciones y facilidades, sin embargo ningún contrato logró su propósito (Alvarenga, 2008, p. 3) 7 En el año de 1862 el gobierno de José María Monte Alegre (1859-1963) promulgó la Ley de base de colonización que contenía lo siguiente en su artículo tercero “No se permitirá la colonización por parte de las razas africanas y chinas y en el caso de considerarse necesario se impedirá o limitará la introducción al país de individuos que pertenezcan a dichos grupos”. Desde aquel momento Afrodescendiente entra a la categoría de raza prohibida considerándose nocivas al bienestar social y progreso de la República. Cuya lista se amplió en el año 1904 hasta Árabes, Turcos, Sirios, Armenios y Gitanos (Murillo, 2008) 8 La llegada de los Afrocaribeños a Costa Rica se divide en dos periodos: primera y segunda ola, la primera fue en el siglo XVI cuando los conquistadores trajeron esclavos africanos que para la primera mitad del siglo XIX obtendrían su emancipación y por consiguiente la hispanización, naturalizándose como costarricenses. La segunda ola fue la llagada de los jamaiquinos con la construcción del ferrocarril a finales del siglo XIX. Y al principio del siglo XX llegaron más de 20 mil afrocaribeñas (Senior A., 2007; Bourgois, 1994, p.91). 9 Debido al clima mortífero de la región atlántico surgieron enfermedades contagiosas como: cólera, malaria, fiebre amarilla etc. razón por la cual los euro-descendientes no querían habitar dicha zona. Según un estudio realizado por Mijias, de los 25mil obreros que habitaban el área, alrededor de 4mil murieron a causa de estas enfermedades principalmente por fiebre amarilla. La tasa de mortalidad de rango de edad 15 a 55 años en la zona atlántico era de 55% mientras que en valle central era 26%. 10 El término limonenses se le da a los pobladores de la ciudad del “limón” ubicada en la costa atlántica. 11 La filosofía de progreso consistía en pureza racial, igualdad, Orgullo del ser único y superior a los demás países centroamericanos etc. 12 Antes de la llegada de los maestros castellanos la alfabetización estaba cargo de los misioneros presbiterianos razón por la cual la lengua predominante era inglés. 13 Anteriormente quien tenía más influencia en el territorio atlántico eran dos empresas estadounidenses, Minor Keith encargada de la construcción ferrocarril y United Fruts Company que tenía presencia en todo el territorio atlántico. 14 La posición en contra de la raza negra se fortaleció en la década 1940 con la promulgación de Las leyes restrictivas antinegras, que estaban codificadas en Costa Rica y en Panamá. En Costa Rica una orden ejecutiva prohibió en 1942 la entrada de negros al país, antes de eso a los turistas negros se les negaban visas para entrar al país (Bourgois, 1994, p.140) 15 En el año 1935 el gobierno promulgó la ley No. 31 en la que prohibía expresamente la contratación de la gente color, con el objetivo manifestó de mantener a esta población concentrada en provincia limón. En el año 1949 promulgó Ley No. 836, que deja sin efecto la ley anterior del año 1935 creando además una Comisión especial para el empadronamiento de toda la población de color en Costa Rica. 16 En la actualidad el término Nica es la manera informal de referirse a los nicaragüenses con un sentido despectivo dentro de la sociedad costarricense. 17 Debido al gran porcentaje de nicaragüenses que inmigran a Costa Rica, este país es el único en Centroamérica que presenta un saldo positivo en cuestiones migratorias. Del total de la población inmigrante, el 76% es ocupado por los nicaragüenses. 18 El calificativo “amenazante” hace referencia al autor Sandoval G. (2002) quien en su libro titulado “Otros Amenazantes” narra el sentimiento de rechazo de los costarricenses hacia los nicaragüenses. 19 Sandoval (2002) explica en su libro “El mito roto: inmigración y emigración en Costa Rica” el doble criterio que tienen los costarricenses respecto a los ‘Nicas’ y ellos mismos, tomando como ejemplo la muerte de un nicaragüense por el ataque de unos perros con dueño costarricense. 20 El 79% de las mujeres nicaragüenses que llegan a Costa Rica se desempeñan en labores domésticas ya que es la opción más accesible para ellas. De total este porcentaje solamente el 28% obtienen un mejor trabajo mientras que el resto permanecen en esta área durante su estancia en Costa Rica. El 86.4% de las mujeres nicaragüenses que ingresan a esta área laboral son menores de 18 años (Lerussi, 2008)