ALBERDI Y SU PROYECTO DE ORGANIZACIÓN POLÍTICA Y JURÍDICA
ALBERDI
AND HIS PROJECT OF POLITICAL AND LEGAL ORGANIZATION
JORGE
CHRISTIAN CURTO
Alberdi, al igual que Sarmiento
fue un intelectual con proyección en el campo político y jurídico. En Bases y puntos de partida para la
organización política de
Más allá de compartir o no el proyecto de Alberdi, la labor que emprende al escribir Bases es la labor que se espera de un estadista, de un intelectual interesado por los destinos del país. Un estadista en cierta forma debe realizar dos tareas: en primer lugar, debe hacer un diagnóstico de la realidad social y política de una sociedad determinada, luego debe proponer un plan, un proyecto destinado a resolver el problema diagnosticado. En ese sentido la labor del estadista se asemeja a la del médico. El médico, al igual que el estadista, debe ser un gran observador para poder hacer un correcto diagnóstico y luego, una vez hecho, debe establecer un tratamiento adecuado. Alberdi en Bases se presenta como un observador agudo de la realidad Argentina y como un intelectual pragmático dispuesto a dar propuestas claras que según él empujaran al país a la senda del progreso.
Ahora bien, ¿cuál es el
diagnóstico que realiza Alberdi? Alberdi al momento de escribir Bases entiende que tras la batalla de
Caseros el país se encuentra ante la gran oportunidad de poder organizarse
política y jurídicamente[1].
Ahora bien, ¿por qué
…la República Argentina carece hoy de gobierno, de
constitución y de leyes generales que hagan sus veces[2].
Alberdi realiza un análisis que
no se limita sólo a
…el derecho constitucional de
Además señala:
La América de hace treinta años sólo miró la libertad
y la independencia; para ellas escribió sus constituciones. Hizo bien, era su
misión de entonces. El momento de echar la dominación europea fuera de este
suelo, no era el de atraer los habitantes de esa Europa temida[4].
Sin perjuicio de lo mencionado en
el párrafo anterior, no se podría afirmar en forma categórica que Alberdi no
veía ningún aspecto positivo en las Constituciones de Sud América. Es
importante mencionar que Alberdi, por ejemplo, destaca la configuración del
poder ejecutivo de
La Constitución de Chile, superior en redacción a todas
las de Sud América, sensatísima y profunda en cuanto a la composición del poder
ejecutivo, es incompleta y atrasada en cuanto a los medios económicos de
progreso y a las grandes necesidades materiales de
Es decir, en dicho caso, Alberdi
señala los aspectos negativos de
Luego de haber quedado atrás la etapa de la independencia, ¿cuáles deben ser las prioridades de los pueblos sudamericanos según Alberdi? Lo manifiesta claramente cuando dice:
Así como antes
colocábamos la independencia, la libertad, el culto, hoy debemos poner la
inmigración libre, la libertad de comercio, los caminos de fierro, la industria
sin trabas, no en lugar de aquellos grandes principios, sino como medios
esenciales de conseguir que dejen ellos de ser palabras y se vuelvan realidades[7].
Alberdi desea que Argentina a
través de una nueva constitución encabece un cambio en América, que a través de
una nueva constitución pueda atender sus necesidades[8]. Esa
nueva constitución para Alberdi deberá reconocer y garantizar determinados
derechos tanto a argentinos como a extranjeros, es decir, a todos los
habitantes del territorio argentino, pero no a través de meras promesas sino a
través de verdaderas garantías para de esta manera fomentar la inmigración que
el país tanto necesita. Al respecto sostiene que
La inmigración es un tema central
en el pensamiento de Alberdi. De hecho, en varias partes de Bases se puede observar que la falta de
población en los países de Sud América es una preocupación recurrente en su
pensamiento. Alberdi considera que los países de Sud América están despoblados,
desiertos y que dicha situación constituye un verdadero obstáculo para que
puedan comenzar a transitar la senda del progreso. Entonces, piensa que los
países de Sud América deben crear las condiciones necesarias para fomentar la
inmigración y que la inmigración impulsará el progreso de dichos países. En lo
que se refiere específicamente al territorio argentino, a tal punto considera
que la falta de población es un problema grave que entiende que
Con un millón escaso de habitantes por toda población
en un territorio de doscientas mil leguas, no tiene de nación
Al comienzo del Capítulo XV de Bases hace referencia a la forma en la cual Europa puede contribuir al desarrollo argentino:
Europa nos traerá su espíritu nuevo, sus hábitos de
industria, sus prácticas de civilización, en las inmigraciones que nos envíe[12].
En el mismo capítulo una de las cuestiones que deja en claro Alberdi es que la tolerancia religiosa es condición necesaria para atraer la inmigración[13].
En el siglo XIX Alberdi, como Sarmiento, planificó un proyecto de país. Expresó sus ideas políticas y jurídicas. Fue un intelectual comprometido con la cosa pública. Hoy los argentinos quizás deberíamos intentar darnos un debate sobre diferentes aspectos de nuestra realidad. En el siglo XIX Alberdi y Sarmiento discutieron dos proyectos de país. ¿Podremos hacer lo mismo en el siglo XXI? Hay muchos temas que merecen ser discutidos. Por ejemplo, debatir sobre qué proyecto de nación queremos, sobre si debemos iniciar un proceso de industrialización sostenido a largo plazo o no, y en caso de optar por dicho proceso de industrialización, qué tipo de industria deberíamos desarrollar. También podríamos debatir sobre nuestro sistema de gobierno: ¿deberíamos continuar con el sistema presidencialista o deberíamos adoptar el sistema parlamentarista? En caso de preferir el sistema presidencialista, sistema que actualmente nos rige, ¿deberíamos dejarlo tal cual está o introducirle alguna modificación? Obras como Bases, más allá de coincidir o no con el pensamiento de Alberdi, nos invitan a reflexionar sobre la necesidad de discutir un proyecto de país.
[1]ALBERDI, Juan Bautista, Bases
y puntos de partida para la organización política de
[2] Ibídem.
[3] Ibídem, Cap. X, p. 80.
[4] Ibídem.
[5] Le agradezco a Abelardo Levaggi por
haberme hecho reflexionar sobre este aspecto.
[6] ALBERDI, Juan Bautista… (1), Cap.
IV, págs. 66-67.
[7] Ibídem, Cap. X, p. 81.
[8] Ibídem, Cap. X, p. 80.
[9] Ibídem, Cap. XVIII, p. 128.
[10] Ibídem.
[11]Ibídem, Cap.
XVIII, p. 127.
[12] Ibídem, Cap. XV, p. 100.
[13] Ibídem, Cap. XV, pp. 103-105.