Huellas en Papel IX / No.14 (2021)


NOTA EDITORIAL


“La epístola regala cuerpo, perdurabilidad: no puedo igualar la posibilidad de imaginar a una persona –en movimiento – abriendo un sobre en cualquier lugar, con el hecho –estático–de hacerlo frente a un ordenador…”
Ana Gallego Cuiñas, El valor de una carta.

Una biblioteca profesionalmente organizada nunca dejará de ser, felizmente, una paradoja. Muchos temas bibliotecológicos podrían ser dichos sobre la Colección Academia del Plata que hoy presentamos, y que reúne 110 libros. De hecho, publicamos en esta entrega el Catálogo completo de la Colección, junto a sus Índices Analítico y de Temas, trabajos técnicos impecables, realizados con alta rigurosidad profesional por Alejo Janín y Mariana Uranga.

La paradoja de toda biblioteca institucional o privada es que hay un lugar en el que se rompe la lógica de su ordenamiento (ya sea arbitrario, personal o técnicamente justificado). En ese lugar, los libros se comunican, se enlazan, se rechazan, se subordinan, se enamoran, se critican, se entristecen, se responden, se desean, a veces caminan juntos por un tiempo y luego se pierden o traicionan, otras veces permanecerán enlazados por los siglos (¿acaso puede el caminar del Amadís de Gaula separarse del Caballero de La Mancha?).

Una biblioteca esconde comunidades que cada lector arma según el antojo de sus posibilidades intelectuales e imaginativas. En esta entrega de Huellas en papel nos detenemos en algunos libros que comentamos y que, para nuestro asombro, se encuentran comunicados por otro tipo de documento caro a documentalistas, historiadores, bibliotecarios y escritores: la carta. Como si más allá de la vida que corre (que sigue corriendo en su escritura) en cada uno de los tres autores seleccionados, la carta fuera el cordel sutil que los reúne en el siglo en que la escritura asume un papel clave en la historia de la cultura.

Romina De Lorenzo presenta los Cuentos para niños, del sacerdote jesuita Luis Coloma (1851-1915). Finalizaba el siglo cuando solo a través de sus cartas podemos conocer cómo se formó en su imaginación el argumento de la novela Pequeñeces, libro que produjo una gran controversia en la sociedad nobiliaria española de fines del siglo XIX.

La especialista Yamila Bêgné analiza El peregrino de indias, de Ciro Bayo (1859-1939), cuyos intercambios epistolares con Miguel de Unamuno arrojan luz sobre su particular visión de América, y se presentan como continuación de sus correrías por el Nuevo Mundo.

El libro Un pliego de cartas, del erudito Dr. Thebussem (1828-1918) funciona como una epifanía en el recorrido de lecturas que proponemos en este fascículo. En efecto, la carta y el correo, temas clave en la obra de Thebussem, mancomuna a estos tres autores que desarrollaron la mayor parte de su escritura en la España del siglo XIX; y que escribieron cartas en el momento en el que la historia de la cultura escrita daba un salto, y convertía el hecho epistolar en una necesidad social, en un elemento clave para el desarrollo de la civilización.

Junto a este mundo de relaciones documentales, textuales y simbólicas creado por nuestra lectura, nos encontramos también con el trabajo técnico de la especialista en restauración y conservación Carolina Nastri, quien se detiene en las estructuras de las encuadernaciones de los libros, analiza sus diferentes tipologías y acompaña su estudio con ejemplos concretos. De este modo, dentro del equipo profesional que conforma la Biblioteca Histórica de la USAL, Nastri cuida el cuerpo de lo escrito, mediante la afanosa tarea de conservar por el mayor tiempo posible el soporte en el que nos llega la palabra desde hace siglos.

En este contexto extraordinario que atraviesa la Argentina y el mundo, nos ha parecido importante la edición en papel y en línea de Huellas en papel. Con la corporeidad parcial o totalmente negada en esta instancia sanitaria, creemos que conservar el cuerpo tradicional de la escritura guarda un gesto de humanidad hoy necesario, un gesto para una humanidad que ha escrito libros y cartas por milenios sobre soportes físicos y sólidos.

Imagina Alberto Manguel que, entre los muros de las bibliotecas, de noche, los libros se convierten en proyectos de lecturas a ser descubiertos. Secretamente, las bibliotecas y archivos, los libros, cartas y documentos guardan el íntimo anhelo de servir de brújula a los nuevos recorridos que deban atravesar hombres y mujeres, quienes en cada época no cesan de buscar y crear sentido, de resignificar el misterio que atraviesa sus cuerpos, y de esperar, en lo escondido, la hondura de una palabra rotunda que cierre los vacíos, un gesto de consuelo.

Liliana Rega
Directora