Huellas en Papel VIII / No.13 (2020)


Monumentos documentales.

Los registros de cirugía de la Sala XI del Hospital Municipal Guillermo Rawson, 1910-1925

A comienzos del siglo XIX, con el surgimiento de la práctica clínica, los médicos comenzaron a describir la relación entre lo visible y lo invisible, entre el cuerpo y el espacio donde se aloja una enfermedad. Comenzaron a registrar a partir de la observación y el lenguaje aquello que, durante siglos, había permanecido por debajo de lo enunciable (Foucault, 2008). La historia clínica o el expediente clínico es, justamente, el resultado de esos acontecimientos en el que consta, de forma metódica y detallada, la narración de todos los sucesos acaecidos y las comprobaciones realizadas a un paciente por parte del personal médico, ya sea en el marco de un establecimiento público o privado, desde que ingresa hasta el momento de su egreso, por alta médica o fallecimiento.

Dice Michel Foucault (2008) que el espacio de un cuerpo y el espacio de una enfermedad tienen extensión para deslizarse uno en relación al otro. Dichos desplazamientos, acompañados de otras modificaciones sintomáticas, pueden producirse en un solo individuo y también pueden encontrarse al examinar a varios, aunque los puntos de ataque sean diferentes. La línea de puntos que define a una afección con el organismo no es constante, es decir, no tiene un espacio común anteriormente definido. Estas singularidades presentes en cada cuerpo, en articulación con la enfermedad, son observadas y registradas por el médico en un documento.

Los nueve volúmenes que analizaremos en este artículo que, por su procedencia y contenido, hemos decidido denominar Registros del Hospital Rawson relatan esos deslizamientos que describe Foucault. Testimonian, en forma sistemática y cronológica, las diferentes intervenciones quirúrgicas efectuadas por David Feliciano Prando y Enrique Finochietto entre los años 1910 y 1925 en la Sala XI de Cirugía del Hospital Guillermo Rawson1. En cada volumen se narran prolijamente las afecciones clínicas y los datos de diferentes pacientes atendidos y operados por estos médicos en el marco de lo que fue la emblemática y reconocida Escuela Quirúrgica del Hospital Guillermo Rawson. A su vez, cada volumen incluye un importante registro visual compuesto por fotografías, placas radiográficas, huellas plantares y dibujos que ilustran la historia de esos sujetos.

Volumen correspondiente al año 1917

La Escuela Quirúrgica del Hospital Rawson se originó en el año 1896 de la mano del Dr. Andrés Francisco Llobet. Tras su fallecimiento, en el año 1907, lo sucede el Dr. David Feliciano Prando, quien se sostuvo al frente del servicio por treinta años consecutivos y desarrolló una importante actividad quirúrgica. Prando fue maestro de una legión de importantes cirujanos que luego se distinguieron en otros ambientes quirúrgicos2. Su intensa labor finalizó en el año 1927, con la llegada del gran maestro de la cirugía técnica, Enrique Finochietto. Los enormes volúmenes que atesora la Biblioteca Histórica de la USAL son fuentes testimoniales de aquellos años en que Prando y Finochietto presidieron y engrandecieron el servicio de cirugías del Hospital Guillermo Rawson.

Este artículo se ocupa de analizar la estructura documental que caracteriza y da unicidad a esos documentos, como así también los rasgos materiales que hacen a su composición. Y tiene como finalidad dar a conocer a la comunidad de investigadores y público general su existencia y valor.

Un registro es un documento, generalmente en forma de volumen encuadernado, en el cual se anota un escrito o una comunicación derivada de una acción, en el marco de cualquier órgano administrativo, y se respeta un orden temporal de recepción o salida a partir de una fecha concreta. Un registro es también un documento de archivo y el documento de archivo “no relata, no cuenta, testimonia y prueba, y como tal es información y fuente primaria para la elaboración histórica” (Heredia Herrera, 2007, p. 100).

Los volúmenes del Hospital Rawson abarcan un período que va desde el año 1910 hasta 1925. Se trata de un conjunto de documentos administrativos que, con el correr del tiempo, han perdido vigencia legal y han adquirido el atributo de documento histórico. Cada uno de los volúmenes representa una unidad documental compuesta, es decir, un conjunto de unidades simples relacionadas y agrupadas entre sí como resultado de una misma actividad o proceso (Cruz Mundet, 2011). Las unidades simples son los formularios o fichas médicas en las cuales Prando y Finochietto anotaban los datos del paciente y describían el diagnóstico. Se destinaba una sola ficha (doble cara) impresa para cada paciente. La estructura de cada ficha médica constaba de dos partes: encabezado y cuerpo central. En el encabezado se registraban los datos generales de la institución: sala/número/médico/ayudante/anestesista; en el cuerpo central, los datos del paciente: nombre/edad/procedencia/fecha de 1º consulta/ fecha del alta/ diagnóstico/observaciones.

Modelo de ficha ilustrada

Algunas de las fichas médicas tienen adosados otros documentos como: análisis de sangre, certificado radiológico, fotografías, receta médica, impresiones directas de huellas plantares, etc. Se trata de piezas documentales interrelacionadas, cuyo valor existe por su pertenencia a ese conjunto.

Cada ficha mide 34 cm de alto por 26 cm de ancho. Presumimos que, luego, eran encuadernadas por año. La dimensión de las encuadernaciones que da consistencia a cada registro es monumental, el volumen más antiguo es del año 1910 y acumula un total de quinientas fichas, sin contabilizar los documentos adosados que se pegaban prolijamente al inicio o al dorso de cada formulario (fotografías, análisis, etc). Hay otros registros,por ejemplo, de los años 1919-1920 que superan las mil fichas.

Documento adosado a la ficha

Al comparar las fichas del registro del año 1910 con el de 1925, se observa que la estructura documental es casi exacta, salvo algún detalle del encabezado donde se reemplazó el concepto “sala” por el de “pabellón”. En el volumen de 1922, la denominación dada al servicio deja de ser “Cirugía”, escuetamente, y se comienza a denominar “Cirugía y Ortopedia”.

La estructura material de los nueve volúmenes es de grandes dimensiones y espesor. La tipología de la encuadernación es holandesa, con lomo y puntas en cuero, las tapas están recubiertas en tela, los cantos están redondeados y decorados con un diseño marmolado estilo pavo real. Los cabezales son de hilo de seda a dos colores. La unión entre el lomo y las tapas es en bisagra y presenta un diseño hecho con rueda estilo filete. Los cuadernillos exhiben, en su unión, una costura hecha con hilo de algodón. Las hojas de guarda son de papel entelado y están decoradas con delineaciones marmoladas color bordó. Los datos referenciales de cada volumen están realizados con tipografía en dorado. En la tapa se describe, con letra mayúscula, el nombre del nosocomio “HOSPITAL RAWSON”, el área “CIRUJIA”, el sector “SALA XI” y en letra minúscula los nombres de los médicos a cargo “Dres. D.F. Prando Y E. Finochietto3”.

Lomo en cuero correspondiente al volumen del año 1917

La extraordinaria encuadernación de los nueve volúmenes estuvo a cargo de los talleres tipográficos de Jacobo Peuser, que además de funcionar como imprenta se dedicó a la venta de artículos de librería y a la encuadernación de libros. Producía todo tipo de impresos, desde etiquetas para envases, boletos, postales, estampas, láminas, libros comerciales y escolares hasta una famosa guía de la ciudad de Buenos Aires (1867), con información de calles, transporte, reparticiones públicas, etcétera (Costa, 2018). Todos los volúmenespresentan, al dorso de la tapa, la etiqueta de los establecimientos Peuser, individualmente cada volumen se identifica con un “Nº de Orden”, seguido de la leyenda que dice “PARA OBTENER UN LIBRO IGUAL AL PRESENTE, CITESE EL NUMERO DE ORDEN”

Cantos marmolados

Los registros del Hospital Rawson integran una de las subseries documentales de la “Colección Papeles de Enrique y Ricardo Finochietto”. El nro. 7 de Huellas en Papel, publicado en el año 2015, describe en detalle su contenido. Los volúmenes del Rawson ingresaron a la Biblioteca Histórica de la USAL con posterioridad y fueron incorporados en la descripción general como una subserie de la serie “Documentos Administrativos”4. Los nueve volúmenes son símbolo de una época, de un período histórico de la medicina argentina; son una confirmación de las prácticas ejercidas por dos extraordinarios cirujanos: Prando y Finochietto. Son también uno de los pocos vestigios escritos de un hospicio que ya no existe: el Hospital Guillermo Rawson.

REFERENCIAS

Costa, M.E. (2018). Los talleres multigráficos de Guillermo Kraft y Jacobo Peuser en los inicios de la industria editorial argentina. En En torno a la imprenta de Buenos Aires (1780-1940), (pp.179-226). Buenos Aires, Argentina: Dirección General de Patrimonio, Museos y Casco Histórico.

Cruz Mundet, J.R. (2011). Diccionario de archivística (con equivalencias en inglés, francés, alemán, portugués, catalán, euskera y gallego). Madrid, España: Alianza.

Foucault, M. (2008). El nacimiento de la clínica. Buenos Aires, Argentina: Siglo XXI.

Heredia Herrera, A. (2007). ¿Qué es un archivo? Gijón, España: Trea. Pérgola, F. (2014). Historia de la medicina argentina: desde la época de la dominación hispánica hasta la actualidad. Buenos Aires, Argentina: EUDEBA

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1El Hospital Municipal Guillermo Rawson fue fundado formalmente por Bartolomé Mitre el 24 de mayo de 1868 como Hospicio de Inválidos Militares. Estaba ubicado en un terreno delimitado por la calle Sola, también conocida como Camino de la Convalecencia (actual avenida Vieytes) y el camino al Paso de Burgos (hoy Amancio Alcorta). Su construcción inicial fue de dos plantas, tenía una capacidad para 30 oficiales y 576 soldados de tropa. En 1887, adquiere la categoría de Hospital Mixto, se amplían sus instalaciones y es bautizado con el nombre de Hospital Guillermo Rawson, en homenaje a quien fue ministro del interior del gobierno de Mitre e impulsor principal de la creación de la Cruz Roja Argentina. El desarrollo edilicio del hospital fue monumental: llegó a ocupar un perímetro de 43 000 metros cuadrados (Pérgola, 2014, p. 227). El Instituto Modelo de Clínica Médica y la Escuela Quirúrgica fueron dos baluartes del Hospital Guillermo Rawson.

2https://www.ama-med.org.ar/images/uploads/files/Historia%20Escuela%20Quirurgica%20Finochietto.pdf

3Los volúmenes de los años 1917, 1919, 1919-1920 y 1925 presentan solo el nombre de D.F. Prando, los de 1918-1919, 1922 y 1919-1920 el nombre de E. Finochietto.

4Se encuentra disponible para la consulta en línea la descripción completa en https://archivohistorico.usal.edu.ar