Prácticas de … preservación

Limpieza de los libros (parte II)
Qué hacer cuando incorporamos libros usados a nuestra biblioteca

Presencia de hongos

Nuestra biblioteca no suele estar compuesta solamente de libros nuevos. Solemos comprar libros en ferias o librerías de usados, y los que tenemos suerte recibimos en regalo libros de familiares y/o amigos que se deshacen de los mismos.
En el número anterior de Huellas en papel hemos visto cómo limpiar los libros que ya tenemos en nuestra biblioteca. En esta oportunidad trataremos las mejores prácticas a seguir en el momento que un “nuevo usado” llega a nuestras manos.
La regla básica indica que previamente a su guardado, todos los libros deben estar limpios y descontaminados, para evitar la propagación de suciedad y plagas al tomar contacto con otros. Sin importar si recibimos un solo libro o una caja, debemos evaluar el grado y tipo de suciedad presente: puede haber polvo, hongos, insectos o microorganismos; pero también hay que considerar el estado de los embalajes ya que los mismos anticipan las condiciones físicas en las que se encuentra el contenido (obviamente, la caja se descarta). Si se evidencian deformaciones, roturas, suciedad o mojadura, se deberá trabajar en un entorno aislado. Es importante definir un espacio para realizar las tareas de limpieza teniendo en cuenta que sea iluminado y ventilado; es conveniente buscar lugares abiertos, como patios, balcones, terrazas, mientras el clima lo permita. En caso contrario, es posible trabajar sobre una mesa cubierta con papel, cerca de una ventana. Es importante tener en cuenta que para todas estas prácticas debe utilizarse papel color blanco para evitar que el mismo tiña al libro.
Debemos tomar consciencia que la manipulación de los libros presenta un alto grado de riesgo para la salud humana. Los libros son portadores de un sinfín de microorganismos transmisores o generadores de enfermedades (desde una alergia hasta una leptospirosis). Por ello se deberá utilizar guantes de algodón y barbijo. Considerar la limpieza posterior de la vestimenta usada.
¿Y si nuestro “nuevo usado” tiene hongos…? Tranquilos, es posible solucionarlo. Veamos cómo:
Hay que tener en cuenta que los hongos se generan a partir de la humedad, y que es altamente probable que la mayor parte afectada del libro sean las tapas. El tratamiento deberá ser el siguiente: primero, limpiar las partes donde esté presente la pelusa de hongos utilizando algodón en seco, que se descarta a medida que se va ensuciando; luego, limpiarlas con algodón apenas humedecido en alcohol etílico al 70%, ya que el alcohol en esta concentración es fungicida y antibacteriano. Reiterar este procedimiento hoja por hoja si hay seguridad que la tinta de impresión no es soluble en esta solución. En caso contrario, sólo trabajar las hojas en seco (Ver debajo la ilustración explicativa).
Si la humedad es leve, sólo con una limpieza en seco y la aireación se puede combatir. Para lograrlo se deja el libro afectado aireándose en un lugar abierto (periódicamente se mueven las hojas). No se utiliza bajo ningún concepto aire caliente. Verificar que esté seco por completo antes de guardarlo, sino se corre el riesgo de una nueva contaminación.
¿Cómo limpiar las hojas con hongos? Detrás de la primera hoja impar afectada, se coloca una lámina de polipropileno1 para evitar la transmisión de humedad y una friselina o papel absorbente sin textura para favorecer el secado. Luego se procede a la limpieza con el algodón apenas humedecido en alcohol. Esperar unos minutos hasta que seque la hoja.
Colocar una friselina o papel absorbente sin textura y dar vuelta la hoja para continuar el proceso con la siguiente página impar. No olvidar desplazar la lámina de polipropileno al reverso de la página.

A - Aplicación de solución de alcohol y agua.
B - Folio a tratar.
C - Friselina o papel absorbente.
D - Film de plástico.

En caso de recibir los libros y no contar con tiempo para aplicar estas prácticas es posible colocarlos envueltos en polipropileno(bolsas con cierre, film adherente) en el congelador hasta que puedan recibir tratamiento. De esta manera se evita que avance la proliferación de microorganismos en los materiales.Tener en cuenta que se deben descongelar a temperatura ambiente sobre papel absorbente o tela y no pueden manipularse hasta estar completamente descongelados.

¡Muy bien, ya estamos libres de hongos! Pero también aparecieron algunos bichos…

El procedimiento para el tratamiento de libros con insectos será abordado en el próximo número de Huellas en papel.