Bergara : el demiurgo de la memoria porteña

Tuve el privilegio de conocer a Bergara Leumann en su primera Botica del Ángel abriendo las carteras de las asistentes a su espectáculo y riendo jocosamente de los inusuales objetos que ellas atesoraban. Premonitoria actividad de quien muchos años antes que el artista alemán Hans-Peter Feldmann* se interesara por este objeto-universo utilizado por las mujeres, cuyo contenido exhibe con éxito, en las Bienales internacionales de Venecia y San Pablo, como obras de arte.
Ingresar al Museo de Arte de la Botica del Ángel es una experiencia única e irrepetible asociada a los espacios testimoniales de la memoria porteña, pletórica de ángeles y conformando un laberinto -casi minoico- en el que Ariadna no puede facilitarnos su hilo para poder salir. La mirada se pierde y no abarca la inconmensurabilidad de cuadros, pinturas, escritos, fotos, placas, partituras, estrellas, vestidos y objetos de todo tipo que cubren las paredes, los techos, las puertas y celosías, los muebles y los espacios neobarrocos atiborrados de historia, arte, música, teatro y todas las manifestaciones culturales inimaginables.
El laberinto de Dédalo renace en los treinta y tres espacios y catorce baños que se suceden con nombres tan sugerentes como El baño de Shakespeare*, El circo criollo, El Camarín de Eva Duarte1,El Café con suerte, El pasillo de filetes y piropos, El pabellón de las rosas, el Lugar de la Zita con Troilo* y Piazzola* y el paradigmático “Todo se olvida con el champagne”, entre muchos otros. Como Teseo, el espectador recorre asombrado el lugar a través de escaleras y habitaciones art decó o art nouveau, y en cada ambiente, que se integra a un sistema complejo de partes relacionadas entre sí, busca la estructura a través de la cual se produce el significado dentro de nuestra cultura y llegamos a la conclusión de que, como decía Bergara: "La vida es un collage”. Sin olvidar a los escritores como Borges*, Marechal*, Mujica Láinez*, Sábato* o Victoria Ocampo*, a los cantantes como Susana Rinaldi*, Marikena Monti*, Leonardo Favio*, Nacha Guevara*, Valeria Lynch*, Lolita Torres*, Libertad Lamarque*, entre tantos otros y a los actores como Niní Marshall*, Pepe Cibrián*, Lola Membrives*, Amelia Bence* o Mecha Ortiz*, los artistas visuales más destacados del arte argentino están presentes a través de todo tipo de soportes: pintura mural, telas, papel, madera y en todas las técnicas y estilos posibles. Mencionaremos sólo algunos ya que la lista sería interminable: Antonio Berni*, Josefina Robirosa*, Guillermo Roux*, Raúl Soldi*, Edgardo Giménez*, Martha Peluffo*, Mariette Lydis*, Quinquela Martín*, Vicente Forte*, Carlos Gorriarena*, Marta Minujín*, Luis Felipe Noé*, Héctor Borla*, Juan Carlos Castagnino*, Eduardo Plá*, Raúl Lozza* y muchos más...
Como sostuvo Langer en el año 1958, “…el concepto filosófico dominante de nuestra época es el de significación en todas sus variantes”. Este Museo Botica del Ángel se ha convertido en una obra de arte en sí misma con tantas lecturas y miradas como espectadores la observen.

Dra. María del Carmen Magaz

1Eva Duarte (1919-1952). Actriz y política argentina. (N. de la Ed.).