Prácticas
de … preservación
Desde
el año 2012
Poner en conocimiento de las
comunidades académicas y del público en general el valor del patrimonio que
guardan las Bibliotecas y Archivos de
Preservar la herencia
bibliográfica que diferencia a
A partir del presente
número ponemos a consideración de los lectores esta nueva sección destinada a
difundir las “buenas prácticas” de: preservación; conservación; restauración.
La manipulación
cuidadosa de los documentos es uno de los elementos clave en el cuidado de los
libros, y se trata de una acción de preservación. La preservación de documentos
tiene como objetivo hacer más lento el proceso de envejecimiento natural e
inevitable de los mismos, de modo que pueda reducirse al máximo el riesgo de
destrucción.
Limpieza de libros (parte 1)
Técnicas
de limpieza manual de libros para ejemplares que sólo presentan depósito de
polvo:
a. Preparar un área ventilada y
cómoda donde realizar la limpieza, si es
posible trabajar con aspiradora.
Usar guantes de algodón.
Limpiar las tapas y lomo con
un trapo seco, que se debe reemplazar a medida que se ensucie.
Para limpiar la cabeza, frente
y pie del bloque de texto (Ver Solapa Huellas en Papel, Año II, No. 3, 2013) mantener cerrado el libro y pasar por los
mismos un pincel chato de cerdas flexibles desde el lomo hacia fuera.
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Para limpiar el interior del
libro: apoyar el libro sobre una mesa, abrir la tapa y soplar aire con una
perilla de goma sobre las bisagras y pliegues del bloque de papel. Si es
necesario ejercer mayor presión, pasar una porción de algodón que se descarta
al terminar cada libro.
Si detecta algún ejemplar afectado con insectos o microorganismos, se deben aislar los libros de ese estante, y tratarlos en otro sector por medio de los procedimientos apropiados. Lavar y desinfectar todas las herramientas y materiales antes de continuar la limpieza del resto de la colección.