Malú Urriola*

 

Santiago en ruinas, abril de 1992

 

No necesito nada más esta noche,

No quiero oír viejas anécdotas de poetas.

No sé si veré el futuro, si al menos

lo veré pasar por estos ojos.

 

Espero en la única gloria de los castrados.

Me abandonaré al silencio,

como un criminal abandona las armas y el placer

de la sangre.

 

de Hija de perra

 

Afuera daba vueltas un farol rojo y el letrero se caía a pedazos como de boite de mala muerte, como si fuésemos a estrellarnos contra la muerte, el hombre sacó una pequeña llave. Ladraban los perros, y el hombre nos condujo hasta un cuartucho que no volveríamos a ver, encendimos la tv y unos porros, luego me fumé un cigarro detrás de otro, uno detrás de otro y te contemplé hablar y hablamos del cuartucho, de la cojera del hombre, nuestra propia cojera, de la noche que corría con una prisa extraña, las nubes pasaban rápidas, azulosas, violáceas, como golpes de la vida, como si nos fuésemos a golpear contra la vida, el hombre trajo dos cafés que se enfriaron sobre el velador, en un rincón del cuarto quedaban los restos de una fiesta que otros dejaron, qué ganas de tomarme un trago, te dije, tú te acercaste lentamente, al contrario de las nubes, al contrario de la noche que corría aprisa, al contrario de los perros que no dejaban de ladrar, de vez en cuando se callaban, y se callaban hasta que las luces de un automóvil se estrellaba contra los vidrios y encendía el cuartucho que dejaba ver tu cuerpo y luego venían las sombras que te cubrían, lejos de casa, tan lejos de casa y en la radio con las pilas medio muertas la Janis cantaba bye, bye, baby.

 

de Nada

 

Este perro me ve como si mirara a dios, no sabe que soysoysoy un dios de la nada. Pone sus ojos suplicantes en mí, y mueve la cola, mientras le arranco como un diosdiosdios la garrapata que chupa de su cuello. Como si fuese una amante digo fuera, fuera de su cuerpo de perro. Él recuesta su cabeza en mi regazo, como yo pongo estos ojos cuando están hartos sobre el mar y dejo que me meza su danza espumosa, azul, brillante.

En el mar, no hay gentes como nosotros.

No hay sitio en la tierra ni en el mar, para gentes como nosotros.



* Poeta nacida en Santiago de Chile, ganadora del Premio Mejores Obras Editadas (2004) del Consejo Nacional del Libro; del Premio Municipal de Poesía de Santiago (2004); del Premio Pablo Neruda, por su trayectoria poética (2006); de la Beca Guggenheim (2009).

Correo electrónico: maluurriola@gmail.com.

Gramma, XXVI, 54 (2015), pp. 

© Universidad del Salvador. Facultad de Filosofía y Letras. Área de Letras del Instituto de Investigaciones de Filosofía y Letras. ISSN 1850-0153.