Trademark protection and consumer: comparative
reflections of the situation in
Martina
L. Rojo**
RESUMEN
La falsificación es una problemática
que afecta en mayor o menor medida a todos los mercados del mundo. En Argentina
las marcas gozan de todas las garantías normativas nacionales e
internacionales, sin embargo el flagelo de la falsificación crece año a año.
Más allá de polémicas y mediáticas iniciativas oficiales puntuales, vinculadas
más con la evasión fiscal que con los riesgos al consumidor, la falsificación
en el país crece año tras año.
ABSTRACT
Counterfeiting
is a problem which affects in a bigger or smaller scale all
countries of the world. In
national and international current legislation and treaties.
However year after year, counterfeiting increases in our country. The
European Union by the contrary, maintains a firm position relating the
dangers of falsification and the importance to create a conscience in
consumers regarding this issue.
fight against counterfeiting. The public sector agencies (CANC, INPI and
Customs) are supported intensely by the work of the private sector (ex:
UNIFAB). Results
are visible
* Trabajo
presentado en el III Congreso Euroamericano de protección jurídica de los
consumidores. Comisión Nº 3. Artículo recibido 11/11/2012. Aceptado 12/12/2012
** (Prosecretaria Académica, Coordinadora Plan
Franco-Argentino de Doble Titulación en Abogacía, Profesora de Derecho
Económico Internacional y de Economía Política, Facultad de Ciencias Jurídicas,
Universidad del Salvador. Miembro de
PALABRAS CLAVES
Falsificación marcaria-
protección jurídica- derecho comparado.
KEY WORDS
Trademark
Counterfeiting- legal protection-comparative law
La incidencia de la
protección marcaria en el ejercicio de los derechos de los consumidores es una
cuestión que merece ser explorada con mayor profundidad. El consumidor es el
protagonista último del mercado. Es el consumidor quien consume los productos
falsificados, en algunos casos conscientemente y, en otros, inconscientemente.
El público en
general tiende a pensar la problemática de la falsificación marcaria como algo
reservado a carteras famosas y camisas modelo “chomba” o “polo”. Al limitar el
campo de la cuestión a ese tipo de productos de vestimenta y/o accesorios de
“lujo”, los consumidores tienden a minimizar el tema o, a no preocuparse
demasiado por el mismo. Dentro de una visión así parcializada, se trataría de
elementos que, normalmente, no implican un riesgo para la vida y salud de los
consumidores, más allá de la habitual
mala calidad de los productos falsificado y su breve vida útil. Esta
perspectiva limitada circunscribe el tema de la falsificación como de exclusivo
interés de los fabricantes o
distribuidores titulares de las marcas de los productos que se encuentran
afectados y, a lo sumo como una cuestión de evasión fiscal de competencia de
las autoridades tributarias y no como una preocupación relevante para los propios
consumidores.
La
legislación de protección marcaria reviste hoy en día carácter internacional.
Los tratados de la temática han sido ratificados por multitud de países,
quienes han incorporado estas normas a su Derecho interno.
En Argentina
las marcas gozan de todas las garantías normativas nacionales e
internacionales. Sin embargo la efectiva protección de las mismas adolece de
relativa efectividad cotidiana. Las crónicas periodísticas señalan que este
sector ilegal mueve alrededor de 8 mil millones de dólares anuales en nuestro
país, y que si bien el 82% de los argentinos reconoce la falsedad de los
productos, el 58% está dispuesto a comprarlos de todas maneras.[1]
Registros periodísticos señalan que en nuestro país hay una clara “simpatía por
comprar trucho”[2].
Según un estudio de
Sin embargo,
la falsificación posee aristas que
implican graves riesgos para la sociedad. Entre éstas podemos destacar
la falsificación de medicamentos, alimentos, bebidas o cigarrillos. Todos esos
productos pueden agravar cuadros médicos o causar serias intoxicaciones a las
personas. Otro ejemplo a citarse puede ser la falsificación de repuestos para
automotores. Los mismos son producidos sin las condiciones de seguridad
necesarias y pueden causar desperfectos
mecánicos con la consecuencia de graves accidentes viales.
Gran
impresión causa también pensar en la falsificación de juguetes con materiales
sin pruebas de toxicidad, que pueden dañar gravemente la salud de los pequeños.
Tanto como los medicamentos, teniendo en cuenta que la falsificación de
medicamentos en Argentina rondaría el 7% a 10% de los fármacos que se producen en
nuestro país[3].
Los daños
para la sociedad causados por la falsificación son múltiples y no pueden ser
ignorados. Las condiciones de trabajo en los talleres que fabrican prendas
falsificadas son inhumanas y en muchos casos se explota a menores de edad en
ellos[4].
El Fiscal Federal Carlos Rivolo declaró a
La dimensión
del problema a nivel nacional no es menor. El abogado Alberto Villegas, quien
representa los intereses de importantes firmas internacionales de indumentaria
en nuestro país, declaró a
Si
hablamos de la situación en Europa,
Por su parte,
Francia hace gala de contar con el “lujo” como uno de sus más destacados
productos de exportación. Este país aplica las normas de protección de las
marcas registradas con mano dura.
Un ejemplo
paradigmático de esta realidad se encuentra en las guías de viaje que cualquier
turista tiene en sus manos al visitar París. Dentro de la lista de museos
privados de visita pública podrá encontrar el “Museé de
Interesantes
estadísticas son presentadas por la entidad empresaria francesa. Por ejemplo, Tailandia
es el país de origen de la mayor parte de los productos falsificados
decomisados por las aduanas de
En lo que respecta a los informes oficiales del año 2009,
Francia
en particular es una de las naciones más activas en la temática de la lucha
contra la piratería. En 1995 creó el CNAC, Comité Nacional Antifalsificación
con la misión de mejorar la eficacia del conjunto de dispositivos nacionales de
la temática. El CNAC coordina las acciones entabladas por las diferentes
administraciones y los representantes de sectores de la industria y de la
cultura para reprimir la piratería. Funciona como nexo entre el sector privado
y el sector público. Una de sus actividades principales consiste en la
realización de campañas de concientización al consumidor y de capacitación de
los funcionarios públicos. Posee tres
grupos de trabajo: un grupo de concientización, una de cooperación
internacional y uno de mejoramiento y seguimientos de la legislación y
reglamentación. En nombre de su sitio we habla por si mismo:
www.contrefacon-danger.com
Por
supuesto que el fenómeno de la falsificación no es algo nuevo. El museo de la
falsificación de París nos muestra en la
entrada unas ánforas de la época galo-romana que se encuentran entre las
falsificaciones más antiguas que se conocen hoy día. Y en aquellos tiempos el
Derecho ya condenaba las falsificaciones: la ley “De Falsis”. Un edicto de
Carlos V de 1544 aplicaba a los falsificadores la pena de la ablación de su
mano a la altura de la muñeca. La ley francesa del 23 de junio de 1857 declaró
a la falsificación como un delito. Actualmente Francia posee un “Código de
La
falsificación es una problemática que afecta en mayor o menor medida a todos
los mercados del mundo. En Argentina las marcas gozan de todas las garantías
normativas nacionales e internacionales, sin embargo el flagelo de la
falsificación crece año a año. Más allá de polémicas y mediáticas iniciativas
oficiales puntuales, vinculadas más con la evasión fiscal que con los riesgos
al consumidor, la falsificación en el país crece año tras año.
Martina
L. Rojo
CONCLUSIONES
·
Proteger
a las marcas y a los otros derechos de propiedad intelectual es de interés para
los titulares de los mismos y para la sociedad en general. Una protección adecuada de estos derechos
evitar caer en una situación de disminución de los incentivos a la
investigación, al desarrollo y a la innovación, especialmente cuando dichas
actividades necesitan un mercado mundial para que sean económicamente viables.
·
·
La
falsificación afecta a los consumidores como
miembros de la sociedad ya que este flagelo conforma una verdadera
economía paralela ilegítima que redunda en pérdidas para la empresas, pero
también en pérdidas para el Estado (evasión fiscal), para los otos comerciantes
(competencia desleal) y para los individuos que integran el mercado laboral
(talleres clandestinos).
·
La
falsificación afecta los derechos de los consumidores ya que muchos de los
productos falsificados pueden causar graves daños a la salud y a la vida de las
personas por no haber sido fabricados y/o manipulados con los estándares de
calidad necesarios o con materias primas o componentes inadecuados.
Bibliografía
Consultada
CORREA
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Argentina, Buenos Aires.
CACHARD O., (2008), Droit
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ZUCCHERINO
D. R. y MITELMAN C. O., (2000), Derecho Económico Empresarial, ERREPAR,
Bueno Aires, Capítulo 4.
[1] Datos de
[2] “Simpatía por comprar trucho”,
[3] Porcel Roberto J., “Falsificar: mucha plata y poca pena”, Clarín Económico, 06-05-07, página 7;
D´Urso Hernán, “El impacto de la falsificación marcaria”, Clarín Economía, 23-09-07, página 9.
[4] Salgueiro Andrea “La falsificación de marcas en aumento”,
[5] Declaraciones a
[6] Declaraciones a
[7] www.iuriscivilis.com/2010/03
[8] L´Union des Fabricants: www.unifab.com
[9] Entre ellas
[10] www.unifab.com