NOTA EDITORIAL.

 

                        Los albores de este nuevo año enaltecen a nuestra Patria con la privilegiada bendición de la Divina Providencia en la elección del sacerdote jesuita argentino: Monseñor Jorge Mario Bergoglio, como Jefe de la Iglesia Católica.

                        El ejemplo que, desde siempre, ha signado la actuación del hoy  Papa Francisco se trasunta en un signo de esperanza en aras a la renovación y exaltación de la humanidad en cuanto a los valores indispensables para sostener la dignidad y la paz en un mundo que padece la constante búsqueda de la justicia y la verdad.

                          Albergamos en nuestro corazón el anhelo de  aprehender en nuestras vidas, a través de las acciones que nos caben desde la tarea que desempeñamos,  la constancia en el esfuerzo por construir un mundo mejor, sin cejar ante las dificultades y pese a los obstáculos.

                         La labor docente que desde estas páginas intentamos propalar continúa vigente y, más que nunca esperanzada en alcanzar la excelencia en la comunicación jurídica a través de la investigación de quienes, día a día, se empeñan en comprometerse con la realidad para contribuir en el respeto de los derechos y la tan ansiada paz social.

                        Deseamos dedicar este número de Aequitas a nuestro querido Maestro y Amigo el Dr. Luis Mendez, quien ha partido físicamente el pasado 15 de mayo. La presencia de quien fuera titular de las cátedras de Derecho de Familia y Derecho Civil I en nuestra casa de Estudios, continúa espiritualmente y, en especial, en el  recuerdo indeleble de quienes fuimos sus discípulos y tuvimos la bendición de colaborar a su lado. Que Dios tenga en su Santa Gloria a quien tanta luz trajo a la vida de sus semejantes y su estrella siempre nos acompañe.

                        Gracias a todos nuestros colaboradores y lectores por permitirnos cumplir con el sueño de llevar a cabo esta travesía intelectual cuyo destino final, simplemente intenta ser, dejar plasmado aquello que, allende el paso del tiempo, no desaparecerá físicamente: las ideas.

           

                       

María Eleonora Cano

Directora Revista Aequitas.